Recetar igualdad para mejorar la salud

La buena salud va mucho más allá de la ausencia de enfermedades y depende, en gran parte, de determinantes sociales, ambientales y económicos. La creación de sinergias entre entidades públicas y privadas y organizaciones del tercer sector es fundamental para mejorar el acceso de todas las personas a la salud, especialmente, para colectivos en situación de vulnerabilidad. La entrada Recetar igualdad para mejorar la salud se publicó primero en Ethic.

Mar 24, 2025 - 16:31
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Recetar igualdad para mejorar la salud

El derecho a la salud se proclamó por primera vez en el ámbito internacional en la Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 1946, entendido como el goce del grado máximo de salud de todo ser humano, sin distinción de religión, ideología política, origen étnico o condición económica o social. La OMS define la salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social, algo que va mucho más allá de la ausencia de enfermedades y que depende, en gran parte, de los determinantes sociales, ambientales y económicos de la salud.

El derecho a la salud está relacionado directamente con el acceso a recursos básicos, como tener una vivienda, vivir en entornos con mejores condiciones higiénicas, poder llevar una buena alimentación, desempeñar un empleo digno o vivir en una sociedad inclusiva. Desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, se han alcanzado grandes logros en este sentido. Un buen ejemplo es el aumento de la esperanza de vida al nacer, que ha pasado de 46,5 años en 1950 a 73,3 años en 2024. El avance del último informe de la población de la ONU prevé que el descenso de la mortalidad se traducirá en una longevidad media de unos 77,4 años en todo el mundo en 2054.

Sin embargo, la esperanza de vida sigue siendo muy diferente entre países en desarrollo y países con ingresos altos. Además, encontramos diferencias de género en la longevidad y en la salud a lo largo de la vida. En España, país con la mayor esperanza de vida de Europa, las mujeres viven de media 84,2 años y los hombres 81,2 años. Sin embargo, si nos fijamos en la esperanza de vida en salud, podemos encontrar que, a pesar de que las mujeres viven más años, también viven peor. Se trata de un aspecto generalizado a nivel global que tiene que ver, entre otras cosas, con una desigualdad estructural entre hombres y mujeres que afecta al estilo de vida y al disfrute de derechos como el acceso a la salud o al empleo y que también se relacionan con otras formas de discriminación. 

Derecho a la salud

Sinergias para acelerar el cambio

Según el Informe sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2024 de las Naciones Unidas, solo el 17% de las metas de los ODS están avanzando, casi la mitad muestran un progreso mínimo o moderado y más de un tercio están estancadas o retroceden. Entre otros aspectos, el informe señala que hay más personas que padecen hambre en comparación con 2019 y que el número de muertes de civiles en conflictos armados ha aumentado un 72% entre 2022 y 2023. Las guerras también son la causa de que se haya registrado el mayor número de personas refugiadas (37,4 millones) y desplazadas (casi 120 millones).

Este informe señala que, para alcanzar las metas del Objetivo 3, es decir, «garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades», es necesario priorizar la cobertura sanitaria universal, reforzar los sistemas sanitarios, invertir en la prevención y el tratamiento de enfermedades y abordar las disparidades en el acceso a la atención y los servicios, especialmente, para las poblaciones vulnerables. Los Estados miembros de la ONU deben adoptar medidas concretas en esta línea, pero, en este contexto, también las empresas privadas deben asumir su parte de responsabilidad social. 

La experiencia y especialización de entidades privadas puede contribuir a mejorar los proyectos desarrollados por organizaciones del tercer sector que conocen profundamente las necesidades de los colectivos con los que trabajan. Un ejemplo de ello es la iniciativa Solidaridad en Acción, puesta en marcha por Fundación Sanitas en 2021 para mejorar la salud de colectivos en situación de vulnerabilidad y exclusión social. Desde entonces, gracias a la colaboración con diferentes organismos y la participación de los equipos asistenciales de Sanitas, esta iniciativa ha contribuido a mejorar la salud de más de 63.000 personas en diez países (España, Perú, Costa de Marfil, Tanzania, Burkina Faso, Camerún, Burundi, República Democrática del Congo, Benín y Malawi). En total, se han puesto en marcha 12 iniciativas gracias a las más de 1.600 horas donadas por profesionales de los negocios de Sanitas y más de 650.000€ en donaciones. 

La mortalidad infantil se ha reducido un 51% desde el año 2000, pero se calcula que, en 2022, murieron 4,9 millones de niños y niñas antes de cumplir cinco años

Eliminar las desigualdades al nacer

Las desigualdades de género impiden a millones de mujeres disfrutar de sus derechos sexuales y reproductivos, especialmente en países en desarrollo. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), una de cada cuatro mujeres sigue sin poder tomar sus propias decisiones en materia de salud y para casi una de cada diez mujeres utilizar anticonceptivos no depende de su voluntad. Además, la tasa mundial de reducción anual de las muertes maternas fue de 0 entre 2016 y 2020. Cada día mueren alrededor de 800 mujeres durante el parto y la mayoría de estas muertes se producen en países en desarrollo por causas evitables.

Por otro lado, aunque los últimos datos de la OMS muestran que la mortalidad infantil ha alcanzado mínimos históricos y se ha reducido un 51% desde el año 2000, se calcula que, durante 2022, murieron 4,9 millones de niños y niñas antes de cumplir cinco años. La mayoría de estas muertes se concentraron en África Subsahariana y Asia Meridional y también se deben a causas que se podrían evitar si hubiera un mejor acceso a medicamentos, vacunas y atención sanitaria.

La desnutrición está detrás de muchas de estas muertes: se calcula que tres millones de niñas y niños mueren en África cada año a causa de la desnutrición. La Fundación Recover dedicada a la cooperación sanitaria en África, y Fundación Sanitas, han publicado recientemente un informe que evidencia cómo las buenas prácticas en el acceso a la nutrición tienen un impacto positivo en la salud de la población infantil. Gracias al programa NUTRI-m, se ha mejorado la salud nutricional de niños y niñas de zonas aisladas de Camerún, donde los índices de desnutrición infantil llegan a casi el 50% de la población menor de 5 años. A partir de los trabajos realizados allí, se ha conseguido que el 55% de quienes sufrían desnutrición aguda mejoren su salud y se ha logrado que el 62% mejore su índice de peso, el 55% su índice peso/talla, el 60% su índice de altura y el 54% su índice de masa corporal. Lo próximo será establecer un laboratorio de anatomía patológica en Burundi y reforzar la capacidad médica a través de la telemedicina.

Además, Fundación Sanitas también se ha unido a CESAL para mejorar la salud de más de 700 personas en situación de vulnerabilidad en Perú a través del proyecto NUTRISALUD: Fomentando una alimentación balanceada. La iniciativa está dirigida al alumnado del Centro de Apoyo Extraescolar (CAE) y la Escuela Socio-Deportiva de CESAL Perú, así como a sus familias. En total, se han beneficiado directamente a más de 700 personas en los distritos de Lurigancho-Chosica, Ate y Santa Anita, en Lima.

Por otro lado, la discapacidad tampoco es igual ni tiene las mismas causas o consecuencias en todas las regiones. Por ejemplo, el 80% de las personas con alguna deficiencia auditiva viven en países de ingresos bajos y medianos. Casi el 60% de la pérdida de audición durante la infancia se debe a causas que pueden prevenirse. Por ello, entre otras iniciativas, la Fundación Sanitas ha iniciado diferentes proyectos en Perú a través de una colaboración con UNICEF España, donde un equipo de otorrinolaringología realiza un tamizaje neonatal para detectar problemas de audición precozmente en los Centros de Salud Maternos Infantiles. Se espera que, en dos años, este proyecto beneficie a más de 10.000 niños y niñas recién nacidos y a sus familias. 

Derecho a la salud

Cada día mueren 800 mujeres durante el parto por problemas evitables, sobre todo, en países en desarrollo

Garantizar el derecho a la salud en todas partes

Una de las principales barreras para acceder a la sanidad en países desarrollados es ser migrante. En 2022, más de 100.000 personas solicitaron asilo en España, pero la complejidad de los procedimientos administrativos sigue dificultando que las personas migrantes accedan a la sanidad. También la pobreza está muy ligada al estado de salud. Los actores sociales y políticos deben trabajar para eliminar las desigualdades que impiden el disfrute de los derechos humanos a gran parte de la población. Por ello, el programa Solidaridad en Acción de Fundación Sanitas también colabora con diferentes entidades que tratan de suplir algunas de estas carencias en el territorio español, como CEAR. 

Además, Fundación Sanitas desarrolla diferentes proyectos dirigidos de forma específica a diferentes colectivos. Por ejemplo, en colaboración con Down España y Cruz Roja Española, se imparten talleres de salud bucodental y distribución kits de higiene para fomentar hábitos saludables. Junto con la Fundación Jérôme Lejeune, Solidaridad en Acción facilita consultas médicas especializadas para personas con discapacidad de origen genético y promueve una atención más accesible e inclusiva. Además, el acuerdo con la Fundación Cesare Scariolo ha permitido alojar a familias vulnerables con menores en tratamiento oncológico en Málaga ofreciendo un entorno estable durante el proceso médico. A través de estas iniciativas, se trabaja para garantizar el derecho de todas las personas a la salud y, también, a acceder a los bienes y servicios que permiten que llevemos una vida saludable y digna.

Prepararse para las emergencias

Fundación Sanitas ha colaborado con Cruz Roja y UNICEF España para brindar asistencia en emergencias humanitarias como la guerra en Ucrania y los terremotos en Siria y Turquía. En Ucrania, su contribución económica ha permitido mejorar la protección de niños, niñas y familias mediante el transporte de agua potable, distribución de suministros esenciales y apoyo psicosocial, además de reforzar las labores de evacuación y atención primaria en salud de Cruz Roja. En Siria y Turquía, la Fundación ha apoyado la entrega de ropa de invierno, material escolar y asistencia médica a través de UNICEF España, así como la distribución de alimentos, atención sanitaria y rescate de supervivientes con Cruz Roja. De forma más reciente, Fundación Sanitas también ha colaborado con una donación económica para apoyar la labor de Cruz Roja Española en la atención a las personas afectadas por la DANA en Valencia.

Ante situaciones de emergencia, garantizar el derecho a la salud y una respuesta rápida es fundamental para proteger a todas las personas y, especialmente, a las comunidades más vulnerables. En un contexto en el que los desastres naturales son cada vez más frecuentes y los conflictos afectan gravemente el acceso a servicios básicos es imprescindible fomentar la cooperación entre entidades públicas, privadas y del tercer sector para ofrecer respuestas rápidas y efectivas.

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