Cuáles son las partes de un libro
Te explicamos cuáles son las partes de un libro, tanto las externas (parte física) como las internas (estructura del contenido). De este modo, nunca más te confundirás entre unas partes y otras. Todos nosotros, como amantes de la lectura, hemos tenido alguna vez un libro entre las manos. Creemos conocerlo todo sobre ellos pero ¿es […]

Te explicamos cuáles son las partes de un libro, tanto las externas (parte física) como las internas (estructura del contenido). De este modo, nunca más te confundirás entre unas partes y otras.
Todos nosotros, como amantes de la lectura, hemos tenido alguna vez un libro entre las manos. Creemos conocerlo todo sobre ellos pero ¿es realmente así? ¿Sabrías enumerar los elementos de un libro? Lo más probable es que tu respuesta sea negativa, puesto que esta información solo se trata en profundidad en el ámbito de la edición de libros. No obstante, nunca está de más saber cuáles son estos componentes, ya que así podremos valorar más el complejo proceso de edición e impresión de libros que da lugar al objeto que tanto nos aporta.
Un libro lo conforman elementos tanto externos como internos; cada uno de ellos cumple con una función determinada, ya sea funcional, estética o promocional. Te invitamos a descubrir las partes de un libro por fuera y las partes de un libro por dentro, que se describen con detalle a continuación.
Partes externas de un libro: ¿cuáles son?
El mundo editorial está en constante cambio. Sin embargo, pese a la evolución de los formatos (de lo impreso a lo digital), los lectores siempre nos hemos sentido atraídos por el tacto del libro, su olor, sus materiales, su estética… En la publicación digital (donde no existen estas partes físicas) podemos seguir disfrutando del contenido, de la historia, pero nos perdemos todas estas sensaciones tan placenteras. Los componentes de un libro que percibimos a simple vista son los que pertenecen a la parte externa. Esta la conforman los siguientes elementos: sobrecubierta, cubierta —formada por la cubierta anterior, contracubierta, lomo y solapas—, canto, faja y guardas.
Sobrecubierta. También recibe el nombre de forro o camisa. Se trata del envoltorio de papel que se coloca sobre la cubierta para protegerla de posibles daños. Este elemento se utiliza con mayor frecuencia en los libros de tapa dura, ya que estos suelen ser de materiales que se deterioran con facilidad, como pueden ser el cuero o las telas aterciopeladas. Además de para proteger el libro, la sobrecubierta lo hace más llamativo estéticamente y puede utilizarse para ofrecer información adicional al contar con solapas.
Cubierta. Es la parte exterior del libro y está conformada por la cubierta anterior —conocida erróneamente como portada—, la contracubierta (cubierta trasera), el lomo y las solapas. La contracubierta puede tener una encuadernación en tapa dura o tapa blanda. Por un lado, la tapa dura está hecha con un material resistente, no se puede doblar y suele estar protegida por una sobrecubierta. La tapa blanda, por otro lado, es de un material más flexible y puede llevar solapas.
- Cubierta anterior. Lo que comúnmente se conoce como portada no es sino la cubierta anterior o delantera. En términos de edición e impresión, es importante establecer esta distinción técnica para que el trabajo se realice correctamente. No obstante, hay muchos profesionales del sector que utilizan cubierta anterior y portada indistintamente; además, a la hora de promocionar un libro, las propias editoriales, conocedoras de que el público general utiliza mal la terminología técnica, promocionan sus obras anunciando la portada de sus obras en lugar de su cubierta anterior. En esta parte, la más visual del libro y la que capta la atención del potencial lector, aparece una imagen o ilustración acompañada del título, el autor, el logo de la editorial y, en ciertas ocasiones, el traductor o elementos de marketing como menciones en medios importantes, premios o número de la edición.
- Contracubierta. Conocida por los lectores como contraportada, la contracubierta o cubierta trasera es el espacio destinado a la sinopsis del libro —texto fundamental a la hora de llamar la atención de posibles compradores— y que puede contener otra información como una fotografía del autor, acompañada de una breve biografía. Además, también alberga otro elemento imprescindible como el código de barras que identifica el producto.
- Lomo. Es la parte lateral del libro, lo que se ve una vez se coloca en una estantería; este conecta la cubierta anterior con la contracubierta. En el lomo se imprime el título de la obra, el nombre del autor y el logotipo de la editorial; en caso de tratarse de la entrega de una trilogía/saga, se coloca también aquí el número que ocupa dicho libro en la serie.
- Solapas. Pliegue interior que forma parte de la sobrecubierta —en el caso de ser un libro de tapa dura que cuenta con este elemento— o de la cubierta —si es un tomo en tapa blanda—. En ellas aparece información relevante como la fotografía y biografía del autor, otros libros de la colección a la que pertenece el libro u otros datos de interés.
Canto. La parte opuesta al lomo. El canto lo configuran todas las hojas impresas del libro. Es en este espacio donde se produce la «magia» de las ediciones especiales o de coleccionista, pues las editoriales pintan los cantos con atractivos dibujos o, simplemente, de un color diferente al blanco, para captar la atención del lector.
Faja. Es una estrecha tira de papel que se coloca alrededor de la cubierta y que se puede retirar con facilidad. Su función principal es ofrecer información publicitaria. En la faja aparecen el número de edición, el número de ejemplares vendidos o reseñas de personalidades importantes del mundo de la cultura, críticos o lectores.
Guardas. Es un elemento exclusivo de las ediciones de tapa dura y que sirve de unión entre la parte externa del libro y la interna (tripa). Se trata de hojas de papel dobladas por la mitad que se pegan al revés de la cubierta anterior y posterior. Pueden dejarse en blanco o estar impresas (por ejemplo, en los libros de fantasía las guardas suelen contener el mapa del universo fantástico).
Partes internas de un libro: ¿cuáles son?
Una vez definidas las partes externas del libro, cabe determinar cuáles son las partes internas de un libro, conocidas también como tripa. Esta se divide de la siguiente manera: elementos preliminares, cuerpo y elementos complementarios.
Elementos preliminares del libro
Páginas de cortesía o de respeto. Se trata de páginas en blanco que se colocan al principio y al final del libro. Su función es, por una parte, proteger el interior del libro de manchas y roces y, por otra, servir de soporte a las guardas en las ediciones de tapa dura. Además, algunos autores eligen esta parte para escribir las dedicatorias dirigidas a sus lectores.
Anteportada o portadilla. Es la primera página impresa del libro, que se coloca antes de la portada. La anteportada, también conocida como portadilla, contiene únicamente el título de la obra. Así como las páginas de cortesía o de respeto, este espacio puede utilizarse para escribir dedicatorias.
Portada. Este término designa, a efectos técnicos, la página colocada después de la portadilla y que contiene la siguiente información: título, autor, traductor —en caso de ser un libro traducido— y logotipo de la editorial. Como ya se ha mencionado anteriormente, es común confundir la portada, que forma parte de la tripa del libro, con la cubierta anterior, que es un elemento externo.
Página de derechos o créditos. Hoja que se sitúa tras la portada y que contiene información legal de vital importancia en la publicación de libros. En esta página se exponen datos como el título original y traductor (en caso de ser una obra traducida), nombre del ilustrador (si lo hubiera), año de publicación, número de edición, texto legal sobre el derecho de la propiedad intelectual, ISBN… Por consiguiente, este es un espacio imprescindible para la identificación de la obra y para la protección de la autoría y los derechos de autor.
Dedicatoria. En esta página el autor dedica la historia a quien considera oportuno. Aparece en la hoja siguiente a los créditos y suele ser un texto breve, en cursiva y sin punto final.
Lema o tema. Esta página recoge algunas citas (versos, frases, fragmentos de obras…) que el autor ha creído importantes para la obra, ya sea por temática, tono, contexto histórico… El lema se sitúa en la página siguiente a la dedicatoria.
Presentación o introducción. Escrita por el autor y colocada antes del prólogo, esta sección es el lugar en el que el escritor de la obra se dirige al lector para comunicar información importante como, por ejemplo, cuáles fueron sus motivaciones a la hora de escribir el libro. Es un apartado opcional que depende de los deseos del autor o el objetivo del proyecto editorial.
Prólogo o prefacio. Se trata del texto que aparece antes de que empiece la historia en sí. Este texto está escrito por una persona diferente al autor; normalmente se trata de un experto en alguna materia de relevancia para la obra, un autor importante o una figura de autoridad en el ámbito literario. En algunas ocasiones, el autor del prólogo aparece mencionado en la cubierta anterior para captar la atención de posibles lectores.
Índice. Lista que presenta la organización de la obra (prólogo, partes, capítulos, epílogo, bibliografía…) para facilitar al lector la navegación por el contenido del libro. Puede estar presente al principio o al final y no suele aparecer en novelas, mientras que son vitales en textos de no ficción t antologías poéticas o de relatos.
Cuerpo del libro
El cuerpo o tripa de un libro es la historia propiamente dicha. En esta parte del libro son fundamentales la división del contenido y la maquetación.
División de contenido. Una obra suele estar estructurada en capítulos y, en algunas ocasiones, estos pueden englobarse en distintas partes:
- Capítulos. Son las diferentes partes de un relato. Su extensión es variable y normalmente están numerados y/o constan de un título.
- Si la historia lo requiere, los capítulos se encuadran en diferentes partes, frecuentemente tres. Cada una de las partes suele tener un título que deja entrever el motivo por el que se ha hecho tal división (por ejemplo, que cada parte corresponde a un período temporal distinto o al punto de vista de personajes diferentes).
Maquetación. Es una parte fundamental del diseño editorial. Se trata del proceso a través del cual el texto se organiza en el espacio de manera atractiva a la par que funcional. De esta tarea se encarga un maquetador, que conforma con el material que se le facilita (texto, imágenes, notas…) un diseño de páginas que permita la lectura ordenada, lógica y secuencial del libro. El profesional escoge la tipografía, establece los márgenes, aplica una sangría determinada, numera las páginas, organiza los capítulos, inserta las imágenes o ilustraciones en caso de haberlas…
Elementos complementarios del libro
Los elementos complementarios del libro son todas aquellas secciones que se disponen al final del libro. A esta definición se adhieren las siguientes partes: epílogo, agradecimientos, apéndices, notas al pie, glosario, bibliografía y colofón.
Epílogo o ultílogo. Parte que se añade al final de un libro para complementar el cierre de la obra. Este espacio se utiliza principalmente para cerrar tramas inconclusas, esbozar el futuro de los personajes o aclarar algún cabo suelto.
Agradecimientos. Página o páginas que el autor dedica a agradecer a todas aquellas personas que han sido fundamentales a lo largo de la creación de la novela, ya sea a nivel personal o profesional.
Nota de autor. Espacio en el que el autor hace matizaciones acerca de la obra que el lector acaba de leer. Mientras que en la presentación o introducción, situada al principio del libro, no podía extenderse sin incurrir en spoilers, en la nota de autor que se coloca al final sí puede hablar del contenido del libro, puesto que se da por hecho que el lector ya ha terminado de leerlo.
Apéndices. Información añadida a modo de prolongación o complemento del texto principal; son materiales que no tienen cabida en el grueso de la historia —por ejemplo, imágenes, tablas, gráficos…—. Por su naturaleza, son propios de ensayos más que de obras de ficción.
Notas al pie. Pequeños fragmentos de información que, o bien aparecen a pie de página, o bien se recopilan al final de la obra. Son anotaciones que puede hacer el propio autor para realizar algún tipo de aclaración o, en caso de ser una obra traducida, pueden ser notas introducidas por el traductor en referencia a la traducción de algunos términos o frases hechas.
Glosario. Agrupación de términos que requieren de una definición o explicación exhaustiva. Esta suerte de diccionario se utiliza especialmente en ensayos, pues en ellos aparece lenguaje más técnico, pero también puede ser de utilidad, por ejemplo, en libros de fantasía con mundos complejos (el glosario serviría para informar sobre razas, criaturas, folklore del mundo fantástico…).
Bibliografía. Recopilación de todas las fuentes de información (artículos, ensayos, tesis, contenido multimedia…) del que el autor se ha servido para escribir la obra. Este apartado es esencial en obras de no ficción, aunque también puede ser muy útil en novelas que requieren de un alto nivel de documentación como es el caso de las históricas.
Colofón. Anotación presente en la última página del libro. En esta se indica información adicional como la fecha o el lugar de la impresión de la obra.
Termina aquí, pues, nuestro recorrido por las diferentes partes de un libro. De este modo, ya sabes cómo referirte apropiadamente a cada una de ellas en caso de necesidad.