Una invitada en casa, de E.M. Carroll
Nos adentramos en el inquietante talento de E.M. Carroll con su esperada nueva obra, una adaptación libre de Rebecca que se postula a lo mejor del año. Edita Sapristi.



Edición original: A guest in the house USA (First Second Books, 2023)
Edición nacional/España: Sapristi, 2025
Guion: E.M. Carroll
Dibujo: E.M. Carroll
Color: E.M. Carroll
Traducción: Inga Pellisa
Composición: Marta M. Carmona
Formato: Cartoné. 256 páginas, color. 29,95€
Cuando el pasado amenaza en cada sombra
En la redacción lo comentamos muy a menudo: qué buenos tiempos vive el terror en el cómic americano. Hace ya mucho tiempo que meter varias obras del género entre lo mejor del año es la tónica habitual, algo especialmente gustoso teniendo en cuenta que el terror siempre ha tenido colgado el sambenito de pertenecer a una liga inferior, a la serie B del arte. Pero lejos de eso, muchos grandes autores se han acomodado, o incluso especializado, en ese género. Ahí tenemos al celebérrimo James Tynion IV o a la dupla formada por Jeff Lemire y Andrea Sorrentino. Pero no son, ni mucho menos, los únicos.
Sin ir más lejos, una de las voces más atractivas dentro del amplio espectro que engloba el cómic de terror es sin lugar a dudas E.M. Carroll. Artista original de Canadá, su talento y su inconfundible estilo han logrado granjearle un lugar destacado entre la lista de autores con mayor personalidad de la escena del cómic. Tras unos inicios de carrera focalizados en la creación de webcómics que fueron incrementando su popularidad, su carta de presentación editorial llegaría en 2014 con Cruzando el bosque, una fantástica antología de relatos de los que os hablamos la semana pasada aprovechando su reciente reedición. A continuación llegó en 2019 su consagración definitiva con La noche que llegué al castillo, una fabuloso relato de terror gótico cuyo hipnótico dibujo logró conquistar a propios y a extraños. Ambas obras las hemos disfrutado en nuestro país gracias a Sapristi.
Mucho nos ha tocado esperar hasta su siguiente trabajo. Ha sido ya en 2025 cuando hemos podido leer por fin Una invitada en casa, su último estreno en calidad de autor completo. Publicada originalmente en 2023 de la mano de First Second Books bajo el título de A guest in the house, y una vez más bajo la edición española de Sapristi, hablamos de la que es sin duda la obra más ambiciosa de Carroll, una novela gráfica de más de 250 páginas inspirada en Rebecca, el clásico de terror de Daphne du Maurier que conquistó la cultura popular de la mano de la famosa adaptación dirigida por Alfred Hitchcock.
La obra nos presenta a Abby, una mujer gris y poco fascinante que disfruta de su nueva vida tras casarse con un hombre viudo e irse a vivir junto a él y su hija adolescente. Una convivencia profundamente marcada por la perenne sombra de la difunta esposa. Sin embargo, cuando una extraña presencia comienza a aparecerse ante Abby, esta comenzará a indagar en el pasado de su antecesora, bajo la sospecha de que su marido no le ha contado todo.
Una invitada en casa es la muestra definitiva de la versatilidad y la tremenda capacidad narrativa de E.M. Carroll. Y es que si en sus anteriores trabajos destacaba por su dibujo vibrante y exagerado con fogonazos de color, aquí lo que nos encontramos es un cómic profundamente “anodino”. Un dibujo convencional, muy marca First Second, en una sosegada escala de grises y acompañado por una rotulación profundamente sosa, casi mecanografiada. Un reflejo perfecto de la apacible pero poco trepidante vida de su protagonista.
Pero tras esa fachada de normalidad y equilibrio se esconde un conflicto emocional inmenso, unos sentimientos y pasiones reprimidas que a la vez que surgen en la mente de Abby, en las páginas aparecen con las maravillosas explosiones de diseño y color con las que Carroll prácticamente nos ataca, nos ciega y nos noquea. Formas fantasiosas de trazo estilizado e imaginativo, plagadas de azules, rojos y rosas vibrantes, que brotan a borbotones cada vez que la pasión y el terror hacen acto de presencia.
Todo ese despliegue artístico va acompañado por la fina prosa de Carroll, un talento que a veces puede quedar eclipsado por sus dotes artísticas. Pero que a nadie se le olvide: Carroll escribe como los ángeles, y su retrato de Abby, fundamentalmente conducido a través de monólogos en primera persona, consigue sumergirnos por completo en su psique y en la inquietud que ella misma va sintiendo según va arrojando luz sobre el pasado de la exmujer de su marido.
Resulta un magnífico trabajo de guion, porque en el momento en el que la obra se anuncia como una versión (muy) libre de Rebecca, es imposible no saber desde la primera página por dónde van a ir los tiros del misterio. Pero aun con ello, Carroll logra meternos de lleno la inquietud en el cuerpo. Su firme capacidad narrativa y climática, acompañada por el añadido fantástico y la componente de descubrimiento de la identidad sexual, consiguen realizar una instantánea precisa de la insatisfacción vital, el sentimiento de inferioridad y la represión emocional, enriqueciendo una historia que, a priori, no destaca por sus sorpresas.
Y digo “a priori” porque entonces llega el final.
Siempre me ha resultado curioso cómo el terror es un género que va en contra del resto. Mientras que las historias normales se enriquecen según se les va añadiendo desarrollo e información, el terror se nutre de la ausencia de respuestas, de la duda, del misterio. Por eso tantas historias de terror pierden fuste con sus finales y sus explicaciones, y por eso mismo funciona también en los relatos cortos: porque su fuerza reside en lo desconocido.
Carroll logra combinar lo mejor de ambos mundos y, tras una extensa obra centrada por completo en el aspecto más psicológico de su historia, en el último suspiro decide meternos una puñalada inesperada y cerrarlo todo de golpe con un giro terrorífico pero orgánico. Un golpe de efecto típico de un buen relato de terror, de esos que te dejan sin respuestas y con el vello erizado antes de llegar a la última escena, pero que tras dos centenares de páginas haciéndonos partícipes de la vida y la intimidad de Abby resulta veinte veces más demoledora. La jugada, personalmente, me ha parecido maestra.
Una invitada en casa es, en esencia, otro logro incontestable de E.M. Carroll. La pluma responsable de Cruzando el bosque y La noche que llegué al castillo vuelve a dar el campanazo con una versión libre de Rebecca que es una clase magistral de narrativa de terror en todas sus facetas posibles. Una obra que mezcla un refinado trabajo de exploración alrededor de la insatisfacción, el aislamiento o la identidad sexual con el mejor juego de ambientación inquietante. Un trabajo que nos demuestra su enorme versatilidad artística y su imparable talento para ponernos los pelos de punta mientras nos hipnotiza con su dibujo y se adentra en los miedos más profundos.
Lo mejor
• La titánica habilidad de Carroll para inquietar página tras página.
• La vibrante mezcla de estilos artísticos.
• Su salvaje final.
Lo peor
• El tiempo que tendremos que esperar hasta un nuevo trabajo de Carroll