El Error de la Transformación Competitiva

 ‘La magia está en todas partes, si sabes dónde buscarla’ W. DisneyToda Marca se enfrenta en un momento u otro de su historia a la misma pregunta, ¿dónde está mi magia? Ya sea porque cree haberla perdida, o porque nunca creyó tenerla. O simplemente porque la que tiene cree que ya no le basta.No pocas veces creemos que la respuesta a esa pregunta se encuentra en un viaje que emprender, lejano e inhóspito, para el que hay que prepararse a conciencia. Un viaje hace una transformación profunda, casi una reinvención.Pero la mayoría de las veces, esa magia no está lejos, sólo se oculta entre capas y capas de polvo en nosotros mismos. Se ha transformado en un eco lejano que susurra desde el fondo de un pozo que ha cavado tu negocio y que enterró en él. Ese eco es la esencia que puso las primeras piedras de lo que serías hoy, la razón por la que arrancamos el negocio. Esa magia que dio forma a los primeros pasos de nuestra Marca, lo que se ocultaba sin saberlo en cada una de las cosas que hacíamos en nuestros primeros pasos.Esos pasos que nos llevaron lejos, y que luego mirando atrás sus huellas se borraron del camino. Cada vez fuimos más lejos, y más lejos quedaban esas primeras huellas, ya casi indistinguibles, ya casi imperceptibles. Pero que permanecen el camino.En un proyecto de Transformación Competitiva, la responsabilidad de un consultor, antes de dibujar un nuevo camino para la compañía, para la Marca, es muy sencillo y complicado. Deshacer el camino andado para encontrar esas primeras huellas y entender hacia dónde apuntaban de verdad.Lo intuitivo es mirar hacia delante, e imaginar cómo podría ser todo de forma diferente, asumiendo que todo tiempo pasado ya no vale, que el futuro se encuentra en algo que no encontramos aquí y ahora. Pero es un error, porque sin esos primeros pasos no existiría futuro que dibujar.El proceso de Transformación Competitiva de Marca pasa por emprender un viaje al pasado. Y sólo después de encontrarlo, mirar al futuro.Un proceso de 3 etapas:REDESCUBRIR LA ESENCIATenemos que entender qué nos trajo aquí, qué esencia fundacional construyó los pilares del éxito del negocio, que quedó difuminada, agotada o ignorada en pro del crecimiento, de la diversificación, del olvido pensando en lo que vendrá sin tener en cuenta de dónde veníamos.Algo muy normal, pero muy penoso, porque en definitiva, cuando se pierde el alma, se pierde el sentido, por muy lejos que consigas llegar, nunca sabrás cómo has llegado a él y sobre todo, por qué llegaste a él.Recuperar el ‘WHY’ que existía en nosotros, es el primer reto de cualquier proyecto.DEPURAR LA ESENCIAAunque no basta con recuperarlo. Como bien he dicho, es una mirada al pasado, y el pasado es lo que es, un tiempo anterior que ya ha cambiado. Y es probable que esa esencia necesite una puesta a punto, actualizarla para que siga siendo relevante en este nuevo contexto y realidad.Hacer que encaje con el negocio construido hoy, o como mínimo entender qué partes de lo que somos ya no encajan con ella.Ser capaces de actualizarla, reformularla sin romperla, es una tarea casi de orfebrería, como quien restaura un reloj antiguo de cuerda para que funcione a pila sin alterar en exceso su mecanismo, su forma y su legado.Mirarla de cerca y preguntarse si esa esencia sigue siendo diferencial en la forma en la que la tenemos, si puede encajar desde otra perspectiva, con otro significado, en otro lugar que marque otra dirección.El proceso de pensamiento estratégico, dónde con lo que tenemos lo usamos para crear nuevas perspectivas competitivas que nos favorezcan, conecten nuestro ADN con el presente y el futuro, para ofrecer nuevos espacios competitivos que nos favorezcan.HACERLA BRILLAREl último paso es hacerla brillar. Llevarla a todo lo que nos da forma y fondo, lo que construye nuestra experiencia, nuestra oferta, procesos, cultura, identidades. Encapsularla en vehículos que la lleven al mundo, permitan tocarla, sentirla, entenderla.La Transformación Competitiva no es la invención de un nuevo yo, es el descubrimiento del verdadero yo y el entendimiento de cómo eso nos hace diferentes y relevante, o cómo usarlo para ser diferentes y relevantes.La consultoría de Marca, en su mayor parte del trabajo, no va de crear hogares extraños en los que habitar, sino de recuperar el hogar de siempre en nuevos lugares que habitar.Eso en definitiva es mágico, porque la magia siempre está dónde no queremos buscarla.En fin, pregúntate qué era lo que te quitaba el sueño, recupéralo y hazlo brillar.

Mar 17, 2025 - 05:43
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El Error de la Transformación Competitiva

 ‘La magia está en todas partes, si sabes dónde buscarla’ W. Disney

Toda Marca se enfrenta en un momento u otro de su historia a la misma pregunta, ¿dónde está mi magia? Ya sea porque cree haberla perdida, o porque nunca creyó tenerla. O simplemente porque la que tiene cree que ya no le basta.

No pocas veces creemos que la respuesta a esa pregunta se encuentra en un viaje que emprender, lejano e inhóspito, para el que hay que prepararse a conciencia. Un viaje hace una transformación profunda, casi una reinvención.

Pero la mayoría de las veces, esa magia no está lejos, sólo se oculta entre capas y capas de polvo en nosotros mismos. Se ha transformado en un eco lejano que susurra desde el fondo de un pozo que ha cavado tu negocio y que enterró en él. Ese eco es la esencia que puso las primeras piedras de lo que serías hoy, la razón por la que arrancamos el negocio. Esa magia que dio forma a los primeros pasos de nuestra Marca, lo que se ocultaba sin saberlo en cada una de las cosas que hacíamos en nuestros primeros pasos.

Esos pasos que nos llevaron lejos, y que luego mirando atrás sus huellas se borraron del camino. Cada vez fuimos más lejos, y más lejos quedaban esas primeras huellas, ya casi indistinguibles, ya casi imperceptibles. Pero que permanecen el camino.

En un proyecto de Transformación Competitiva, la responsabilidad de un consultor, antes de dibujar un nuevo camino para la compañía, para la Marca, es muy sencillo y complicado. Deshacer el camino andado para encontrar esas primeras huellas y entender hacia dónde apuntaban de verdad.

Lo intuitivo es mirar hacia delante, e imaginar cómo podría ser todo de forma diferente, asumiendo que todo tiempo pasado ya no vale, que el futuro se encuentra en algo que no encontramos aquí y ahora. Pero es un error, porque sin esos primeros pasos no existiría futuro que dibujar.

El proceso de Transformación Competitiva de Marca pasa por emprender un viaje al pasado. Y sólo después de encontrarlo, mirar al futuro.

Un proceso de 3 etapas:

REDESCUBRIR LA ESENCIA
Tenemos que entender qué nos trajo aquí, qué esencia fundacional construyó los pilares del éxito del negocio, que quedó difuminada, agotada o ignorada en pro del crecimiento, de la diversificación, del olvido pensando en lo que vendrá sin tener en cuenta de dónde veníamos.

Algo muy normal, pero muy penoso, porque en definitiva, cuando se pierde el alma, se pierde el sentido, por muy lejos que consigas llegar, nunca sabrás cómo has llegado a él y sobre todo, por qué llegaste a él.

Recuperar el ‘WHY’ que existía en nosotros, es el primer reto de cualquier proyecto.

DEPURAR LA ESENCIA
Aunque no basta con recuperarlo. Como bien he dicho, es una mirada al pasado, y el pasado es lo que es, un tiempo anterior que ya ha cambiado. Y es probable que esa esencia necesite una puesta a punto, actualizarla para que siga siendo relevante en este nuevo contexto y realidad.

Hacer que encaje con el negocio construido hoy, o como mínimo entender qué partes de lo que somos ya no encajan con ella.

Ser capaces de actualizarla, reformularla sin romperla, es una tarea casi de orfebrería, como quien restaura un reloj antiguo de cuerda para que funcione a pila sin alterar en exceso su mecanismo, su forma y su legado.

Mirarla de cerca y preguntarse si esa esencia sigue siendo diferencial en la forma en la que la tenemos, si puede encajar desde otra perspectiva, con otro significado, en otro lugar que marque otra dirección.

El proceso de pensamiento estratégico, dónde con lo que tenemos lo usamos para crear nuevas perspectivas competitivas que nos favorezcan, conecten nuestro ADN con el presente y el futuro, para ofrecer nuevos espacios competitivos que nos favorezcan.

HACERLA BRILLAR
El último paso es hacerla brillar. Llevarla a todo lo que nos da forma y fondo, lo que construye nuestra experiencia, nuestra oferta, procesos, cultura, identidades. Encapsularla en vehículos que la lleven al mundo, permitan tocarla, sentirla, entenderla.

La Transformación Competitiva no es la invención de un nuevo yo, es el descubrimiento del verdadero yo y el entendimiento de cómo eso nos hace diferentes y relevante, o cómo usarlo para ser diferentes y relevantes.

La consultoría de Marca, en su mayor parte del trabajo, no va de crear hogares extraños en los que habitar, sino de recuperar el hogar de siempre en nuevos lugares que habitar.

Eso en definitiva es mágico, porque la magia siempre está dónde no queremos buscarla.

En fin, pregúntate qué era lo que te quitaba el sueño, recupéralo y hazlo brillar.