Por qué Hollywood podría ser el gran perjudicado por el arancel de Trump al cine
El anuncio del presidente de EEUU genera más preguntas que respuestas dentro de la industria que, a falta de más detalles, no sabe cuál debe ser su reacción, ni sus verdaderas posibles víctimasTrump anuncia un arancel del 100% a todas las películas producidas en el extranjero Donald Trump anunció este domingo un arancel del 100% a las producciones extranjeras. Sin dar más detalles sobre la manera en la que lo articulará ni cuándo ni a qué afectará ni en qué medida. Si a la distribución en salas, si a los rodajes de las películas de Hollywood fuera de sus fronteras, si a las plataformas de streaming o a las coproducciones. Su nuevo mandato –por el momento únicamente materializado a través de un comunicado en redes sociales– ha suscitado más preguntas que respuestas dentro de la industria, que sin más información al respecto, todavía no tiene claro cuál debe –o deberá– ser su reacción. La primera complejidad de la decisión del presidente de EEUU reside en que sería el primer arancel impuesto sobre un servicio, y no sobre un bien. “Aplicar un arancel a la importación de un bien es algo muy claro. Si traes un producto, es fácil saber quién lo manda, por dónde entra y, hasta cierto punto, cuánto cuesta. Pero, ¿cuál es el coste de una película?”, plantea a este periódico Enrique Feás, Investigador principal del Real Instituto Elcano. La profesora de estudios de comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Elena Neira resume el anuncio de Trump como “un tiro en el pie” para la industria hollywoodiense, a la que supuestamente trata de proteger. Cita como ejemplo las últimas entregas de Misión Imposible y de Avatar, que se han rodado ambas fuera de EEUU. “Si por ello las considera 'extranjeras' y les hace pagar un arancel del 100% va a duplicar su coste, ¿cómo lo piensa hacer? ¿Doblando luego el precio de sus entradas?”, plantea la especialista, a quien no le preocupa tanto lo que el presidente haya dicho, sino que “no se puede ejecutar”. Aplicar un arancel a la importación de un bien es algo muy claro. Si traes un producto, es fácil saber quién lo manda, por dónde entra y, hasta cierto punto, cuánto cuesta. Pero, ¿cuál es el coste de una película? Enrique Feás — Investigador principal del Real Instituto Elcano En su comunicado, el Presidente argumentó que su intención es poner solución a cómo la industria cinematográfica estadounidense “está muriendo rápidamente”. Sin embargo, Elena Neira valora que con la medida “no va a dañar al cine extranjero, para el que penetrar en su país es supercomplicado, sino al de EEUU. No tiene en cuenta hasta qué punto está internacionalizada la producción nacional y cómo se ejecuta. Porque, entre otras cuestiones, ¿qué va a determinar la nacionalidad de las películas? ¿El origen de su productora? ¿Las localizaciones? ¿La nacionalidad del elenco?”, se pregunta la experta. Avatar y Misión Imposible no serían las únicas obras en quedarse en terreno de 'nadie'. Los estudios Pinewood ubicados en Londres son la sede habitual de las películas de Marvel. Los Cuatro Fantásticos: primeros pasos –que también pasó por Oviedo– es uno de los últimos ejemplos grabados en ellos, a los que se suman las grabaciones de otros títulos en Londres como el nuevo filme de Luca Guadagnino After the Hunt, la cuarta entrega de la saga Bridget Jones, la tercera parte de Puñales por la espalda y el thriller de ciencia ficción liderado por Ryan Gosling y Sandra Huller, entre otros. Hasta Mel Gibson, uno de los grandes valedores del sector cultural de Trump se plantea rodar fuera de EEUU, planea llevar su secuela de La pasión de Cristo a Italia. La “amenaza” de los incentivos Ahora bien, ¿por qué ha sido el propio cine norteamericano el que se ha lanzado a colaborar con y en el resto del mundo? Trump hizo alusión en su escrito a las facilidades que desde el resto del mundo se han ido implementando para acoger producciones. Una serie de “incentivos” que, según él, buscan “alejar” a sus cineastas y estudios de EEUU. Él los define como “esfuerzo conjunto” de otras naciones que se han convertido a sus ojos en una “amenaza para la seguridad nacional”; pese a que lo que estos incentivos han permitido es ampliar –más– sus ganancias. La deslocalización de las producciones ha permitido reducir sus precios. “Si por rodar en EEUU, que no tiene estos incentivos, una película amplía de 300 a 400 millones de dólares su coste, estaría sumando 100 millones más a recuperar”, añade Elena Neira, “si en su mensaje reconoce que sus producciones se están yendo fuera es porque otros han conspirado para ofrecerles incentivos y quitar puestos de trabajo en EEUU, es porque entiende que si una película se rueda fuera es que no es norteamericana. Por lo tanto, la medida no es tant

El anuncio del presidente de EEUU genera más preguntas que respuestas dentro de la industria que, a falta de más detalles, no sabe cuál debe ser su reacción, ni sus verdaderas posibles víctimas
Trump anuncia un arancel del 100% a todas las películas producidas en el extranjero
Donald Trump anunció este domingo un arancel del 100% a las producciones extranjeras. Sin dar más detalles sobre la manera en la que lo articulará ni cuándo ni a qué afectará ni en qué medida. Si a la distribución en salas, si a los rodajes de las películas de Hollywood fuera de sus fronteras, si a las plataformas de streaming o a las coproducciones. Su nuevo mandato –por el momento únicamente materializado a través de un comunicado en redes sociales– ha suscitado más preguntas que respuestas dentro de la industria, que sin más información al respecto, todavía no tiene claro cuál debe –o deberá– ser su reacción.
La primera complejidad de la decisión del presidente de EEUU reside en que sería el primer arancel impuesto sobre un servicio, y no sobre un bien. “Aplicar un arancel a la importación de un bien es algo muy claro. Si traes un producto, es fácil saber quién lo manda, por dónde entra y, hasta cierto punto, cuánto cuesta. Pero, ¿cuál es el coste de una película?”, plantea a este periódico Enrique Feás, Investigador principal del Real Instituto Elcano.
La profesora de estudios de comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Elena Neira resume el anuncio de Trump como “un tiro en el pie” para la industria hollywoodiense, a la que supuestamente trata de proteger. Cita como ejemplo las últimas entregas de Misión Imposible y de Avatar, que se han rodado ambas fuera de EEUU. “Si por ello las considera 'extranjeras' y les hace pagar un arancel del 100% va a duplicar su coste, ¿cómo lo piensa hacer? ¿Doblando luego el precio de sus entradas?”, plantea la especialista, a quien no le preocupa tanto lo que el presidente haya dicho, sino que “no se puede ejecutar”.
Aplicar un arancel a la importación de un bien es algo muy claro. Si traes un producto, es fácil saber quién lo manda, por dónde entra y, hasta cierto punto, cuánto cuesta. Pero, ¿cuál es el coste de una película?
En su comunicado, el Presidente argumentó que su intención es poner solución a cómo la industria cinematográfica estadounidense “está muriendo rápidamente”. Sin embargo, Elena Neira valora que con la medida “no va a dañar al cine extranjero, para el que penetrar en su país es supercomplicado, sino al de EEUU. No tiene en cuenta hasta qué punto está internacionalizada la producción nacional y cómo se ejecuta. Porque, entre otras cuestiones, ¿qué va a determinar la nacionalidad de las películas? ¿El origen de su productora? ¿Las localizaciones? ¿La nacionalidad del elenco?”, se pregunta la experta.
Avatar y Misión Imposible no serían las únicas obras en quedarse en terreno de 'nadie'. Los estudios Pinewood ubicados en Londres son la sede habitual de las películas de Marvel. Los Cuatro Fantásticos: primeros pasos –que también pasó por Oviedo– es uno de los últimos ejemplos grabados en ellos, a los que se suman las grabaciones de otros títulos en Londres como el nuevo filme de Luca Guadagnino After the Hunt, la cuarta entrega de la saga Bridget Jones, la tercera parte de Puñales por la espalda y el thriller de ciencia ficción liderado por Ryan Gosling y Sandra Huller, entre otros. Hasta Mel Gibson, uno de los grandes valedores del sector cultural de Trump se plantea rodar fuera de EEUU, planea llevar su secuela de La pasión de Cristo a Italia.
La “amenaza” de los incentivos
Ahora bien, ¿por qué ha sido el propio cine norteamericano el que se ha lanzado a colaborar con y en el resto del mundo? Trump hizo alusión en su escrito a las facilidades que desde el resto del mundo se han ido implementando para acoger producciones. Una serie de “incentivos” que, según él, buscan “alejar” a sus cineastas y estudios de EEUU. Él los define como “esfuerzo conjunto” de otras naciones que se han convertido a sus ojos en una “amenaza para la seguridad nacional”; pese a que lo que estos incentivos han permitido es ampliar –más– sus ganancias.
La deslocalización de las producciones ha permitido reducir sus precios. “Si por rodar en EEUU, que no tiene estos incentivos, una película amplía de 300 a 400 millones de dólares su coste, estaría sumando 100 millones más a recuperar”, añade Elena Neira, “si en su mensaje reconoce que sus producciones se están yendo fuera es porque otros han conspirado para ofrecerles incentivos y quitar puestos de trabajo en EEUU, es porque entiende que si una película se rueda fuera es que no es norteamericana. Por lo tanto, la medida no es tanto para las producciones extranjeras. No son estas las que están en peligro”.
En España, estos incentivos recibieron un empujón en 2021. Pedro Sánchez proclamó entonces en Los Ángeles que quería que el país fuera el “Hollywood de Europa”, tras haber ido aumentando las deducciones fiscales para los rodajes internacionales. Juego de tronos, Fast and Furious 6, Rambo, Han Solo y Jason Bourne son solo algunos de los títulos beneficiados por grabar aquí. Y a su vez, gracias a ellos, el propio país, por el dinero que se invirtió en los rodajes y los puestos de trabajo que se generaron. Según el informe Invisiblemente visible. El impacto que no aparece en pantalla, elaborado por la consultora Olsberg SPI, las grabaciones de obras internacionales generan una media de 7.000 empleos al año en España, y en los últimos cuatro años, 1.300 millones de euros.
La Spain Film Commission también considera que el arancel de Trump “no resolverá” ninguna de las “necesidades” que el presidente estadounidense indica como justificación para imponerlo. La asociación celebra que la producción audiovisual esté viviendo un buen momento en todo el mundo, fruto en gran medida de la libre circulación de proyectos, los flujos de capital, la creatividad y medios de producción a nivel global. En definitiva, de la capacidad para generar sinergias que ha surgido de “la colaboración entre profesionales y empresas ubicadas” en diferentes partes del planeta.
Si Trump reconoce que si sus producciones se están yendo fuera es porque otros han conspirado para ofrecerles incentivos y quitar puestos de trabajo en EEUU, es porque entiende que si una película se rueda fuera es que no es norteamericana. Por lo tanto, la medida no es tanto para las producciones extranjeras. No son estas las que están en peligro
“Si un país se ha beneficiado de esta situación, como es lógico, al ser quien la ha impulsado y quién más ha invertido en ello, es EEUU”, afirman. De ahí a que, precisamente por ello, podría ser el más castigado. La Spain Film Commission manifiesta que el conjunto de la industria audiovisual establecida en España está embarcada en una estrategia a largo plazo que busca contribuir a “todos los actores del sector, tanto locales como internacionales”. Entre ellos, los agentes de nacionalidad norteamericana como Netflix, HBO, Prime, Amazon, NBC Universal y Disney+ que han hecho de nuestro país una “base estable o frecuente” para sus trabajos de producción: “Esto les ha convertido ya en un elemento esencial de nuestro ecosistema y contribuyendo, desde su propio y legítimo beneficio, a beneficiar al conjunto del sector exclusivamente nacional”.
Qué hacer con el streaming
La deslocalización ha expandido del mismo modo sus tentáculos en el mercado del streaming, en cuyas plataformas cohabitan títulos producidos en todo el mundo. En caso de que Trump confirmara que su arancel del 100% sería para la distribución, Enrique Feás apunta que el mayor hándicap recaería sobre estas. “¿Cómo va a contabilizarlo, por cada vez que un estadounidense vea una película extranjera? ¿Solamente en el momento de la subida y, a partir de ahí, se puede distribuir libremente? ¿Pagarías una suscripción distinta por dependiendo del país de procedencia? Nadie tiene ni idea”, expone, a la vez que plantea que tampoco se sabe si afectará igualmente a las series de televisión.
El investigador principal del Real Instituto Elcano opina que Trump ha realizado su anuncio “muy a la ligera” y que, con él, “demuestra una vez más que no entiende cómo funciona los aranceles. Es posible que diga una cosa y al día siguiente la contraria”. La distribución en salas no debería ser, a priori, la gran afectada de este arancel, ya que sus cines no son el mercado potencial de las producciones europeas. Según un estudio realizado por el Observatorio Europeo Audiovisual, entre 2014 y 2023, el número de entradas vendidas de largometrajes europeos en Estados Unidos se reduce a un 5%.
Elena Neira hace hincapié en otro punto del comunicado, en el que el presidente de EEUU ataca a los supuestos mensajes de estas 'producciones extranjeras', tachándolas de “propaganda”. “Dice que ya está bien del ideario de la producción internacional, que es más diversa, más crítica con el absolutismo e inclinada hacia las minorías. La Spain Film Commission lamenta este punto de vista, ya que defienden que una de las consecuencias de la internacionalización de la producción es el que definen como ”privilegio“ de ”poder disfrutar de la mayor variedad de películas, series y otros productos audiovisuales“ en toda la historia.
Una respuesta conjunta desde Europa
Trump indicó en su escrito que daba permiso al Departamento de Comercio y la Oficina del Representante Comercial de EEUU para comenzar “de inmediato” el proceso necesario para instaurar el arancel del 100%. A falta de conocer más detalles sobre sus intenciones, desde la Unión Europea explican que por el momento no pretenden tomar ninguna medida al respecto.
“Es un comentario en redes sociales. No sabemos lo que significa en la práctica y hasta que no sepamos eso, no podemos hacer ningún comentario sobre lo que nuestra respuesta podría ser”, ha respondido el portavoz de comercio de la Comisión Europea, Olof Gill, que tampoco se ha pronunciado sobre la posibilidad de que las actuales cuotas de cine europeo en los cines de la UE pasen a formar parte de las negociaciones arancelarias con Washington. De establecerse una política de aranceles, aplicada por ejemplo a la distribución, EEUU saldría perdiendo si fuera la UE la que impusiera un arancel del 100%. Si la recaudación europea en EEUU se redujo a un 5%; para Disney y Warner –dos de las compañías más importantes de Hollywood– más del 20% de sus ingresos provinieron de lo recaudado fuera.
En España, el ministro de Cultura Ernest Urtasun se reunirá este miércoles 7 de mayo con el sector audiovisual para estudiar el impacto de los aranceles anunciados por el presidente estadounidense y “abordar conjuntamente posibles acciones”. La Spain Film Commission sostiene que tanto la UE como nuestro país deben “seguir apostando” por los incentivos fiscales para la producción internacional. Más allá de la titularidad o el origen de la financiación, insisten en que beneficia a la industria audiovisual española, a los profesionales que trabajan en ella y al conjunto de la Economía.
El investigador Enrique Feás, por su parte, se muestra escéptico con que Trump termine por traducir el arancel en alguna medida en concreto, por la complejidad de su desarrollo: “Pienso que mañana lo va a deshacer. Cuando le empiecen a explicar en qué consiste todo esto no sé si va a atreverse a implementarlo”.