PICADORA DE CARNE. LAS BATALLAS POR EL SALIENTE DE RZHEV 1942-43 – Prit Buttar
En mayo de 2024 los compañeros de Ediciones Salamina publicaron Picadora de carne. Las batallas por el saliente de Rzhev 1942-43 de Prit Buttar. Un ensayo que se adentra en profundidad en uno de los episodios más duros y sangrientos de la Segunda Guerra Mundial. Como no podía ser de otra forma el autor nos […]

En mayo de 2024 los compañeros de Ediciones Salamina publicaron Picadora de carne. Las batallas por el saliente de Rzhev 1942-43 de Prit Buttar. Un ensayo que se adentra en profundidad en uno de los episodios más duros y sangrientos de la Segunda Guerra Mundial. Como no podía ser de otra forma el autor nos traslada al corazón del Frente Oriental, y en concreto a una parte de este teatro que se forjó tras el fracaso alemán de tomar Moscú en el otoño de 1941 y la posterior retirada a principios de 1942. Justo en este punto es donde empieza la historia que cuenta este libro. Una historia manchada, como dijo aquel, con sangre, sudor y lágrimas. Así que sin extenderme mucho más doy paso a mis impresiones personales tras la lectura y profuso subrayado que he hecho del volumen. No quedarán indiferentes mis compañeros de Hislibris y lectores.
En primer lugar, Picadora de carne es un libro que se estructura en dieciséis capítulos cronológicos que nos narran de principio a fin cómo se creó, desarrolló y acabó el saliente que surgió en Rzhev por el desarrollo del conflicto. Este arco o protuberancia ocupada por los alemanes a 200 kilómetros en línea recta de la capital soviética fue muy disputado desde febrero de 1942 hasta marzo de 1943, cuando finalmente las huestes alemanas se retiraron ante el inquietante curso que estaba tomando la contienda. Sobre todo tras las noticias que llegaban desde una ciudad situada a orillas del río Volga.
Los tres capítulos iniciales están centrados en el propio inicio de las hostilidades, la Operación Barbarroja y Tifón, el estancamiento y las contraofensivas soviéticas que obligaron a dar marcha atrás a todas las esperanzas alemanas de que la URSS capitularía antes de que acabara el año. Para mí estas operaciones no son desconocidas, al contrario, las tengo muy en el radar y los veteranos Hislibris. Aparte de por mis intereses como historiador, me refiero a la serie de reseñas que publicamos entre un servidor e Íñigo de la pentalogía, publicada también por Ediciones Salamina, y a cargo del doctor David Stahel. Los libros, parte de una colección, pero independientes son:Operación Barbarroja, Kiev 1941, Operación Tifón, Moscú 1941 y La retirada de Moscú. Cinco tomos que son una joya. Además se le puede sumar un sexto que los complementa de manera perfecta: Los generales Panzer de Hitler al descubierto.
Hecha esta disertación, está claro que Prit Buttar no entra en el lujo de detalles de David Stahel, tampoco está en la obligación de hacerlo, ya que el objeto de estudio de su libro es otro. No obstante, estos capítulos sirven para descubrir muchas cosas del autor y de las operaciones militares. De Buttar queda demostrado que tiene una magnífica capacidad de síntesis puesto que en apenas cien páginas nos tiene ya colocado el tablero donde se van a realizar los movimientos. Eso no es todo, puesto que también vemos su modo de trabajar las fuentes. Divulgador y alumno de la Nueva Historia Militar, Prit Buttar hace una combinación perfecta entre los relatos tradicionales (características de las armas, órdenes de batalla, movimientos) con los que buscan poner el foco en las experiencias personales de los combatientes. Por eso página a página podremos ir conociendo las distintas operaciones además de la opinión de quienes las organizaron y las combatieron. Una simbiosis que cada vez es más común entre los autores especializados en estos asuntos y que además funciona muy bien.
Volviendo al desarrollo de los hechos que se cuentan en Picadora de Carne. Tras detallarnos como el impulso del avance alemán termina por agotarse a 40 kilómetros de Moscú, los ejércitos soviéticos se reorganizan y lanzan una contraofensiva en enero de 1942 con el ambicioso objetivo de enviarlos de vuelta al otro lado de la frontera. Pese a las altas expectativas, la instrucción de Hitler de aguantar a toda costa y no permitir las retiradas hace que la resistencia se recrudezca y las batallas de desgaste causen enormes bajas. En este punto de la historia en la que ataques y contraataques se suceden sin descanso, los alemanes quedaron dueños de un arco que discurre alrededor de la ciudad de Rzhev.
En febrero la crisis acaecida por la intentona soviética parece haber pasado, pero no es así. A los líderes de la URSS en general y a Stalin en particular Rzhev representa una espina clavada en sus defensas. La protuberancia es el punto enemigo más cercano a Moscú. Por eso mismo la actividad alrededor del saliente no va a detenerse. Desde el invierno hasta el otoño siguiente los dos bandos van a poner en marcha una serie de operaciones para mejorar el sistema defensivo, eliminar puntos débiles o, en el caso del Ejército Rojo, para arrollar las posiciones del oponente. Buttar, fiel a su estilo, analiza todas las cuestiones y no deja nada en el aire. Mientras nos cuenta los pormenores de la vida en área del Frente del Este nos explica cómo se plantearon y llevaron a cabo todas las disposiciones que desembocaron en furiosas batallas en mitad de la nieve, el barro y luego el calor del verano. Uno puede pensar que va a leer sobre acciones parecidas a las ocurridas en la Primera Guerra Mundial, pero no. Todo lo que ocurre en esos meses tiene una gran variedad táctica con uso de aviación, tanques y cohetes mezclados con el empleo tradicional de la caballería, que tendrá una importancia fundamental para soviéticos y alemanes.
Tres de los capítulos decisivos para la crónica alrededor del saliente de Rzhev se halla en el mes de noviembre de 1942. En Stalingrado, los alemanes quedaron copados tras la ejecución de la Operación Urano. Aprovechando la iniciativa estratégica, en la parte del mapa que atañe a esta historia, el Ejército Rojo lanzó la Operación Marte para la aniquilación de la molesta protuberancia. Esta parte de la obra es central y una de las más largas en cuanto a datos organizativos y de testimonios. Buttar no escatima en información sobre cómo se forjaron los planes, con las discusiones dentro del Estado Mayor soviético (Stavka), la organización de los efectivos y los recursos y finalmente su apertura y conclusión. Adelanto que las cosas no salieron como se esperaban y los costes altísimos en vidas humanas.
El libro termina con todo lo sucedido el mes de diciembre hasta marzo de 1943, cuando a pesar de la victoria defensiva, en la que el general Walter Model tuvo mucho que decir, los alemanes se ven obligados a retirarse de Rzhev. Esto es algo común y el abc de toda campaña militar, no importa lo que hagas en una área del mapa, importa el frente en su totalidad. Si las cosas muy mal en una parte concreta eso afecta a todos los demás eslabones que forman esta cadena compuesta de trincheras, búnkeres, zonas de concentración y aeródromos. Tras un año largo Stalin y sus íntimos colaboradores podían estar contentos: Rzhev había sido conquistado y la amenaza de un ataque sorpresa alemán a Moscú -algo bastante improbable como deja claro el autor- fue erradicada, aunque a un coste desorbitado.
Para terminar, quisiera comentar el apartado técnico. Picadora de Carne viene con buenas fotografías, excelentes mapas para no perderse y un dramatis personae muy orientativo para cualquier lector. La tipografía es a la que nos tiene acostumbrados Ediciones Salamina, perfecta para no dejarse los ojos. Por último, la traducción, a cargo de Hugo Cañete es exquisita, igual que la revisión realizada por Javier Ribelles. Un tándem que se esfuerza siempre en traer obras de calidad a nuestro idioma. Después de leer a Prit Buttar solo espero que apuesten más por él y que nos traigan más cosas, ya que es un autor muy prolífico tratando temas magníficos.
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Prit Buttar, Picadora de carne. Las batallas por el saliente de Rzhev, 1942-43, traducción de Hugo A. Cañete. Málaga, Ediciones Salamina, 2024, 470 páginas.