Padres de libro: Nacido dos veces de Giuseppe Pontiggia
Idioma original: italianoTítulo original: Nati due VolteAño de publicación: 2000Traducción: Elena de Grau AznarValoración: entre recomendable y está bienGiuseppe Pontiggia fue un escritor italiano, además de crítico literario y docente, que gozó de cierto predicamento en España (supongo que en su país, aún más) a finales del siglo pasado, pero del que, fallecido hace más de veinte años, parece que no se habla demasiado hoy en día. No está de más, por tanto, recordarlo en este afamado e influyente blog sin abuela, y un buen motivo para ello es este Nacido dos veces, uno de sus últimos libros, que trata de las vivencias de un padre con un hijo discapacitado debido a una parálisis cerebral -teraparesia espástica distónica, para ser exactos- y su relación con éste, aunque no sólo. Es más, el libro está trufado de reflexiones -a veces casi aforismos- sobre distintos temas, como las distintas estrategias educativas (*), el acoso sexual o, simplemente, las reacciones, prejuicios, dudas y demás conductas humanas. De hecho, son estas observaciones, a veces bien prolijas, sobre el carácter y comportamiento de las personas que el padre/narrador va encontrando en el periplo que supone criar a su hijo -desde el director del colegio a la maestra, pasando por distintos médicos y terapeutas- lo que parece constituir el grueso de buena parte del libro y lo que cuenta sobre la relación directa con su hijo queda reservada, sobre todo, a la época de adolescencia y juventud de éste -es cierto que el propio padre reconoce que quien más se ocupaba del chaval durante su niñez era la madre, ayudada por abuelas y abuelo-; el caso es que, si bien es cierto que estos comentarios y hasta digresiones resultan muy interesante y a menudo acertadas, uno no puede evitar preguntarse, durante el primer tercio o incluso mitad del libro, que pasa con el hijo, al que sólo conocemos de forma indirecta. Esta impresión se corrige, no obstante, más adelante. Podría suponerse que nos encontramos ante una obra de autoficción, dado que Pontiggia también fue profesor, como el protagonista/narrador y, sobre todo, tenía un hijo con esa misma discapacidad. Ahora bien, hay detalles que nos indica que el libro, con tener bastante de "auto-", tiene más de "-ficción"; por ejemplo, ni el chico, ni la madre ni el propio narrador se llaman como sus modelos en la vida real. Y, sobre todo, en la novela el chico -Paolo, mientras que el hijo del autor es Andrea- tiene un hermano -celoso de él-, lo que en la vida real no sucedió. O que el padre tenga una amante, algo que, de ocurrir en la realidad, supongo yo que Pontiggia no habría confesado tan alegremente en un libro. De hecho, el propio escritor, según su viuda, insistía en el carácter novelístico del libro (lógicamente, si quería ocultar algún desliz, dirá alguno/a... pero no seamos mal pensados, que Pontiggia tenía cara de buena persona).En fin, que el libro se puede resumir, sobre todo, en las lecciones de vida que el narrador -vale, bueno... alter ego del autor, si se quiere- va aprendiendo del trato con su hijo y de la batalla de ambos y de todos la familia por afrontar la discapacidad -en verdad, del hermano celoso, no mucho, puesto que tampoco sabemos nada más de él. Podemos suponer que se crio sólo, el pobre chaval-, así como de las enseñanzas y reflexiones que le provoca el trato con el prójimo, a raíz de esta circunstancia tan particular, se entiende... Es decir, las elucubraciones de un escritor que, si se tratara de alguien más indocumentado que Giuseppe Pontiggia, resultarían superfluas y puede que hasta algo irritantes, pero que, en este caso, se leen con sumo interés, ganas y agrado.(*) Aunque sea un tema colateral en el libro, resulta bastante lúcido y revelador lo que pensaba el narrador (es decir Pontiggia) hace 25 años sobre el estado de la enseñanza en Italia, a su vez ya veinte o veinticinco años atrás... Curiosamente parecido a lo que ocurre en España y supongo que en muchos otros sitios, ahora mismo.

Idioma original: italiano
Título original: Nati due Volte
Año de publicación: 2000
Traducción: Elena de Grau Aznar
Valoración: entre recomendable y está bien
Giuseppe Pontiggia fue un escritor italiano, además de crítico literario y docente, que gozó de cierto predicamento en España (supongo que en su país, aún más) a finales del siglo pasado, pero del que, fallecido hace más de veinte años, parece que no se habla demasiado hoy en día. No está de más, por tanto, recordarlo en este afamado e influyente blog sin abuela, y un buen motivo para ello es este Nacido dos veces, uno de sus últimos libros, que trata de las vivencias de un padre con un hijo discapacitado debido a una parálisis cerebral -teraparesia espástica distónica, para ser exactos- y su relación con éste, aunque no sólo. Es más, el libro está trufado de reflexiones -a veces casi aforismos- sobre distintos temas, como las distintas estrategias educativas (*), el acoso sexual o, simplemente, las reacciones, prejuicios, dudas y demás conductas humanas.
De hecho, son estas observaciones, a veces bien prolijas, sobre el carácter y comportamiento de las personas que el padre/narrador va encontrando en el periplo que supone criar a su hijo -desde el director del colegio a la maestra, pasando por distintos médicos y terapeutas- lo que parece constituir el grueso de buena parte del libro y lo que cuenta sobre la relación directa con su hijo queda reservada, sobre todo, a la época de adolescencia y juventud de éste -es cierto que el propio padre reconoce que quien más se ocupaba del chaval durante su niñez era la madre, ayudada por abuelas y abuelo-; el caso es que, si bien es cierto que estos comentarios y hasta digresiones resultan muy interesante y a menudo acertadas, uno no puede evitar preguntarse, durante el primer tercio o incluso mitad del libro, que pasa con el hijo, al que sólo conocemos de forma indirecta. Esta impresión se corrige, no obstante, más adelante.
Podría suponerse que nos encontramos ante una obra de autoficción, dado que Pontiggia también fue profesor, como el protagonista/narrador y, sobre todo, tenía un hijo con esa misma discapacidad. Ahora bien, hay detalles que nos indica que el libro, con tener bastante de "auto-", tiene más de "-ficción"; por ejemplo, ni el chico, ni la madre ni el propio narrador se llaman como sus modelos en la vida real. Y, sobre todo, en la novela el chico -Paolo, mientras que el hijo del autor es Andrea- tiene un hermano -celoso de él-, lo que en la vida real no sucedió. O que el padre tenga una amante, algo que, de ocurrir en la realidad, supongo yo que Pontiggia no habría confesado tan alegremente en un libro. De hecho, el propio escritor, según su viuda, insistía en el carácter novelístico del libro (lógicamente, si quería ocultar algún desliz, dirá alguno/a... pero no seamos mal pensados, que Pontiggia tenía cara de buena persona).
En fin, que el libro se puede resumir, sobre todo, en las lecciones de vida que el narrador -vale, bueno... alter ego del autor, si se quiere- va aprendiendo del trato con su hijo y de la batalla de ambos y de todos la familia por afrontar la discapacidad -en verdad, del hermano celoso, no mucho, puesto que tampoco sabemos nada más de él. Podemos suponer que se crio sólo, el pobre chaval-, así como de las enseñanzas y reflexiones que le provoca el trato con el prójimo, a raíz de esta circunstancia tan particular, se entiende... Es decir, las elucubraciones de un escritor que, si se tratara de alguien más indocumentado que Giuseppe Pontiggia, resultarían superfluas y puede que hasta algo irritantes, pero que, en este caso, se leen con sumo interés, ganas y agrado.
(*) Aunque sea un tema colateral en el libro, resulta bastante lúcido y revelador lo que pensaba el narrador (es decir Pontiggia) hace 25 años sobre el estado de la enseñanza en Italia, a su vez ya veinte o veinticinco años atrás... Curiosamente parecido a lo que ocurre en España y supongo que en muchos otros sitios, ahora mismo.