Eduardo Rojas: Y apenas nada
Idioma original: EspañolAño de publicación: 2025Valoración: Bastante recomendable ¡Qué cosas! A veces, te llega un libro de un autor desconocido que, a priori, no te llama demasiado la atención y resulta que, pese a (o precisamente por) esa falta de expectativas, te encuentras con un texto y un autor de esos que prometes que volverás a leer. Eso es lo que me ha pasado con este Y apenas nada del mexicano afincado en Galicia Eduardo Rojas. Se trata de una novela breve, de apenas 140 páginas y ¡¡¡95 capítulos!!!, caracterizada por un estilo de lo más personal y una poética del abandono que lo liga a libros como Primero estaba el mar de Tomás González.La premisa del texto no podría ser más sencilla: Napoleón Chicomóztoc, que no anda muy bien de la chaveta, desaparece persiguiendo la lluvia. Ecos de Cien años de soledad en lo argumental, ¿no? No es el único nexo con la obra magna del colombiano. Y apenas nada conecta tanto con el realismo poético como con la forma de hablar del desamparo de García Márquez. Porque está novelita es una historia de seres abandonados, de desgracias y penitencias, de miedos, dolor y recuerdos, de cordura y locura.Y entonces no le quedaba más remedio que aceptar que el tiempo, otra vez, lo había rebasado por la derecha y que él se había quedado tirado a un lado de la carretera, rodeado de quelites, igual que una chiva atropellada.Lo que diferencia a Un lugar mejor de Cien años de soledad es la forma del texto. No estamos ante una prosa torrencial. Al contrario, frase breve y capítulos cortos marcan el ritmo de un texto salpicado de imagen con gran carga poética. Por ejemplo, esa bici semihundida en el fango del manglar o la madre manoteando en el barro.Y allí se quedaron los dos: abrazados como dos condenados que ya no esperan nada, solo - si acaso - que caiga pronto la noche.En resumen, y con la excepción de alguna que otra reiteración, una más que agradable sorpresa la de este autor y este texto absolutamente desconocidos para mí y para el público en general. ¡A ver si por poco tiempo!

Año de publicación: 2025
Valoración: Bastante recomendable
¡Qué cosas! A veces, te llega un libro de un autor desconocido que, a priori, no te llama demasiado la atención y resulta que, pese a (o precisamente por) esa falta de expectativas, te encuentras con un texto y un autor de esos que prometes que volverás a leer. Eso es lo que me ha pasado con este Y apenas nada del mexicano afincado en Galicia Eduardo Rojas.
Se trata de una novela breve, de apenas 140 páginas y ¡¡¡95 capítulos!!!, caracterizada por un estilo de lo más personal y una poética del abandono que lo liga a libros como Primero estaba el mar de Tomás González.
La premisa del texto no podría ser más sencilla: Napoleón Chicomóztoc, que no anda muy bien de la chaveta, desaparece persiguiendo la lluvia.
Ecos de Cien años de soledad en lo argumental, ¿no? No es el único nexo con la obra magna del colombiano. Y apenas nada conecta tanto con el realismo poético como con la forma de hablar del desamparo de García Márquez. Porque está novelita es una historia de seres abandonados, de desgracias y penitencias, de miedos, dolor y recuerdos, de cordura y locura.
Y entonces no le quedaba más remedio que aceptar que el tiempo, otra vez, lo había rebasado por la derecha y que él se había quedado tirado a un lado de la carretera, rodeado de quelites, igual que una chiva atropellada.
Lo que diferencia a Un lugar mejor de Cien años de soledad es la forma del texto. No estamos ante una prosa torrencial. Al contrario, frase breve y capítulos cortos marcan el ritmo de un texto salpicado de imagen con gran carga poética. Por ejemplo, esa bici semihundida en el fango del manglar o la madre manoteando en el barro.
Y allí se quedaron los dos: abrazados como dos condenados que ya no esperan nada, solo - si acaso - que caiga pronto la noche.
En resumen, y con la excepción de alguna que otra reiteración, una más que agradable sorpresa la de este autor y este texto absolutamente desconocidos para mí y para el público en general. ¡A ver si por poco tiempo!