La crisis de Boeing y Airbus golpea al colectivo de pilotos
Los constantes retrasos en la fabricación de aeronaves está teniendo un impacto directo en la carrera de los pilotos, según alerta el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla). A su juicio, la crisis de suministros que afecta a la industria aeronáutica no solo ha ralentizado la operatividad de las aerolíneas, sino que también […]

Los constantes retrasos en la fabricación de aeronaves está teniendo un impacto directo en la carrera de los pilotos, según alerta el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla). A su juicio, la crisis de suministros que afecta a la industria aeronáutica no solo ha ralentizado la operatividad de las aerolíneas, sino que también ha limitado las oportunidades de formación y acumulación de experiencia (Miles de pilotos, con sus vidas arruinadas por el Covid).
El informe “Global Aviation Outlook: Supply Constraints Cloud the Skies for Airlines”, publicado por ING, subraya que la demanda de vuelos tras la pandemia ha superado la capacidad de los fabricantes para entregar nuevos aviones y piezas. Factores como la escasez de microchips, problemas logísticos y falta de personal han generado retrasos en la producción de aeronaves. “Al no poder expandir sus flotas como tenían previsto, han tenido que reducir su capacidad de crecimiento”.
La situación también afecta a la disponibilidad de simuladores y programas de capacitación, lo que complica el mantenimiento de licencias y certificaciones. “El cumplimiento de los requisitos de vuelo se ve comprometido, especialmente para los pilotos en etapas iniciales de su carrera”, advierten desde Sepla. Al mismo tiempo, la reducción de rutas internacionales limita las oportunidades de obtener experiencia en vuelos de larga distancia.
En el plano económico, los pilotos también enfrentan pérdidas derivadas de la reducción de horas de vuelo y cancelaciones de último momento. “Cuando una operación se modifica o se transfiere a otra compañía, los ingresos variables se ven afectados”, explican. En respuesta, algunas aerolíneas han implementado medidas paliativas, como el acuerdo alcanzado en Iberia para compensar estas pérdidas a través de retribuciones adicionales.
El impacto psicológico también es significativo, siempre según el Sepla, que afirma que la incertidumbre laboral y la percepción de estancamiento generan altos niveles de estrés entre los pilotos, lo que podría repercutir en la seguridad operacional. “Forman un círculo vicioso que afecta el rendimiento de los profesionales” (Alerta en la aviación: los pilotos aseguran trabajar con fatiga).
Para mitigar estos efectos, el sindicato insta a la industria y a las autoridades a implementar soluciones a largo plazo, como la inversión en tecnología de simulación y la colaboración entre aerolíneas para compartir recursos de formación. “Es esencial garantizar que los pilotos puedan mantener sus competencias y progresar en sus carreras”, concluyen, alertando sobre los riesgos de una crisis que podría prolongarse si no se toman medidas inmediatas.