Javier Marías: Mañana en la batalla piensa en mi
Idioma original: EspañolAño de publicación: 1994Valoración: Muy recomendable“Mañana en la batalla piensa en mí, caiga tu espada sin filo, desespera y muere” Shakespeare en Ricardo III.Tengo que confesar que llegué a este libro hace años, en busca de nuevos autores que leer; sin embargo, me enganché desde las primeras páginas debido a un episodio familiar tan inverosímil que me sorprende cómo Marías logró convertir algo así en el punto de partida de esta novela.Las respectivas parejas del hermano y de la hermana de mi madre sostenían relaciones extramaritales mientras mi tío se encontraba en su trabajo. Un día, mi tío recibió una llamada del hospital, notificándole que su esposa estaba en estado crítico (en ese entonces ya había fallecido, pero supongo que el protocolo impide dar semejante noticia de golpe). Al mismo tiempo, mi tía recibió otra llamada, esta vez de su marido, quien desde el ministerio público le decía que estaba detenido en calidad de sospechoso de feminicidio (el Estado de México es uno de los lugares con mayor índice de feminicidios en el país, por lo que cualquier muerte violenta o en circunstancias extraordinarias de una mujer se investiga como tal). Según él, por azares del destino, se había encontrado a mi tía en la parada del autobús y, mientras platicaban y se ponían al día, ella colapsó. Después se supo que todo era una farsa: mi tía sufrió un infarto mientras tenía relaciones sexuales con mi tío. Se armó un drama familiar del que los involucrados aún no se han recuperado del todo, a pesar de que esto ocurrió hace más de 15 años.Como señalé antes, un episodio así parece poco creíble para la ficción, pero Marías consigue restarle ese elemento de inverosimilitud y usarlo como pretexto para explorar cómo afrontamos los seres humanos ciertas crisis vitales: la muerte, el amor, la infidelidad, la traición, la cobardía, la culpa, etc. El epígrafe que encabeza el texto funciona como leitmotiv a lo largo de la novela, recordándonos que dichos trances son atávicos e ineludibles.En esta historia, una mujer muere mientras tiene sexo con el protagonista, quien, al encontrarse en una situación absurda (el esposo de ella está de viaje y el bebé duerme en la habitación contigua), decide no llamar a la policía ni a la ambulancia; sabiendo que la niñera llegaría a primera hora de la mañana, se marcha del lugar tras dejarle agua y comida al bebé, casi como si fuera un perro. Este hecho desencadena un caos de dudas, culpas, perplejidad y cuestionamientos. Está de más decir que Javier Marías era diestro en su oficio. He leído que para algunos puede resultar reiterativo en ciertas ideas, pero considero que esa insistencia ayuda a enfocar lo que realmente le importa al autor. Asimismo, el uso del leitmotiv me parece perfecto, sin resultar cansino, funcionando como una especie de coro de tragedia griega o de teatro Nō (en comparación, el uso similar del leitmotiv por parte de Almudena Grandes en El corazón helado me parece menos logrado).Este libro es mi favorito de Marías (quizá porque fue el primero que leí). Lo he releído varias veces y, en cada ocasión, logra conmoverme.Otras obras de Javier Marías en ULAD: Los enamoramientos, Los dominios del lobo, Berta Isla, Mientras ellas duermen, Corazón tan blanco, Así empieza lo malo, Vidas escritas, Todas las almas,

Año de publicación: 1994
Valoración: Muy recomendable