ZN25 – El Espectacular Spiderman de J.M. DeMatteis y Sal Buscema
En el aniversario de Zona Negativa recordamos el espectacular trabajo de uno de los guionistas más queridos de Spiderman: J.M. DeMatteis


Este artículo, porque es más que una reseña es obra de Pablo Sánchez-López y Juanjo Carrascón, dos lectores que crecieron devorando esta maravillosa etapa y que dentro de este aniversario hacen una aportación a uno de los mejores momentos de El Trepamuros. Los que nacimos en los 80 y por tanto nos aficionamos a los cómics de Spiderman a finales de aquella década y principios de los 90 tenemos una deuda impagable con J. M. DeMatteis. En los oscuros años 90, DeMatteis era el guionista que desafiaba los convencionalismos de la oficina arácnida. Gerry Conway y Howard Mackie le daban el tono urbano y oscuro al lanzarredes, David Micheleine apostaba por el espectáculo superhéroico, pero DeMatteis jugaba con la psicología de los personajes y creaba dramas de alto voltaje difíciles de olvidar.
Es por eso que queremos homenajearle en estas “páginas”, recordando su larga trayectoria escribiendo guiones para distintas series y miniseries protagonizadas por Spiderman (o Ben Reilly), haciendo especial hincapié en el volumen dentro de la colección Marvel Héroes que Panini publicó en 2023.
BREVES APUNTES BIOGRÁFICOS
John Marc DeMatteis, neoyorkino de nacimiento, llegó al mundo en 1953 y se graduó en una Escuela de Bellas artes de la misma Gran Manzana, porque nuestro protagonista se pensó a sí mismo en un principio como dibujante aunque al poco de graduarse ya se dio cuenta que tendría más futuro en el mundo del cómic como escritor. A finales de los 70 consiguió publicar sus primeros trabajos tanto en Marvel (Crazy, revista copia de MAD) como en DC (Weird War Tales, House of Mistery, House of Secrets).
A partir de aquí, la carrera de DeMatteis se extiende hasta nuestros días aunque sus días de gloria transcurrieron entre las décadas de los 80 y 90. Spiderman aparte, sus trabajos más recordados en Marvel serían su truncada etapa en Capitán América (1981-1984) y Los Defensores (1981-1984). En los 90, DeMatteis no tendría nada de suerte fuera de los cómics arácnidos, con fallidos relanzamientos en Daredevil (7 números, 1995-1996) y Doctor Extraño (7 números, 1995-1996), además de etapas ya olvidadas como en Estela Plateada (22 números, 1997-1998).
En DC, por su parte, su nombre es indisociable del de Keith Giffen junto al que realizó una mítica etapa en la Liga de la Justicia (1987-1992), así como notables aportaciones a personajes como el Dr. Fate (1987), Detective Marciano (1988) o Mister Milagro (1989). Ya en el siglo XXI, DC le repescaría para escribir Espectro (2001-2003), La Patrulla Condenada (2009-2010), Booster Gold (2010-2011), Liga de la Justicia Oscura (2013-2015) o Liga de la Justicia 3000 (2014-2015).
No podemos olvidarnos, en esta breve recopilación, del trabajo de DeMatteis en proyectos más independientes, siendo el más conocido Moonshadow, editado por Epic entre 1985 y 1987.
DEMATTEIS Y SPIDERMAN: PRIMEROS AÑOS
DeMatteis aterriza en Spiderman en 1981 en la tercera cabecera en importancia del arácnido por aquella época, Marvel Team-Up, donde escribiría 23 números hasta bien entrado 1983. Su primer número, el 101 le fue encargado por el editor, por aquel entonces en Marvel, Denny O’Neil. Después, se convertiría en el guionista titular en el #111 aunque DeMatteis reconoce que no encontraría el tono de la serie hasta más adelante, entre 6 y 8 números después, coincidiendo con la llegada al título como dibujante de Kerry Gammill. Al ser una serie dedicada a aventuras que siempre debían tener un acompañante para Spiderman, no había demasiado espacio para grandes sagas o eventos que cambiaran la vida del personaje. Aun así, el guionista entrega aquí unos números sólidos y bien escritos, especialmente cuando juega con conceptos, ideas y personajes con los que ya estaba familiarizados. Podemos destacar el #128 con el Capitán América y Alimaña, uno de sus personajes fetiche; y sobre todo el #119, una emotiva historia co-protagoniza por la Gárgola. El abandono del título, por parte del escritor, en el #133 se debió únicamente a que DeMatteis sentía que ya había contado todas las historias que quería contar en la serie… que no del personaje.
4 años después, es 1987 y DeMatteis lleva ya un tiempo moviendo una idea por Marvel (y un poco también por DC ya que la pensó también para Batman) en la que un villano enterraría vivo a un héroe. Inicialmente, el pitching de DeMatteis en Marvel tiene como protagonistas a dos hermanos: Wonder Man y el Segador. En su origen, Simon estaría enterrado seis meses tras los que “reviviría”. El editor Tom DeFalco descartó la idea y parecía que ahí acabaría su recorrido pero no fue así. En 1987, el también editor Christopher Priest contactó con DeMatteis para que este hiciera un arco en El Espectacular Spiderman que tuviera un tono oscuro, intentando replicar el éxito e impacto que había tenido La Muerte de Jean DeWolff poco tiempo antes en la misma cabecera. Finalmente, se decidió que la llamada Última Cacería de Kraven se publicaría entre las tres series de Spiderman, a razón de dos capítulos por colección, sumando un total de seis parte. Poco se puede añadir a una de las más conocidas (y mejores) historias de Spiderman. Pocas veces los bocadillos de pensamiento han funcionado tan bien en un cómic del lanzarredes, el trabajo del dibujante Mike Zeck es probablemente de los mejores de su carrera y en general, la tensión, angustia y alivio final están fantásticamente conseguidos. Para DeMatteis, obviamente, Kraven era el centro de la historia y se esforzó mucho en su caracterización. El guionista quería que Sergei Kravinoff tuviera la gravitas de un personaje salido de una novela de Dostoyevsky. La historia fue un éxito de crítica y público y ha sido reeditada muchísimas veces tanto en España como en Estados Unidos.
Un gran éxito, sí, pero no sin sus problemas, del que nació un nuevo cómic. Tras el final de La Última Cacería de Kraven, en El Asombroso Spiderman #294, Kraven el Cazador se suicidaba pegándose un tiro con una escopeta. Esto no gustó a parte del público americano, donde la idea de un cómic de Spiderman en la que el villano se suicidaba era demasiado radical. El argumento en contra del suicidio, además, tenía un fuerte componente religioso ya que el propio suicidio está fuertemente condenado en la doctrina cristiana. Ciertos lectores se quejaban también de la supuesta glorificación del suicidio que suponía el final de la historia. Reunido con el equipo conformado por Mike Zeck y Bob McLeod, DeMatteis publica un especial como secuela espiritual (no pun intended) de la Última Cacería: El Alma del Cazador. Este cómic está pensado para dar respuesta a las quejas de estos lectores, sí, pero DeMatteis aprovecha para despedir a héroe y villano, con ese encuentro entre Peter y el alma de Kravinoff como una forma de dar (y dejar en) paz al cazador.
Y ahora, recordamos su etapa más recordada y larga en El Espectacular Spiderman.

Edición original: The Spectacular Spider-Man 178-200 y Annual 13 y 14, Spider-Man 38-40 y material de The Amazing Spider-Man 368-370 y 400 USA (Marvel Comics 1963)
Edición nacional/España: Marvel Héroes. El Espectacular Spiderman de J.M. DeMatteis y Sal Buscema
COLECCIONABLE MARVEL HÉROES V1 115 (Panini Cómics, 2023)
Guion: J.M. DeMatteis
Dibujo: J.M. DeMatteis, Jerry Bingham, Klaus Janson, Sal Buscema, Stan Lee, Tom Grummett, M. C. Wyman
Entintado: Sal Buscema
Color: Bob Sharen, Kevin Tinsley, John Kalisz
Traductor:: Santiago García
Diseño y realización: Estudio Fénix
Formato: Cartoné. 776 páginas. 62,00€
Espectacular etapa
«Te pillé»
Los dos autores de esta extensa y magnífica etapa ya son de sobras conocidos. J.M. DeMatteis había puesto la luz sobre su buen hacer en El Capitán América y había escrito la historia de «Fearful Symmetry» (más conocida hoy como «Kraven’s Last Hunt») que se extendió a través de los tres títulos de Spiderman en 1987. Sal Buscema había sido el ilustrador principal en títulos como El Increíble Hulk, Los Vengadores, Nuevos Mutantes, e incluso El Espectacular Spiderman desde su primer número. Los números de esta extensa colaboración y que son recogidos en este volumen abarcan, a lo largo de veintiséis números (Spectacular Spider-Man # 178-203), un periodo que comprende de 1991 a 1993.
El primer arco en el que trabajaron juntos realmente marca la directriz a seguir hasta el final de su colaboración. Se trata de una historia llamada «The Child Within», en España “El niño que llevas dentro”, que se extiende a lo largo de seis números, con un séptimo que sirve como epílogo.
El hilo conductor pivota sobre tres hombres diferentes que han experimentado un trauma familiar y cómo ese trauma da forma a sus vidas y relaciones. En primer lugar, y como es lógico, Peter Parker. Nuestro héroe está casado con Mary Jane, pero sigue estando obsesionado con la pérdida de aquellas personas que no pudo salvar como Spiderman (Ben Parker, Gwen Stacy y su padre, entre otros).
En segundo lugar, Harry Osborn. El legado de la saga Osborn está tratando de vivir una vida normal con su esposa Liz y su hijo Normie. No es tarea fácil puesto que intenta dejar atrás su pasado como el segundo Duende Verde, pero está aterrorizado por las visiones de su difunto padre, quien abusó de él en vida y continúa reprendiéndolo en la muerte (toc, toc, señores Spencer y Wells por favor lean comics de Spiderman).
Harry Osborn, como hijo de Norman Osborn, ha vivido una infancia complicada. Se trata de un personaje atormentado, si bien debemos tener en cuenta que el Harry que nos encontramos aquí en nada se parece al que nos encontraremos en el futuro tras el “Mefistazo” y desde luego en la “maravillosa” etapa de Nick Spencer. Esta historia, que comienza en estos números, finalizará en el inolvidable The Spectacular Spider-Man vol 1. #200, del cual hablaremos más adelante.
Harry Osborn fue testigo de la batalla final entre El Duende Verde y Spiderman, que acabó con la muerte del villano, siendo aquel el que, tras descubrir que su padre era el que se escondía tras la máscara verde, aprovechó que nadie le veía para quitarle al cadáver el traje y la máscara. Harry responsabilizó a Spiderman de la muerte de su progenitor y, cuando un tiempo después descubrió que su amigo Peter era en realidad Spiderman una extraña locura se apoderó de él. Enfundado en uno de los trajes de su padre, Harry se enfrentó a Spiderman convirtiéndose en el segundo Duende Verde. Tras ser derrotado por El Trepamuros, Harry fue puesto bajo la custodia del Doctor Barton Hamilton. Tras hipnotizar a su paciente el buen doctor obtiene todo lo necesario para ser el tercer Duende Verde y saber quién se esconde tras la máscara de Spiderman.
Harry, el cual estaba prisionero de Hamilton, escapó de su cautiverio, y asumió de nuevo la identidad de Duende Verde para vengarse de Hamilton. La refriega acabó con una explosión que supuso que Harry Osborn no recordase nada de su vida como Duende Verde.
El tiempo pasó y Harry se hizo cargo de la empresa familiar, mantuvo una relación con Liz Allen, con la cual contrajo matrimonio, fruto del cual tuvieron un hijo. Un hijo que, por aquella época, y en estos números da un poquito de grima, todo sea dicho.
El Legado de los Osborn continuó con la aparición de El Duende (esta vez a secas), siendo los diarios de Norman Osborn pieza fundamental en un ciclo de extorsiones hacia Harry que finalizaron con ayuda de Spiderman.
Posteriormente fue Jason Macendale, un mercenario antes conocido como Jack O´Lantern, el que asumió la identidad de El Duende tras la muerte de Ned Leeds. Atacó a Harry durante Inferno, puesto que deseaba la fórmula de Norman Osborn para aumentar su fuerza.
La magia demoníaca que emanaba del Limbo hace que la parte oscura del alma de Harry salga a la luz, recordando sus experiencias como El Duende Verde. De nuevo Harry se enfundó el traje verde y morado, para enfrentarse a Macendale y así proteger a su familia, en este caso sin atisbo de locura alguna (Amazing Spider-Man vol 1. #312-319, Peter Parker: The Spectacular Spider-Man vol 1. ##146, 152, 155, 156). Finalmente, Harry derrota con ayuda de Spiderman a Macendale y decide volcarse con su familia. Harry, Liz y el pequeño Normie se trasladaron al primer piso de un edificio de su propiedad, en el Soho de Manhattan. Finalmente, Peter y Mary Jane se convertirán en vecinos de los Osborn, a cambio de un módico precio.
Por último, está Edward Whelan. Edward fue sometido a una serie de experimentos atroces a instancias del Barón Zemo. Como consecuencia de ello se convirtió en un humanoide similar a una rata que devora a sus presas. Este personaje, Alimaña, fue ideado por el propio DeMatteis y Mike Zeck en Captain America vol.1 # 272 y jugó un papel clave en «Fearful Symmetry/Kraven’s Last Hunt».
Alimaña fue creado por el Baron Zemo, el cual transformó a Edward en una criatura de aspecto similar a una rata y lo envió a matar a su viejo rival, El Capitán América. El Capitán le venció y le llevó al cuartel general de SHIELD para que fuera interrogado, si bien este consiguió escapar. Una vez reunido con el Baron Zemo, este decide deshacerse de él junto a un capturado Capitán América. Una vez que Zemo hubo capturado al Capitán América, decidió que Alimaña ya no le era útil, y los encadenó a ambos arrojándoles dos de sus más poderosas criaturas. Alimaña mató a una de ellas y consiguió huir, hiriendo también gravemente a Zemo.
Alimaña volvería a enfrentarse al Capitán América, de regreso a Nueva York, el cual con ayuda de Spiderman recluiría a esta atormentada criatura en una institución psiquiátrica de alta seguridad (Marvel Team-Up #128). Tras ser internado, Alimaña volvería todo su odio contra Spiderman, al que se enfrentaría de nuevo, solo para verse atrapado en medio de un duelo personal entre El Trepamuros y Kraven el Cazador. Haciéndose pasar por Spiderman, Kraven capturó a Alimaña y lo utilizó contra el propio Spiderman quién finalmente lo venció y lo entregó a Reed Richards, el líder de Los Cuatro Fantásticos, para que intentará devolverlo a la normalidad (Amazing Spider-Man vol 1. #293; Peter Parker: The Spectacular Spider-Man vol 1. #131; Web Of Spider-Man vol. 1 #32; Amazing Spider-Man vol 1 #294). Reed Richards contactó a su vez con la prestigiosa Dra. Kafka (la nueva Reina Duende), quién, por medio de la psicología comenzó a ahondar en el pasado secreto de Edward Whelan.
La historia comienza con la fuga de Alimaña de Ravencroft cometiendo una horrible ola de asesinatos en la ciudad de Nueva York. mientras intenta encontrar su hogar. Spiderman está decidido a encontrarlo y detenerlo antes de que cause más muerte y sufrimiento. Al mismo tiempo, Harry Osborn es perseguido por visiones de su difunto padre. Lo más importante a tener en cuenta es que DeMatteis y Buscema utilizan ingeniosas técnicas de narración y diseños de paneles para trazar paralelismos entre Peter y Harry. De tal forma que podremos apreciar como Peter está consumido por la ira y la determinación de evitar más asesinatos, mientras que Harry está consumido por el miedo de que podría estar destinado a convertirse en el mismo monstruo que su padre.
La temática y el tono de este arco, como ocurrirá con toda esta etapa no se percibiría de la misma forma sin los lápices de Sal Buscema. Nadie transmite la acción y el drama humano tan bien como Sal. Puedes sentir el impacto de cada puñetazo saltando de la página. El pequeño de los Buscema es excelente para transmitir emociones, dolor, angustia, y esto será lo que potencie los guiones de DeMatteis.
Volviendo a la historia que nos ocupa, y como hilo conductor, Harry Osborn tendrá su propia lucha interior, con sus demonios personales en la forma de su padre. A diferencia de Peter, finalmente sucumbirá y comenzará una batalla, un cruel enfrentamiento entre amigos, casi hermanos.
Por otro lado, el tercero en discordia refleja la locura salvaje. Alimaña que busca venganza de su padre (se intuyen abusos sexuales) es la plasmación que aflora de un subconsciente monstruoso causado por una terrible infancia. La criatura quiere desesperadamente matar a su padre por lo que ha hecho, pero Edward no quiere que nadie más muera. Spiderman irremediablemente cual San Jorge contra el dragón lucha encarnizadamente con la criatura en una feroz batalla.
Finalmente, una explosión de energía deja inconsciente a ambos enemigos. Flotando está El Duende Verde, y está embriagado de locura por la oportunidad de asestar el golpe mortal a Spiderman, por ser el digno heredero de Norman Osborn. Ahí, y sólo ahí, el guionista consigue que dotemos de contenido al nombre de la saga. Los pecados de nuestros padres dejan heridas en el niño que llevamos todos dentro.
Está claro que Peter no tiene intención de lastimar a Harry. Lo ve como un amigo que necesita ayuda y no como un verdadero enemigo. Peter finalmente le dice a Harry que se niega a pelear con él. Tendrá que ser Harry el que dé el paso y tenga que matarlo. Sin embargo, Harry no puede hacerlo. Lleno de rabia le grita a su amigo que se aleje de él y que si intenta ayudarlo expondrá su identidad secreta al mundo.
El séptimo número es a modo de epílogo. Simplemente expone a los protagonistas de la saga a las consecuencias de sus decisiones. Spiderman comunica al Hombre ígneo (hermano de Liz) que Harry vuelve a ser el Duende Verde.
Mientras tanto, Harry revela accidentalmente a su esposa e hijo que él es el Duende Verde una vez más. Horrorizado por sus reacciones de terror, Harry sale volando hacia la noche. Por último, vemos Alimaña está una vez más en Ravencroft. Perece ser que la criatura puede volver temporalmente a ser Edward por breves períodos de tiempo. ¿Hay esperanza? Tendremos que seguir leyendo.
Tras el paso de La Rana Saltarina por estas páginas, empieza el pequeño arco «Arreglos funerarios» en los números 186-188. DeMatteis narra una historia sencilla. Adrian Toomes, El Buitre, se ha enterado de que la tecnología que usa para volar le ha ocasionado cáncer terminal.
Enfrentado a su propia mortalidad, el villano alado ha decidido usar el tiempo que le queda para asesinar a todos sus enemigos mientras también busca el perdón de la tía May por matar a su novio, Nathan Lubensky.
Le verdad es que se trata de una bonita historia cargada de emociones. El Buitre nunca ha tenido esa saga o historia que lo encumbre, y DeMatteis consigue no sólo que temamos al villano, sino que sintamos pena por él.
Respecto a esta última cuestión la desesperación por obtener el perdón de la tía May acaba con un final que sorprende y mucho. La buena y pacífica May desea en un primer momento el peor de los finales para el criminal, pero, tras acudir a prisión y visitarlo, la superioridad moral de la tía de Peter desaparece cuando expresamente reconoce que no lo perdona, pero no lo va a odiar eternamente. Bravo por J.M. DeMatteis.
«Arreglos funerarios» termina con Harry Osborn dándole un regalo envuelto a la tía May antes de imbuirse de la fórmula duende. Esta revelación prepara el camino para uno de los mejores números de la historia de El Trepamuros.
Y llegamos a un número muy de los noventa, con portada holográfica y todo. Sin embargo, el interior nada tiene que ver con la tónica de otras colecciones donde primaba el espectáculo visual e insustanciales historias. “El legado de Osborn”, Spectacular Spider-Man #189, es esa historia que unida al 200 marcó un punto de inflexión en la vida de Spiderman, del modo y manera que pudo serlo la muerte de Gwen Stacy.
Las dos primeras páginas de este número especial son muy relevantes. Una serie de regalitos enviados a los invitados a una fiesta muy especial nos hace sospechar que algo no funciona bien. El icónico “Te pillé” nos deja aterrados ante lo que se avecina como una tensa reunión familiar. Gaseados y llevados a la fuerza a una mansión abandonada, aparece Harry vestido como Duende Verde dejando bien claras sus intenciones, perpetuar el legado Osborn.
El enfrentamiento entre Duende Verde y Spiderman no puede ser más dramático y cargado de violencia, pero, a nivel dialéctico, a nivel emocional, es muchísimo más terrible.
Spectacular Spider-Man #190 es un número independiente. Harry está ingresado en Ravencroft. Vemos como su estado mental va poco a poco entrando en un mar de caos. La furia comienza a apoderarse de él, una furia acrecentada por su locura. A partir de ahí pasamos al principal antagonista de este número; Rhino. Lo que a priori parece la típica historia suelta de El Trepamuros tiene estrecha relación con el hilo conductor que sigue DeMatteis. Alguien ha contratado al Rhino para perseguir a Peter Parker. Obviamente, esto supone que se sospeche de El Duende Verde, que incluso preso hace de las suyas.
Tras «El ojo del Puma» que nos trae a estas páginas a El Puma, ¿villano? muy infrautilizado, como principal antagonista, nuestro viaje acaba. Un viaje maravilloso donde se demuestra que se pueden hacer buenas historias con un personaje como Spiderman a pesar de tener una mochila cargada de historia.
J.M. DeMatteis y Sal Buscema plantaron las semillas de su etapa con la mirada puesta en la complicada relación entre Peter Parker y Harry Osborn. El número 200 es el punto y final a esta historia. Años después, Nick Spencer destrozaría un número redondo, una historia perfecta.
Poco podemos decir, estamos ante uno de los cómics más importantes de la historia de Spiderman.
La entrega 199 de Spectacular Spider-Man nos dejó con el corazón en un puño. Harry Osborn, o, mejor dicho, El Duende Verde se abalanza sobre una aterrorizada Mary Jane, levantándola y volando hacia el cielo nocturno.
Mayor simbolismo y carga emocional no puede pedirse, y Harry procede a llevar a MJ justamente al lugar exacto donde su padre asesinó a Gwen Stacy en lo alto del puente de Brooklyn. DeMatteis consigue lo imposible; que nos apiademos de Harry.
Mary Jane, nuevamente demuestra su fortaleza sin tener que dotarle de poderes estúpidos; lo convence para que la lleve a casa. Sin embargo, la tensión se palpa en el ambiente y Peter, que llega a casa en ese momento, se lanza a por su amigo. Sal Buscema, de nuevo, demuestra ser un talentoso ilustrador en uno de los momentos más potentes de lo que se convertirá en el enfrentamiento final entre dos amigos.
La entrega 200, número redondo, no puede ser más impactante en lo que supone un enfrentamiento que va más allá de lo que sería la enésima batalla entre dos enemigos. La tristeza se siente, se huele, se percibe.
Harry, totalmente enloquecido, revela su plan maestro; tiene la intención de matarse a sí mismo y a Peter. Harry se ha convencido a sí mismo de que el mundo será un lugar mejor sin ellos dos en él. Es en ese momento que Harry se da cuenta de que Mary Jane y su hijo Normie también están en la casa donde están los explosivos. Es este momento, este preciso instante, en el que se produce la redención de un personaje que ha sufrido lo indecible.
Y llegamos al final. Peter usa las fuerzas que le quedan para convencer a Harry de que saque a Mary Jane y Normie de la casa para salvarlos. El protagonista indiscutible de este número tiene un breve momento de lucidez y logra sacarlos a ambos de la casa. Una vez afuera, Mary Jane le ruega a Harry que no deje morir a su esposo. Al darse cuenta de lo que ha hecho, Harry regresa volando a la casa y rescata a su viejo amigo justo antes de que la casa explote en un infierno de fuego.
Amigos míos, pero esto no ha acabado aquí. Un final, que defina una época, no pude acabar así. Harry entra en una crisis que le hace sucumbir a los terribles efectos de la fórmula de El Duende Verde.
Dos páginas, ningún texto, lo dicen todo. Dos amigos hasta el final. Un terrible desenlace y nuestras lágrimas caen irremediablemente machando posiblemente las páginas que hemos devorado con desesperación. Bravo nuevamente J.M. DeMatteis y Sal Buscema.
Pero no se marches queridos lectores porque todavía hay más……
Spectacular Spider-Man vol. 1 201, 202 y 203 formaron parte de Matanza Máxima y los encontrareis en Marvel Héroes. El Asombroso Spiderman: Matanza Máxima.
Sin embargo, tenemos que mencionar también otra etapa dentro de esta cabecera donde J.M. DeMatteis, ya sin Sal Buscema, volvió a los guiones de esta colección. Rara vez se habla de su segunda vuelta en el mismo título. En concreto nos referimos a los números 241-257.
Cuando la gran crisis del cómic de la década de 1990 estaba en pleno apogeo hubo algunas historias que no fueron de calidad, especialmente las de DeMatteis en Spectacular. Uno de los mejores arcos es, definitivamente, La venganza de Kravinov, donde el guionista da una mirada muy interesante al enemigo original de Spidey: Dimitri Smerdyakov, también conocido como El Camaleón.
Ahora ya, termino con un aplauso mayúsculo a un autor que supo tratar a Peter Parker, que supo contar historias interesantes cargadas de emociones, y que supo poner a Spiderman en el centro de atención en plenos noventa.
Lo mejor
• Cómo es tratado Harry Osborn, su inestabilidad, pero también…
• …su profunda amistad hacia Peter y MJ.
Lo peor
• El hecho de que por ser cómics noventeros los lectores más jóvenes no se acerquen a un clásico de esta envergadura.
Y ahora continuamos con el resto de la trayectoria arácnida de nuestro protagonista
1995-2025
La larga etapa de DeMatteis en El Espectacular le sirvió para ser “ascendido” a posteriori y sustituir a David Micheleine en El Asombroso Spiderman. La aun más larga etapa de Micheleine, que se remontaba incluso a antes de la llegada de Todd McFarlane, había terminado con la controvertida historia de los padres “resucitados” de Peter Parker, en realidad, unos monstruos mímicos creados por el Camaleón, en busca de venganza PRECISAMENTE por lo ocurrido con Kraven en La Última Cacería. Un Spiderman psicológicamente roto era, a priori, un buen punto de partida para la llegada de DeMatteis, una situación con el personaje que, además, apelaba a sus puntos fuertes como escritos del lanzarredes. Sin embargo, su estancia en la cabecera estuvo severamente condicionada por la saga del clon que empezaría apenas un par de meses después de su debut. En primer lugar, DeMatteis abandona Espectacular en 1992 pensando realmente que no tiene nada más que contar con el personaje. Sin embargo, y según sus palabras, sentía a Peter más como un amigo que como un personaje y llegó a extrañarlo tanto que cuando el editor Danny Fingeroth le invitó a tomar las riendas de El Asombroso, no pudo dejarlo pasar.
La saga del clon y la cantidad de cross-overs que se le impusieron, hicieron casi imposible el trabajo de DeMatteis. Lo peor fue que la saga del Clon estaba pensada para terminar en El Asombroso Spiderman #400 pero la recepción de los primeros números no fue para nada negativa y desde las altas esferas se ordenó estirar el chicle de una historia que hoy en día es recordada como uno de los puntos más negros en la trayectoria editorial del personaje. Esta imposibilidad de contar sus propias historias es lo que llevó al abandono de la serie por parte de DeMatteis en el #406 tras la saga “La Mayor Responsabilidad” en la que Peter dejaba oficialmente de ser Spiderman.
En total, serían 18 números entre 1994 y 1995, casi todos ellos ilustrados por el eterno Mark Bagley, difíciles de valorar fuera del contexto en el que fueron publicados pero que nos han dejado dos pequeñas joyas dentro de tanto ruido: La primera sería El Asombroso Spiderman #400. El Regalo, pues así se titula la historia principal de este número especial, nos lleva a las últimas horas de vida de Tía May, recuperada milagrosamente de un ataque que la había dejado en coma. Una recuperación que se mostraría meramente pasajera y que termina con una despedida tremendamente emotiva entre Peter y May en el que ella le reconoce que conocía su secreto desde mucho tiempo atrás. Un cómic que honra, al menos en esos momentos, la trayectoria de ambos personajes.
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(DESGRACIADAMENTE años después a alguien se le ocurriría la “maravillosa” idea de que la verdadera tía May había sido secuestrada por Norman Osborn y que la fallecida era una ACTRIZ haciéndose pasar por May. Entre eso y el destino de la hija de Peter y Mary Jane, el final de la saga del clon es sin duda lo peor de la saga. Insisto, excepto Clonación Máxima, el primer año de la saga del clon contiene cómics muy disfrutables y mucho mejores que la segunda mitad de este horror de historia con DeFalco, Dezago, Mackie y -en menor medida- Jurgens a los mandos).
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La segunda joyita, publicada en 1995 y nunca reeditada de forma incomprensible en España, sería la miniserie Los Años Perdidos. En estos tres números, con prólogos publicados dentro de las colecciones principales y recopilados en reediciones posteriores, DeMatteis cuenta una historia del pasado de Ben Reilly mientras vagaba por los Estados Unidos. Acompañado al dibujo por un John Romita Jr. excelso que venía de hacer El Hombre sin Miedo con Frank Miller, Los Años Perdidos es el gran cómic perdido de Spiderman que un par de generaciones posteriores no han podido redescubrir y al que los talluditos como yo recuerdan con profunda admiración y cariño. Para mi gusto, la segunda mejor historia de DeMatteis con el personaje después de La Última Cacería, de nuevo el uso de bocadillos de pensamiento alcanza un nivel de profundidad superlativo, planteando el relato un drama de toques shakespearianos con Kane viendo traicionado su amor, con un detective que intenta hacer justicia en un mundo lleno de peligros y un Ben que encuentra a su amada Janine en la más improbable de las circunstancias.
Con DeMatteis fuera de El Asombroso, parecía que la relación de amor entre autor y personaje se terminaba pero no fue así. Todavía en 1995 vería la luz el cross-over Batman/Spiderman con dibujos de Mark Bagley que juega bien a la dualidad entre los traumas de ambos personajes aunque la elección de Matanza como villano es más que cuestionable, la vedad. En 1996, DeMatteis, Mike Zeck y Bob McLeod publicaban la secuela de Los Años Perdidos: Redención. Inferior a la historia que la precedía pero aun así un cómic también a reivindicar, Redención se sitúa en el presente y muestra un conflicto más simple pero muy efectivo en el que Kane busca venganza por lo ocurrido en Los Años Perdidos mientras que Ben intentará proteger a Janine a toda costa.
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(¿Por qué a nadie se le ocurrió reeditar esos cómics cuando Ben Reilly volvió a la continuidad como héroe en El Asombroso Spiderman hace unos pocos años? Ahora que Ben es un villano amnésico y Janine un monstruo enajenado, las posibilidades de poder leer en nuevos formatos estas dos miniseries, se antoja misión imposible).
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Y en 1997, con la saga del clon terminada, DeMatteis volvería a la oficina arácnida, en este caso retornando a El Espectacular Spiderman. DeMatteis se encargó del #200 y haría lo mismo con el #250 en una etapa de 20 números acompañado por Luke Ross y que, de nuevo, no ha recibido el cariño que merece. DeMatteis es el guionista que, durante los primeros años de su resurrección, mejor aprovecha el regreso de Norman Osborn, convirtiéndole en el dueño del Daily Bugle. En este conjunto de números, el escritor bascula con maestría entre el drama/intriga con todo lo relacionado con Osborn, y el humor con personajes desternillantes como el Canguro. La etapa, también de difícil reedición, contiene números brillantes como el #241, el que sienta las bases del mundo de Peter Parker post-clones entendiendo muy bien quién es y qué representa Spiderman; y sobre todo el #250, Ciudadano Osborn, donde el villano se reubica como la archinémesis del lanzarredes y finaliza su toma de control del Bugle. Es difícil pensar en el Osborn de Bendis o Warren Ellis si DeMatteis no hubiera escrito al personaje como lo hizo en esta etapa.
El que sería el canto del cisne de DeMatteis con el personaje o su última buena historia, se publicaría en 1998 como inicio de la cabecera Webspinner: Tales of Spiderman. Tres números con ilustraciones de Michael Zulli centrados en Misterio.
En el siglo XXI, la figura de DeMatteis ha vuelto de forma recurrente a las series arácnidas aunque casi siempre fuera del foco que suponen las principales cabeceras. En 2013, el guionista es invitado a escribir una historia corta en El Asombroso Spiderman #700. Pensada (irónicamente, viéndolo con perspectiva) como despedida final del escritor con su personaje fetiche, no es un relato que deje poso. Al contrario que su historia en 2008 para Amazing Spiderman Family. Brand New Day #1 en la que recontaba lo acontecido en la vida de Peter las 48 posteriores a la muerte del tío Ben.
El resto de cómics de DeMatteis son poco memorables aunque siempre bien escritos. La miniserie Ben Reilly Spiderman (5 números, 2022) en la que hacía las portadas Steve Skroce (¡bien!) y tenía de villano a Spidercida (¡mal!). Una historia del Spiderman-Kraven dialogando un plot de Dan Slott y dibujado por su viejo compañero Bob McLeod en Edge of Spider-verse #5 (2022). Tenemos también el intento fallido de retomar temas y personajes de La Última Cacería en Spiderman: La cacería perdida de Kraven (5 números, 2022-2023), y la recién publicada en España La Sombra del Duende Verde (4 números, 2024). Por último, también en 2024, DeMatteis ha unido fuerzas con Elena Casagrande en una de las historias contenidas en Spiderman: Black Suit and Blood #1.
45 años de cómics de Spiderman avalan a uno de sus más distinguidos guionistas y que esperamos podamos seguir disfrutando muchos años más.