12 poemas de Juana Bignozzi

*** Nocturno la luz de mis amigos en las cenas en mi ciudad el perro de Anouilh que siempre aúlla para mí casas de barrio a oscuras cazadores de lavabos de estación mi amiga comprándome vino en el kiosco un avión esperando para encender los motores *** La vida plena A algunos les han quitado... Leer más La entrada 12 poemas de Juana Bignozzi aparece primero en Zenda.

Mar 19, 2025 - 06:51
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12 poemas de Juana Bignozzi

Juana Bignozzi fue una poeta nacida en Buenos Aires en 1937. Aficionada desde pequeña a la poesía, obtuvo reconocimientos como lectora en la escuela primaria. A los veinte años trabajó como periodista, se relacionó con varios intelectuales reconocidos y formó parte del grupo poético El pan duro creado por Juan Gelman en 1955. En 1974, cuatro años después de contraer matrimonio, se radicó en Barcelona, donde trabajó como traductora y continuó su carrera literaria. Entre sus libros más destacados están Los límites (1960), Tierra de nadie (1962), Regreso a la patria (1989), Mujer de cierto orden (1990), Interior con poeta (1993) o La ley tu ley (2000). Es una de las poetas esenciales del panorama argentino contemporáneo. Entre los galardones obtenidos se destacan el Premio Municipal de Poesía en el año 2000 y el Premio Konex por el quinquenio 1999-2003. Reside en Buenos Aires desde el año 2004. Murió en Buenos Aires en 2015. En 2019 la poeta y narradora Mercedes Halfon, junto con Laura Citarella, realizaron el documental Las poetas visitan a Juana Bignozzi.

***

Nocturno

la luz de mis amigos en las cenas en mi ciudad
el perro de Anouilh que siempre aúlla para mí
casas de barrio a oscuras cazadores de lavabos de estación
mi amiga comprándome vino en el kiosco
un avión esperando para encender los motores

***

La vida plena

A algunos les han quitado las ganas de hablar,
pasan mudos por el amor, aman perros vagabundos
y tienen una piel tan sensible
que nuestros pequeños saludos cotidianos
pueden producirles heridas casi de muerte.
Nosotros, seres amables e inofensivos,
miramos los gatos enfermos, las mujeres con collares
que pasan por la calle
y sentimos un desamor agradable,
casi suficiente.

***

Domingo a la tarde

Cuando se sientan frente a frente
amores imposibles, quincallería amistosa,
tipos que se atrevieron y esa mujer intensa
que lleva augurios a felicidades que nunca entenderá,
la buena gente desecha las malas palabras,
la buena gente dice todos tienen posibilidades en la vida,
sienten crecer su amor por esa mujer intensa,
tan sola, que vivirá siempre detrás de una ventana
y todo lo que le ofrecen está demasiado azucarado.

***

Luz de gas

Todos pudimos apagar y encender las hogueras
digamos, las luces
los más inconscientes lo hicimos
pero yo pregunto
quién tuvo la valentía de verlas agonizar
y siguió hablando moviéndose
pensando en las celebraciones
sonriendo ante las consecuencias del cambio de estación
la luz que agoniza era una obra que amaba mi madre
en su fantasía del teatro
pero aquí no habrá salvadores
lúcidos detectives jóvenes enamorados
sólo héroes que miran cómo agonizan
y simulan vivir una vida
¿quién la llamó vida?
sin revolución

***

en otra vida yo miraba desde la ventana de un bar
cómo la tormenta aplastaba las flores azules contra los cordones
contra las paredes
y por ese momento único de la juventud que dura muy poco
supe que nunca olvidaría esa escena en que nada aparecía
de lo que amaba me interesaba o temía
ni novios ni odios ni otros poetas ni revistas de opinión ni
secretarios de barrio ni amigos imbuidos de una colonizada cultura pavesiana
sólo las flores azules y la lluvia
recuerdo el nombre del pueblo la hora y esa lluvia
que nunca en las décadas que siguieron confundí con alguna otra

***

En realidad lo que yo quisiera en la vida
es ofrecer fiestas
vivir alguna sustitución de la libertad
extender la mesa recibir a ciertos superficiales
emborracharme con los entrañables
o tal vez con ese hermano único inhallado
la hermana imaginaria el fantasma de las madrugadas
revivir cuadros perfectos sobre los que ha crecido el yuyo
y saber que de esta tierra en invierno quedará
un disco que seguirá cantando en la casa vacía
el teléfono que seguirá llamando a oscuras

***

Chau

Había un mundo infalible para escribir poemas intensos
los mitos más cursis eran palabra santa
las despedidas en los puertos, los parques bajo la lluvia
el lento manoseo entre infidentes
la falacia de la noche
la magia de hablar en bares casi desiertos
rodeados de sillas apiladas sobre las mesas
niños que nunca aprendieron las respuestas
muchachas crepusculares
que repartían flores de piedra entre borrachos de prestigio
y nunca pensaban en el principio
les bastaban los finales como éste

***

Barcelona – Lyon

a mi edad la gente encuentra finalmente
una casa fija y un lugar claro en su generación
habla de amigos y bares muertos de ex maridos
y no de visitas a amigas dispersas por el mundo
de la misma explicación con el mismo hombre
a esta edad se debe llegar a un país a un partido
y no a estos viajes
en trenes nocturnos con cambios en la frontera

***

Giro 1937

al final de cada etapa
en un atardecer inamovible
reaparecen los animalitos de la ternura
a través de tantas carreras
el material de sus cuerpos ha cambiado
de la fragilidad a la dureza
otros dicen
de la calidad común a la preciosa
lo que nadie cuestiona es su resistencia

***

XVII

veo la película de medianoche
noche de lobos
en cada una de mis despedidas aumentan los niños
confunden los horarios de los vuelos
los que en mi recuerdo eran duros hombres se presentan
con transparentes vestimentas
que todos intentamos disimular
esta película de terror que veo a medianoche
empieza a parecerse a algunas de mis fotos personales

***

cuando las plantas se secan en las casas
no vale la pena comprar cactus
espinas sobre las espinas
ni cambiar de música
lo sonidos que las secan
son los que elegimos para estar juntos

***

siempre moriremos lejos
de una persona de una ciudad
los regresos son ilusiones que engañan

siempre moriremos lejos

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