“Una hamburguesa se va a convertir en producto de lujo”: por qué la carne está cada vez más cara y va a ir a peor

En España no solo preocupa el precio del aceite de oliva, el café, y el cacao o, como rebote de la crisis estadounidense, los huevos. Puede que ya te hayas dado cuenta al revisar los tickets de tus últimas compras y comidas fuera de casa: la carne ha disparado su coste en los últimos meses y no hay previsiones de que bajen los precios. Al contrario; los profesionales advierten de que la inflación del vacuno va a ir a peor, y la culpa la tiene un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda. Es una problemática que todavía puede haber pasado desapercibida en la población general, pero está muy cadente en el sector, como se pudo comprobar recientemente en la última edición del HIP, el gran congreso profesional del sector Horeca. Sacaba el tema a colación en LinkedIn hace unos días Alejandro Herm, CEO de Goiko, señalando unas cifras que tilda de dramáticas: el coste de la carne de vacuno se ha elevado un 30% en los últimos meses, habiéndose duplicado ya en apenas dos años. Lo confirmaba también Jorge Castelló, CEO de Carpisa Foods, gran empresa referente en el sector cárnico en España y Europa, especializada en el envasado y suministro de vacuno para grandes marcas de restauración y los principales grupos de distribución del país, como Mercadona. En una entrevista a El Economista, en la que analiza la situación del mercado, señala que el coste de la carne ha aumentado entre un 65% y un 70% desde enero de 2024 como producto de una inflación disparada en el sector. Por qué la carne de vacuno no deja de subir  Ambos profesionales apuntan los mismos culpables: un descenso acusado de la oferta paralelo al crecimiento de la demanda. Sencillamente, no hay tantas cabezas de vacuno disponibles para satisfacer las necesidades que reclama el mercado nacional e internacional. Es la vieja ley de la oferta y la demanda que provoca un encarecimiento de los precios. Por qué hay escasez de carne si cada vez se compra y consume más es otra cuestión que responde a diferentes causas, y sin solución a corto o medio plazo. En primer lugar, el sacrificio de numerosas cabezas de ganado en años recientes, provocado en parte por la pandemia, en parte por unos costes de producción que se incrementaron debido al alto coste del pienso y la energía, la caída de precios de la leche, etc. Recuperar esas pérdidas de animales no es fácil ni rápido; por mucho aumento de la demanda que haya de carne, se tardan años en disponer de vacas aptas para su sacrificio y venta. “No hay animales disponibles porque el campo está vacío y esta situación va a tardar en recuperarse”, confirma Castelló; “No se han repuesto los animales sacrificados y habría que invertir muchos recursos para repoblar el campo por los altos precios”. Hay pocas vacas para tanta demanda de carne, y criarlas sale cada vez más caro Invertir en cabezas de ganado para generar un stock a largo plazo tampoco es fácil para los productores, que tienen que comprar animales a precios muy altos. Los gastos derivados de la actividad ganadera siguen, además, incrementándose, apareciendo nuevas trabas con los cambios en la legislación nacional e europea para adaptarse a los objetivos de política medioambiental, la subida del salario mínimo interprofesional, etc. “Animales siempre va a haber, pero cada vez serán más caros por las regulaciones de bienestar y todas las normas que nos llegan de Europa que van a aumentar un coste de producción que habrá que repercutir al consumidor final”, avisa el CEO de Carpisa. Una situación que, además, solo puede empeorar a medida que aumente la población mundial y otros grandes mercados, como China, empiecen a demandar carne europea. Y todo ello empañado con la falta de relevo generacional en el sector primario, que dificulta aún más la actividad ganadera. En Directo al Paladar Las vacas contaminan una barbaridad, pero estos científicos han logrado que lo hagan un 40% menos Un futuro que pinta mal para el consumidor Expertos alertan de una “emergencia nacional” que convertirá la hamburguesa en un producto de lujo Ya lo apuntaba Carpisa: el consumidor final será el que pague el pato de esta escalada de precios. En opinión de Hermo, alimentos como un solomillo o incluso una simple hamburguesa se van a convertir en productos de lujo, tanto a la hora de comprar en carnicerías y supermercados, como en la carta de restaurantes y cafeterías. El sector hostelero, que ya tiene que ajustar los precios al máximo con los aumentos de gastos, “muy a su pesar se ve abocada a subir precios por pura supervivencia, en un entorno de gasto contenido”, sentencia. El CEO de Goiko opina, además, que este panorama pinta una situación que apunta a “emergencia nacional”, al limitar el acceso a gran parte de la población a una proteína básica tan importante tanto a nivel nutricional como económica. La solución que revierta el proble

Mar 24, 2025 - 18:17
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“Una hamburguesa se va a convertir en producto de lujo”: por qué la carne está cada vez más cara y va a ir a peor

“Una hamburguesa se va a convertir en producto de lujo”: por qué la carne está cada vez más cara y va a ir a peor

En España no solo preocupa el precio del aceite de oliva, el café, y el cacao o, como rebote de la crisis estadounidense, los huevos. Puede que ya te hayas dado cuenta al revisar los tickets de tus últimas compras y comidas fuera de casa: la carne ha disparado su coste en los últimos meses y no hay previsiones de que bajen los precios. Al contrario; los profesionales advierten de que la inflación del vacuno va a ir a peor, y la culpa la tiene un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda.

Es una problemática que todavía puede haber pasado desapercibida en la población general, pero está muy cadente en el sector, como se pudo comprobar recientemente en la última edición del HIP, el gran congreso profesional del sector Horeca. Sacaba el tema a colación en LinkedIn hace unos días Alejandro Herm, CEO de Goiko, señalando unas cifras que tilda de dramáticas: el coste de la carne de vacuno se ha elevado un 30% en los últimos meses, habiéndose duplicado ya en apenas dos años.

Lo confirmaba también Jorge Castelló, CEO de Carpisa Foods, gran empresa referente en el sector cárnico en España y Europa, especializada en el envasado y suministro de vacuno para grandes marcas de restauración y los principales grupos de distribución del país, como Mercadona. En una entrevista a El Economista, en la que analiza la situación del mercado, señala que el coste de la carne ha aumentado entre un 65% y un 70% desde enero de 2024 como producto de una inflación disparada en el sector.

Por qué la carne de vacuno no deja de subir 

Ambos profesionales apuntan los mismos culpables: un descenso acusado de la oferta paralelo al crecimiento de la demanda. Sencillamente, no hay tantas cabezas de vacuno disponibles para satisfacer las necesidades que reclama el mercado nacional e internacional. Es la vieja ley de la oferta y la demanda que provoca un encarecimiento de los precios.

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Por qué hay escasez de carne si cada vez se compra y consume más es otra cuestión que responde a diferentes causas, y sin solución a corto o medio plazo. En primer lugar, el sacrificio de numerosas cabezas de ganado en años recientes, provocado en parte por la pandemia, en parte por unos costes de producción que se incrementaron debido al alto coste del pienso y la energía, la caída de precios de la leche, etc. Recuperar esas pérdidas de animales no es fácil ni rápido; por mucho aumento de la demanda que haya de carne, se tardan años en disponer de vacas aptas para su sacrificio y venta.

“No hay animales disponibles porque el campo está vacío y esta situación va a tardar en recuperarse”, confirma Castelló; “No se han repuesto los animales sacrificados y habría que invertir muchos recursos para repoblar el campo por los altos precios”.

Hay pocas vacas para tanta demanda de carne, y criarlas sale cada vez más caro

Invertir en cabezas de ganado para generar un stock a largo plazo tampoco es fácil para los productores, que tienen que comprar animales a precios muy altos. Los gastos derivados de la actividad ganadera siguen, además, incrementándose, apareciendo nuevas trabas con los cambios en la legislación nacional e europea para adaptarse a los objetivos de política medioambiental, la subida del salario mínimo interprofesional, etc.

“Animales siempre va a haber, pero cada vez serán más caros por las regulaciones de bienestar y todas las normas que nos llegan de Europa que van a aumentar un coste de producción que habrá que repercutir al consumidor final”, avisa el CEO de Carpisa. Una situación que, además, solo puede empeorar a medida que aumente la población mundial y otros grandes mercados, como China, empiecen a demandar carne europea. Y todo ello empañado con la falta de relevo generacional en el sector primario, que dificulta aún más la actividad ganadera.

Un futuro que pinta mal para el consumidor

Expertos alertan de una “emergencia nacional” que convertirá la hamburguesa en un producto de lujo

Ya lo apuntaba Carpisa: el consumidor final será el que pague el pato de esta escalada de precios. En opinión de Hermo, alimentos como un solomillo o incluso una simple hamburguesa se van a convertir en productos de lujo, tanto a la hora de comprar en carnicerías y supermercados, como en la carta de restaurantes y cafeterías. El sector hostelero, que ya tiene que ajustar los precios al máximo con los aumentos de gastos, “muy a su pesar se ve abocada a subir precios por pura supervivencia, en un entorno de gasto contenido”, sentencia.

El CEO de Goiko opina, además, que este panorama pinta una situación que apunta a “emergencia nacional”, al limitar el acceso a gran parte de la población a una proteína básica tan importante tanto a nivel nutricional como económica.

La solución que revierta el problema no es sencilla ni rápida. Hermo apuesta por la creación de un plan nacional urgente que debe partir desde el propio Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en consonancia con las administraciones locales y europeas, para garantizar la autosuficiencia nacional y estimular al sector, con incentivos y limitando lo máximo posible las trabas. Además, cree que se deben evitar o limitar las exportaciones “subvencionadas” a los países de fuera de la Unión Europea, apuntando quizá a un sistema de cuotas o aranceles, aprovechando la coyuntura internacional.

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Si tras aplicar un hipotético plan o posibles medidas de incentivo, el sector ganadero nacional o comunitario demuestra ser incapaz de hacer frente a la demanda de carne, Hermo sugiere comprar a terceros países que sí dispongan de una oferta apta para su importación, quizá en Sudamérica, donde la oferta de carne de vacuno es muy alta y los precios mucho más contenidos.

Precisamente en relación al reciente acuerdo con Mercosur, Castelló comenta que, por ahora, la carne de vacuno importada en Europa procedentes de estos países sudamericanos apenas llega actualmente al 1-2%, por lo que, de momento, no afecta a la complicada situación que vive la UE. “Inicialmente no nos va a afectar o lo que puede impactar es tan mínimo que no nos preocupa”.

En lo que coinciden los expertos del sector, y así lo confirman las cifras relativas a la compraventa y consumo de carne en nuestros mercados, es que la demanda de vacuno no deja de aumentar. Y nos van a faltar muchas vacas para tanto amante de la hamburguesa y el chuletón.

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La noticia “Una hamburguesa se va a convertir en producto de lujo”: por qué la carne está cada vez más cara y va a ir a peor fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .