#ZNCine – Especial Tierra de nadie, de Albert Pintó
Analizamos Tierra de nadie entrevistando tanto a su director, Albert Pintó, como a los productores Álvaro Ariza y María Luisa Gutiérrez.



Dirección: Albert Pintó.
Guion: Fernando Navarro
Música: Sara Cáceres Huerta.
Fotografía: David Acereto.
Reparto: Luis Zahera, Karra Elejalde, Jesús Carroza, Vicente Romero, Damián Alcázar, Paco Mora, Antonio Gil, Antonio Gómiz, Paula Díaz, Emilio Palacios, Tamara Casellas, Mona Martínez, Jero Medina.
Duración: 101 minutos.
Productora: Esto También Pasará, Glow, RTVE, Canal Sur.
Nacionalidad: España.
El gallego, el vasco y el depositario judicial
«Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere.» Elbert Hubbard
No cabe duda de que el thriller español vive un buen momento. Ya sea en la pequeña pantalla o en salas de cine, no son pocos los productos que gracias a su espectacularidad y buen hacer han enganchado a millones de espectadores. Aunque dichas producciones no puedan contar con la ingente cantidad de dinero que se mueve en Hollywood, los ajustados presupuestos son manejados con mimo. La pregunta es ¿cómo poder competir con esos gigantes transatlánticos que desembarcan en nuestras carteleras semanas sí y semanas también? La respuesta puede parecer simple, pero no es ni mucho menos sencilla. Utilizando un contexto de sobra conocido, inspirándose en hechos reales, se consigue que un mero entretenimiento ofrezca un poso de reflexión difícilmente superable. Si La infiltrada hizo lo propio con el terrorismo de ETA, Tierra de nadie está ambientada en la, cada vez mayor, red de narcotráfico que asola la costa gaditana.
Álvaro Ariza, natural de Barbate, puso todo el empeño del mundo en que Tierra de nadie viera la luz. Pese a que el productor hubiera dejado tierras andaluzas mucho tiempo atrás, sentía una pulsión imperiosa de hacer una película que mostrase las miserias de esta industria clandestina. Las mafias internacionales han hecho suyo el sur peninsular con el fin de construir su propio tablero de juego. Cualquier peón es susceptible de ser eliminado. Fernando Navarro fue el encargado de dar forma a un libreto que acabaría llegando a las manos de Albert Pintó. El director de Malasaña 32 hace años que se ha convertido en todo un especialista en el género de acción. Así lo demuestran sus diversas incursiones en Netflix: La casa de papel, Sky rojo o Nowhere.
El cineasta catalán, que no oculta haberse forjado con el cine de los noventa, no se limita a poner el foco en la acción, sino que pone en valor la relación entre personajes. Así, la amistad entre su dispar trío protagonista funciona a modo de eje principal sobre el que gira el argumento de la película. Luis Zahera (As bestas), Karra Elejalde (Mortadelo y Filemón contra Jimmy El Cachondo) y Luis Carroza (Modelo 77) forman un tridente interpretativo de muchos quilates. El primero de ellos da vida a un íntegro capitán de la Guardia Civil que, siendo testigo de la corrupción que le rodea, siente que todo se va al garete. Por su parte, el actor vitoriano encarna a un traficante que, ante el empuje de las mafias internacionales, se da cuenta de que su territorio está en jaque. Por último, Carroza se mete en la piel de Benito “el Yeye”, un depositario judicial que se encuentra entre la espada y la pared. Presionado por unos y por otros, su vida acabará estando en serio peligro. La amistad entre los tres personajes en este western moderno puede recordar, vagamente, a Mystic River. El coctel Tierra de Nadie se completa con unas gotas de Sicario, unos gramos de El bueno, el feo y el malo y un aderezo de La isla mínima.
Pero no solo de Zahera, Elejalde y Carroza vive esta película. Del resto del reparto cabe destacar a tres intérpretes que ya coincidieron en La novia gitana. Vicente Romero (enorme, como viene siendo habitual en su carrera), Mona Martínez y Emilio Palacios tienen su espacio al igual que Paula Diaz y Tamara Casellas, parejas del Yeye y El Gallego respectivamente. En el otro lado del ring, surgen las amenazantes figuras de Jero Medina y el gran Damián Alcazar, verdaderos villanos de la historia que hacen pasar las de Caín al trío protagonista.
Más allá de la experiencia de Pintó y el extraordinario reparto, Tierra de nadie cuenta con una estupenda fotografía del camarógrafo David Acereto que retrata con acierto el crepúsculo de la jornada y la belleza de las marismas. Al impecable aspecto visual, mención aparte la espectacular escena cargada de tensión en El Puente de la Pepa, la banda sonora no se queda atrás. Sara Cáceres Huerta es la responsable de una partitura que encaja como un guante dependiendo del momento de metraje en el que nos encontremos. Cuando la naturaleza gana protagonismo, y la acción desaparece, la música acompaña íntimamente, evocando tiempos pasados que, inevitablemente, fueron mejores.
Tierra de nadie es una admirable cinta que, para ser disfrutable en su totalidad, ha de verse en pantalla grande. Solo así, en salas de cine, podréis gozar con una película que, resultando muy nuestra, no desmerece en absoluto a cualquier blockbuster procedente del otro lado del charco. Asentado en el género, Albert Pintó tiene a sus órdenes a un auténtico all-star interpretativo. La envidiable química entre ellos así como el triste contexto real en el que tiene lugar el desarrollo de la historia, hacen el resto.
ENTREVISTA A ALBERT PINTÓ, MARÍA LUISA GUTIÉRREZ Y ÁLVARO ARIZA
Gracias a Bowfinger International Pictures S.L, tuvimos el placer de ver Tierra de nadie, en pantalla grande, una semana antes de que esta fuese estrenada en el circuito comercial. No solo eso, sino que se nos facilitó la posibilidad de entrevistar a Albert Pintó al día siguiente en un marco incomparable. La cita se produjo en la Universidad de Deusto (donde quien escribe estas palabras estudió y, años más tarde, contrajo matrimonio con la mujer de su vida). El pasado viernes 21 de marzo tuvo lugar un coloquio sobre la realidad del narcotráfico en el que participaron el propio Albert, así como Ana Isabel Estévez, directora del Máster en Psicología General Sanitaria de Deusto, Andoni Piñeiro, del departamento de Educación, Miguel Ángel Rodríguez, director de los programas Fad Juventud, Rodrigo Oraá, jefe de Servicio Sanitario de Adicciones en la Red de Salud Mental de Bizkaia de Osakidetza y Juan Manuel González de Audikana, investigador de la universidad.
A pesar del trajín, el cineasta catalán nos atendió amablemente cinco años después de nuestro último encuentro con él. Sin embargo, en esta ocasión la entrevista tuvo premio. A la interesante charla se unieron dos productores que saborearon las mieles del triunfo en la última edición de los Premios Goya. Los ojos tanto de Álvaro Ariza como de Maria Luisa Gutiérrez brillaban con la ilusión de un niño en cada una de las respuestas. Hablamos de Tierra de nadie, hablamos de cine.
ZONA NEGATIVA (ZN): Un vasco, un andaluz y un gallego, puede parecer un chiste, pero son los protagonistas de la película. ¿Hasta qué punto era importante que tres actores de procedencias tan dispares como Karra Elejalde, Jesús Carroza y Luis Zahera formasen el núcleo central de Tierra de nadie?
ALBERT PINTÓ (AP): ¿Te contesto yo? Pues era muy importante. La verdad es que cuando me llega el guion de manos de Fernando Navarro y pensado por Álvaro, es una historia de tres personajes, tres adultos casi en su ocaso… Entonces necesitábamos a tres grandes actores y la verdad es que los principales para hacer eso en la mente de todos fueron Luis, Karra y Jesús, que son los mejores en lo suyo. Estamos seguros que son los mejores actores que tenemos ahora mismo en este país. Entonces, la decisión fue muy fácil y sí que a través de eso empiezas a reconstruir un poco el guion y a cambiar un poco el background de los personajes para que te encaje un poco su etimología.
Que al final todos sabemos que Luis es gallego y Karra es vasco pero, bueno, da igual. Todo el mundo se mueve, todo el mundo vive en un sitio distinto al que ha nacido y eso nos funciona para construir una película de amistad, en el fondo.
ZN: Has mencionado que Karra, Jesús y Luis son tres de los actores españoles más en forma del panorama nacional, pero ¿cuál es el estado actual de Albert Pintó?
AP: Como dirían los jóvenes, estoy en mi prime (risas). No lo sé, estoy feliz. Estoy en un momento bonito donde puedo escoger proyectos. Puedo trabajar con los mejores productores, con los mejores actores, escoger buenos guiones… Entonces, bueno, ya sabemos que en esta industria todo lo que sube, baja. No sabes cuánto va a durar, así que yo estoy feliz trabajando y me gusta contar historias y hasta que dure.
ZN: Mencionabais, tras la proyección, que hay que saber abrazar la frustración porque una cosa es la idea que tienes de la película antes de rodar, otra mientras la estás haciendo y la última tras el montaje final. ¿En qué cambió Tierra de nadie desde que se instaló en vuestra cabeza hasta que la película ha llegado a carteleras?
ÁLVARO ARIZA (AA): Yo creo que el tema de abrazar la frustración es cierto pero cuando estás más guion, cuando ruedas y cuando estás en sala de montaje. Para mí, cuando tienes, por ejemplo, la idea original de Tierra de Nadie, que haya evolucionado de esta forma como ha evolucionado de mano de profesionales y de maravillosos creativos… a mí ha sido más una satisfacción que una frustración, porque la evolución de la idea original, de dónde parte, a dónde nos va llevando el guion, a dónde nos va llevando una vez Albert también entra. Y luego, a nivel de producción, también. Al final con María Luisa Gutiérrez, que se despierta hoy por la mañana y quiere cortar El Puente de la Pepa, pues eso da un valor de producción que al final la película pues evoluciona un montón. Aunque he de decir que hubo un momento que la frustración, durante un mes, pudo conmigo. Fue el momento en que Fernando Navarro me dijo que quería hacer un western. ¿Qué quería decirme? ¿Que Karra Elejalde fuese a caballo? Y hasta que ya le dimos la forma y cuando vimos la película, dijimos «ostras aquí está el western que queríamos y aquí está el western que Albert también fomentó y aquí está esa evolución que, al final, el abrazamos creo que todos con cariño y con amor y con ilusión.
MARÍA LUISA GUTIÉRREZ (MLG): El ser humano tiende a idealizar las cosas que le pasan, pero, realmente, yo sé que Álvaro tuvo una frustración porque hubo un primer momento, cuando él cuenta la historia y cuando se la cuenta a Fernando, en el que él quería hacer una película de acción. No sé si tú te acuerdas (mira a Álvaro). Álvaro quería hacer una película de acción, quería que el traslado de la droga fuera desde Cádiz hasta Asturias, quería que llegaran los helicópteros, que los narcos tuviesen mayor peso… En definitiva, una película como muchísimo más grande. Y, entonces, hubo mucho debate entre Álvaro y Fernando, porque Fernando se la quería llevar un poco más a personajes más normales, a algo más cercano, menos americano, por decirlo de alguna manera, y algo más personal. Y esa evolución, que es natural, pues es verdad que genera frustración en los primeros momentos. Otra cosa es que al final llegues a la satisfacción que dices, Álvaro, que lo que ha quedado es mucho mejor que lo que en un principio se pretendía hacer. Y luego, frustraciones tenemos todos. Las tiene Álvaro, las tiene Albert y las tengo yo. Mi frustración, por ejemplo, es que yo no solo quería cortar el Puente de la Pepa. Yo quería que el coche cayera al agua y fue imposible (risas). No me dejaban porque se podían romper los cables y entonces había que cortar y dejar incomunicado Cádiz. No olvidemos que es una península y que tenía cortado el puente de Carranza por obras. Con lo cual, se quedaba incomunicado. Pero, por ejemplo, esa es una de mis frustraciones y estoy convencida de que Albert ha tenido muchísimas frustraciones durante el proyecto.
AP: Bueno, sí, pero como director aprendes a gestionar las frustraciones. Uno cuando piensa en la película, la planifica y se la imagina. Imagina unas cosas y después la realidad es otra, pero, al final, es lo que te digo, que tu imaginario te lleva hacia un sitio y ese sitio al llegar es distinto. Sin embargo, gracias a tener ese imaginario, has tenido un camino y una línea que seguir y eso es necesario. Es decir, no se puede andar un camino sin una meta, entonces da igual al final,
porque te ha ayudado a caminar. Entonces, bueno, estamos contentos con la película que tenemos y la verdad es que yo estoy súper orgulloso del trabajo que hemos hecho. Tierra de nadie ha sido una película muy complicada de rodar, con muchos exteriores… Te diría que el 95% de la película es en exteriores reales, no hemos construido sets ni nada. Queríamos estar en Cádiz, queríamos estar en la península, que la cámara retratara la realidad, el color, la luz, el sabor, el olor de Cádiz. Era muy importante para nosotros no hacer eso falso, no recrearlo, porque estas cosas se notan y yo creo siempre que lo extrafílmico se impregna en lo fílmico. Entonces, bueno, era una película dura de rodar en exteriores, pero creo que nos ha dado mucho Cádiz, mucho, muchísimo.
ZN: ¿Diríais que el rodaje en el Puente de la Pepa durante dos jornadas fue el reto más grande al que os enfrentasteis?
AP: No, fue uno de los retos a los que tuvimos que hacer frente cada día. Las marismas fueron muy duras también. Evidentemente, como director cojo y cuando empezamos a ver Cádiz y las localizaciones, yo que lo conozco menos, le pido a Álvaro y Álvaro insiste, «tienes que ir ahí, tienes que empaparte de la realidad». Empiezo a ver las localizaciones, los sitios, los espacios y digo «esta película tiene que acabar en las marismas». Inicialmente, la película terminaba en unos bosques y dije «a tomar por culo», esto tiene que pasar aquí, que es como la metáfora de la película. Una marisma, que no es ni mar ni es tierra, es las dos cosas y no es ninguna. Hay algo de Tierra de nadie, ¿no creeis? Rodar en las marismas pues no está pensado para que la gente ande por ahí. Tienes a unos actores corriendo, hundiéndose en el fango, con un equipo sudando y sufriendo para conseguirlo. Pero después todo eso está: el sufrimiento de los actores y de todo el equipo está. Y bueno, es un día más en las trincheras de muchos más días que fueron duros, pero creo que el resultado final ha quedado muy bien.
ZN: La peli tiene un aire de western crepuscular. Sin embargo, deja lugar para la esperanza. ¿Esto fue algo que tuvisteis claro desde el primer momento?
AA: Sí, a ver, Albert te puede responder mejor que yo a esto también, pero sí es cierto que hubo un momento cuando Albert cogió el guion y me llamó… que por eso digo que fue un flechazo. Has preguntado antes de la complejidad, y Albert te ha hablado del rodaje. Para mí, lo más complejo era tener un guionista como Fernando, un director de la talla de Albert y este casting. Ya luego dije, «¡a rodar!» (risas). Luego ya te ha dicho todos los marrones que se comió él. Pero lo complejo era eso, tener este equipo creativo. Pero con respecto a la esperanza, sí, Albert cuando leyó el guion me dijo una frase que me encantó y no puedo compartir porque entraría en terreno de spoilers (más risas). Hay muchas decisiones determinantes en la película, no digo más porque no quiero destripar nada, pero que nos lleva a abrazar la esperanza y a tener esa parte de luz, ya que hemos retratado un Cádiz de western, bajando esa luz que tiene ese sol, con un halo muy particular.
AP: A pie un poco de lo que dices, sí que es verdad que la película es agridulce pero porque es un blockbuster de autor, como me gusta a mí calificarlo. Es un thriller puro, pero también tiene drama. ¿Qué quiere decir eso? Queríamos hacer una película que lleve mucha gente al cine, que se lo pase bien, que la disfrute, pero que entienda el mensaje, que le llegue, que cale esta problemática que tenemos. Tampoco queríamos deprimir a nadie. La película en sí ya es muy… es lo que te digo, es el ocaso de unos personajes que están pasándolo mal, pero queríamos dar un poco de luz al final del túnel. Hay tres decisiones en la película y tres personajes que toman estas decisiones. Estamos contando que algunas de estas decisiones no están bien, no son correctas y llevan a caminos complicados, pero hay otras decisiones que están bien. Hemos intentado retratar muchos personajes satélites alrededor de la película que toman distintas decisiones ante esta problemática. Eso es la parte dulce de la película. Vemos que hay otras opciones a caer en la droga y a caer en el narcotráfico. La película, en ese sentido, es un poco optimista dentro de la cruda realidad, porque ya te he dicho que es un blockbuster y queremos que la gente vaya a ver la película, se lo pase bien y que tampoco se deprima.
ZN: Has comentado que entraste en el proyecto con el guion de Fernando Navarro sobre la mesa. La amistad entre sus tres protagonistas es la viga maestra de la película. ¿Esto estaba ya en el libreto original o fuiste tú quien logró que ganase mayor fuerza?
AP: Cuando leo el guión de Fernando y de Álvaro es verdad que quieren hacer una peli grande, una peli de acción y un thriller de tres personajes. Sí que es verdad que entro yo y, así como dice Marilu, ya se rebajó de una súper producción de acción a algo más contenido, más aterrizado, más español. Aún así llegué yo y dije «ya, pero aún lo vamos a hacer más humano, más de personajes y más pequeño». Así que creo que era importante que fuéramos conscientes de la película que hacíamos, que es una película que yo les dije, «va a haber acción, va a haber tiros, va a haber persecuciones, claro que eso está en el guión y lo vamos a hacer, pero no nos centremos en eso, vamos a centrarnos en los personajes». Entonces, bueno, lo llevo un poco más a ellos, empezamos a generar secuencias más humanas, más de relaciones. Para mí hay un «grosso» en el centro de la película que es de los tres personajes en un campo de fútbol demostrando su amistad que, para mí, era el núcleo de la película. Era necesario pasar por esa amistad para que después entiendas muchas cosas. Entonces sí que para mí había una intención muy fuerte de hablar de ellos tres como amigos y dejar a lado toda la acción que ya vendría.
ZN: Hace cinco años nos contaste que la peli que marcó tu vida fue La Roca. ¿Dirías que, de alguna manera, el recuerdo de aquella cinta estuvo presente en el rodaje de Tierra de Nadie?
AP: Sí, tío. ¿Cómo te acuerdas, eh? (risas) iempre, tío, siempre. O sea, yo con diez años vi La Roca, no te puedo decir El Padrino ni Tiburón. Es una pena, pero fue así. Y sí, obviamente, yo he crecido con el cine blockbuster de Estados Unidos: Dreamworks, Spielberg y sus amigos. Es el cine que me gusta, es el cine que he mamado y es el cine que quiero traer un poco aquí, a este país. Hacer películas para que la gente se lo pase bien como cuando siendo pequeño me lo pasaba bienn con ET, Indiana Jones y Regreso al Futuro. ¡Qué coño! Son películas maravillosas que, creo, hay que recuperar. De alguna manera, por eso te digo que intento hacer este blockbuster de autor. ¿Qué quiere decir esto? Pues conseguir hacer una película entretenida, que te lo pases bien, que esté bien rodada, que tiene pulso, que tiene tensión, que tiene thriller pero que, joder, pongámosle amor, pongámosle humanidad, y pongámosle personajes. El espíritu de hacer películas tiene que ser pensando en el público, pensando en ellos que son los que tienen que vivir la película, los que tienen que hablar de la película y los que tienen que sentir la película. El público es soberano, son los que van a decir si la película nos ha quedado bien o mal. Para mí es muy importante hacer películas pensando en ellos. Por eso, la película es para cines, para que la gente vaya al cine y la vea en pantalla grande, en comunidad. Está hecha para que el público hable de la película, salga del cine y siga hablando de la película y la recomiende porque es un evento social esta película. Vamos a intentar que Tierra de nadie funcione en salas, por favor.
ZN: Tierra de Nadie es una producción española y mexicana. Esto ha posibilitado que hayais contado con toda una institución en el país azteca como es Damián Alcazar (8 premios Ariel si he hecho bien las cuentas). En la película encarna a un capo sin escrúpulos. Tuvisteis claro que no queríais romantizar a su personaje pero, ¿os hubiera gustado que su peso en la peli fuese mayor?
AA: Nosotros con Damián Alcazar hemos trabajado en esta película y en otras. Tenemos una relación de amistad maravillosa. Como has dicho, no me ha extrañado que sea el actor con más premios de México, porque me parece que es un actorazo y, claro, nos encantaría que hubiese estado más y nos encantaría que la película (yo que la veo una y otra vez) durase mucho más tiempo de lo que dura pero porque me encanta la peli, ¿no? y me encantaría tener a Damián siempre. Pero, bueno, fue así y es lo que tenemos, pero yo creo que todos estamos muy contentos con su participación en la película y de Jero Medina, también, que nos parece un actor que está brutal.
AP: Bueno, sí que hay una intención de que salgan poco, en este caso, los narcotraficantes. Había una intención, desde dirección, de que la amenaza fuera un poco invisible. Es decir, si os fijáis, durante la mayor parte de la película, cuando son atacados o disparados, no ves de dónde vienen las balas. Siempre desde el punto de vista de nuestros protagonistas. Hay tiroteos, hay balas, pero, evidentemente, sabemos quiénes son porque los hemos mostrado, pero es muy invisible, porque también había una intención de, nos da un poco igual el origen de dónde venga esta amenaza.
Simplemente hay una amenaza y hay unas mafias. En este caso, en Tierra de nadie, se trata de la mafia mexicana, pero también puede ser colombiana, rusa, de millones de mafias que están habiendo. Lo importante no era centralizarlo en eso, sino era centralizarlo en los protagonistas que están sufriendo esa amenaza. De ahí que no tuvieran tanto peso, pero sí que es verdad que, con lo poco que salían, era muy importante que fueran notorias su aparición. En este caso, qué mejor que Damián Alcázar para que cuando salga en pantalla tú te quedes diciendo «madre mía, este es el malo», porque no lo vas a ver mucho más.
ZN: En su día nos comentaste que te gustaría adaptar La casta de los Metabarones. ¿Existe la posibilidad de que te veamos dirigiendo cienca ficción?
AP: Sí, sí, sí, yo quiero tocar todos los géneros Soy un director al que le gusta contar historias, me da igual el género del que sea. Me centro en las historias. No tenía pensado hacer una película en mi vida sobre el narcotráfico del sur de España, pero, de repente, llegaron Álvaro y Fernando con este maravilloso guion y dije «pues vamos, esta historia es maravillosa.» Estamos hablando de otros proyectos, de otros guiones, de otras historias que nunca habría pensado que haría, pero, en el fondo, no me ato ni me cierro a un género. Ya te digo, empecé con comedia negra, me pasé al terror, me pasé al survival, ahora estoy haciendo un thriller… Pues claro que sí me gustaría hacer ciencia ficción, aventura o cualquier cosa. Me gustan las películas y quiero hacer historias.
ZN: ¿Sigues escribiendo guiones?
AP: No me da mucho tiempo la vida. Yo creo que son dos artes distintas, las de dirigir y escribir. Dejo a los creativos y a los profesionales de la escritura y que me pasen guiones. Entonces sí que me gusta trabajar mucho los guiones. Como bien ha dicho Álvaro, me gusta estar muy dentro, involucrado, para hacer la historia mía, porque si no me la creo, no la puedo defender, pero sí que me gusta más coger historias que alguien ya ha pensado con su tiempo y su talento.
ZN: Por último, ¿qué les dices todos los lectores que están pensando ahora mismo si tienen que ir a ver Tierra de nadie al cine? ¿Qué se van a encontrar?
MLG: Bueno, yo creo que a los que les gusta el thriller van a ver un thriller, pero a los que quieran hacer un nivel de lectura más profundo, se van a encontrar muchos puntos de reflexión. Desde el estudio de la visión de los personajes femeninos que salen dentro de la película, que no lo hemos dicho, que quizás son secundarios pero son muy importantes, desde los propios protagonistas, que cada uno representa una realidad dentro de una sociedad que está en conflicto por el narcotráfico… y, la verdad, es que las sensaciones que ha tenido el público, que ya ha tenido la suerte de verla, han sido muy buenas. Con lo cual, yo creo que van a salir del cine no solo habiendo pasado un buen rato, sino que van a generar debate.
AA: Animar a la gente para que vaya al cine no solo a ver la película, sino a sentirla y a vibrarla. Disfrutadla. Desde el 28 de marzo solo en cines. A quien no le guste, yo le devuelvo la entrada pero estoy muy convencido de que va a gustar mucho.
AP: Por mi parte, yo que he hecho muchas series, muchas cosas para televisión, te digo y te garantizo que dirijo y ruedo distinto cuando hago una cosa pensando que va a ir en tele, que cuando va a ir en cine. Esta película la he rodado y la he diseñado, sonoramente y visualmente, pensado en sala grande. La experiencia no va a ser la misma si no la ven en cine, así que hay que ir al cine a ver la película.
MLG: Antes de cerrar, hay que poner en valor que tiene una banda sonora espectacular y una fotografía tremendamente visual. Además es fantástico porque, de verdad que cuando hacemos una proyección, en el coloquio las personas siempre lo comentan.
ZN: Muchas gracias a los tres.
AP, AA, MLG: Gracias a ti. Ha sido una entrevista muy bonita.