Este bar del aeropuerto de Barcelona está regentado por un robot que lo hace todo (pero no es tan 'cool' como parece)
Ya es impepinable que la Inteligencia Artificial está en todos lados. La gastronomía no está exenta y aparte de robots camareros y cocineros, ahora hay quien ha querido ir más lejos y proyectar un restaurante totalmente servido por autómatas. En esta materia, el Aeropuerto de Barcelona-El Prat ha dado un salto al futuro con la apertura de SELF, el primer restaurante completamente robotizado con inteligencia artificial en un aeropuerto en el mundo. Ubicado en la Terminal 1, junto a la puerta de embarque B24, este establecimiento de 137 metros cuadrados elimina por completo la necesidad de interacción humana: no hay camareros, cocineros ni cajeros, solo máquinas que se encargan de todo el proceso, desde el pedido hasta la entrega de la comida, así que más vale no tener ninguna petición demasiado especial que nos exija pedir favores. En Directo al Paladar La cafetería de Barcelona de moda entre curiosos e 'influencers' donde casi todo es en dos dimensiones Supuesta rapidez y eficiencia Detrás de este concepto está la empresa Areas, especializada en servicios de restauración en aeropuertos y autopistas. Con SELF, han querido ser un revulsivo de la forma en que comemos en zonas de tránsito, apostando por una combinación de automatización, inteligencia artificial y robótica para mejorar la rapidez y eficiencia del servicio, eso siempre que no falle algo. En teoría, el objetivo es reducir esperas y ofrecer una experiencia más ágil para los viajeros que tienen prisa, y ante tal propuesta pero la reacción del público ha sido de todo menos unánime. Muchos han quedado impresionados por la tecnología de SELF, donde las pantallas táctiles permiten hacer pedidos rápido y los platos se preparan automáticamente en la cocina robotizada. Sin embargo, no todos están cómodos con la idea de un restaurante sin empleados. En redes sociales, algunos viajeros han compartido vídeos con comentarios como que este tipo de establecimientos resultan un tanto extraños. “El bicho este da bastante impresión”, dice uno, reflejando la inquietud que genera esta nueva forma de consumir gobernada por robots. @elviajedeivan A mí esto me da mucho miedo la verdad

Ya es impepinable que la Inteligencia Artificial está en todos lados. La gastronomía no está exenta y aparte de robots camareros y cocineros, ahora hay quien ha querido ir más lejos y proyectar un restaurante totalmente servido por autómatas.
En esta materia, el Aeropuerto de Barcelona-El Prat ha dado un salto al futuro con la apertura de SELF, el primer restaurante completamente robotizado con inteligencia artificial en un aeropuerto en el mundo.
Ubicado en la Terminal 1, junto a la puerta de embarque B24, este establecimiento de 137 metros cuadrados elimina por completo la necesidad de interacción humana: no hay camareros, cocineros ni cajeros, solo máquinas que se encargan de todo el proceso, desde el pedido hasta la entrega de la comida, así que más vale no tener ninguna petición demasiado especial que nos exija pedir favores.
Supuesta rapidez y eficiencia
Detrás de este concepto está la empresa Areas, especializada en servicios de restauración en aeropuertos y autopistas. Con SELF, han querido ser un revulsivo de la forma en que comemos en zonas de tránsito, apostando por una combinación de automatización, inteligencia artificial y robótica para mejorar la rapidez y eficiencia del servicio, eso siempre que no falle algo.
En teoría, el objetivo es reducir esperas y ofrecer una experiencia más ágil para los viajeros que tienen prisa, y ante tal propuesta pero la reacción del público ha sido de todo menos unánime.
Muchos han quedado impresionados por la tecnología de SELF, donde las pantallas táctiles permiten hacer pedidos rápido y los platos se preparan automáticamente en la cocina robotizada.
Sin embargo, no todos están cómodos con la idea de un restaurante sin empleados. En redes sociales, algunos viajeros han compartido vídeos con comentarios como que este tipo de establecimientos resultan un tanto extraños. “El bicho este da bastante impresión”, dice uno, reflejando la inquietud que genera esta nueva forma de consumir gobernada por robots.

@elviajedeivan A mí esto me da mucho miedo la verdad