'Bufet libre' en CentroCentro: bocados muy sabrosos Fueradcarta

El tiempo, tanto el post-histórico como el meteorológico, nos incitan a la deriva pesimista, a las peroratas apocalípticas: 'Todo está fatal', 'estamos en la mugre', 'la caspa es tanta que podemos esquiar en ella', 'los museos están en decadencia de tanto rollo 'woke', 'no siento las piernas'. Y, sin embargo, de cuando en cuando aparece algo estupendo y faltan las palabras para elogiar sin sombra de duda. El día de la inauguración de 'Bufet libre' en CentroCentro, literalmente, estábamos apiñados. No era porque regalaran cervecitas o patatas fritas. Sencillamente, se trataba de una manifestación y no sólo una exposición de un contexto artístico vibrante y con ganas de no dejarse llevar por la inercia deprimente. Javier Díaz-Guardiola ha sabido hacer de la necesidad virtud y, en un espacio reducido o hasta 'endiablado', consigue mostrar eficazmente lo que supone el proyecto de Fueradcarta. En 2017, Patricia Mateo y José Luis López Moral ponen en marcha una colección dedicada a presentar a creadores contemporáneos: libritos de pequeño formato, casi carnets, en tiradas de cien ejemplares que contienen una obra original, al módico precio de veinte euros. Como declaran los editores, el objetivo es impulsar el coleccionismo, a partir de esas pequeñas obras de artistas contemporáneos y, al tiempo, ofrecer lo que llaman «un atlas del panorama artístico actual de nuestro país». Afortunadamente no hay ninguna voluntad 'enciclopédica', ni prolongan la retórica de lo archivístico, sino que se nutren de un contexto amistoso en el que no hay ningún filtro 'ortodoxo'. Hasta hoy han editado 71 libritos con el objetivo de llegar al centenar contando con la colaboración de artistas como Rafael Canogar, Santiago Ydáñez, Avelino Sala, Che Marchesi, Silvia Lermo, Roberto González Fernández, Cristina Toledo, David Trullo, Ángel Haro, Marta Barrenechea, Sandra Val ... Creadores de diferentes generaciones y estilos, desde maestros consagrados hasta jóvenes que comienzan a configurar su estética, cuidando siempre con cariño las ediciones, seleccionando primorosamente las imágenes. Tenemos aquí un panorama, parcial y apasionado, por recordar algunas de las notas distintivas de la crítica de arte según Baudelaire, de lo mejor que se está componiendo en una escena artística que, a pesar de todo, sigue en marcha. Si, como he indicado, en el acto inaugural no era posible otra cosa que entregarse al 'abracismo' y compartir la satisfacción por el merecido reconocimiento a esta iniciativa artístico-editorial, cuando se contempla, como he podido hacer ya en otras dos ocasiones, con calma la secuencia de los libritos y las obras en ese doble muro de CentroCentro, queda claro que es algo más que un 'divertimento'. Junto a la colección completa de Fueradcarta, Javier Díaz-Guardiola presenta piezas de una veintena de los autores que han participado en el proyecto. Se trata de piezas de pequeño formato, pero, me gustaría sugerirlo, especialmente 'sintéticas'. Me permito destacar la sublime foto de Paula Anta, el retrato de esa mujer que nos mira desafiante realizado por Ydáñez, el busto clásico sin semblante del anti-canon de Mateo Maté, esa inquietante abstracción de Verbis, la imagen del bolso de Teresa Moro o la extraordinaria mujer que pinta Juana González, una creadora que me apasiona. Si en un bufet suele servirse 'rancho' y la cantidad se impone sobre la calidad, en la presentación de Fueradcarta lo que tenemos son sabrosas 'delicatesen', obras y libritos que harán las delicias de los que todavía buscan algo hermoso y lúcido en el extraño sistema del arte. El lápiz que ha construido Isidro López Aparicio con menos de diez billetes de dólar alegoriza la inflación/deflación de lo artístico y, al tiempo, de la geopolítica. Gracias a un sencillo y efectivo muro lleno de atractivas y mínimas obras podemos disfrutar y escribir con un anómalo entusiasmo.

Mar 25, 2025 - 13:39
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'Bufet libre' en CentroCentro: bocados muy sabrosos Fueradcarta
El tiempo, tanto el post-histórico como el meteorológico, nos incitan a la deriva pesimista, a las peroratas apocalípticas: 'Todo está fatal', 'estamos en la mugre', 'la caspa es tanta que podemos esquiar en ella', 'los museos están en decadencia de tanto rollo 'woke', 'no siento las piernas'. Y, sin embargo, de cuando en cuando aparece algo estupendo y faltan las palabras para elogiar sin sombra de duda. El día de la inauguración de 'Bufet libre' en CentroCentro, literalmente, estábamos apiñados. No era porque regalaran cervecitas o patatas fritas. Sencillamente, se trataba de una manifestación y no sólo una exposición de un contexto artístico vibrante y con ganas de no dejarse llevar por la inercia deprimente. Javier Díaz-Guardiola ha sabido hacer de la necesidad virtud y, en un espacio reducido o hasta 'endiablado', consigue mostrar eficazmente lo que supone el proyecto de Fueradcarta. En 2017, Patricia Mateo y José Luis López Moral ponen en marcha una colección dedicada a presentar a creadores contemporáneos: libritos de pequeño formato, casi carnets, en tiradas de cien ejemplares que contienen una obra original, al módico precio de veinte euros. Como declaran los editores, el objetivo es impulsar el coleccionismo, a partir de esas pequeñas obras de artistas contemporáneos y, al tiempo, ofrecer lo que llaman «un atlas del panorama artístico actual de nuestro país». Afortunadamente no hay ninguna voluntad 'enciclopédica', ni prolongan la retórica de lo archivístico, sino que se nutren de un contexto amistoso en el que no hay ningún filtro 'ortodoxo'. Hasta hoy han editado 71 libritos con el objetivo de llegar al centenar contando con la colaboración de artistas como Rafael Canogar, Santiago Ydáñez, Avelino Sala, Che Marchesi, Silvia Lermo, Roberto González Fernández, Cristina Toledo, David Trullo, Ángel Haro, Marta Barrenechea, Sandra Val ... Creadores de diferentes generaciones y estilos, desde maestros consagrados hasta jóvenes que comienzan a configurar su estética, cuidando siempre con cariño las ediciones, seleccionando primorosamente las imágenes. Tenemos aquí un panorama, parcial y apasionado, por recordar algunas de las notas distintivas de la crítica de arte según Baudelaire, de lo mejor que se está componiendo en una escena artística que, a pesar de todo, sigue en marcha. Si, como he indicado, en el acto inaugural no era posible otra cosa que entregarse al 'abracismo' y compartir la satisfacción por el merecido reconocimiento a esta iniciativa artístico-editorial, cuando se contempla, como he podido hacer ya en otras dos ocasiones, con calma la secuencia de los libritos y las obras en ese doble muro de CentroCentro, queda claro que es algo más que un 'divertimento'. Junto a la colección completa de Fueradcarta, Javier Díaz-Guardiola presenta piezas de una veintena de los autores que han participado en el proyecto. Se trata de piezas de pequeño formato, pero, me gustaría sugerirlo, especialmente 'sintéticas'. Me permito destacar la sublime foto de Paula Anta, el retrato de esa mujer que nos mira desafiante realizado por Ydáñez, el busto clásico sin semblante del anti-canon de Mateo Maté, esa inquietante abstracción de Verbis, la imagen del bolso de Teresa Moro o la extraordinaria mujer que pinta Juana González, una creadora que me apasiona. Si en un bufet suele servirse 'rancho' y la cantidad se impone sobre la calidad, en la presentación de Fueradcarta lo que tenemos son sabrosas 'delicatesen', obras y libritos que harán las delicias de los que todavía buscan algo hermoso y lúcido en el extraño sistema del arte. El lápiz que ha construido Isidro López Aparicio con menos de diez billetes de dólar alegoriza la inflación/deflación de lo artístico y, al tiempo, de la geopolítica. Gracias a un sencillo y efectivo muro lleno de atractivas y mínimas obras podemos disfrutar y escribir con un anómalo entusiasmo.