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Así son las chucherías liofilizadas de Tiger: el snack del futuro que ya está arrasando
En el mundo de los snacks, siempre hay algo nuevo en el horizonte, pero lo que está captando la atención de todos ahora son las chucherías liofilizadas, un giro de guion que pocos esperaban en este ámbito, pues no termina de tener demasiado sentido a priori sacarle el agua a un producto que no es especialmente perecedero. Esto es: dulces y golosinas sometidas a un proceso de liofilización, que elimina el agua y conserva el sabor y los nutrientes, de forma muy compacta. El resultado es una textura, a menudo crujiente, pero también puede ser blando (en función de cada caso) y un sabor sorprendentemente intenso, ultraconcentrado, que está revolucionando la industria de los snacks. Aunque la liofilización no es una técnica nueva, sí lo es su aplicación a las golosinas. Este tipo de snacks tiene una ventaja clara: son ligeros, fáciles de transportar y tienen una vida útil mucho más larga que los dulces tradicionales. Esto los convierte en una opción perfecta para quienes buscan algo divertido y diferente en su picoteo, sin perder la calidad ni el sabor. En Directo al Paladar ¿De qué están hechas las gominolas? La respuesta correcta no es petróleo, ya te avisamos Las redes sociales, especialmente TikTok, han sido clave en la popularización de este tipo de golosinas. Vídeos virales muestran el proceso de preparación, el momento en que se prueba el dulce y las reacciones de los usuarios. De ahí, el fenómeno se ha expandido rápidamente, y hoy en día es común ver estos productos en tiendas online y físicos, con cada vez más opciones disponibles. Ahora ha sido la empresa danesa Flying Tiger, con su sección de snacks, que se ha atrevido a lanzar algunos sabores que ya son virales, entre los que se encuentran gominolas clásicas del mercado, en diferentes sabores y aromas, por un precio de unos 3 euros el envase. Destacan, por ejemplo, las nubes crujientes con sabor a vainilla, toda una declaración de intenciones en materia de una golosina que debería ser super blandita y no crujiente, y unos bocaditos de manzana mucho más vistos. "El sabor, hiper dulce" “Me encantaron, las moras están que ni te puedo explicar”, dice una usuaria. Ahora bien, tampoco convencen a todos, pues hay quien se queja de que “la textura es rara y el sabor hiper dulce”, una muy buena definición de lo que conlleva este proceso. @elviajedeivan Queréis que las pruebe??
En el mundo de los snacks, siempre hay algo nuevo en el horizonte, pero lo que está captando la atención de todos ahora son las chucherías liofilizadas, un giro de guion que pocos esperaban en este ámbito, pues no termina de tener demasiado sentido a priori sacarle el agua a un producto que no es especialmente perecedero.
Esto es: dulces y golosinas sometidas a un proceso de liofilización, que elimina el agua y conserva el sabor y los nutrientes, de forma muy compacta. El resultado es una textura, a menudo crujiente, pero también puede ser blando (en función de cada caso) y un sabor sorprendentemente intenso, ultraconcentrado, que está revolucionando la industria de los snacks.
Aunque la liofilización no es una técnica nueva, sí lo es su aplicación a las golosinas. Este tipo de snacks tiene una ventaja clara: son ligeros, fáciles de transportar y tienen una vida útil mucho más larga que los dulces tradicionales. Esto los convierte en una opción perfecta para quienes buscan algo divertido y diferente en su picoteo, sin perder la calidad ni el sabor.
Las redes sociales, especialmente TikTok, han sido clave en la popularización de este tipo de golosinas. Vídeos virales muestran el proceso de preparación, el momento en que se prueba el dulce y las reacciones de los usuarios. De ahí, el fenómeno se ha expandido rápidamente, y hoy en día es común ver estos productos en tiendas online y físicos, con cada vez más opciones disponibles.
Ahora ha sido la empresa danesa Flying Tiger, con su sección de snacks, que se ha atrevido a lanzar algunos sabores que ya son virales, entre los que se encuentran gominolas clásicas del mercado, en diferentes sabores y aromas, por un precio de unos 3 euros el envase.
Destacan, por ejemplo, las nubes crujientes con sabor a vainilla, toda una declaración de intenciones en materia de una golosina que debería ser super blandita y no crujiente, y unos bocaditos de manzana mucho más vistos.
"El sabor, hiper dulce"
“Me encantaron, las moras están que ni te puedo explicar”, dice una usuaria. Ahora bien, tampoco convencen a todos, pues hay quien se queja de que “la textura es rara y el sabor hiper dulce”, una muy buena definición de lo que conlleva este proceso.
@elviajedeivan Queréis que las pruebe??
