La Unión Europea Lanza su Propia Distribución de Linux: EU OS

La Unión Europea ha lanzado una ambiciosa iniciativa en el ámbito tecnológico con el desarrollo de un sistema operativo Linux denominado EU OS. Este proyecto tiene como objetivo satisfacer las necesidades específicas de las organizaciones del sector público de la UE, al tiempo que se adapta a las del sector privado. Esta iniciativa se destaca por su compromiso con la soberanía digital de la UE, reduciendo la dependencia de proveedores externos y creando un ecosistema digital seguro e independiente.

EU OS no es un sistema operativo completamente nuevo, sino que se basa en Linux, específicamente en una combinación de Fedora y KDE Plasma como entorno de escritorio. Este enfoque recuerda a proyectos anteriores como GendBuntu de Francia y LiMux de Múnich, ambos diseñados para estandarizar el uso de Linux en el sector público. La ventaja principal de EU OS radica en su enfoque en la estandarización, ofreciendo una base común que puede ser ajustada según las necesidades de diferentes organismos.

Según los responsables del proyecto, el principio de «dinero público – código público» es fundamental para asegurar que esta inversión pública brinde valor tanto al sector público como al privado. La ausencia de tarifas de licencia en EU OS promete reducir significativamente los costos, al tiempo que otorga a las organizaciones libertad ante el bloqueo de proveedores y la dependencia de un grupo selecto de desarrolladores de software.

Este sistema operativo también proporciona flexibilidad en la planificación de migraciones de software y actualizaciones de hardware, permitiendo la adopción de nuevas tecnologías a costos manejables tanto en términos monetarios como de tiempo. Sin embargo, ha surgido cierta crítica sobre la elección de Fedora como base, dado que es un proyecto estadounidense, a diferencia de otras opciones como openSUSE, respaldadas por organizaciones europeas.

La introducción del EU OS es vista como un paso positivo hacia la autonomía tecnológica de la UE, pero también pone de relieve la importancia de colaborar con actores regionales en futuras iniciativas tecnológicas. Esto no solo fortalecería la soberanía digital, sino que también fomentaría la innovación y el desarrollo dentro de Europa.
vía: It’s Foss News