La razón por la que la familia de Leli, la menor de 15 años desaparecida en Córdoba, pide ayuda desesperadamente para encontrarla

La desaparición de Leli reaviva la preocupación en Córdoba.

La angustia se ha instalado en el entorno de Araceli R. G., una adolescente de 15 años más conocida como Leli, que permanece en paradero desconocido desde el 18 de marzo. Esa mañana salió del centro de menores de Montoro (Córdoba), donde reside, con rumbo al instituto, pero nunca llegó. Sus pertenencias, incluido su teléfono móvil, quedaron atrás, lo que ha incrementado la inquietud sobre su paradero.

En Puente Genil, localidad cercana donde vive su familia, los vecinos se han volcado en la búsqueda. Se han organizado concentraciones para pedir colaboración ciudadana, y el caso ha movilizado tanto a allegados como a asociaciones. «No es la primera vez que se escapa del centro de menores», comenta un familiar, aunque advierte que esta vez el escenario es distinto. «Estamos muy preocupados porque en la otra ocasión se escapó para irse con su familia, pero ahora no sabemos nada de dónde puede estar», insiste.

Una búsqueda marcada por la incertidumbre.

La organización sin ánimo de lucro Plataforma Adonay, especializada en desapariciones, ha activado una alerta con los datos físicos de la menor. Según esta entidad, Leli mide 1,63 metros, tiene el pelo castaño claro, corto, y ojos marrones. Es de complexión delgada, lleva pendiente en la nariz y, en algunas ocasiones, utiliza gafas. Su imagen ya circula por redes sociales y medios locales, con la esperanza de que alguien pueda aportar una pista clave.

El silencio desde el día de su desaparición ha sido absoluto. Ningún amigo, familiar o conocido ha logrado contactar con ella o tiene idea de dónde podría estar. La familia insiste en que se trata de una situación alarmante, distinta a las anteriores ausencias voluntarias. El hecho de que no se llevara su móvil refuerza la preocupación por su seguridad.

La colaboración ciudadana, clave para encontrarla.

La Guardia Civil mantiene abierta la investigación y ha pedido a la ciudadanía que, ante cualquier información, se ponga en contacto con ellos o con los servicios de emergencias. El entorno de Leli continúa difundiendo su imagen con la esperanza de que alguien la reconozca o pueda aportar datos. La familia no cesa en su empeño por encontrarla y sigue apelando a la sensibilidad de la sociedad.

Mientras tanto, la comunidad de Puente Genil sigue mostrando su apoyo en cada concentración y cada mensaje compartido en redes. La desaparición de Leli ha puesto de nuevo el foco en la situación de los menores tutelados y en los protocolos de actuación cuando uno de ellos se ausenta. El tiempo pasa, y con él crece la urgencia de encontrar a la joven.