Lucas, de Andy y Lucas, se rompe la revelar el motivo por el que no se puede arreglar la nariz

Lucas González, entre la música y el quirófano

Lucas González, la mitad del popular dúo gaditano Andy y Lucas, atraviesa un momento complicado en su vida personal. A sus 41 años, y en plena gira de despedida junto a su inseparable compañero Andy, el cantante ha recibido un nuevo revés relacionado con su salud. Una operación de reconstrucción nasal que esperaba para este mes de abril ha sido pospuesta tras una revisión médica que no arrojó los resultados deseados.

Tal y como adelanta la revista ¡Hola!, la anterior intervención quirúrgica no tuvo el desenlace esperado debido a una recuperación deficiente. «No son buenas noticias, no ha sanado», señalaba María José, mánager y pareja de Lucas. Según el equipo médico, el proceso de cicatrización no ha terminado y no podrá someterse a la nueva cirugía hasta, como mínimo, octubre.

Una gira que no se detiene.

A pesar del bache, Lucas no tiene intención de alterar su calendario de compromisos profesionales. La gira Nuestros últimos acordes, con la que Andy y él dicen adiós a los escenarios tras veinte años de trayectoria, continuará tal y como estaba prevista. El próximo 3 de mayo actuarán en España antes de cruzar el Atlántico rumbo a Latinoamérica, cumpliendo con su promesa de despedirse de su público por todo lo alto.

Este compromiso con su música también quedó patente tras una de las pérdidas más dolorosas de su vida. Solo dos días después de la inesperada muerte de su hermano Pedro, Lucas cumplió con su cita en el escenario de Pamplona. Y el pasado fin de semana buscó refugio emocional en su familia, acudiendo con su mujer y sus hijos al Santiago Bernabéu para animar al Real Madrid.

Una transformación que se hizo viral.

La imagen de Lucas comenzó a llamar la atención en redes sociales tiempo atrás. Aunque en un primer momento el artista atribuyó su transformación a un cambio de hábitos, pronto se supo que se había sometido a una rinoplastia. La situación generó rumores y burlas, y finalmente Lucas decidió contar la verdad en televisión.

«Es la primera vez que voy a hablar sobre esto. Ha sido muy difícil de gestionarlo. Cuando salió la noticia una semana antes había pasado una Dana en Valencia y me sentí culpable porque habían fallecido muchas personas y se estaba hablando más de mi nariz», confesó con honestidad. El cantante aseguró sentirse avergonzado, especialmente por el impacto que esto tuvo en sus hijos: «Mis hijos van al colegio y les dicen cosas de mi nariz».

Errores que pesan.

Según explicó más adelante, los problemas con su nariz no fueron consecuencia directa de la cirugía, sino de su actitud durante la recuperación. «No hacía caso a los médicos, me quitaba la gasa del tirón y no cicatrizó como tocaba», reveló en El Hormiguero, con un tono autocrítico y sincero. Asumió la responsabilidad por el resultado estético que ahora intenta corregir con una nueva intervención.

Pese a todo, Lucas se muestra decidido a seguir adelante, aunque tenga que esperar varios meses más para cerrar esta etapa. Su historia es la de un artista que, aun desde la vulnerabilidad, no se esconde. Y que, incluso cuando la música se apaga, sigue mostrándose ante el público con la misma cercanía de siempre.