OSIRIS: EL DIOS DE LA MOMIFICACIÓN – Alejandra Izquierdo Perales

«Gloria a ti, oh Osiris (…) el Gran Dios en Abydos, rey de la eternidad y señor de lo eterno, el dios que pasa millones de años en su existencia (…). Como príncipe de los dioses y de los hombres has recibido el cayado y el flagelo [los símbolos de la realeza] (…). Gracias a […]

Apr 1, 2025 - 09:16
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OSIRIS: EL DIOS DE LA MOMIFICACIÓN – Alejandra Izquierdo Perales

«Gloria a ti, oh Osiris (…) el Gran Dios en Abydos, rey de la eternidad y señor de lo eterno, el dios que pasa millones de años en su existencia (…). Como príncipe de los dioses y de los hombres has recibido el cayado y el flagelo [los símbolos de la realeza] (…). Gracias a ti el mundo crece verde en triunfo». (Extracto del Libro de los muertos).

A la egiptóloga Alejandra Izquierdo Perales la conozco, de rebote, a través de internet. Hace un tiempo, viendo en YouTube un video en su canal Historia en 5 minutos acerca de una serie de Marvel titulada Caballero Luna (Moon Night), apareció otro video que me conducía a una página titulada Historia en 5 minutos, conducida por la misma persona que ya les he mencionado. Baste decir que desde entonces me convertí en seguidor acérrimo de sus videos pues en ellos, junto con su manera didáctica, amena y, por qué no decirlo, bastante «salá» de mostrar la historia y la mitología egipcia, a la vez demostraba un aplomo y una sapiencia en su campo de estudio difícil de encontrar actualmente en este mundo digital a la par que histórico en el que nos movemos. Así pues me congratulé cuando tiempo después encontré en las estanterías de una librería un trabajo suyo titulado: Osiris, el dios de la momificación, publicado por Editorial Dilema (2024), en el que trataba no solo sobre el mito de Osiris en concreto sino también su influencia en la religión egipcia y en su propia historia desde el Reino Antiguo hasta la llegada del propio cristianismo a las orillas del Nilo además de la influencia que este misterioso dios tuvo también en las riberas del Mediterráneo.

Como decía, el lector que se adentre en este libro ha de estar dispuesto a dejarse llevar por el  misterio y los ritos religiosos que envolvían al Rey del Mas Allá egipcio a la vez que dejarse fascinar por la cultura que su figura desprendía y del mismo abandonar ciertos convencionalismos o clichés que la Historia ha dejado en las orillas de nuestra memoria cual restos de un mal naufragio ya que Osiris no era un dios que solo podamos encontrar ubicado en el Otro Mundo, sentado enhiesto  en un trono presenciando su propio juicio final, es decir el llamado Juicio de Osiris, ya que esta divinidad era multifacética en la mentalidad egipcia pues además de encontrarse en el Reino de la Muerte y todo lo que ello compete, también se manifestaba como deidad de la fertilidad, presente en los ciclos de la naturaleza, las cosechas y la recolección o como símbolo de la propia monarquía:

[Osiris] establece con firmeza el orden en todo Egipto. Pone al hijo en el trono de su padre, alabado de su padre Geb, amado de su madre Nut […] heredero de Geb por la realeza de la Doble Patria. Al ver su perfección, ordenó que guiara al país hacia un destino dichoso (Himno a Osiris del Imperio Nuevo) (estela C286 del Louvre); y todo ello, claro está, representado no solo en templos y palacios repartidos por todo el Nilo sino también en las estrellas o animales mitológicos como el pájaro benu.

Osiris es, a mi modo de ver, el dios egipcio más complejo, misterioso y difícil de comprender debido sobre todo a que no solo se centra en un fin en concreto sino que igualmente aparece y desaparece a lo largo de la historia egipcia, y es por ello que la autora divide su trabajo en varios campos: 1) el mito de Osiris en sí, es decir su nacimiento y la traición sufrida por su hermano Seth, posteriormente enlazada con la búsqueda del cadáver por su amada Isis y Neftis por todo el Nilo; 2) debido al carácter mortuorio del mito su relación con todo lo relativo a los ritos funerarios, el proceso de momificación  y la identificación del muerto, ya sea persona principal o no, con el propio dios; 3) como el propio culto a Osiris ha evolucionado a través de los siglos y su influencia y transformación y sincretismo en los distintos Reinos y potencias extranjeras llegadas a Egipto a través de los siglos; 4) los símbolos de poder de Osiris y su influencia en las distintas facetas de la vida egipcia; 5) y finalmente los lugares de culto repartidos por todo Egipto y los distintos festivales que se realizaban para celebrar la muerte y resurrección de uno de los principales dioses del panteón egipcio.

El primer fogonazo, la primera imagen que nos viene a la mente cuando hablamos de Osiris es todo lo relacionado con el Mas Allá ya que debido a la traición de Seth y muerte, podemos considerar a Osiris como el primer ser momificado en el ámbito egipcio. Así pues es normal que Alejandra Izquierdo Perales, tras hablarnos del entorno mitológico en que se mueve esta compleja divinidad, comience a describirnos todo lo relacionado con los ritos funerarios de momificación. No nos hemos de olvidar que dicha momificación no es solo la preparación superficial del cuerpo del difunto sino que hemos de recordar que con esta preparación la persona se identifica plenamente con Osiris, o lo que es lo mismo dicho difunto se convierte en un Osiris y de esta manera poder recorrer correctamente los distintos pasos en su peregrinar por el Otro Mundo hasta llegar a la plena inmortalidad. Es en esencia todo un proceso de regeneración. La autora analiza con profusión, alejando errores manifiestos que existen en otras lecturas, como era el proceso de momificación, el tiempo que se tardaba en hacerlo, los ritos funerarios que se hacía en torno al cuerpo del difunto y sus  formas de pago (aquí me ha llamado la atención lo de la disposición de las vendas y como o bien eran aportadas por los familiares o por la propia institución mortuoria) y, finalmente, cómo eran los entierros y el proceso paso a paso que se realizaba para poder darle al difunto un primer paso correcto hacia el Mas Allá a la vez que tranquilidad a la familia del finado.

Como también les indicaba la importancia de Osiris se manifiesta a lo largo de los siglos y su influencia en los distintos reinos depende muchas veces de la relación que tuviera la sociedad egipcia con otro dios: Ra. Era como una balanza. Si el todo poderoso dios solar Ra, en la época que fuera ganaba influencia, Osiris (su contrapunto en la otra esfera) disminuía mientras que si en cambio los egipcios decidían otorgaban más preponderancia al conocido como “el  Primero de Occidente” entonces el culto osiriano gozaba de mayor protagonismo, tanto que por ejemplo en los tiempos ptolemaicos y romanos aparece reforzado con la figura sincrética de Serapis, y tanta influencia tendrá que su poder  irá más allá del propio Nilo. Osiris por tanto se adopta a los distintos pasos de la Historia, y por tanto asimila el poder y la figura de otros dioses ya fueran foráneos o traídos desde otras partes del Mediterráneo. Así pues es importante recordar en qué elementos, símbolos, cultos y ámbitos aparece Osiris. Evidentemente, lo primero,  es en todo lo relacionado con los ritos funerarios, la decoración del muerto ya sea en su propio cuerpo como en los ataúdes y sarcófagos o enterramientos, pero también en otros planos como en la naturaleza y la fertilidad del Nilo (recordemos que a Osiris se le pinta muchas veces de color verde o negro, quizás como símbolo de la naturaleza o del limo de las crecidas del rio, frente al verde de los cadáveres y al negro de la putrefacción); el vino, al estilo del Dionisos griego (dios con el que tiene concordancia en muchos aspectos); los astros como la estrella Orión, Venus o los ciclos lunares que aparecen y desaparecen; e incluso con animales como el famoso toro Apis o la mitológica ave benu remedo del fénix griego.

La egiptóloga Alejandra Izquierdo Perales nos muestra un trabajo excelente, Osiris, el dios de la momificación, acercándonos a la compleja figura de uno de los dioses del panteón egipcio más conocido y mostrándonos tanto el misterio que lo envuelve además de los lugares de culto y las festividades más importantes que se daban durante todo el año a lo largo del Nilo, sobre todo en lugares donde se hubieran producido enterramiento de los pedazos del propio dios. Este ensayo es verdaderamente un tour de force para todos los interesados en el mundo egipcio ya que Osiris es, como ya he mencionado anteriormente, un dios multi facetico pues servía para saciar muchas necesidades del ser humano: la muerte, la vida, la naturaleza… y esto, apoyándose en fuentes tanto antiguas como modernas, lo solventa la autora ofreciéndonos un trabajo excelente a la par que envolvente para cualquier persona, ya sea experta en este campo o neófita, que quiera descorrer el velo de este misterioso dios que tanto fascinó no solo a  los antiguos sino también con el correr de los siglos a cualquier persona apasionada por la cultura egipcia.

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Alejandra Izquierdo Perales, Osiris, el dios de la momificación. Madrid, Editorial Dilema, 2024, 153 páginas.