Explicación del final de Locked
¡Locked ha dejado a todos pensando! La nueva película protagonizada por Bill Skarsgård y Anthony Hopkins sorprende con su impactante final Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com

La nueva película Locked, protagonizada por Bill Skarsgård y Anthony Hopkins, ha dejado a los espectadores reflexionando sobre su impactante desenlace. El remake estadounidense del thriller argentino 4×4 se ha convertido rápidamente en uno de los estrenos más comentados del año gracias a su tensa atmósfera, su potente carga moral y, sobre todo, su sorprendente final. Ahora, el propio director David Yarovesky ha revelado el verdadero significado detrás de los momentos finales de la cinta, así como detalles inéditos sobre cómo se filmó una de sus escenas más intensas.
Atención SPOILERS. Desde su primer minuto, Locked sumerge al espectador en una experiencia angustiante. Eddie, interpretado por Bill Skarsgård, es un ladrón que intenta robar un vehículo aparentemente común, pero pronto descubre que ha caído en una trampa. El dueño del coche, William (Anthony Hopkins), lo ha encerrado dentro como parte de una elaborada prueba que mezcla castigo, redención y control psicológico.
Lo que sigue es una batalla de voluntades en la que Eddie lucha por su libertad física mientras lidia con su pasado y sus errores. Durante gran parte del metraje, el espectador no ve a William, lo que intensifica la tensión. Cuando finalmente aparece, lo hace para forzar a Eddie a un último y arriesgado viaje por carretera que culmina en una escena que cambiará todo.
El giro final: un accidente devastador con un mensaje profundo
En el clímax de la película, William obliga a Eddie a conducir, sin saber que este había manipulado un interruptor bajo la guantera previamente. En un acto desesperado, Eddie logra romper el interruptor con el pie, cortando la energía del vehículo. El resultado: el coche se precipita por un acantilado, matando a William pero permitiendo que Eddie sobreviva.
Esta secuencia, una de las más comentadas por el público, fue una verdadera hazaña técnica, según explicó David Yarovesky en una entrevista con The Direct. El director compartió cómo se combinaron efectos prácticos y escenas en estudio para lograr un realismo impactante:
«Fue realmente desafiante porque desde el inicio dije: Quiero hacer lo más práctico posible. Pero claro, no puedes lanzar a estos actores por una colina en un coche. Así que separamos las cosas. Lanzamos un coche real por la colina un par de veces, con cámaras por todas partes. Queríamos destrozarlo de verdad. Luego construimos un set para filmar el interior en 360 grados y grabamos las reacciones de Anthony y Bill desde ahí».
El esfuerzo por lograr una escena realista y emocionalmente cargada dio sus frutos. La caída del vehículo no solo representa un momento de liberación física para Eddie, sino también simbólica: la ruptura con su pasado y la posibilidad de redención.
Locked tiene un final agridulce que pone el foco en la paternidad
Después del accidente, la historia da un giro inesperadamente humano. Eddie, cubierto de sangre y con el cuerpo magullado, regresa a pie a la ciudad. Encuentra una bicicleta abandonada y, a pesar de su estado, se esfuerza por cumplir una promesa que había hecho antes de quedar atrapado: recoger a su hija del colegio.
Cuando finalmente la abraza, rompe en llanto. Es un momento catártico, lleno de emoción contenida, donde se mezcla el alivio, el remordimiento y el amor paternal. Para Yarovesky, esta escena lo era todo. El director confesó haber probado «30 versiones distintas del final» antes de quedarse con esta:
«Solo quería que fuera emocionalmente verdadero. Quería que fuera una historia moral. Es la historia de un hombre que cree necesitar dinero para arreglar su furgoneta, pero lo que realmente necesita es una mejor relación con su hija».
Esta revelación transforma toda la experiencia de la película. El thriller claustrofóbico se convierte en una historia sobre redención personal y la importancia de las segundas oportunidades.
El desafío de encontrar el tono adecuado
Crear un final tan emotivo para Locked sin caer en lo melodramático fue uno de los mayores retos para el equipo. Yarovesky reconoció que fue «una línea tonal muy difícil de caminar», y que no estaban seguros de si funcionaría hasta que vieron a Skarsgård interpretar la escena:
«Cuando vimos a Bill en el set, abrazando a su hija de esa manera, fue simplemente poderoso. Funcionó. Y esa es la respuesta al final».
No se trata de un final completamente feliz: Eddie ha pasado por el infierno, ha cometido errores, y la redención no borra todo lo anterior. Pero sí es un final esperanzador, que deja claro que incluso en los momentos más oscuros, aún puede encontrarse una salida.
Un remake con identidad propia
Aunque Locked es un remake de la película argentina 4×4, Yarovesky y el guionista Michael Ross lograron imprimirle una nueva identidad. El director elogió el trabajo de Ross, asegurando que su guion fue lo que lo convenció de involucrarse en el proyecto:
«Desde el momento en que lo leí, dije: Quiero hacer esto. Esta escritura es espectacular. Michael me permitió experimentar con el final, probar mil cosas distintas, y eso fue esencial para encontrar el cierre perfecto».
La colaboración creativa entre ambos permitió explorar distintas posibilidades y construir un desenlace que resonara emocionalmente con el público, sin traicionar el tono del resto de la película.
Anthony Hopkins: un villano frío y complejo
Aunque gran parte de Locked se construye a través de la voz y presencia invisible del personaje de Hopkins, su actuación añade una capa extra de sofisticación a la historia. William no es simplemente un psicópata, sino un hombre con una visión retorcida de la justicia, que actúa como juez, jurado y verdugo.
Su aparición en el tercer acto añade tensión y profundidad al conflicto. Representa el sistema, la represión y el castigo, mientras que Eddie simboliza la lucha por el perdón y la redención. Su confrontación final, tanto física como filosófica, es uno de los grandes momentos del cine de suspenso reciente.
Locked: más que un thriller, una historia de redención
La fuerza de Locked radica en su capacidad para combinar el suspenso con la emoción. Lo que empieza como una historia de encierro y supervivencia se transforma en una profunda reflexión sobre las consecuencias de nuestras decisiones y el poder de las segundas oportunidades.
La interpretación de Bill Skarsgård, la sobriedad de Anthony Hopkins, y la dirección comprometida de Yarovesky convierten esta película en una propuesta original que logra destacar entre los thrillers contemporáneos. Y su final, lejos de ofrecer una resolución fácil, deja al espectador con preguntas importantes sobre la justicia, la paternidad y la posibilidad del cambio.
Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com