Reseña MARVEL Biblioteca Marvel Los Vengadores Tomo 8. Juntando a todos por primera vez

Los Vengadores, los Héroes más Poderosos de la Tierra mantenían por aquel entonces una formación híbrida entre miembros fundadores y los que se habían ido sumando después. Panini Cómics se enfrenta a la llegada de peligros del Bloque Oriental en más de una encarnación.

¡Qué vienen los rusos!

No era la primera vez que Los Vengadores se encontraban con enemigos surgidos del otro lado del Telón de Acero.

El muro de Berlín se había levantado en agosto de 1961 (no caería hasta finales de 1989) y el Capi y compañía se encontraban con las publicaciones fechadas en finales del verano y principio del otoño de 1967, por lo que el enemigo soviético y el del sudeste asiático (la Guerra de Vietnam ya se estaba librando activamente por miembros del Ejército de los Estados Unidos desde 1965, tras los sucesos del Golfo de Tonkin) eran habituales en los comics de La Casa de las Ideas. Además el “enemigo amarillo” ya se arrastraba de anteriores conflictos, como la Guerra de Corea.

Así que nada mejor que mezclarlo todo un poco, agitar la coctelera y encontrarnos con el Guardián Rojo, ese homólogo del Capitán América versión rusa, entrenado por oficiales del más alto rango de la China comunista.

¿Y por qué hemos llegado a este punto? Muy fácil, la Viuda Negra es el detonante de todo, como pudimos ver en entregas anteriores. Natasha Romanoff había traicionado, aparentemente, a los estadounidenses que la habían acogido, pero todo formaba parte de un plan mayor, conseguir desbaratar una temible arma, el Psicotrón, capaz de poner en muchas dificultades al mismísimo León del Olimpo, Hércules, hijo de Zeus.

El Capitán América tendrá la oportunidad de enfrentarse al Guardián Rojo en un combate muy igualado que también nos descubrirá que bajo esa identidad se encuentra Alexei Alanovich Shostakov, el ex marido de Natasha, que aparentemente había fallecido probando una aeronave experimental. En un final digno de un drama romántico quedaremos a la merced de un momento épico para el grupo.

Los Vengadores. Su primer especial Annual

Como habéis podido leer, verdaderos creyentes, había llegado el momento de dotar a la cabecera con su primer Annual y para la ocasión había que encontrar algo relevante, un gran enfrentamiento que juntara a una amenaza suprema contra Los Vengadores, pero al mismo tiempo eso iba a servir de excusa perfecta para volver a reunir a todos aquellos que alguna vez ostentaron el rango de formar parte de la alineación de miembros activa, a excepción de Hulk, por motivos obvios. Para ello se colocó enfrente al Mandarín, némesis de Iron Man, junto a un importante número de villanos que le hicieron las veces de secuaces.

El Espadachín, Power Man (no confundir con Luke Cage), El Verdugo, La Encantadora y el Laser Viviente complicaron bastante a Thor, Iron Man, La Bruja Escarlata, Hércules, La Avispa, Goliat y Ojo de Halcón, mientras Mercurio y El Capitán América quedaban al margen hasta el combate definitivo.

Se trata de un impresionante número de cuarenta y nueve páginas de cómic, el más extenso que había generado Marvel hasta ese momento. Roy Thomas se sentía orgulloso de ello.

Al dibujo de Los Vengadores. el que había sido el ilustrador de cabecera hasta el planteamiento de dicho especial, Don Heck, sustituido por John Buscema para que fuese capaz de llegar en fechas sin problemas, pero que ante el gran trabajo de “Big John” terminó cediendo el testigo al mayor de los Buscema, que se hace cargo de parte del resto de ejemplares contenidos en este volumen, Avengers #43 y #44, quedando el #45 como despedida para Heck, en una aventura en el que el grupo se enfrentará al Superadaptoide, ese androide capaz de replicar los poderes y habilidades a los que se enfrenta.

El tono es otro

Los primeros números de Roy Thomas en Los Vengadores, habían sido bastante continuistas con la estela que había marcado Stan Lee en los primeros tiempos de la colección. Pero llegados a este punto empezamos a apreciar una evolución hacia el propio estilo marca de la casa de Rufianesco Roy.

Las historias de Los Vengadores, cuentan con un enfoque más adulto al empleado por Lee y el peso de los personajes femeninos empieza a acrecentarse. Pasan a ser tres los rostros de mujeres que habitualmente interactúan frente a nosotros y todas ellas muestran personalidades más sólidas, reivindicativas, alejadas de la figura única y exclusiva de damisela en apuros. Tanto La Viuda Negra como Wanda empiezan a brillar y Janet Van Dyne coge al toro por los cuernos sin restarse ni un gramo de feminidad.

Ese cambio puede venir influido por el incipiente movimiento de liberación de la mujer, que aun no había llevado a cabo el movimiento por el que fueron posteriormente reconocidas, “La rebelión de los sujetadores”, que llegaría en septiembre de 1968.

Pero ya sabemos que Marvel es una editorial que ha podido presumir de ir adelantada a su tiempo en diversas ocasiones y esta es una de ellas. Estamos ante unos episodios llenos de acción pero también destacan por el tratamiento de los personajes, con desarrollos más amplios para aquellos que no tenían colección propia, como Ojo de Halcón o los hermanos Maximoff. Una buena etapa para reunirse bajo el paraguas del grito de guerra más repetido tras “Es la hora de las tortas”, de La adorable Cosa de ojos azules, “Vengadores Reuníos”.

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