Cómo engañar a Wikipedia y qué tiene que ver la Reina del Sur con ello
En 2010 un periodista del diario londinense The Times, Hugo Rifkind, se propuso intentar ver si era capaz de engañar a Wikipedia colándoles un hecho falso, sin que además nadie pudiera evitarlo, ya que lo haría siguiendo las propias normas del famoso sitio web. Así que buscó una fecha próxima en el calendario (29 de... Leer más La entrada Cómo engañar a Wikipedia y qué tiene que ver la Reina del Sur con ello aparece primero en Zenda.

En 2010 un periodista del diario londinense The Times, Hugo Rifkind, se propuso intentar ver si era capaz de engañar a Wikipedia colándoles un hecho falso, sin que además nadie pudiera evitarlo, ya que lo haría siguiendo las propias normas del famoso sitio web. Así que buscó una fecha próxima en el calendario (29 de abril), y entre los hechos históricos ocurridos en tal día añadió este, completamente inventado: “1872 – La reina Victoria de Inglaterra es llevada a un hospital en Inverness (Escocia) tras romperse un dedo del pie mientras pescaba en Balmoral”. Según las normas de Wikipedia, cualquiera puede editar la mayoría de su contenido (aunque hay secciones, a veces entradas enteras, bloqueadas debido a controversias varias), y tienen un equipo de moderadores que se dedica a borrar adiciones falsas. Sin embargo, con mucha frecuencia, si no está muy claro que algo es falso, Wikipedia simplemente añade una nota pidiendo aclaraciones, como por ejemplo “¿cuándo?” o “esta sección necesita ser reescrita” o “cita requerida”, pero mantiene visible la nueva información, hasta que alguien, a veces otro usuario, la modifica si la ve y sabe algo del tema, o avisa de un error.
En este caso, el hecho falso redactado por Rifkind estaba muy bien calculado. Primero, hablaba de un personaje histórico muy conocido, para evitar que se eliminara por irrelevante. Segundo, es un detalle tan pequeño que resulta muy difícil comprobar si fue verdad o no (y más con la consabida imposibilidad lógica de demostrar una proposición negativa: quizá no se pueda demostrar que la reina se rompió un dedo pescando, pero tampoco se puede demostrar que no se lo rompió). Tercero, incluso el mayor experto en la reina Victoria se extrañaría al leer algo que nunca había oído de ella, pero ¿quién tiene el tiempo suficiente para comprobarlo fehacientemente, con la ingente cantidad de documentación que hay sobre su vida? Y cuarto, es el tipo de anécdota peculiar y divertida que le vendría bien a la típica sección de “tal día como hoy” de un periódico. Y eso fue exactamente lo que ocurrió, lo que Rifkind quería que sucediera: en la duda, el texto no se borró de Wikipedia, y cuando llegó el día indicado apareció publicado en la sección de efemérides de dos diarios británicos, el Daily Mirror y The Daily Telegraph. ¿De dónde lo habían sacado? De la Wiki, obviamente. ¿Lo habían constrastado? No. ¿Por qué? Porque sale en la Wiki. Y además, esto es una sección mayormente de entretenimiento curioso, y tengo más que hacer. Se habían tragado el cebo con anzuelo y todo. Entonces, llegó el momento de ponerle el lazo al plan: solo había que volver a la información falsa en Wikipedia y editarla añadiendo una nota a pie de página citando que la fuente de esa “información” eran esos dos periódicos, con lo cual, a efectos de comprobaciones de rigor, el hecho quedaba blindado: había aparecido en dos medios reputados, luego se daba por suficientemente verificada, y si salía algún experto dudoso, solo había que señalarle la fuente. Ve y peléate con ellos, si quieres y tienes tiempo. Nadie se iba a parar a pensar que había ocurrido exactamente al revés, porque los periódicos, obviamente, en ningún momento habían mencionado que habían sacado tal “hecho histórico” de Wikipedia. Rifkind dejó aquello allí un tiempo y nadie se lo tocó, ni protestó, ni nada. Y finalmente lo contó todo tal cual en un artículo unos meses después. Creo recordar, además, que Rifkind llegó a contarle todo esto al propio fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, durante una entrevista con él, y que este reaccionó con una mezcla de diversión y admiración que pronto se tornó en alarma, ya que es fácil suponer cómo podría esta treta tan sencilla echar por tierra la credibilidad de toda la página. Y para acabar de rizar el rizo, este episodio aparece mencionado… en la propia entrada biográfica de la propia Wikipedia sobre el propio Rifkind. Ahí queda eso.
Valga toda esta anécdota a modo de proemio para explicar por fin qué tiene que ver La Reina del Sur con todo esto. Una de las preguntas que más se suelen hacer sobre esta novela de Arturo Pérez-Reverte es si “es real”, o al menos “si está basada en alguien real”. Y su autor siempre ha dicho que no especialmente, que solamente usó cosas de sus investigaciones y vivencias en México, en particular sobre las jóvenes “morras” de los narcos de Sinaloa, para construir la parte inicial del libro, en el que la joven Teresa Mendoza es novia de un piloto de avionetas para el tráfico de drogas, y de ahí (del ejemplo de varias de estas mujeres), sacó Pérez-Reverte los gestos típicos, la manera de vestir y la forma de ver la vida, dadas sus circunstancias, de Teresa. Pero desde luego no hubo un personaje único, con nombre y apellidos en quien se pudiera decir que “se basó” el resto de la trama, durante la que Teresa huye a Andalucía y, después de varias peripecias totalmente ficticias, acaba apodada Reina del Sur (recordemos que en México Sinaloa es el norte), por su éxito como narcotraficante.
Bueno, pues esto es lo que decía Wikipedia hasta hace poco en su entrada sobre el libro: “Uno de los personajes de la vida real que inspiró la novela es Sandra Ávila Beltrán, conocida como la Reina del Pacífico, famosa por ser una de las primeras mujeres narcotraficantes en alcanzar el nivel de capo en los cárteles mexicanos (un lugar usualmente reservado para los hombres)”. Es cierto que Sandra Ávila estaba viva y metida en el narco cuando se escribió la novela, pero no que Teresa Mendoza esté basada en ella, ya que Pérez-Reverte ni siquiera llegó a saber de ella. La citada frase de Wikipedia, pues, era falsa, y como cualquiera que esté seguro de algo puede añadir a Wikipedia su conocimiento del tema, intenté modificar la entrada, proponiendo la siguiente redacción:
“Pérez-Reverte siempre dijo desde el principio que el personaje de Teresa Mendoza no estaba basado en ninguna persona real en concreto, y lo ha seguido afirmando en cuantas entrevistas y preguntas al respecto se le han hecho desde entonces. Pese a esto, de manera continuada se publica habitualmente en muchos medios que Teresa Mendoza está “basada en” figuras como las de Márllory Chacón o Sandra Ávila Beltrán, esta última conocida como la Reina del Pacífico y famosa por ser una de las primeras mujeres narcotraficantes en alcanzar el nivel de capo en los cárteles mexicanos (un lugar usualmente reservado para los hombres). Sin embargo, su apodo de “Reina del Pacífico” no solo no inspiró el de la novela, sino que, exactamente al contrario, le fue dado después de publicarse La Reina del Sur. Esto puede comprobarse porque no existe ninguna referencia al apodo “Reina del Pacífico” anterior a 2002, año en el que se escribió la novela. En 2008 el periodista mexicano Julio Scherer García publicó el libro La Reina del Pacífico: Es la hora de contar, donde se escribe que Ávila le dijo: “A mí el personaje de Pérez-Reverte me chingó la vida. Me llamaron Reina del Pacífico, me dieron demasiada importancia y se ensañaron conmigo”. En 2020 Pérez-Reverte dejó este tema definitivamente aclarado en un artículo titulado “Esas Reinas del Sur chungas”, publicado en la revista española XL Semanal y en la web Zenda Libros”.
¿Y qué ocurrió? Que nada más enviar esta modificación me apareció en la pantalla este mensaje de forma instantánea y automática, claramente sin tiempo material para haber sido redactado por nadie para mi caso concreto: “Atención: Se ha activado un filtro que detectó esta edición como incorrecta y por lo tanto, no se ha grabado. Una breve explicación acerca de por qué se ha deshabilitado la acción es: Ediciones incorrectas frecuentes”. Es decir, que Wikipedia no solo no aceptaba la versión correcta de los hechos (mejor o peor explicada), sino que al parecer ya había habido gente anteriormente que también lo había intentado, también se les había rechazado, y ahora se llegaba al extremo de bloquear por defecto cualquier intento siguiente de sustituir esa falsedad por la verdad.
Volvemos entonces al ejemplo de Rifkind: existe una cantidad tan grande de artículos de medios de comunicación (mexicanos principalmente, pero también de otros países) que mencionan lo de que La Reina de Sur está basada en Sandra Ávila, probablemente repitiendo unos lo que oyeron de los anteriores, que se podría sepultar a cualquiera con el número de referencias que así lo afirman, así que es por eso probablemente por lo que la Wiki rechaza las correcciones: por fiarse de una mentira que ha sido repetida tantas y tantas veces. ¿Y de dónde salió toda esa mentira? Pues quién sabe, pero posiblemente de algún plumilla listillo que vio como obvio que el caso de una narca como Teresa haciendo “un trabajo de hombres” tiene que haber estado basado en una historia real. ¡Y además mira lo del apodo! ¡Reina y Reina! ¿Cómo no va a estar Teresa inspirada en Sandra? Y como resultaba plausible dar ese salto, y en el terreno de la ficción las historias “basadas o inspiradas” son moneda corriente, pues se aceptó pulpo como animal de compañía. Cronología, mi cuate. Cronología. Mira a ver qué Reina recibió su nombre primero, anda.
Y bueno, ¿todo esto no lo podría arreglar el propio Pérez-Reverte editando la entrada él mismo, por ejemplo? Pues primero, ya lo ha aclarado con el artículo mencionado (que Wikipedia al menos deja citar, por ahora), y segundo, tiene más cosas que hacer con su vida. Además, aquí les cuento otra batallita: hay una teleserie de Aaron Sorkin, The Newsroom, en la cual uno de los personajes, la productora ejecutiva de un programa de noticias, ve que en Wikipedia aparece que ella fue a la universidad de Oxford, en lugar de la verdad, que fue a Cambridge, e intenta corregir el error. Pero la Wiki no lo permite porque, a pesar de ser ella la mayor experta del mundo en ella misma (obviamente), “es política de Wikipedia no usar contenido que proviene directamente del sujeto del artículo”. Esto tiene cierto sentido, porque estaríamos ante un claro conflicto de intereses (imaginen, por ejemplo, a su político menos favorito decidiendo qué se escribe en su propia entrada en la Wiki), pero es que entonces estás bloqueando la mejor fuente posible para aclarar el asunto: o él se basó en ella o no. Salvo que aparezca de repente un vídeo del año 2001 en el que Pérez-Reverte aparezca entrevistando a la Ávila y diciéndole algo así como “muchas gracias, esto es justo lo que buscaba saber”, no creo que haya forma de desmentir que lo que dice el propio autor de la novela es verdad.
¿Y cómo está la cosa ahora? Pues en el momento de publicarse este artículo en Zenda, esto es lo que dice la entrada en Wikipedia sobre la novela La Reina del Sur:
Opinen ustedes lo que quieran, pero esto es lo más cerca que se ha permitido llegar, y a mí, la verdad, me parece un recorte bastante chapucero que impide incluir las palabras más importantes. Incorpora parte de la redacción que propuse yo, como puede cotejarse con la cita de arriba, pero sin aclarar por qué es relevante (“incluye una declaración”, dice, y “escribió un artículo”, así sin más), obligando al lector a clicar en el enlace en vez de terminar de explicarse bien. Y vamos, lo de que todo esto es simplemente “otra teoría (negada por Reverte)” (así, sin Pérez ni nada) sería como decir “otra teoría (negada por Rifkind) es que la reina Victoria nunca se rompió un dedo pescando”. Sí, bueno, vamos a ver qué más teorías locas se nos ocurren, a ver si la Wiki las menciona también. “La Tierra gira alrededor del Sol, pero esta teoría (negada, entre otros, por los que enjuiciaron a Galileo) dice que es al revés”.
Y en fin, ¿por qué hablar de esto, y por qué ahora? Pues porque, a 2025 que estamos, esto sigue apareciendo en todos los medios cada vez que se habla de La Reina del Sur, de Sandra Ávila, de Teresa Mendoza o de Kate del Castillo, la actriz que encarnó el papel para la televisión. Como mucho, ya se empieza a leer que “según algunos, inspiró” o que “es un rumor negado por el autor”, pero no hay manera de deshacerse de él. Hace poco, por ejemplo, acaba de aparecer un buen reportaje sobre mujeres narcotraficantes en el periódico mexicano Milenio (el mero mero que había publicado una noticia sobre el libro de Scherer) pero sigue empeñado en afirmar lo de Sandra Ávila como inspiración de La Reina del Sur, cuando habría sido la ocasión perfecta para rectificar de una vez esta historia de ya más de dos décadas. Y el escritor y periodista Reynaldo Sietecase, al hablar de su último libro, y a pesar de haber entrevistado más de una vez al propio autor, sigue diciendo que “el caso de Teresa Mendoza es el más icónico porque Pérez-Reverte basó su personaje en una persona real”. Si incluso gente como esta, profesionales del escribir con rigor y cuidado, no ya gacetilleros del cotilleo, se ve obligada a caer en esto, ¿qué posibilidades hay de que pueda llegar a corregirse alguna vez?
En fin, la mentira da la vuelta al mundo mientras la verdad etc, etc. Para qué les digo que no, si sí. Si se necesita una fuente más para ayudar a aclarar por fin este detalle (y si es tan difícil, ¿qué otras cosas nos están colando sin posibilidad de corrección?), pues aquí está y aquí la tienen en este artículo, que pueden citar a su sabor. O, si lo prefieren, también está el libro electrónico La cueva del cíclope, donde aparecen recogidos estos mensajes de @perezreverte en Twitter (ahora X), y muchos más sobre la novela, la serie, Teresa, Sandra y multitud de temas más:
La entrada Cómo engañar a Wikipedia y qué tiene que ver la Reina del Sur con ello aparece primero en Zenda.