Crítica de Un año y un día: una emotiva comedia romántica que devuelve la fe en el amor

Un año y un día es la comedia romántica española que vuelve a creer en el amor con emoción, música y segundas oportunidades. Estreno: 21 de marzo en cines. Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com

Mar 22, 2025 - 15:36
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Crítica de Un año y un día: una emotiva comedia romántica que devuelve la fe en el amor

Un cuento moderno con alma española, música, ternura y finales abiertos

La comedia romántica vuelve a levantar el vuelo en el cine español con Un año y un día, el debut en largo de Álex San Martín, una propuesta luminosa, emocional y valiente que llega a los cines el 21 de marzo. En tiempos donde el pesimismo abunda en pantalla, esta «feel-good movie» ofrece un respiro, una historia de segundas oportunidades que apuesta por el amor propio, la música y los vínculos que nos transforman.

Protagonizada por Luis Fernández y Nadia de Santiago, la cinta narra el viaje emocional de Hugo, un enfermero pediátrico que, tras perder el rumbo tras una tragedia, decide reconquistar a su exmujer Sara. Tiene 366 días —es año bisiesto— para recuperar no solo el amor de su vida, sino también la ilusión por vivir. En el camino, conocerá a Nerea, interpretada por una encantadora Nicole Wallace (Culpa tuya, Culpa mía), una joven pianista que también lucha por encontrarse a sí misma.

Un año y un día fotograma

Una historia sencilla que funciona por su honestidad

Un año y un día no inventa la rueda, y tampoco lo pretende. Su mayor virtud es abrazar los códigos del género con sinceridad y frescura. El guion, escrito por el propio San Martín, combina momentos de humor y ternura con reflexiones realistas sobre las crisis de pareja y el peso de las decisiones mal tomadas. La historia avanza entre clases de piano, paseos por el Retiro y silencios que dicen más que mil palabras.

Aunque la estructura narrativa recurre a lugares comunes —incluido un triángulo emocional con aires de cuento—, lo hace con una sensibilidad que evita caer en lo cursi. San Martín juega con referentes como La La Land, Jeux D’Enfants o la trilogía de Antes del amanecer, pero logra dotar a su película de identidad propia gracias a un tratamiento naturalista y cercano.

Luis Fernández y Nadia de Santiago: química y madurez

Luis Fernández sorprende en un registro más contenido y emocional, alejándose de sus papeles más duros. Su Hugo es frágil, humano y lleno de matices. Nadia de Santiago brilla en un papel que le permite mostrar la fortaleza de Sara sin convertirla en la típica “ex” idealizada. Juntos, desprenden una química creíble, especialmente en sus escenas en el parque del Retiro, que parecen sacadas de una postal romántica.

Mención especial merece Nicole Wallace, que confirma su proyección como una de las actrices jóvenes más prometedoras. Además de dar vida a Nerea con ternura y autenticidad, pone voz a las canciones compuestas por Víctor Elías, quien también actúa en la película. La música es un elemento esencial, no solo como acompañamiento emocional, sino como herramienta narrativa.

Un año y un día fotograma

Una carta de amor a la esperanza (y a Madrid)

Rodada en Madrid, la película saca partido de sus localizaciones, llenando la pantalla de luz y color, incluso en los momentos más duros. El Retiro, los quioscos de música, los interiores íntimos… todo respira verdad. Un año y un día consigue que lo cotidiano se vuelva especial, gracias a una dirección sensible y una fotografía que acaricia sin exagerar.

La cinta no rehúye el conflicto ni edulcora la experiencia. Aunque hay cierta idealización, el relato abraza la complejidad de las emociones sin necesidad de golpes de efecto. Su final, inesperadamente abierto para el género, le da un valor añadido, dejando que sea el espectador quien complete el destino de sus protagonistas.

Una caricia emocional que merece su espacio

Un año y un día es una propuesta honesta, cálida y esperanzadora. No reinventa el género, pero lo honra con inteligencia y emoción. Sus protagonistas están en estado de gracia, la música envuelve cada escena con delicadeza, y el mensaje final —que amar también es elegir vivir— resuena mucho después de que se enciendan las luces de la sala.

En un panorama donde escasean las comedias románticas españolas que no dependan del cliché, Un año y un día es un soplo de aire fresco. Ideal para quienes buscan volver a creer en el amor… o al menos, en las segundas oportunidades.

Puedes ver a continuación un clip en exclusiva para cinemascomics:

Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com