La guerra de aranceles para ‘dummies’

Desde que regresó a la Casa Blanca, Donald Trump ha comenzado una guerra de aranceles mundial con la que busca restablecer la hegemonía de Estados Unidos y recomponer el orden geopolítico. La entrada La guerra de aranceles para ‘dummies’ se publicó primero en Ethic.

Apr 21, 2025 - 12:21
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La guerra de aranceles para ‘dummies’

Fue con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca cuando el mundo comenzó a recomponerse. El miedo a un nuevo conflicto bélico de nivel global ha renacido, pero la guerra más inmediata, la que se ha iniciado ya con las órdenes desde el Despacho Oval, es la de aranceles. En este momento, la geopolítica se reconstruye no con puentes sino con barreras impositivas que redefinen el tablero de alianzas internacionales.

«Seamos honestos. La Unión Europea se formó para fastidiar a Estados Unidos. Y lo han hecho bien. Pero ahora yo soy el presidente», ha afirmado el magnate en una de las frases clave para entender este fenómeno. La reivindicación hegemónica de Estados Unidos es el objetivo de Donald Trump, lo que ha causado movimientos regionales importantes en el tablero de la geopolítica.

Sus primeros ataques impositivos fueron contra sus vecinos, México y Canadá; después fue el resto del mundo. Europa tampoco ha quedado exenta de este embate comercial, y el eurodiputado del Partido Popular, Adrián Vásquez Lázara, lo ha resumido así: «Trump se encuentra cada vez más solo, y nosotros estamos más unidos». Pero, ¿cuál es el objetivo de Estados Unidos con estas agresivas medidas de proteccionismo comercial? «Hacer grande de nuevo a América», como reza el lema trumpista por antonomasia. De esta manera, grandes competidores como China y la Unión Europea quedarían atrás en la carrera comercial ante el país que sigue siendo la economía más potente de todo el mundo.

La situación cambia vertiginosamente, día a día, y ningún país queda libre de los gravámenes impuestos unilateralmente por Trump

Pero esta compleja situación cambia vertiginosamente, día a día, y prácticamente ningún país ha quedado libre de los gravámenes que Donald Trump ha impuesto unilateralmente. El argumento que el mandatario estadounidense ha dado es la consolidación de la industria de su país, y la revisión de tratados comerciales que, de acuerdo con él, no le resultaban tan favorecedores. Pero lo cierto es que esta medida ya ha generado una escalada en la tensión con varios países y regiones, además de haber hecho saltar alarmas en distintos sectores comerciales a nivel global.

Todo comenzó cuando, una semana antes de asumir su cargo como presidente, Trump anunció que haría una reforma fiscal interna con la que muchos impuestos nacionales quedarían reducidos o exentos. Sin embargo, a la par arrancaron las amenazas de gravar a todo producto internacional que quisiera hacerse un hueco en el mercado de Estados Unidos. Así fue como comenzó esta guerra que aún tiene muchas más preguntas que respuestas, y que, por lo pronto, ya ha redefinido el sistema de alianzas comerciales en todo el mundo.

Una historia de amenazas y treguas

Los casos de México y Canadá ejemplifican el modus operandi de Washington: amenazar con impuestos para presionar negociaciones en otros temas. Debido a la crisis migratoria y de seguridad entre México y Estados Unidos, Trump utilizó la presión de los aranceles contra Claudia Sheinmbaum para que recibiera migrantes deportados, así como para reforzar la seguridad fronteriza e incrementar su compromiso en la lucha contra el tráfico de fentanilo. La situación con México es compleja porque, a pesar de que sí que entró en vigor el 25% de impuestos a las industrias del aluminio y del acero (dos de los sectores más potentes del país), el resto de productos están exentos de gravámenes por un tratado de libre comercio regional, el T-MEC. Por el momento, México no ha planteado un posible contraataque arancelario.

«No aceptamos esta nueva normalidad», ha afirmado Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación

Pero con Europa la situación es de mayor tensión. Luis Planas, ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha insistido en negociar con Estados Unidos tras la imposición del 10% impositivo que el país norteamericano ha establecido para la Unión Europea: «No aceptamos esta nueva normalidad». Su declaración se dio en el marco de la suspensión de noventa días de ese gravamen, y en el que el Consejo Europeo planea una negociación al respecto para no presentar el paquete de medidas arancelarias como respuesta a esta afrenta comercial. Cabe recordar que esta suspensión temporal la ha propuesto Donald Trump a todos los países (o regiones) que no hayan tomado represalias inmediatas contra Estados Unidos, y su argumento principal es el de buscar una solución negociada. Es decir, en un periodo aproximado de tres meses se sabrá cómo quedarán las nuevas condiciones comerciales entre ambos mercados. Por lo pronto, Ursula Von Der Leyen ha insistido en «dar una oportunidad a las negociaciones», pero, si no resultan favorables para ambas partes, no quedará más remedio que presentar las contramedidas europeas contra el mercado estadounidense.

China, Rusia y el nuevo orden mundial

La situación más crítica está siendo ahora mismo con China. Washington comenzó una retahíla de impuestos hacia país asiático y, para algunos productos, la carga impositiva ha llegado a ser hasta del 145%. Una de las industrias más afectadas es la del juguete. De acuerdo con la Toy Association de Estados Unidos, cerca del 80% de los juguetes que se venden en el país han sido fabricados en China, lo cual llevaría a una situación crítica en el mercado de ese sector, ya que para muchas familias estadounidenses un juguete podrá convertirse en un lujo durante las próximas navidades (en diciembre del año pasado, el gasto promedio por persona en Estados Unidos en juguetes y artículos navideños fue de 900 euros aproximadamente).

Por supuesto, China no ha tardado en responder y en su contraataque comercial ha declarado hasta un 84% de impuestos. Y su objetivo ha sido afectar a dos sectores primordiales en la relación comercial bilateral: el automovilístico y el tecnológico.

Rusia se ha pronunciado a favor de China ante la guerra comercial estadounidense

Pero la gravedad de esta guerra comercial no se queda en las afectaciones comerciales a ciertos sectores, sino que estas medidas unilaterales contravienen las normativas de la Organización Mundial del Comercio como el principio de la nación más favorecida, como explica un documento del despacho especializado en derecho mercantil internacional RRYP Global.

Por otra parte, Rusia, otro de los actores fundamentales del tablero geopolítico actual, ya se ha pronunciado a favor de China ante la guerra comercial de Washington. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajarova, recientemente declaró que una de las partes involucradas en este conflicto de gran escala «es nuestro socio comercial a largo plazo». También lamentó que Estados Unidos haya ignorado por completo a la OMC con las medidas arancelarias unilaterales que ha impuesto a todo el mundo. De esta manera, en el nuevo orden mundial, los lazos entre China y Rusia han quedado afianzados, representando así una contención al poderío económico de Estados Unidos.

Por lo pronto, las tensiones internacionales suben o disminuyen en la medida en la que la guerra comercial desatada por Estados Unidos se termina de consolidar. En cuanto a Europa, aún sigue la tregua de los noventa días para negociar, mientras que el mundo sigue expectante de la respuesta de China ante esta situación.

 

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