EL ASEDIO DE CARTAGENA DE 1873-1874 Y EL FINAL DEL CANTÓN MURCIANO – Manuel Rolandi Sánchez-Solís
«El de Cartagena, precisamente, fue el cantón insurrecto más activo y belicoso de todos, situado muy a la izquierda de la izquierda, hasta el punto de que cuando al fin se decidió meter en cintura aquel desparrame de taifas, los cartageneros se defendieron como gatos panza arriba, entre otras cosas porque la suya era una […]

«El de Cartagena, precisamente, fue el cantón insurrecto más activo y belicoso de todos, situado muy a la izquierda de la izquierda, hasta el punto de que cuando al fin se decidió meter en cintura aquel desparrame de taifas, los cartageneros se defendieron como gatos panza arriba, entre otras cosas porque la suya era una ciudad fortificada y tenía el auxilio de la escuadra, que se había puesto de su parte». (Arturo Pérez Reverte).
España entró en un periodo confuso tras la caída de Isabel II, saliendo a la luz muchas tensiones internas que provocaron una espiral de golpes de estado, guerras y un continuo cambio de gobiernos y de sistemas políticos, que incluso implicarían a las grandes potencias. Agotada el intento monárquico de Amadeo de Saboya llega la Primera República, la que pareció tratar de dar encaje a diversos planteamientos sobre la estructura de España, pero que no logró satisfacer a varias facciones partidarias de un cambio de abajo a arriba, lo que llevaría a la insurrección cantonal.
El autor, de esa manera, nos presenta en este libro lo sucedido en el cantón murciano centrándose en el aspecto terrestre del conflicto, complementando su anterior libro de la misma colección donde se centraba en el aspecto naval, mostrando el desarrollo de la crisis política con los «intransigentes» que culmina en la rebelión en Cartagena. Así los tres primeros capítulos son dedicados a los aspectos políticos y a la situación de la potente plaza de Cartagena y del ejército español en ese momento; para llegar al capítulo relativo a la rebelión y los intentos de expandir el movimiento cantonal por el Levante español.
Tras la derrota y desbandada de los cantonales en Chinchilla solo queda someter la ciudad; en un asedio que tardó en tomar forma por la escasez de recursos de la República, debido a los múltiples frentes en los que se veía envuelta, y que obligó a una mayor dependencia hacia los militares lo que llevaría a su futura caída. Así la obra presenta las acciones y movimientos de ambas partes, y los esfuerzos para tomar la ciudad (diplomáticos o de fuerza) y las actuaciones de sus defensores (con muchísimas salidas que el libro explica de manera detalla) hasta culminar con el bombardeo y el ataque que fueron colapsando la defensa.
En cuanto al apartado gráfico, como en su anterior libro, se emplean hasta 313 figuras que consisten en imágenes, fotografías (algunas de archivo privado), fragmentos de prensa, documentos de la época, mapas, croquis,…, que acompañan de manera muy visual al relato (excepto algunos estadillos son un poco pequeños y obviamente la caligrafía del XIX es, en casos, difícil de entender). Además de que en este caso también hay notas. Y merece la pena destacar la buena calidad del papel frente a lo que se está haciendo habitual en otras publicaciones.
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Manuel Rolandi Sánchez-Solís, El asedio de Cartagena de 1873-1874 y el final del cantón murciano. Cartagena, Ediciones Nova Spartaria, 2023, 307 páginas.