Suposiciones para leer Tú no eres Sherlock Holmes, de David Llorente

1. SUPONEMOS que un título como Tú no eres Sherlock Holmes quiere comunicarse con el lector de manera autónoma, sin necesidad de comenzar a leer el libro para escupir su secreto. Un título como Tú no eres Sherlock Holmes, a cuyo sujeto (nosotros) se le niega ser, o se le anuncia no ser (Sherlock Holmes),... Leer más La entrada Suposiciones para leer Tú no eres Sherlock Holmes, de David Llorente aparece primero en Zenda.

Mar 29, 2025 - 02:01
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Suposiciones para leer Tú no eres Sherlock Holmes, de David Llorente

Hemos leído la nueva novela de David Llorente, Tú no eres Sherlock Holmes, editada por Alrevés en 2024, y tenemos algunas cosas que decir. Al lío:

1. SUPONEMOS que un título como Tú no eres Sherlock Holmes quiere comunicarse con el lector de manera autónoma, sin necesidad de comenzar a leer el libro para escupir su secreto. Un título como Tú no eres Sherlock Holmes, a cuyo sujeto (nosotros) se le niega ser, o se le anuncia no ser (Sherlock Holmes), y tal y como indican los manuales de pragmática y teoría literaria, espera que la lectora (nosotras) entre libremente, sin esperar consuelo, dejando olvidada por el estupor parte de la felicidad que llevara consigo. La deconstrucción sirve para intuir de este título (apelación directa, negación, referencia ficcional) que nos han descubierto, que falló el plan de los lectores (nosotros), ese de consumir el libro sin más. El título nos está advirtiendo de que no es posible salir limpio de él: arrancada la máscara, desvelada nuestra verdadera identidad (o parte de ella), solo nos queda huir (léase avanzar, leer, cruzar).

2. SUPONEMOS que David Llorente (editado en Madrid, 1973; con traducción al checo en 2002), habla de Sherlock Holmes porque hay un misterio que resolver. Es cierto. Pero erramos al pensar que ese es el objetivo del libro. En realidad, nuestra intuición nos dice que David (Llorente) habla de Sherlock Holmes para que pensemos en James Moriarty. ¿Y quién es el Moriarty en la obra de (David) Llorente? Eso es cosa de ustedes; yo estoy aquí por otro asunto. Lo verdaderamente relevante es que David Llorente (Oller) elige a Ubaldo Contador para vehicular el misterio, y aunque Ubaldo (Contador) no es Sherlock [página siete], la piedra de toque en la novela es que nosotros sí somos (Ubaldo) Contador.

3. SUPONEMOS que la obra literaria de David Llorente Oller está interconectada. Incluso la crítica ha podido deducir vasos comunicantes entre sus novelas. Durante años se conocía solo la tesis de Aurelio López, que distinguía tres ciclos narrativos: novelas de la imaginación, novelas de Praga, novelas de Madrid. En cambio, las estudiosas Mónica Arniches y Luis Illán han apuntado recientemente otro enfoque, al que nos sentimos más cercanos: novelas de la huida y novelas de la identidad, los dos grandes temas de la literatura de Llorente Oller. Lo interesante es que esta catalogación no es cerrada ni exclusiva, y esto refleja mejor la hibridación tan propia de David L. Oller. ¿Dónde ubicamos Tú no eres Sherlock Holmes entonces? En ambos grupos. ¿Pero esto no era una novela de género negro? Ahora hablaremos de eso.

4. SUPONEMOS que David Llorente O. está adscrito al género negro porque publica en Alrevés, y porque ha ganado el premio Silverio Cañada, y el premio Valencia Negra, y el premio Dashiell Hammett. Bueno. Suponemos que todos ustedes se equivocan. Suponemos también que fue Javier Manzano quien más precisión tuvo al calificar una de sus novelas como «ficción criminal», pues esos dos conceptos utilizan cientos de máscaras. Por aclarar este punto, deducimos que lo que D. Llorente Oller quiere contar no encaja en un único género; que el género para David L. O. es un canal, y que ha sabido construir una red propia para transitar mejor por todos ellos. Llorente ahorma los recursos de cada género a lo que necesita la historia, y de paso autodestruye periódicamente el pacto de ficción para exigir el compromiso de quienes lo leen (leemos). Tú no eres Sherlock Holmes es una crítica a las instituciones y su funcionamiento, y una representación de la crueldad sistémica hacia las víctimas de la crisis de 2008, y un recital de ternura y sarcasmo, y una descorazonadora visión del individuo, y un retrato de la vanidad y el poder, y un desahucio de la justicia, y un pataleo de la imaginación contra todo, y un canto rodado en la garganta de la esperanza, y el zureo ansiolítico de la risa incómoda, y un tratado médico de la mala suerte; pero también es una investigación policial, una denuncia social, una prueba más de realismo mágico, un enredo amoroso, una novela literaria (esta categoría es pésima), y vayan ustedes a saber cuántas blasfemias simultáneas más para el corazoncito púrpura de los puristas.

5. SUPONEMOS que las estructuras temáticas de repetición no son una simple figura retórica, sino un instrumento de tortura para que ustedes (nosotros) compartan la extenuación y la precariedad y la indignación de Tú no eres Sherlock Holmes. Suponemos además que Miguel de Unamuno y Peter Handke han revisado las galeradas junto a Llorente, David, para que nosotros (ustedes) asistamos al duelo dialéctico que vertebra la novela. Nuestra intuición apunta a que Oller, por encima de todas las cosas, es cervantino. Deducimos que von Trier, Fincher, Noé, Kassovitz, Demme, Argento, Chirbes, Kaurismäki, Švankmajer, Amiel, Rohmer y Fargeat han tenido algo que ver; y que la lluvia de Praga suena a Klaus Nomi, y la supervivencia a Hidrogenesse. Y más allá de la intuición, vemos los fantasmas que le han puesto la mano en el hombro mientras escribía: Hrabal, Valle-Inclán, Vonnegut, Cortázar, Meijer, Savater, Nabokov, Rojo.

6. SUPONEMOS que, por encima de todo, D. L. sabe que la literatura es un juego, y deja regalos para sus amigos a la manera de Stevenson o Welles, y pistas pálidas para los lectores (ustedes, nosotros) que nos hagamos las preguntas correctas bajo el cráneo, como si acaso la médium de la página doscientos uno es realmente la bruja Fudina, o si el título del primer capítulo de Te quiero porque me das de comer tiene algo que ver con la página cuatrocientos treinta y uno, o si la recopilación dramática de Virgilio Paúl de la página doscientos treinta y uno se podría intitular Los árboles dormidos, o si David Černý pertenece al linaje del escultor Ricardo Estrella, de Madrid: frontera, o si alguno de los teatros que aparecen es el mismo que recorre el personaje de Godot: príncipe de Dinamarca; o si los muñecos de nieve que aparecen en el libro se desharán en un par de meses o tres, o en cambio están hechos con la nieve que nos ha escarchado el corazón y que no se derrite jamás.

7. SUPONEMOS que Tú no eres Sherlock Holmes es una secuela cronológica (de lectura independiente) de Te quiero porque me das de comer, y una evolución en el estilo tan definitorio de David Llorente (reeditado en Madrid: 2019). Deducimos que su cercanía al tiempo que vivimos (ustedes también) le da a la lectura una atmósfera más empática y escalofriante; sostenemos que eso es bueno, porque a alguien podría olvidársele que seguimos ahí. Intuimos, sin embargo, que ha de pasar el tiempo para que dejemos de huir, y revisemos la historia, y alguien recuerde este libro para que, al fin, nos sea revelada su verdadera identidad, esto es, la nuestra.

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Autor: David Llorente. TítuloTú no eres Sherlock HolmesEditorial: Alrvés. Venta: Venta: Todostuslibros.

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