Un castillo de novela en el corazón de Toledo: el legado medieval de una villa casi milenaria que no tanta gente conoce
No muchas localidades de España pueden presumir de haber quedado grabadas en una de las novelas más importantes de nuestra historia literaria. Sin embargo, Escalona, una villa toledana con casi mil años de historia, tiene ese privilegio. En El Lazarillo de Tormes, obra cumbre de la novela picaresca escrita de forma anónima en el siglo XVI, se menciona a Escalona en uno de los pasajes más recordados. Allí es donde el pícaro Lázaro abandona a su cruel amo, el ciego, tras hacerlo chocar contra un pilar. Esta referencia, breve pero contundente, no solo sitúa a Escalona en el mapa literario, sino que también nos habla de su relevancia en la época, como lugar de paso, de conflicto y de vida. Situada en la provincia de Toledo, Escalona se encuentra a unos 53 kilómetros de la capital provincial, un trayecto de apenas cuarenta minutos en coche. Desde Madrid, la distancia es algo mayor, unos 87 kilómetros, lo que se traduce en poco más de una hora de viaje. Se puede llegar fácilmente por la A-5 o la R-5, tomando después la N-403 en dirección a Ávila. El castillo-palacio de Escalona. ©Turismo de Castilla-La Mancha. Al llegar, lo que primero llama la atención es su imponente castillo, encaramado sobre un promontorio junto al río Alberche. El Castillo-Palacio de Escalona es una de las fortalezas medievales más notables de Castilla-La Mancha. Su historia arranca en tiempos de los romanos, aunque su presencia como fortaleza se consolidó bajo dominio musulmán. Tras la conquista cristiana liderada por Alfonso VI a finales del siglo XI, el castillo se convirtió en un bastión fundamental para la defensa de la frontera sur del reino. Durante los siglos XII y XIII, Escalona fue testigo de continuas escaramuzas entre cristianos y musulmanes. Pero fue en el siglo XIV cuando la villa alcanzó uno de sus momentos de mayor esplendor. Aquí nació don Juan Manuel, autor de El Conde Lucanor y figura clave de la literatura medieval castellana. En sus muros también residió Álvaro de Luna, favorito del rey Juan II, quien transformó la antigua fortaleza en un elegante palacio mudéjar, lo que dotó al conjunto de una estética híbrida entre lo defensivo y lo cortesano. En su época, el castillo llegó a considerarse una de las fortificaciones más seguras de la península ibérica, tanto por su ubicación estratégica como por el ingenio de su arquitectura militar. Con un flanco protegido por el río Alberche, el castillo de Escalona era prácticamente inexpugnable. ©Turismo de Escalona. Hoy en día, el castillo vuelve a estar en manos públicas tras siglos de propiedad privada. El Ayuntamiento de Escalona lo ha adquirido con la intención de rehabilitarlo y abrirlo al público, lo que supone un paso importante para poner en valor su enorme potencial turístico. Aunque todavía no se puede visitar por completo, su silueta domina el paisaje urbano y puede recorrerse su exterior, lo que ya permite hacerse una idea del poder que una vez representó. Pero Escalona es mucho más que su castillo. Pasear por sus calles es retroceder en el tiempo. Aún se conservan tramos de la muralla medieval y se pueden atravesar antiguas puertas de acceso como las de San Miguel o San Ramón. Puerta de San Miguel, uno de los antiguos accesos a la villa. ©Turismo de Escalona. La colegiata de San Miguel Arcángel es otro punto destacado, con un retablo barroco de gran valor y una torre campanario separada del cuerpo principal, algo poco común. En la plaza principal, bautizada con el nombre del Infante don Juan Manuel, se encuentra la antigua Casa del Concejo, reconvertida en biblioteca y centro cultural, donde a menudo se celebran exposiciones y actividades. Una de las propuestas más originales que ha puesto en marcha el municipio es la Ruta de Arte Urbano. A lo largo de sus calles, pueden encontrarse murales de gran formato que representan episodios históricos y leyendas locales, creados por artistas contemporáneos que han sabido mezclar tradición e innovación de forma muy atractiva. Esta iniciativa ha revitalizado el casco antiguo y ha sumado un nuevo atractivo para los visitantes. En los meses de calor, el río Alberche ofrece una opción refrescante. En su ribera se encuentra una playa fluvial muy popular entre los vecinos y turistas, ideal para pasar el día en familia o simplemente relajarse a la sombra de los árboles. Además, Escalona forma parte de varias rutas jacobeas, como el Camino de Levante y el del Sureste, por lo que también es habitual ver peregrinos haciendo una pausa en su recorrido hacia Santiago. Imágenes | Escalona Turismo / Turismo de Castilla La Mancha En DAP | 48 horas en Toledo En DAP | Las Esparteras, el asador en una vía de servicio en plena A-5 que se ha convertido en una de las mejores bodegas de España - La noticia Un castillo de novela

No muchas localidades de España pueden presumir de haber quedado grabadas en una de las novelas más importantes de nuestra historia literaria. Sin embargo, Escalona, una villa toledana con casi mil años de historia, tiene ese privilegio.
En El Lazarillo de Tormes, obra cumbre de la novela picaresca escrita de forma anónima en el siglo XVI, se menciona a Escalona en uno de los pasajes más recordados. Allí es donde el pícaro Lázaro abandona a su cruel amo, el ciego, tras hacerlo chocar contra un pilar.
Esta referencia, breve pero contundente, no solo sitúa a Escalona en el mapa literario, sino que también nos habla de su relevancia en la época, como lugar de paso, de conflicto y de vida.
Situada en la provincia de Toledo, Escalona se encuentra a unos 53 kilómetros de la capital provincial, un trayecto de apenas cuarenta minutos en coche. Desde Madrid, la distancia es algo mayor, unos 87 kilómetros, lo que se traduce en poco más de una hora de viaje. Se puede llegar fácilmente por la A-5 o la R-5, tomando después la N-403 en dirección a Ávila.

Al llegar, lo que primero llama la atención es su imponente castillo, encaramado sobre un promontorio junto al río Alberche. El Castillo-Palacio de Escalona es una de las fortalezas medievales más notables de Castilla-La Mancha. Su historia arranca en tiempos de los romanos, aunque su presencia como fortaleza se consolidó bajo dominio musulmán. Tras la conquista cristiana liderada por Alfonso VI a finales del siglo XI, el castillo se convirtió en un bastión fundamental para la defensa de la frontera sur del reino.
Durante los siglos XII y XIII, Escalona fue testigo de continuas escaramuzas entre cristianos y musulmanes. Pero fue en el siglo XIV cuando la villa alcanzó uno de sus momentos de mayor esplendor.
Aquí nació don Juan Manuel, autor de El Conde Lucanor y figura clave de la literatura medieval castellana. En sus muros también residió Álvaro de Luna, favorito del rey Juan II, quien transformó la antigua fortaleza en un elegante palacio mudéjar, lo que dotó al conjunto de una estética híbrida entre lo defensivo y lo cortesano.
En su época, el castillo llegó a considerarse una de las fortificaciones más seguras de la península ibérica, tanto por su ubicación estratégica como por el ingenio de su arquitectura militar.

Hoy en día, el castillo vuelve a estar en manos públicas tras siglos de propiedad privada. El Ayuntamiento de Escalona lo ha adquirido con la intención de rehabilitarlo y abrirlo al público, lo que supone un paso importante para poner en valor su enorme potencial turístico. Aunque todavía no se puede visitar por completo, su silueta domina el paisaje urbano y puede recorrerse su exterior, lo que ya permite hacerse una idea del poder que una vez representó.
Pero Escalona es mucho más que su castillo. Pasear por sus calles es retroceder en el tiempo. Aún se conservan tramos de la muralla medieval y se pueden atravesar antiguas puertas de acceso como las de San Miguel o San Ramón.

La colegiata de San Miguel Arcángel es otro punto destacado, con un retablo barroco de gran valor y una torre campanario separada del cuerpo principal, algo poco común. En la plaza principal, bautizada con el nombre del Infante don Juan Manuel, se encuentra la antigua Casa del Concejo, reconvertida en biblioteca y centro cultural, donde a menudo se celebran exposiciones y actividades.
Una de las propuestas más originales que ha puesto en marcha el municipio es la Ruta de Arte Urbano. A lo largo de sus calles, pueden encontrarse murales de gran formato que representan episodios históricos y leyendas locales, creados por artistas contemporáneos que han sabido mezclar tradición e innovación de forma muy atractiva. Esta iniciativa ha revitalizado el casco antiguo y ha sumado un nuevo atractivo para los visitantes.
En los meses de calor, el río Alberche ofrece una opción refrescante. En su ribera se encuentra una playa fluvial muy popular entre los vecinos y turistas, ideal para pasar el día en familia o simplemente relajarse a la sombra de los árboles. Además, Escalona forma parte de varias rutas jacobeas, como el Camino de Levante y el del Sureste, por lo que también es habitual ver peregrinos haciendo una pausa en su recorrido hacia Santiago.
Imágenes | Escalona Turismo / Turismo de Castilla La Mancha
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Un castillo de novela en el corazón de Toledo: el legado medieval de una villa casi milenaria que no tanta gente conoce
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Directo al Paladar
por
Jaime de las Heras
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