Última hora: Muere el papa Francisco tras doce años de pontificado
Un legado marcado por la sencillez. El papa Francisco ha fallecido a los 88 años en Roma, después de doce intensos años al frente de la Iglesia Católica. Su estado de salud había generado preocupación en el Vaticano desde hacía semanas, obligando a suspender gran parte de su agenda. La dificultad creciente para leer discursos ... Leer más

Un legado marcado por la sencillez.
El papa Francisco ha fallecido a los 88 años en Roma, después de doce intensos años al frente de la Iglesia Católica. Su estado de salud había generado preocupación en el Vaticano desde hacía semanas, obligando a suspender gran parte de su agenda. La dificultad creciente para leer discursos y presidir ceremonias rutinarias evidenciaba el deterioro de su condición.
Con su partida, termina una era definida por un cambio de tono y de enfoque dentro de la Iglesia. “Los pobres son la prioridad”, dijo en su primer acto como papa, una frase que se convirtió en brújula de su pontificado. Bergoglio, el primer pontífice latinoamericano, desafió la tradición europea con una visión pastoral más inclusiva y comprometida con las periferias.
Una voz distinta dentro del Vaticano.
Su figura no dejó indiferente a nadie: mientras sectores conservadores lo acusaban de desdibujar ciertas doctrinas, muchos fuera del catolicismo valoraban su apertura. El papa Francisco abogó por una Iglesia menos centrada en el poder y más cercana a las preocupaciones sociales contemporáneas. En sus gestos y palabras, el mensaje era claro: humildad, reforma y diálogo.
Francisco eligió vivir en la residencia de Santa Marta en lugar del palacio apostólico, una decisión que simbolizaba su rechazo al boato. Su estilo directo, incluso a veces incómodo para algunos, rompía con décadas de protocolos. “Prefiero una Iglesia accidentada por salir a la calle, que enferma por encerrarse”, declaró en uno de sus discursos más recordados.
El impacto más allá de la fe.
Durante su pontificado, el papa Francisco se convirtió en una figura moral global, interviniendo en debates sobre cambio climático, migración y justicia social. Supo conectar con jóvenes, comunidades marginadas y no creyentes, gracias a un lenguaje claro y empático. En tiempos de polarización, apostó por tender puentes y escuchar.
Ahora, la Iglesia entra en un periodo de transición profunda, marcada por la sombra de un líder que transformó silenciosamente su estructura y su relato. “La realidad se entiende mejor desde las periferias”, solía decir. Esa frase, como muchas otras, resume su manera de mirar el mundo y de invitar a mirarlo con otros ojos.