Salen a la luz los ocho candidatos a Papa, ¿cuál tiene mas cara de Papa?
La carrera por el papado: ¿quién sucederá a Francisco I? Tras el fallecimiento del Papa Francisco I, se activa uno de los procesos más enigmáticos y cuidadosamente orquestados de la Iglesia Católica: el Cónclave. Este evento milenario, que reúne a los cardenales electores menores de 80 años, determinará quién ocupará el trono de San Pedro. ... Leer más

La carrera por el papado: ¿quién sucederá a Francisco I?
Tras el fallecimiento del Papa Francisco I, se activa uno de los procesos más enigmáticos y cuidadosamente orquestados de la Iglesia Católica: el Cónclave. Este evento milenario, que reúne a los cardenales electores menores de 80 años, determinará quién ocupará el trono de San Pedro. **El candidato elegido deberá obtener una mayoría de dos tercios** en una votación secreta que puede prolongarse varios días y que suele estar marcada por intensas negociaciones internas, momentos de oración y, también, una buena dosis de incertidumbre.
Aunque el resultado final es imprevisible, algunos nombres ya circulan con fuerza en los pasillos del Vaticano y en las quinielas de casas de apuestas. A continuación, presentamos a los principales «papables», es decir, aquellos cardenales que podrían convertirse en el próximo líder de los católicos del mundo.
Pietro Parolin (Italia, 70 años)
Cargo: Secretario de Estado del Vaticano.
Perfil: Diplomático con décadas de servicio en la Santa Sede, Parolin es visto como una figura moderada que equilibra tradición y reforma. Ha tenido un papel crucial en la política exterior del Vaticano, especialmente en complejas negociaciones con países como China y Vietnam.
Fortalezas: Su conocimiento profundo de la Curia romana y su experiencia como «número dos» del Vaticano lo hacen un candidato natural para muchos cardenales que buscan estabilidad y continuidad.
Debilidades: Su perfil tecnocrático, más centrado en la gestión que en el carisma pastoral, y algunas controversias financieras recientes podrían restarle apoyo.
Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)
Cargo: Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización.
Perfil: Considerado uno de los rostros más carismáticos de la Iglesia, Tagle es visto como una figura progresista y empática, muy cercana al estilo de Francisco.
Fortalezas: Su juventud relativa, popularidad internacional, y la posibilidad de ser el primer Papa asiático en la historia lo convierten en una opción transformadora.
Debilidades: Su escasa experiencia dentro de la compleja maquinaria de la Curia podría ser un punto débil en el juego de equilibrios e influencias que marca el Cónclave.
Matteo Zuppi (Italia, 69 años)
Cargo: Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
Perfil: Progresista y profundamente pastoral, Zuppi ha sido mediador en conflictos internacionales y es conocido por su compromiso con los más vulnerables.
Fortalezas: Representa una línea de continuidad con el pontificado de Francisco, con una fuerte sensibilidad social y pastoral.
Debilidades: A pesar de su capacidad diplomática, cuenta con menos experiencia en la Curia comparado con otros candidatos como Parolin.
Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años)
Cargo: Arzobispo de Marsella.
Perfil: Considerado uno de los protegidos de Francisco, Aveline ha defendido una Iglesia inclusiva, especialmente en contextos de migración y diálogo interreligioso.
Fortalezas: Su enfoque humano y multicultural lo ha consolidado como un referente del llamado «bergoglianismo».
Debilidades: Su escasa experiencia en la administración central del Vaticano y su bajo perfil internacional pueden jugar en su contra.
Peter Turkson (Ghana, 76 años)
Cargo: Ex-Prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral.
Perfil: Moderado con un fuerte énfasis en la justicia social y el cuidado ambiental. Ha sido una figura destacada en el impulso del pensamiento ecológico dentro de la Iglesia.
Fortalezas: Su procedencia africana podría enviar un poderoso mensaje sobre la universalidad del catolicismo y su creciente presencia en el sur global.
Debilidades: Su edad y su perfil relativamente discreto podrían limitar su viabilidad como candidato de consenso.
Fridolin Ambongo Besungu (República Democrática del Congo, 65 años)
Cargo: Arzobispo de Kinshasa.
Perfil: Figura clave del catolicismo africano, Ambongo combina una visión progresista en temas sociales y ecológicos con posiciones conservadoras en temas doctrinales.
Fortalezas: Su liderazgo en un continente donde el catolicismo crece a gran velocidad y su compromiso con los pobres.
Debilidades: Su discurso anticolonial y sus críticas abiertas a gobiernos autoritarios podrían generar divisiones internas.
Robert Sarah (Guinea, 79 años)
Cargo: Prefecto Emérito de la Congregación para el Culto Divino.
Perfil: Firme defensor de las posturas tradicionales, Sarah es admirado por los sectores más conservadores de la Iglesia.
Fortalezas: Su sólida formación teológica y sus populares escritos lo han convertido en una figura influyente entre los católicos más ortodoxos.
Debilidades: Su perfil polarizante y su edad (cumplirá 80 en junio) prácticamente lo descartan de las posibilidades reales de ser elegido.
Péter Erdő (Hungría, 72 años)
Cargo: Arzobispo de Esztergom-Budapest.
Perfil: Conservador en lo doctrinal, pero con apertura al diálogo. Erdő ha sido una figura de consenso en encuentros internacionales del Vaticano.
Fortalezas: Su experiencia y sus vínculos con diversas regiones del mundo lo convierten en una carta de equilibrio.
Debilidades: Su bajo perfil mediático y falta de carisma lo alejan de una elección impulsada por la imagen pública.
Tendencias y factores clave del Cónclave
Diversidad geográfica: A diferencia de épocas anteriores, los nombres que suenan con fuerza incluyen a representantes de Asia y África, reflejo del dinamismo del catolicismo en esas regiones. Sin embargo, los italianos siguen teniendo una posición privilegiada por su familiaridad con los engranajes vaticanos.
División ideológica: El Colegio Cardenalicio parece dividirse entre quienes desean continuar con el estilo pastoral e inclusivo de Francisco (Tagle, Zuppi, Aveline) y quienes promueven un retorno a la tradición más estricta (Sarah, Erdő).
Factores determinantes: Más allá de las preferencias, el próximo Papa deberá ser capaz de mediar entre sensibilidades opuestas, poseer experiencia en la Curia, carisma pastoral y, en un mundo globalizado, representar a la Iglesia universal.
¿Y si el favorito no gana?
En Roma se repite una máxima cargada de sabiduría política: “Quien entra en un cónclave como Papa, sale como cardenal.” La elección de Francisco en 2013, cuando no era considerado favorito, es prueba de lo imprevisible que puede ser este proceso.
Otros nombres, como el del cardenal Pierbattista Pizzaballa (Italia, 60 años), destacado por su labor en Medio Oriente, o Anders Arborelius (Suecia, 75 años), con perfil dialogante, podrían ganar fuerza si los primeros candidatos se estancan.
Lo que viene
El Cónclave se iniciará entre 15 y 20 días después de la muerte de Francisco. De los 252 cardenales actuales, **138 tienen derecho a voto**. La mayoría de ellos fueron nombrados por el propio Francisco, lo que podría inclinar la balanza hacia alguien que continúe su legado.
En este momento, según las casas de apuestas como Betfair, los favoritos son Parolin, Tagle y Zuppi, seguidos de cerca por Turkson y Ambongo. Sin embargo, como ha demostrado la historia, las votaciones reales pueden romper todos los pronósticos.
El mundo católico espera. Y mientras el humo blanco aún no asoma por la chimenea de la Capilla Sixtina, las especulaciones no dejan de crecer.