Estas albóndigas deshidratadas son veganas y sin gluten: me han gustado un montón
Luego de haber probado la boloñesa vegetal y deshidratada de Nuveg hace dos años, me dispuse a preparar con gran expectativa otro de sus productos: las albóndigas... Y no me equivoqué. Desde el primer bocado, me gustó la propuesta de las albóndigas en tanto el nivel de jugosidad, sabor y textura. Además de ser veganas, son una opción sin gluten. Lo que más me convenció, es la practicidad y lo fáciles que son de preparar. En pocos minutos, tenía unas albóndigas listas para comer. Solo se necesita agua fría para regenerarlas. Se mezcla el contenido del paquete con agua muy fría y se amasa con las manos para integrar. Con las palmas, se forman las albóndigas y se cocinan en la sartén u horno de 10 a 12 minutos para no cocinar de más y que resulten secas. Se mantienen redondas y formadas durante el proceso de cocción y se asemejan mucho a las albóndigas caseras de ternera en ese aspecto. Además, creo que terminan con un color marrón atractivo. Las sumé a una ensalada templada con arroz integral y vegetales para el almuerzo. Pero me imagino que también quedarán perfectas entre panes para preparar un bocadillo de albóndigas o meatball sub o como principal para recrear los famosos "spaghetti and meatballs". En el frente del paquete se distingue el distintivo de "gluten free", "lactose free", "soy free" y "GMO free", siendo una solución a las intolerancias y/o alergias alimentarias más escuchadas. Al igual que me sucedió en la boloñesa, en la lista de ingredientes prevalece el texturizado de proteína de guisante y faba. Se trata de un subproducto de la legumbre que se produce en Dinamarca, mediante un proceso mecánico de tipo seco, es decir, sin el uso de agua y productos químicos. Una tecnología que aplica energía mediante fricción, calor y presión para la obtención de una estructura proteica organizada y fibrosa. En ella, las legumbres de origen ecológico, se pulverizan para hacer una harina y luego se someten a una máquina de extrusión. Allí se aplican 10 atmósferas de presión por 3 minutos a 160 ºC, lo que encapsula el rico contenido de nutrientes, especialmente de macronutrientes y logra su forma redonda y compacta. En consecuencia, la proteína no queda alterada. El resto de los ingredientes se completa con almidón, meticelulosa, saborizantes naturales, cebolla en polvo, fibra vegetal y remolacha rojo en polvo que aporta color. Con más de una década de experiencia en el mercado, Nuveg se posiciona en la sección de alimentación deshidratada. Un sector que incluye los alimentos que han tenido gran parte de su agua extraída, se logran preparados deshidratados de altísimo valor nutricional sin gluten, lactosa ni soja. Los alimentos deshidratados ofrecen características únicas que los hacen muy interesantes. Al eliminar el agua, se reduce significativamente el peso, lo que facilita su transporte en mochilas, viajes o cualquier situación donde el espacio y el peso sean limitados. Asimismo, la eliminación de la humedad previene el crecimiento de microorganismos, lo que prolonga la vida útil de los alimentos sin necesidad de frío. Esto los hace perfectos para excursiones, campamentos o situaciones de emergencia. Mismo, los alimentos deshidratados conservan gran parte de sus nutrientes, lo que los convierte en una fuente concentrada de vitaminas, minerales y fibra. Las albóndigas tienen cerca de un 30% de proteína proveniente de guisante y faba (en seco). Ahora bien, una vez que se hidrata la masa, el contenido de proteína pasa a ser del 13% en una porción de 100 gramos. Además tienen un 36% de fibra en seco, lo que da un 15% de fibra una vez hidratada la masa. Como sustituto a las albóndigas en salsa de tomate, las veo convenientes para preparar en el día a día para ahorrar tiempo en la cocina, y tener el gustito de comida hecha en casa. Resultan suaves y tiernas, con buen sabor. ¿Qué más puedo aportar? No resultan insípidas y tampoco saben demasiado saladas ni ahumadas. En definitiva, se perfilan como una alternativa a los vegetarianos y/o veganos que buscan productos que imitan la carne de origen vegetal. ¿Albóndigas sin carne? Sí, es totalmente posible. En DAP | La zorza gallega vegana existe. Y la hemos probado En DAP | Probamos las brochetas de pollo vegano de Planted y nos sorprenden: la empresa suiza apunta a los más carnívoros - La noticia Estas albóndigas deshidratadas son veganas y sin gluten: me han gustado un montón fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Inés Vazquez Noya .

Luego de haber probado la boloñesa vegetal y deshidratada de Nuveg hace dos años, me dispuse a preparar con gran expectativa otro de sus productos: las albóndigas... Y no me equivoqué.
Desde el primer bocado, me gustó la propuesta de las albóndigas en tanto el nivel de jugosidad, sabor y textura. Además de ser veganas, son una opción sin gluten. Lo que más me convenció, es la practicidad y lo fáciles que son de preparar. En pocos minutos, tenía unas albóndigas listas para comer.
Solo se necesita agua fría para regenerarlas. Se mezcla el contenido del paquete con agua muy fría y se amasa con las manos para integrar. Con las palmas, se forman las albóndigas y se cocinan en la sartén u horno de 10 a 12 minutos para no cocinar de más y que resulten secas.
Se mantienen redondas y formadas durante el proceso de cocción y se asemejan mucho a las albóndigas caseras de ternera en ese aspecto. Además, creo que terminan con un color marrón atractivo.

Las sumé a una ensalada templada con arroz integral y vegetales para el almuerzo. Pero me imagino que también quedarán perfectas entre panes para preparar un bocadillo de albóndigas o meatball sub o como principal para recrear los famosos "spaghetti and meatballs".
En el frente del paquete se distingue el distintivo de "gluten free", "lactose free", "soy free" y "GMO free", siendo una solución a las intolerancias y/o alergias alimentarias más escuchadas.
Al igual que me sucedió en la boloñesa, en la lista de ingredientes prevalece el texturizado de proteína de guisante y faba. Se trata de un subproducto de la legumbre que se produce en Dinamarca, mediante un proceso mecánico de tipo seco, es decir, sin el uso de agua y productos químicos. Una tecnología que aplica energía mediante fricción, calor y presión para la obtención de una estructura proteica organizada y fibrosa. En ella, las legumbres de origen ecológico, se pulverizan para hacer una harina y luego se someten a una máquina de extrusión. Allí se aplican 10 atmósferas de presión por 3 minutos a 160 ºC, lo que encapsula el rico contenido de nutrientes, especialmente de macronutrientes y logra su forma redonda y compacta. En consecuencia, la proteína no queda alterada.
El resto de los ingredientes se completa con almidón, meticelulosa, saborizantes naturales, cebolla en polvo, fibra vegetal y remolacha rojo en polvo que aporta color. Con más de una década de experiencia en el mercado, Nuveg se posiciona en la sección de alimentación deshidratada. Un sector que incluye los alimentos que han tenido gran parte de su agua extraída, se logran preparados deshidratados de altísimo valor nutricional sin gluten, lactosa ni soja.
Los alimentos deshidratados ofrecen características únicas que los hacen muy interesantes. Al eliminar el agua, se reduce significativamente el peso, lo que facilita su transporte en mochilas, viajes o cualquier situación donde el espacio y el peso sean limitados. Asimismo, la eliminación de la humedad previene el crecimiento de microorganismos, lo que prolonga la vida útil de los alimentos sin necesidad de frío. Esto los hace perfectos para excursiones, campamentos o situaciones de emergencia. Mismo, los alimentos deshidratados conservan gran parte de sus nutrientes, lo que los convierte en una fuente concentrada de vitaminas, minerales y fibra.

Las albóndigas tienen cerca de un 30% de proteína proveniente de guisante y faba (en seco). Ahora bien, una vez que se hidrata la masa, el contenido de proteína pasa a ser del 13% en una porción de 100 gramos. Además tienen un 36% de fibra en seco, lo que da un 15% de fibra una vez hidratada la masa.
Como sustituto a las albóndigas en salsa de tomate, las veo convenientes para preparar en el día a día para ahorrar tiempo en la cocina, y tener el gustito de comida hecha en casa. Resultan suaves y tiernas, con buen sabor. ¿Qué más puedo aportar? No resultan insípidas y tampoco saben demasiado saladas ni ahumadas. En definitiva, se perfilan como una alternativa a los vegetarianos y/o veganos que buscan productos que imitan la carne de origen vegetal.
¿Albóndigas sin carne? Sí, es totalmente posible.
En DAP | La zorza gallega vegana existe. Y la hemos probado
-
La noticia
Estas albóndigas deshidratadas son veganas y sin gluten: me han gustado un montón
fue publicada originalmente en
Directo al Paladar
por
Inés Vazquez Noya
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