Esta crítica vegana se ha hecho famosa por alertar sobre la crueldad animal en el cine. Y no perdona ni que se beba leche
Una crítica gastronómica aspira a ser objetiva, como la de cualquier otra rama de la cultura. Pero sería naif ignorar que siempre hay algo subjetivo, sea consciente o inconscientemente, y pueden abordarse desde perspectivas diferentes, pensando también en a quién van dirigidas. Allison McCulloch es crítica de cine y también vegana, dos mundos que parecen ajenos entre sí, pero que en su caso ha convertido en seña de identidad de sus valoraciones. Y no deja pasar ni una. “Maui (Dwayne Johnson) llama al cerdo Bacon”; “Hay gente montando a caballo”; “Comen helado”; “La esposa lleva un abrigo de piel”; “Se ven sándwiches de atún en una máquina de vending”; “Los personajes comen pavo en Acción de Gracias”; “Van al zoo”. Estas citas son solo un puñado de ejemplos de las vegan alerts, alertas veganas, que McCulloch incluye en sus críticas, las cuales comparte, principalmente, en Letterbox, la red social, aplicación y web para cinéfilos y aficionados al cine y las series. Tiene más de 27.000 seguidores y ha reseñado más de 24.000 películas, normalmente con comentarios breves y directos al grano, otras veces con críticas más elaboradas y textos largos. Lo que no suele pasar por alto son los avisos para veganos, pues los ha convertido en seña de identidad de su propia marca personal. En Directo al Paladar Por qué soy vegano: “Nos ven como una amenaza porque hay cosas que no quieren escuchar” “Un vaso de leche está lleno de violencia” Nacida en Los Angeles pero afincada en Nueva York desde hace años, Allison McCullogh se define en su perfil mediático como crítica de cine, vegana, neoyoquina, abstemia, defensora de los derechos de las mujeres y activista del medio ambiente. Sus críticas de cine incluyen 'alertas veganas' que avisan de detonantes emocionales vinculados a actos de crueldad animal Las redes están llenas de influencers, tiktokers, youtubers, blogueros -alguno queda- y demás creadores de contenidos en torno al cine, pero Allison se ha hecho muy popular por proveer una fuente de información segura a veganos, vegetarianos y animalistas que pueden tener reparos a la hora de ver según qué cosas en la pantalla. Sus alertas veganas advierten de antemano de posibles detonantes emocionales -triggers- a los espectadores más sensibles. Algo así como cuando alguien a quien lo pasa mal con las películas de terror pregunta antes de aventurarse al cine si un determinado título da mucho miedo. Así luego no hay sustos, nunca mejor dicho. Repasando por encima algunas de sus críticas podrían parecernos comentarios exagerados. A nadie se le escapa que en títulos como ‘Fast Food Nation’ un vegano lo va a pasar mal, pero McCulloch hila mucho más fino. Su objetivo es señalar todas las referencias a actos de crueldad o violencia contra los animales, y eso no se limita a mostrar un matadero de vacas, una granja, un mercado de carne o una escena de pesca. Para los animalistas, también es cruel montar a caballo, tener gallinas que viven en libertad en una casa de campo para coger sus huevos o visitar un zoológico. Star Wars: Los últimos Jedi (Lucasfilm, ) La crítica es capaz de atisbar detonantes en un escaparate por el que pasan los protagonistas paseando por la calle, en los cereales de una escena de desayuno o en el surtido de una máquina de vending que se cuela por el fondo. No hace falta que veamos a los personajes comer o beber directamente productos de origen animal, solo con hacer referencias habladas a actos de crueldad animal o a comida omnívora, ya toma nota. “La gente puede pensar que un vaso de leche es inocuo”, afirma en una entrevista en The New York Times. “Pero no lo es. Está lleno de violencia”. Ni siquiera se libra el cine de ciencia ficción o fantasía, aunque los animales y la comida que aparecen en pantalla sean completamente ficticios. Para ella, escenas como la de Luke Skywalker en ‘Star Wars: Los últimos Jedi’ bebiendo leche de una sirena thala promueve la ideología de que los animales existen para ser explotados. «Ningún animal sufrió daños durante el rodaje de esta película». ¿Seguro? Como señala el texto del NYT, mucho ha cambiado Hollywood desde los inicios del cine como industria en cuanto al trato con los animales. El bienestar animal apenas se tenía en consideración durante rodajes mastodónticos como la versión de los años 50 de ‘Ben-Hur’, en el que murieron al menos un centenar de caballos sin que pasara nada. Más recientemente, la serie ‘Luck’, ambientada en el mundo de carreras de caballos, fue cancelada tras producirse la muerte de tres animales. Amnesia (2015). En teoría, todas las producciones en las que aparecen animales lucen la frase «No animals were harmed in the making of this film», aunque se han destapado algunas polémicas según una

Una crítica gastronómica aspira a ser objetiva, como la de cualquier otra rama de la cultura. Pero sería naif ignorar que siempre hay algo subjetivo, sea consciente o inconscientemente, y pueden abordarse desde perspectivas diferentes, pensando también en a quién van dirigidas. Allison McCulloch es crítica de cine y también vegana, dos mundos que parecen ajenos entre sí, pero que en su caso ha convertido en seña de identidad de sus valoraciones. Y no deja pasar ni una.
“Maui (Dwayne Johnson) llama al cerdo Bacon”; “Hay gente montando a caballo”; “Comen helado”; “La esposa lleva un abrigo de piel”; “Se ven sándwiches de atún en una máquina de vending”; “Los personajes comen pavo en Acción de Gracias”; “Van al zoo”.
Estas citas son solo un puñado de ejemplos de las vegan alerts, alertas veganas, que McCulloch incluye en sus críticas, las cuales comparte, principalmente, en Letterbox, la red social, aplicación y web para cinéfilos y aficionados al cine y las series. Tiene más de 27.000 seguidores y ha reseñado más de 24.000 películas, normalmente con comentarios breves y directos al grano, otras veces con críticas más elaboradas y textos largos. Lo que no suele pasar por alto son los avisos para veganos, pues los ha convertido en seña de identidad de su propia marca personal.
“Un vaso de leche está lleno de violencia”
Nacida en Los Angeles pero afincada en Nueva York desde hace años, Allison McCullogh se define en su perfil mediático como crítica de cine, vegana, neoyoquina, abstemia, defensora de los derechos de las mujeres y activista del medio ambiente.
Sus críticas de cine incluyen 'alertas veganas' que avisan de detonantes emocionales vinculados a actos de crueldad animal
Las redes están llenas de influencers, tiktokers, youtubers, blogueros -alguno queda- y demás creadores de contenidos en torno al cine, pero Allison se ha hecho muy popular por proveer una fuente de información segura a veganos, vegetarianos y animalistas que pueden tener reparos a la hora de ver según qué cosas en la pantalla. Sus alertas veganas advierten de antemano de posibles detonantes emocionales -triggers- a los espectadores más sensibles. Algo así como cuando alguien a quien lo pasa mal con las películas de terror pregunta antes de aventurarse al cine si un determinado título da mucho miedo. Así luego no hay sustos, nunca mejor dicho.
Repasando por encima algunas de sus críticas podrían parecernos comentarios exagerados. A nadie se le escapa que en títulos como ‘Fast Food Nation’ un vegano lo va a pasar mal, pero McCulloch hila mucho más fino. Su objetivo es señalar todas las referencias a actos de crueldad o violencia contra los animales, y eso no se limita a mostrar un matadero de vacas, una granja, un mercado de carne o una escena de pesca. Para los animalistas, también es cruel montar a caballo, tener gallinas que viven en libertad en una casa de campo para coger sus huevos o visitar un zoológico.

La crítica es capaz de atisbar detonantes en un escaparate por el que pasan los protagonistas paseando por la calle, en los cereales de una escena de desayuno o en el surtido de una máquina de vending que se cuela por el fondo. No hace falta que veamos a los personajes comer o beber directamente productos de origen animal, solo con hacer referencias habladas a actos de crueldad animal o a comida omnívora, ya toma nota.
“La gente puede pensar que un vaso de leche es inocuo”, afirma en una entrevista en The New York Times. “Pero no lo es. Está lleno de violencia”. Ni siquiera se libra el cine de ciencia ficción o fantasía, aunque los animales y la comida que aparecen en pantalla sean completamente ficticios. Para ella, escenas como la de Luke Skywalker en ‘Star Wars: Los últimos Jedi’ bebiendo leche de una sirena thala promueve la ideología de que los animales existen para ser explotados.
«Ningún animal sufrió daños durante el rodaje de esta película». ¿Seguro?
Como señala el texto del NYT, mucho ha cambiado Hollywood desde los inicios del cine como industria en cuanto al trato con los animales. El bienestar animal apenas se tenía en consideración durante rodajes mastodónticos como la versión de los años 50 de ‘Ben-Hur’, en el que murieron al menos un centenar de caballos sin que pasara nada. Más recientemente, la serie ‘Luck’, ambientada en el mundo de carreras de caballos, fue cancelada tras producirse la muerte de tres animales.

En teoría, todas las producciones en las que aparecen animales lucen la frase «No animals were harmed in the making of this film», aunque se han destapado algunas polémicas según una investigación elaborada por The Hollywood Reporter. Pero, más allá de estas excepciones, lo que molesta a esta crítica es lo que considera una hipocresía por parte de la industria y del público general a la hora de establecer juicios sobre qué animales merecen respeto y cuáles no.
McCulloch, que compagina su actividad cinéfila con su trabajo de niñera, cuenta que al convertirse en vegana cuando empezó a cuestionarse la manera en la que Hollywood, y el cine, trata a los animales. La película que le hizo cambiar el chip fue 'Amnesia', en 2017, un filme aparentemente inocente en cuanto a detonantes veganos. Pero las escenas de pesca y de cocinar pescado a la parrilla le resultaron perturbadoras y desagradables. “Algo así como un exfumador que no puede soportar estar cerca del humo”, contaba en su reseña.
Desde entonces incluye alertas veganas en los comentarios de todas las películas y series que ve con problemas de crueldad animal, y tampoco deja pasar los actos moralmente reprobables o de violencia contra el ser humano. Y su principal objetivo no es ofrecer una guía de seguridad a veganos sensibles, sino más bien concienciar al resto de la población sobre cómo trata el cine, y la sociedad en general, a los animales.
Sus peculiares reseñas le han granjeado una gran popularidad en redes, también motivada por el juego que da a haters y bromistas que no dudan en mofarse de su peculiar gusto y criterio cinematográfico. Por ejemplo, solo concedió 1,5 estrellas a ‘Apocalypse Now’ de Francis F. Coppola, mencionando la inaceptable muerte de un búfalo durante el rodaje. Se considera a así misma una cinéfila, pero tampoco intenta ver a propósito aquellos títulos que ya presupone que se lo van a hacer pasar mal.
En su defensa, tampoco sus películas favoritas se libran de ganar puntos negativos por alertas veganas. A ‘Madame Web’, uno de los últimos grandes fracasos de taquilla y crítica de la factoría Marvel, la ha valorado con cinco estrellas, pero sin obviar vegan alerts como que se le da leche a un gato, aparece un pájaro muerto o se comen hamburguesas y un kebab.
Imágenes | Allison McCulloch
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La noticia
Esta crítica vegana se ha hecho famosa por alertar sobre la crueldad animal en el cine. Y no perdona ni que se beba leche
fue publicada originalmente en
Directo al Paladar
por
Liliana Fuchs
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