Ya no es así: Naomi —‘La Isla de las Tentaciones’— se quita el ácido hialurónico de los labios y todos se fijan en el mismo detalle
Naomi Asensi, frente al espejo. Naomi Asensi se dio a conocer en televisión gracias a su participación en La isla de las tentaciones, donde su espontaneidad y carácter fuerte llamaron la atención de la audiencia. Años después, terminó de conquistar al público al alzarse como ganadora de GH VIP, consolidando su figura dentro del mundo ... Leer más
Naomi Asensi, frente al espejo.
Naomi Asensi se dio a conocer en televisión gracias a su participación en La isla de las tentaciones, donde su espontaneidad y carácter fuerte llamaron la atención de la audiencia. Años después, terminó de conquistar al público al alzarse como ganadora de GH VIP, consolidando su figura dentro del mundo del entretenimiento. Pero esta vez, no ha sido un plató el que la ha hecho protagonista, sino una elección íntima que ha querido compartir sin filtros. Naomi ha decidido eliminar el ácido hialurónico de sus labios, cerrando así un ciclo marcado por complejos estéticos y dudas personales.
La influencer ha documentado todo el proceso, desde el anuncio inicial hasta el resultado final, mostrándose valiente y transparente. “Ha llegado el día, me voy a quitar los labios”, declaraba al inicio del vídeo que subió a su perfil, anticipando lo que vendría. En este post, sus seguidores han podido ver cómo se desarrolla este tipo de intervención estética, poco invasiva pero emocionalmente significativa. Más allá de la transformación física, Naomi ha querido explicar las razones que la impulsaron a dar este paso tan personal.
“Aunque me los veáis así, se me ha migrado el ácido por un lado…” confesaba, refiriéndose al desplazamiento del relleno que alteraba la forma natural de sus labios. Este cambio involuntario, sumado a la forma de su nariz, intensificaba su percepción del «temido efecto morro pato», un resultado no deseado de ciertos tratamientos estéticos. Esta alteración, según la propia Naomi, agudizaba aún más el complejo que tenía desde hace años. Tras casi una década con ácido hialurónico, ha decidido decir adiós a algo que ya no representaba quién es.
Renunciar también es sanar.
“Era una cosa que llevaba mucho tiempo queriendo hacer, pero me daba mucho miedo…” reconoce Naomi, dejando ver que el proceso no ha sido únicamente físico, sino también emocional. El temor al dolor y al cambio le había impedido tomar esta decisión antes, pese a que sabía que no estaba satisfecha con su aspecto. Finalmente, decidió enfrentar esa inseguridad, compartiendo su experiencia de forma abierta con sus seguidores. Con ello, no solo se muestra más humana, sino también más cercana a quienes la siguen día a día.
El vídeo muestra cómo se le aplica hialuronidasa, una enzima utilizada para disolver el ácido hialurónico, y las primeras impresiones tras la intervención. “Tengo que estar 15 días sin labios…” dice con una risa nerviosa, aceptando con humor la hinchazón y los efectos temporales. Naomi admite que no recuerda cómo se veía sin relleno, ya que llevaba desde la adolescencia con los labios modificados. Su pareja, al verla recién salida de la consulta, no pudo evitar reírse, en un momento que refleja la naturalidad con la que han afrontado juntos el proceso.
Aunque al principio puede parecer una decisión superficial, hay una carga emocional profunda detrás. Naomi no solo ha retirado el relleno, ha soltado también una imagen construida durante años y reforzada por las redes. Mostrar su cara tal cual, sin artificios, implica un ejercicio de aceptación al que no todas las figuras públicas se exponen. Su honestidad en este tema ha sido valorada por muchos, que la ven como un ejemplo de valentía en un mundo obsesionado con la perfección estética.
La duda que se queda.
Con los efectos del tratamiento ya disipados, Naomi ha mostrado el resultado definitivo y ha sido completamente honesta sobre su primera reacción. “Me veo tan tan tan mal”, admitió, dejando claro que el proceso de aceptación no siempre es inmediato. Esa primera impresión, sin embargo, comenzó a transformarse con el paso de las horas y los días. Poco a poco, Naomi empezó a reconocerse frente al espejo, reencontrándose con una versión más auténtica de sí misma.
Lo interesante del testimonio de Naomi es que no se presenta como una historia con final cerrado. “La verdad es que a ratos me gusta y a ratos me veo horrible… pero, ¿y si no?”, escribió al final del post, abriendo la posibilidad de no volver a hacerse ningún retoque. Ese “¿y si no?” resuena como un acto de rebeldía frente a las presiones sociales que dictan cómo deben lucir las mujeres. También es una invitación a replantearse cuánto de lo que modificamos en nuestro cuerpo viene realmente de nosotros mismos.
Naomi Asensi ha dejado una huella más allá de los realities y los focos. Con este gesto, nos recuerda que la belleza puede empezar por deshacerse de lo que alguna vez creímos necesario. Su historia es una muestra de que a veces, dar un paso atrás también es avanzar. Porque quitarse los labios, para ella, no ha sido una pérdida, sino una liberación.
