Pensaban que nadie lo vería pero… Casa Real publica unas fotografías de la reina Letizia pero las borra al instante
La Reina Letizia protagoniza una reunión en una inédita sala del Palacio de la Zarzuela Una nueva estancia del Palacio de la Zarzuela ha sido revelada brevemente al público, en el marco de una de las reuniones oficiales de la reina Letizia. La Casa Real compartía a través de sus redes sociales una serie de ... Leer más

La Reina Letizia protagoniza una reunión en una inédita sala del Palacio de la Zarzuela
Una nueva estancia del Palacio de la Zarzuela ha sido revelada brevemente al público, en el marco de una de las reuniones oficiales de la reina Letizia. La Casa Real compartía a través de sus redes sociales una serie de imágenes que, además de mostrar la actividad institucional de la reina, abrían por primera vez una ventana a una sala desconocida para el público.
El salón, decorado en tonos blancos, con sofás, una mesa baja y estanterías repletas de libros, se presentó como un entorno más íntimo y relajado que los habituales espacios protocolarios. En una de las imágenes se apreciaba a la reina Letizia junto a sus colaboradores en plena reunión de trabajo. Pero lo que más llamó la atención fue un elemento muy concreto del fondo: una fotografía de la princesa Leonor en el día de su jura de la Constitución.
Una imagen familiar en el centro de la escena institucional
La presencia de esa fotografía, que mostraba a la heredera junto a sus padres y a su hermana, la infanta Sofía, fue rápidamente interpretada como un gesto significativo. El momento capturado, con la princesa jurando la Constitución bajo la mirada orgullosa de sus progenitores, representa uno de los hitos más importantes en la historia reciente de la monarquía española. La imagen, situada en lugar destacado dentro del salón, parecía rendir homenaje a ese día clave en el devenir de la Casa Real.
Sobre la mesa también se podían ver varios libros de arte, así como el iPad de la reina, herramienta habitual en sus reuniones. Como en otras ocasiones, Letizia se mostraba concentrada y atenta a las intervenciones de sus colaboradores, en una jornada de trabajo más dentro de su apretada agenda.
La desaparición repentina de las imágenes
Pese al interés que despertaron las instantáneas, la Casa Real sorprendía poco después al eliminarlas de sus perfiles oficiales. Las fotografías de la reunión en esa nueva sala ya no están disponibles, y únicamente se conservaron las imágenes del saludo oficial con los asistentes, tomadas en otro espacio del Palacio.
Esta retirada no ha pasado desapercibida y ha despertado especulaciones en varios medios. Aunque desde Zarzuela no se ha emitido ningún comunicado explicando las razones de esta decisión, la eliminación plantea preguntas sobre si se trató de un error o si responde a una estrategia de comunicación más elaborada.
Una nueva forma de comunicar desde Zarzuela
En los últimos años, la Casa Real ha emprendido un proceso de modernización en su política de comunicación. La llegada de la institución a Instagram marcó un antes y un después, y aunque se produjo más tarde que en otras monarquías europeas, rápidamente cosechó un gran número de seguidores. Desde entonces, el perfil se ha convertido en una herramienta clave para mostrar tanto actos oficiales como momentos más distendidos y cotidianos.
En este nuevo enfoque comunicativo, los contenidos visuales tienen un papel protagonista, y la eliminación de las imágenes mencionadas ha generado aún más expectación. Algunos expertos señalan que podría haberse tratado de una filtración no autorizada, mientras que otros consideran que fue una medida deliberada para proteger la privacidad o el simbolismo de la estancia.
Mientras tanto, el rey Juan Carlos vuelve a los tribunales
Al margen de los gestos de renovación y transparencia institucional que se promueven desde el Palacio, la figura del rey emérito sigue proyectando una larga sombra sobre la monarquía. Esta misma semana, el rey Juan Carlos ha emprendido nuevas acciones legales. En primer lugar, ha demandado al expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, por unas declaraciones realizadas entre 2022 y 2024, que considera atentatorias contra su derecho al honor.
Se trata de un movimiento que, según su entorno, responde a su preocupación por el legado que dejará a sus hijas y nietos. Aunque instalado desde hace tiempo en Abu Dabi, el emérito continúa muy pendiente de la imagen pública de la institución y, sobre todo, de la suya propia.
En paralelo, también ha demandado a su antigua amiga y empresaria, Corinna Larsen, reclamando la devolución de los 65 millones de euros que ella considera una donación. La demanda, presentada en Suiza, incluye también al abogado y tesorero de Larsen.
Sin comentarios desde Zarzuela
Desde la Casa del Rey se ha mantenido el silencio en torno a estos movimientos judiciales del rey emérito. Como en otras ocasiones, se insiste en que estas decisiones se encuadran dentro de su esfera privada y no afectan a la institución como tal. “Pertenecen a la esfera privada del rey Juan Carlos”, repiten fuentes de Zarzuela, tratando de mantener una línea clara entre el presente de la monarquía y el controvertido pasado del antiguo jefe del Estado.
Así, entre el cuidado de la imagen pública, la adopción de nuevas estrategias digitales y las sombras del pasado, la Casa Real sigue navegando un presente complejo, donde cada gesto cuenta más que nunca.