Los últimos días de Mario Vargas Llosa, el peruano más universal
A los 89 años falleció Mario Vargas Llosa , el peruano universal y gigante de la escritura. La última imagen del escritor fue de su último cumpleaños, el pasado 28 de marzo, donde sopló las velas de una torta con hipopótamos, su animal favorito. En Lima, Vargas Llosa murió acompañado de su compañera de toda la vida, Patricia Vargas Llosa , sus hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo . Se espera que en las próximas horas lleguen los nietos que no viven en Perú, Josefina, Ariadna, Leandro y Aitana . Desde que regresó de España a Perú, era usual verlo caminar en el malecón en Barranco , donde vivía junto a Patricia Vargas Llosa, ir al cine, cenar con amigos y visitar junto a su familia el balneario de Paracas (ubicado a 200 kilómetros al sur de Lima) que era uno de sus lugares favoritos para disfrutar de la agreste naturaleza, las puestas del sol y la gastronomía marina. Gracias a su hijo mayor, Álvaro, vimos al escritor recorriendo espacios donde escribió sus novelas en Lima como el inexistente bar 'La catedral' en el centro de Lima, la calle 'cinco esquinas' y la Quinta Heeren en Barrios Altos, el Penal de Lurigancho, la escuela militar Leoncio Prado en La perla o el jirón Huatica, hoy jirón Renovación en La Victoria. Fue un regreso sobre sus pasos para recordar sus novelas como 'Historia de Mayta', 'Cinco esquinas', 'Conversación en la catedral' y 'La ciudad y los perros'. Como parte de su regreso al país, en septiembre de 2022, viajó con sus tres hijos al norte del país para escribir su última novela 'Te dedico mi silencio', dedicada a su compañera Patricia Llosa. El viaje cargado de anécdotas rocambolescas y surreal, como todos los viajes del clan, sirvió de insumos para escribir una historia que plantea una utopía en un país complejo y desigual como Perú en el que es tan difícil escucharse unos y otros. En el viaje realizado en automóvil pasan por Puerto Supe, al norte de Lima, donde recuerdan a la poeta Blanca Varela , madrina de su hija Morgana y llegan a Puerto Eten en Lambayeque, que es el lugar donde nació su personaje Lalo Morfino . El sinapsis de su vigésima novela es el siguiente; la música criolla puede convertirse en el centro de la unión y en la historia del protagonista Toño Azpilcueta se cuenta una vez más la historia de ese país que quiso y que a veces le hizo perder la esperanza. En esa novela aparece en ficción, su cantante favorita de música criolla, la cantante peruana, Cecilia Barraza. Entre las reflexiones de su última novela destaca la siguiente: «¿En qué momento el país se había fracturado y roto por completo, separando la sierra de la costa y a un hermano de otro hermano? ¿No necesitaba ahora más que nunca un libro que uniera de nuevo al Perú?. ¿Podría escribir ese libro sobre el alma peruana en el que cada uno de sus compatriotas pudiera reconocerse y recordar que era lo que los unía?». Hasta el final, el escritor nacido en Arequipa en 1936 se preguntaba una y otra vez cómo solucionar los grandes problemas de ese país al que amó y que criticó con la pasión de un joven enamorado al que le rompen el corazón una y otra vez. « El Perú para mí es una especie de enfermedad incurable y mi relación con él es intensa, áspera, llena de la violencia que caracteriza la pasión. El novelista Juan Carlos Onetti dijo una vez que la diferencia entre él y yo como escritores era que yo tenía una relación matrimonial con la literatura y él una relación adúltera. Tengo la impresión que mi relación con el Perú es más adulterina que conyugal, es decir, impregnada de recelos, apasionamientos y furores… aunque me haya ocurrido odiar al Perú», dijo en una declaración en vídeo que se hizo viral en su último cumpleaños. «Las cosas de mi país me exasperan y me exaltan más. Si hiciera un balance lo que tengo debajo de esas críticas, ese odio, como el verso de César Vallejo, ha estado siempre impregnado de ternura», finaliza Vargas Llosa. «Para la literatura del mundo, Vargas Llosa fue una tromba venida del sur que conmocionó con sus historias de rebeldía contra el autoritarismo , que impactó con estructuras y recursos experimentales que los lectores debían resolver, que creó algunos de los personajes más memorables de la literatura del siglo XX y que, además, encarnó al intelectual comprometido y definitivo que se admiraba antes de que se impusiera la que él mismo llamó la civilización del espectáculo», dijo al ABC, el escritor y premio Alfaguara de la novela, Gustavo Rodríguez . «Y para mí, como escritor peruano que soy, fue un titán que colocó a mi país y a su cultura en el imaginario internacional y que, desde una óptica más doméstica, también encarnó el ejemplo de que la escritura es una larga artesanía que debe pulirse con trabajo y más trabajo», dijo el también autor de 'Cien cuyes', al tiempo que añadió: «Va a ser raro un mundo sin él. Por un buen tiempo. Al menos, para mí. Y presumo que también para mis coetáneos». Gustavo Faverón , autor de 'Minimosca', dijo que « Mario Vargas Llosa fue el más alto fabulador
A los 89 años falleció Mario Vargas Llosa , el peruano universal y gigante de la escritura. La última imagen del escritor fue de su último cumpleaños, el pasado 28 de marzo, donde sopló las velas de una torta con hipopótamos, su animal favorito. En Lima, Vargas Llosa murió acompañado de su compañera de toda la vida, Patricia Vargas Llosa , sus hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo . Se espera que en las próximas horas lleguen los nietos que no viven en Perú, Josefina, Ariadna, Leandro y Aitana . Desde que regresó de España a Perú, era usual verlo caminar en el malecón en Barranco , donde vivía junto a Patricia Vargas Llosa, ir al cine, cenar con amigos y visitar junto a su familia el balneario de Paracas (ubicado a 200 kilómetros al sur de Lima) que era uno de sus lugares favoritos para disfrutar de la agreste naturaleza, las puestas del sol y la gastronomía marina. Gracias a su hijo mayor, Álvaro, vimos al escritor recorriendo espacios donde escribió sus novelas en Lima como el inexistente bar 'La catedral' en el centro de Lima, la calle 'cinco esquinas' y la Quinta Heeren en Barrios Altos, el Penal de Lurigancho, la escuela militar Leoncio Prado en La perla o el jirón Huatica, hoy jirón Renovación en La Victoria. Fue un regreso sobre sus pasos para recordar sus novelas como 'Historia de Mayta', 'Cinco esquinas', 'Conversación en la catedral' y 'La ciudad y los perros'. Como parte de su regreso al país, en septiembre de 2022, viajó con sus tres hijos al norte del país para escribir su última novela 'Te dedico mi silencio', dedicada a su compañera Patricia Llosa. El viaje cargado de anécdotas rocambolescas y surreal, como todos los viajes del clan, sirvió de insumos para escribir una historia que plantea una utopía en un país complejo y desigual como Perú en el que es tan difícil escucharse unos y otros. En el viaje realizado en automóvil pasan por Puerto Supe, al norte de Lima, donde recuerdan a la poeta Blanca Varela , madrina de su hija Morgana y llegan a Puerto Eten en Lambayeque, que es el lugar donde nació su personaje Lalo Morfino . El sinapsis de su vigésima novela es el siguiente; la música criolla puede convertirse en el centro de la unión y en la historia del protagonista Toño Azpilcueta se cuenta una vez más la historia de ese país que quiso y que a veces le hizo perder la esperanza. En esa novela aparece en ficción, su cantante favorita de música criolla, la cantante peruana, Cecilia Barraza. Entre las reflexiones de su última novela destaca la siguiente: «¿En qué momento el país se había fracturado y roto por completo, separando la sierra de la costa y a un hermano de otro hermano? ¿No necesitaba ahora más que nunca un libro que uniera de nuevo al Perú?. ¿Podría escribir ese libro sobre el alma peruana en el que cada uno de sus compatriotas pudiera reconocerse y recordar que era lo que los unía?». Hasta el final, el escritor nacido en Arequipa en 1936 se preguntaba una y otra vez cómo solucionar los grandes problemas de ese país al que amó y que criticó con la pasión de un joven enamorado al que le rompen el corazón una y otra vez. « El Perú para mí es una especie de enfermedad incurable y mi relación con él es intensa, áspera, llena de la violencia que caracteriza la pasión. El novelista Juan Carlos Onetti dijo una vez que la diferencia entre él y yo como escritores era que yo tenía una relación matrimonial con la literatura y él una relación adúltera. Tengo la impresión que mi relación con el Perú es más adulterina que conyugal, es decir, impregnada de recelos, apasionamientos y furores… aunque me haya ocurrido odiar al Perú», dijo en una declaración en vídeo que se hizo viral en su último cumpleaños. «Las cosas de mi país me exasperan y me exaltan más. Si hiciera un balance lo que tengo debajo de esas críticas, ese odio, como el verso de César Vallejo, ha estado siempre impregnado de ternura», finaliza Vargas Llosa. «Para la literatura del mundo, Vargas Llosa fue una tromba venida del sur que conmocionó con sus historias de rebeldía contra el autoritarismo , que impactó con estructuras y recursos experimentales que los lectores debían resolver, que creó algunos de los personajes más memorables de la literatura del siglo XX y que, además, encarnó al intelectual comprometido y definitivo que se admiraba antes de que se impusiera la que él mismo llamó la civilización del espectáculo», dijo al ABC, el escritor y premio Alfaguara de la novela, Gustavo Rodríguez . «Y para mí, como escritor peruano que soy, fue un titán que colocó a mi país y a su cultura en el imaginario internacional y que, desde una óptica más doméstica, también encarnó el ejemplo de que la escritura es una larga artesanía que debe pulirse con trabajo y más trabajo», dijo el también autor de 'Cien cuyes', al tiempo que añadió: «Va a ser raro un mundo sin él. Por un buen tiempo. Al menos, para mí. Y presumo que también para mis coetáneos». Gustavo Faverón , autor de 'Minimosca', dijo que « Mario Vargas Llosa fue el más alto fabulador, el narrador más complejo, el mayor novelista de la lengua española desde (Miguel de) Cervantes . En mi vida no ha habido honor más grande que su amistad ni ha habido ejemplo más poderoso de perseverancia, riesgo y ambición artística. Estoy demasiado triste para elaborar mis emociones o decir mis pensamientos, pero todavía soy capaz de darme cuenta de que hoy comienza un periodo de orfandad para las letras peruanas que puede no terminar nunca».
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