Los creadores de 'The Pitt' explican el final de la temporada 1 y qué podemos esperar en la temporada 2 de la soberbia serie de médicos de Max
15 episodios y, la verdad, por mí podrían haber sido 200 más porque vaya gozada que ha sido tener una cita semanal con 'The Pitt', el sobresaliente drama médico protagonizado por Noah Wyle y que hemos podido ver en Max. Acabamos de sobrevivir su primera temporada con un primer infernal turno de urgencias (para varios de los residentes y para nosotros) y los creadores y máximos responsables de la serie, R. Scott Gemmill y John Wells han explicado un poco este final, además de dar alguna pista sobre lo que nos encontraremos en la temporada 2. En Espinof Ni 'Adolescencia', ni 'Separación'. El mejor capítulo de televisión de lo que llevamos de 2025 lo ha sacado este thriller de médicos en Max En este tramo final de temporada, finalmente (valga la redundancia) vemos a Robby (Wyle) lidiar del todo con su trauma, su propio trastorno de estrés postraumático. Y quizás lo más llamativo en este sentido no es tanto las escenas en las que le vemos en pleno sufrimiento (esos flashbacks, la crisis que le da en la improvisada morgue, la conversación con su hijastro o darle la fatídica noticia a los padres de Leah) sino cuando se sube a la azotea. Robby y Abbott Aquí tenemos un reflejo, prácticamente el reverso, de la misma escena del primer episodio cuando Robby sube a hablar con un Abbott (Shawn Hatosy) al borde del edificio. Esa conversación fue nada más comenzar el turno (con el otro ya yéndose) y ahora toca la reversa. Un cierre de círculo, por así decirlo que resume a la perfección sendos arcos emocionales (y existenciales). Según explica Gemmill para CNN: «Diría que el hilo conductor de la primera temporada es realmente Robby y su viaje, y su – hasta el día de hoy – negación de lo que realmente lo está devorando. Nunca ha aceptado el TEPT de lo que vivió con el Covid y normalmente ni siquiera trabaja este día. Simplemente lo pusimos en una olla a presión llena de desencadenantes. Y, en algún momento, lo que él ha intentado olvidar con tanto esfuerzo y casi lo que niega, se rompe. Sale a la superficie y lo obliga a reconocerlo porque ya no puede negarlo, porque otras personas lo han visto. Si Whitaker no lo hubiera visto allí, no sé si Robby habría estado en un camino hacia su sanación, pero creo que ahora sí lo está. El hecho de que Abbott tenga esta especie de crisis existencial al principio se hizo por diversión, pero también es parte de quien es él. No salió esta temporada, pero es viudo. Ha perdido su pierna y ha estado en combate, y creo que estaba teniendo una crisis de fe un poco al principio, la cual se renueva al ver la masacre (porque) es lo que hace mejor. Creo que para Abbott, eso lo convenció de lo que debería estar haciendo, y se encontró a sí mismo. Robby de alguna manera perdió el rumbo, pero ambos acaban en el mismo lugar y en posiciones opuestas. Ahora es Robby quien mira al abismo, y es Abbott quien está allí para sacarlo de ahí. Creo que eso habla de ese tipo de amistad y de lo que tienen. Es un momento real de fraternidad en la medicina.» En este apartado, los responsables nos dan una pequeña pista para la temporada 2, ya que quieren ver qué pasos ha estado dando Robby para curarse. Eso sí, John Wells duda bastante que le vayamos a ver con el terapeuta. Sea o no el que le ofrece Abbott. Hablando de él, una de las grandes revelaciones del episodio es la que este está amputado de una pierna. Según John Wells querían jugar con el factor sorpresa pero sin intención de impactar: «Realmente queríamos que fuese sorpresa. No hay mención de ello. Nadie habla de ello. Solo alguien con una discapacidad que no le limita. Esa era la intención. No quería ser "Ay Dios Mío". Fue más como "Oh, espera un momento..."» «No fue trampa», completa Gemmill. «Siempre estuvo ahí y era parte de su constitución. Por eso nada molesta a este tipo». Hablando de estos giros y revelaciones, Gemmill asegura que estos estaban ya planteados desde el principio y, de hecho, fueron escenas usadas para las audiciones del reparto: «En una serie tradicional, puede que no sepas cómo vas a acabar la temporada, ¿cierto? Dado que estábamos en tiempo real, 15 horas, teníamos que tener una idea. Por lo que muchas de las escenas que ves más tarde en la temporada —la escena del tejado, la del parque, la escena en la que Robby echa a Langdon, la escena en la que Dana habla sobre dejarlo, la escena en la que Collins confiesa haber abortado— todas esas fueron escritas cerca del primer episodio porque necesitábamos saber que esos actores podían llega ahí. Eran escenas de audición.» En Espinof "Es la serie médica más realista que he visto". Además de enganchar a los fans de 'Urgencias', 'The Pitt' también se lleva el visto bueno de los médicos Además, hablando de la temporada 2 dan alguna que otra pista: efectivamente van a hacer un salto temporal por varios facto

15 episodios y, la verdad, por mí podrían haber sido 200 más porque vaya gozada que ha sido tener una cita semanal con 'The Pitt', el sobresaliente drama médico protagonizado por Noah Wyle y que hemos podido ver en Max.
Acabamos de sobrevivir su primera temporada con un primer infernal turno de urgencias (para varios de los residentes y para nosotros) y los creadores y máximos responsables de la serie, R. Scott Gemmill y John Wells han explicado un poco este final, además de dar alguna pista sobre lo que nos encontraremos en la temporada 2.
En este tramo final de temporada, finalmente (valga la redundancia) vemos a Robby (Wyle) lidiar del todo con su trauma, su propio trastorno de estrés postraumático. Y quizás lo más llamativo en este sentido no es tanto las escenas en las que le vemos en pleno sufrimiento (esos flashbacks, la crisis que le da en la improvisada morgue, la conversación con su hijastro o darle la fatídica noticia a los padres de Leah) sino cuando se sube a la azotea.
Robby y Abbott
Aquí tenemos un reflejo, prácticamente el reverso, de la misma escena del primer episodio cuando Robby sube a hablar con un Abbott (Shawn Hatosy) al borde del edificio. Esa conversación fue nada más comenzar el turno (con el otro ya yéndose) y ahora toca la reversa. Un cierre de círculo, por así decirlo que resume a la perfección sendos arcos emocionales (y existenciales). Según explica Gemmill para CNN:
«Diría que el hilo conductor de la primera temporada es realmente Robby y su viaje, y su – hasta el día de hoy – negación de lo que realmente lo está devorando. Nunca ha aceptado el TEPT de lo que vivió con el Covid y normalmente ni siquiera trabaja este día. Simplemente lo pusimos en una olla a presión llena de desencadenantes. Y, en algún momento, lo que él ha intentado olvidar con tanto esfuerzo y casi lo que niega, se rompe. Sale a la superficie y lo obliga a reconocerlo porque ya no puede negarlo, porque otras personas lo han visto. Si Whitaker no lo hubiera visto allí, no sé si Robby habría estado en un camino hacia su sanación, pero creo que ahora sí lo está.
El hecho de que Abbott tenga esta especie de crisis existencial al principio se hizo por diversión, pero también es parte de quien es él. No salió esta temporada, pero es viudo. Ha perdido su pierna y ha estado en combate, y creo que estaba teniendo una crisis de fe un poco al principio, la cual se renueva al ver la masacre (porque) es lo que hace mejor. Creo que para Abbott, eso lo convenció de lo que debería estar haciendo, y se encontró a sí mismo. Robby de alguna manera perdió el rumbo, pero ambos acaban en el mismo lugar y en posiciones opuestas. Ahora es Robby quien mira al abismo, y es Abbott quien está allí para sacarlo de ahí. Creo que eso habla de ese tipo de amistad y de lo que tienen. Es un momento real de fraternidad en la medicina.»

En este apartado, los responsables nos dan una pequeña pista para la temporada 2, ya que quieren ver qué pasos ha estado dando Robby para curarse. Eso sí, John Wells duda bastante que le vayamos a ver con el terapeuta. Sea o no el que le ofrece Abbott. Hablando de él, una de las grandes revelaciones del episodio es la que este está amputado de una pierna. Según John Wells querían jugar con el factor sorpresa pero sin intención de impactar:
«Realmente queríamos que fuese sorpresa. No hay mención de ello. Nadie habla de ello. Solo alguien con una discapacidad que no le limita. Esa era la intención. No quería ser "Ay Dios Mío". Fue más como "Oh, espera un momento..."»
«No fue trampa», completa Gemmill. «Siempre estuvo ahí y era parte de su constitución. Por eso nada molesta a este tipo». Hablando de estos giros y revelaciones, Gemmill asegura que estos estaban ya planteados desde el principio y, de hecho, fueron escenas usadas para las audiciones del reparto:
«En una serie tradicional, puede que no sepas cómo vas a acabar la temporada, ¿cierto? Dado que estábamos en tiempo real, 15 horas, teníamos que tener una idea. Por lo que muchas de las escenas que ves más tarde en la temporada —la escena del tejado, la del parque, la escena en la que Robby echa a Langdon, la escena en la que Dana habla sobre dejarlo, la escena en la que Collins confiesa haber abortado— todas esas fueron escritas cerca del primer episodio porque necesitábamos saber que esos actores podían llega ahí. Eran escenas de audición.»
Además, hablando de la temporada 2 dan alguna que otra pista: efectivamente van a hacer un salto temporal por varios factores. El primero, que si lo hicieran al día siguiente o poco después «sería prácticamente lo mismo». Además Gemmill espera volver a ver a Langdon y eso implica que habrían pasado el mínimo de 30 días de rehabilitación.
Por lo demás, la temporada 2 tendrá una estructura similar y, si bien no quieren ser muy específicos en torno a las políticas de la administración Trump en cuanto a sanidad sí que les interesa reflejar los recortes en la materia.
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Los creadores de 'The Pitt' explican el final de la temporada 1 y qué podemos esperar en la temporada 2 de la soberbia serie de médicos de Max
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Albertini
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