¿Han vuelto los huargos de Juego de Tronos? Nacen los primeros lobos con genes del lobo terrible extinto hace 13.000 años
Tres lobos genéticamente modificados reviven al lobo terrible de Juego de Tronos. ¡Y uno se llama Khaleesi! Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com

Colossal Biosciences revive en laboratorio al legendario lobo terrible, la criatura que inspiró a George R.R. Martin para crear a los huargos de los Stark en Juego de Tronos. ¿Estamos ante el primer paso hacia el regreso de Fantasma?
Rómulo, Remo y Khaleesi: los nuevos «huargos» del mundo real
En una remota reserva secreta de Norteamérica, tres cachorros blancos corren entre los árboles con una energía ancestral. Sus nombres: Rómulo, Remo… y Khaleesi. No es casualidad. La empresa biotecnológica Colossal Biosciences los ha presentado como el resultado de un experimento sin precedentes: la edición genética de lobos grises para recrear las características del Canis dirus, el legendario lobo terrible extinto hace más de 13.000 años, y en el que George R.R. Martin se inspiró para los icónicos huargos de la Casa Stark de la serie Juego de Tronos. Pero ojo, no estamos hablando de clonación. Esto no es Jurassic Park… todavía.
La historia de los huargos en Juego de Tronos
Cuando Ned Stark y sus hijos encontraron a los huargos en la nieve, en el primer episodio de Juego de Tronos, no sabían que estaban sellando un destino mágico. Seis crías junto al cuerpo de su madre, una para cada hijo de la Casa Stark, y una séptima —la más pálida, silenciosa y apartada— destinada a Jon Snow. Desde ese momento, los huargos se convirtieron no solo en emblemas de su linaje, sino en extensiones vivas de sus almas.
A medida de que Juego de Tronos avanzaba, estos lobos demostraban tener una conexión casi sobrenatural con sus compañeros humanos. No eran simples animales, sino guardianes, reflejos emocionales y hasta símbolos de identidad. El lobo blanco de Jon, Fantasma, representaba su carácter solitario y su vínculo con lo salvaje. La dulzura y el trágico destino de Dama reflejaban el camino de Sansa. Nymeria, la indomable, se perdió en el bosque como lo hizo Arya en el mundo. Verano protegía los sueños de Bran más allá de la lógica. Peludo, con su ferocidad descontrolada, marcaba el destino errático de Rickon. Y Viento Gris, majestuoso y brutal, fue la sombra fiel de Robb hasta su final sangriento.
No eran simples mascotas. En el cruel y mágico mundo de Poniente, los huargos eran parte de una leyenda más grande, conectados a la vieja magia del Norte, a los Antiguos Dioses, y a un pasado que la propia historia había querido olvidar. Por eso, ver hoy a unos lobos reales con el mismo porte, pelaje y fiereza de aquellas criaturas míticas despierta algo profundo. Como si la fantasía hubiera decidido colarse por las grietas de la ciencia.
No es clonación, es «reinvención genética»
Colossal ha logrado algo mucho más complejo que un simple clon. Tomaron fragmentos de ADN fosilizado de dos lobos terribles: un diente encontrado en Ohio (13.000 años de antigüedad) y un hueso del oído interno de Idaho (de 72.000 años). A partir de esa información genética, compararon el genoma extinto con el del lobo gris, identificando 20 variantes clave en 14 genes responsables del tamaño, fuerza, pelaje y mandíbula de la bestia prehistórica.
¿El resultado? Una edición precisa de células madre de lobo gris mediante la técnica CRISPR, que luego se implantaron en perras comunes. Así nacieron los tres cachorros en octubre de 2024 y enero de 2025, gestados en vientres modernos pero con una carga genética prehistórica.
¿Lobos terribles o algo nuevo?
El CEO de Colossal, Ben Lamm, ha calificado el nacimiento de estos ejemplares como un «hito biotecnológico», pero los expertos son más cautos. El genetista Love Dalén, asesor del proyecto, explica que aunque los nuevos animales llevan genes del lobo terrible, «no son exactamente» la especie extinta, sino una nueva criatura con un fenotipo que se asemeja más al lobo terrible que cualquier otro cánido moderno.
Desde un punto de vista genético, su ADN es un 99,9% igual al del lobo gris. Sin embargo, sus características físicas –pelaje espeso, mayor tamaño, dientes prominentes y una estructura muscular más desarrollada– nos transportan a la Edad de Hielo. Si los vieras en una tundra nevada, podrías pensar que te has metido en un episodio de Juego de Tronos.
¿Son los descendientes de Fantasma?
La referencia es inevitable. Los fans de la saga de HBO recordarán a Fantasma, el silencioso pero feroz huargo blanco de Jon Snow, que terminó como el último compañero canino de los Stark en pie. El parecido con los lobos nacidos en el laboratorio es asombroso. Incluso el nombre de Khaleesi, uno de los ejemplares, confirma que el equipo de Colossal es tan friki como nosotros.
Estos animales parecen sacados directamente de Invernalia, y aunque no han sido entrenados por niños nobles del Norte, su comportamiento salvaje y feroz encaja perfectamente con lo que imaginamos de los huargos en Poniente.
El plan maestro de Colossal: ¿Mamut, dodo y… dragones?
Este experimento no es un capricho. Colossal Biosciences, valorada en más de 10.000 millones de dólares, trabaja con el objetivo de traer de vuelta a la vida especies extintas como el mamut lanudo (previsto para 2028), el dodo y el tigre de Tasmania. Incluso han creado ratones con pelaje de mamut, una especie de entrenamiento genético antes del gran regreso del coloso ártico.
Aunque algunos científicos y expertos en ética han levantado la voz de alarma sobre las implicaciones ecológicas y filosóficas de estos experimentos, lo cierto es que la era de la desextinción ya no es ciencia ficción.
¿Qué pasará ahora con los «huargos reales»?
Por ahora, Rómulo, Remo y Khaleesi viven en una reserva de más de 800 hectáreas protegida con drones, cámaras y control ambiental. No hay planes de liberarlos, al menos no hasta saber cómo se comportan en el entorno natural. El objetivo es estudiar su fisiología y su comportamiento, además de perfeccionar las técnicas de edición genética.
Sin embargo, no cuesta imaginar un futuro en el que la humanidad pueda ver manadas de estos “lobos terribles” en espacios controlados. Y quién sabe… tal vez, en unos años, puedas apadrinar a tu propio huargo. ¿Te imaginas llamarlo Nymeria o Verano?
Lo que parecía fantasía, ahora es ciencia
Hace años, Juego de Tronos nos hizo soñar con criaturas imposibles y la épica del Norte helado. Hoy, la ciencia empieza a hacer realidad esa fantasía. No, los huargos no han vuelto exactamente. Pero están mucho más cerca de lo que jamás imaginamos. Y esta vez, no son CGI. Son reales. Corren, muerden… y tienen nombre de personajes de George R.R. Martin.
¿Te gustaría tener uno de estos huargos como compañero? Cuéntanos en comentarios cuál sería su nombre. Y no olvides seguirnos para más noticias frikis.
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