El Óscar a los dobles de acción era necesario. Aunque creo que, en el fondo, va a agravar el mayor problema de la gala

En los inicios de la historia del cine no había dobles de acción, porque no había estrellas. Si se necesitaba a alguien que montara en un caballo o que hiciera acrobacias a cien metros de altura, había un montón de chicos jóvenes recién salidos de la guerra que necesitaban trabajo y estaban dispuesto a hacerlo por muy poco dinero e incluso de manera totalmente gratuita. Sin embargo, con el tiempo, las películas se fueron refinando y, mientras los actores ganaban fama y prestigio, los dobles de acción acabaron condenados al olvido por parte de la industria. Y ya iba siendo hora de hacerles justicia. No puede ser, veo doble La Academia de los Óscar ya ha anunciado que en el 2028, coincidiendo con la centésima gala, tendremos nuevo premio: el de mejor diseño de stunts. O sea, de escenas protagonizadas por dobles de acción. Y, después de un siglo ignorando a aquellos que se juegan la vida -y las costillas- para que otros luzcan bien en pantalla, es lógico que se les diera un reconocimiento que llevaban pidiendo desde hace muchísimo tiempo y se merecen. Solo hay un ligero problema, y es el mismo que estáis pensando todos: si las galas ya son largas, ¿cuánto van a durar ahora? Todo esto viene de largo, claro, no ha sido una decisión caritativa: la Academia llevan años tratando de meter blockbusters en su ceremonia como sea para atraer al público que jamás vería la gala por gusto. En 2018 amagaron con el premio a "mejor película popular" pero se echaron atrás debido al varapalo crítico, y es todo un problema, porque, aunque pueden colar películas como 'Dune' entre las nominadas, no hay manera de que 'Una película de Minecraft', por ejemplo, vaya siquiera a ser considerada... y atraería muchísimo público, que a estas alturas es necesario. Así, en 2026 introducirán la abstracta categoría de "mejor reparto" y en 2028 "mejor diseño de stunts", que, a priori, deberían abrir la puerta a películas de acción con una fuerte base de fans que quieran apoyar la gala. No solo tiene sentido desde el punto de vista del márketing, sino que, además, permite reconocer otros sectores de la industria hasta ahora olvidados. Y sin embargo. En Espinof Las 10 sorpresas de los Oscars 2025. Del récord de la mayor perdedora de la historia al ninguneo más flagrante de la noche La última categoría que se añadió en los Óscar fue hace 25 años, cuando en 2001 se dio el primer premio a Mejor Película Animada, que se ha vuelto ya un clásico obligado. Antes de esta categoría, hay que irse veinte años más al pasado, hasta 1981, para ver el siguiente añadido: mejor maquillaje y peluquería (para ser justos, entre 1995 y 1998 se dividió la categoría de mejor banda sonora entre Drama y Comedia, pero enseguida se dieron cuenta de que no funcionaba). Estas dos nuevas categorías, a no ser que quiten alguna, elevan la cantidad de premios a 25, y no solo va a ampliar excesivamente la duración de la gala, sino que plantea problemas que no tienen una solución sencilla. Premios al por mayor Probablemente nunca volveremos a 2002, cuando la gala duró unas insufribles 4 horas y 23 minutos (por ejemplo, este año duró una hora menos), pero es inevitable temer que el balance entre autobombo, espectáculo y dos premios adicionales haga que la cosa vuelva a abombarse de manera artificial. En 2019, para tratar de evitar este dislate, relegaron cuatro categorías "menores" a las pausas para anuncios, que se entregaron antes de la ceremonia sin ningún tipo de bombo (eran fotografía, maquillaje y peluquería, montaje y cortometraje, que de menores tenían poco). Todo el mundo lo odió, y el experimento duró tan solo una ceremonia. Lo peor para la Academia es que este abombamiento solo acaba de empezar: con el reconocimiento a los dobles de acción, lo lógico sería que desde todos los rincones de Hollywood exijan también su momento de gloria. ¿Por qué no un Óscar a la mejor campaña de márketing? ¿O dividir entre efectos prácticos y efectos digitales? ¿O retomar el premio a mejor asistente de director, que se dio entre 1932 y 1937? Hay decenas de opciones, y no hay nadie que trabaje en la industria -repito, nadie- que no quiera una estatuílla en su casa a la que sacar el polvo para subirse el ego. Ahora mismo hay decenas de sindicatos estadounidenses diciendo "Si ellos lo han conseguido, nosotros también podemos". Por supuesto, nadie se va a conformar con verse relegado a una gala secundaria. Es más: si quitaran categorías "menores", como mejor cortometraje documental, probablemente se tendrían que enfrentar a la furia de la industria. ¿Es una buena noticia que los Óscar aumenten su abanico de premios para aplaudir a los especialistas? Sin lugar a dudas, para todo el mundo, es una excelente decisión. ¿Les va a dar problemas? Pues, de cara al futuro, al dividir más el pastel, se van a encontrar con que no hay recoveco en Hollywood que no quiera comerse hasta

Apr 11, 2025 - 13:55
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El Óscar a los dobles de acción era necesario. Aunque creo que, en el fondo, va a agravar el mayor problema de la gala

El Óscar a los dobles de acción era necesario. Aunque creo que, en el fondo, va a agravar el mayor problema de la gala

En los inicios de la historia del cine no había dobles de acción, porque no había estrellas. Si se necesitaba a alguien que montara en un caballo o que hiciera acrobacias a cien metros de altura, había un montón de chicos jóvenes recién salidos de la guerra que necesitaban trabajo y estaban dispuesto a hacerlo por muy poco dinero e incluso de manera totalmente gratuita. Sin embargo, con el tiempo, las películas se fueron refinando y, mientras los actores ganaban fama y prestigio, los dobles de acción acabaron condenados al olvido por parte de la industria. Y ya iba siendo hora de hacerles justicia.

No puede ser, veo doble

La Academia de los Óscar ya ha anunciado que en el 2028, coincidiendo con la centésima gala, tendremos nuevo premio: el de mejor diseño de stunts. O sea, de escenas protagonizadas por dobles de acción. Y, después de un siglo ignorando a aquellos que se juegan la vida -y las costillas- para que otros luzcan bien en pantalla, es lógico que se les diera un reconocimiento que llevaban pidiendo desde hace muchísimo tiempo y se merecen. Solo hay un ligero problema, y es el mismo que estáis pensando todos: si las galas ya son largas, ¿cuánto van a durar ahora?

Todo esto viene de largo, claro, no ha sido una decisión caritativa: la Academia llevan años tratando de meter blockbusters en su ceremonia como sea para atraer al público que jamás vería la gala por gusto. En 2018 amagaron con el premio a "mejor película popular" pero se echaron atrás debido al varapalo crítico, y es todo un problema, porque, aunque pueden colar películas como 'Dune' entre las nominadas, no hay manera de que 'Una película de Minecraft', por ejemplo, vaya siquiera a ser considerada... y atraería muchísimo público, que a estas alturas es necesario. Así, en 2026 introducirán la abstracta categoría de "mejor reparto" y en 2028 "mejor diseño de stunts", que, a priori, deberían abrir la puerta a películas de acción con una fuerte base de fans que quieran apoyar la gala. No solo tiene sentido desde el punto de vista del márketing, sino que, además, permite reconocer otros sectores de la industria hasta ahora olvidados. Y sin embargo.

La última categoría que se añadió en los Óscar fue hace 25 años, cuando en 2001 se dio el primer premio a Mejor Película Animada, que se ha vuelto ya un clásico obligado. Antes de esta categoría, hay que irse veinte años más al pasado, hasta 1981, para ver el siguiente añadido: mejor maquillaje y peluquería (para ser justos, entre 1995 y 1998 se dividió la categoría de mejor banda sonora entre Drama y Comedia, pero enseguida se dieron cuenta de que no funcionaba). Estas dos nuevas categorías, a no ser que quiten alguna, elevan la cantidad de premios a 25, y no solo va a ampliar excesivamente la duración de la gala, sino que plantea problemas que no tienen una solución sencilla.

Premios al por mayor

Probablemente nunca volveremos a 2002, cuando la gala duró unas insufribles 4 horas y 23 minutos (por ejemplo, este año duró una hora menos), pero es inevitable temer que el balance entre autobombo, espectáculo y dos premios adicionales haga que la cosa vuelva a abombarse de manera artificial. En 2019, para tratar de evitar este dislate, relegaron cuatro categorías "menores" a las pausas para anuncios, que se entregaron antes de la ceremonia sin ningún tipo de bombo (eran fotografía, maquillaje y peluquería, montaje y cortometraje, que de menores tenían poco). Todo el mundo lo odió, y el experimento duró tan solo una ceremonia.

Fall

Lo peor para la Academia es que este abombamiento solo acaba de empezar: con el reconocimiento a los dobles de acción, lo lógico sería que desde todos los rincones de Hollywood exijan también su momento de gloria. ¿Por qué no un Óscar a la mejor campaña de márketing? ¿O dividir entre efectos prácticos y efectos digitales? ¿O retomar el premio a mejor asistente de director, que se dio entre 1932 y 1937? Hay decenas de opciones, y no hay nadie que trabaje en la industria -repito, nadie- que no quiera una estatuílla en su casa a la que sacar el polvo para subirse el ego. Ahora mismo hay decenas de sindicatos estadounidenses diciendo "Si ellos lo han conseguido, nosotros también podemos".

Por supuesto, nadie se va a conformar con verse relegado a una gala secundaria. Es más: si quitaran categorías "menores", como mejor cortometraje documental, probablemente se tendrían que enfrentar a la furia de la industria. ¿Es una buena noticia que los Óscar aumenten su abanico de premios para aplaudir a los especialistas? Sin lugar a dudas, para todo el mundo, es una excelente decisión. ¿Les va a dar problemas? Pues, de cara al futuro, al dividir más el pastel, se van a encontrar con que no hay recoveco en Hollywood que no quiera comerse hasta las miguitas. Y hacerlo, claro, mientras, ya puestos, la gala se vuelve mágicamente más corta.

Imagino que los comentarios a este artículo irán enfocados a "A quién le importa esta gala caduca" o "Los Óscar pasaron de moda hace ya décadas porque ya no se hace buen cine", pero lo cierto es que siguen siendo vitales no solo para la industria, sino para tomar la tensión al estado actual del cine en Hollywood, que muestra mejor que nunca la división clarísima que hay entre el cine de masas y el que realmente quieren hacer (ejemplificado a la perfección en la fabulosa 'The Studio', por cierto).

El premio a mejor diseño de stunts es perfecto para poder introducir películas que hacen mil millones en taquilla, dar una estatuílla a un importantísimo sector que se lo tiene más que merecido, que el público sienta que los Óscar se están modernizando y permitir -si se atreven- increíbles números de acción en el escenario. El problema es que, si acabamos alargando la gala hasta las cuatro horas, puede ser peor el remedio que la enfermedad. Quedan tres años hasta ver cómo lo montan, en una ceremonia que además será especialmente mítica por su centésimo aniversario. Se vienen tiempos tan bonitos como complicados para la Academia, y ahora mismo solo está clara la terrible y cada vez más clara incertidumbre sobre su futuro. Con o sin dobles de acción.

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La noticia El Óscar a los dobles de acción era necesario. Aunque creo que, en el fondo, va a agravar el mayor problema de la gala fue publicada originalmente en Espinof por Randy Meeks .