El descomunal cabreo de Laura Cuevas por la encerrona de ‘Supervivientes’ durante la visita de su marido: «Sigues mintiendo»
Tensión en Telecinco. En los concursos de telerrealidad como Supervivientes, llega un punto en el que la tensión se corta con cuchillo. La convivencia prolongada, la escasez de comodidades y el juego psicológico hacen que los concursantes, que al principio se mostraban cautos y medidos, comiencen a dejar salir su verdadero carácter. Es justo entonces ... Leer más

Tensión en Telecinco.
En los concursos de telerrealidad como Supervivientes, llega un punto en el que la tensión se corta con cuchillo. La convivencia prolongada, la escasez de comodidades y el juego psicológico hacen que los concursantes, que al principio se mostraban cautos y medidos, comiencen a dejar salir su verdadero carácter. Es justo entonces cuando afloran rencillas, alianzas inesperadas y, cómo no, los primeros conflictos serios.
A medida que se conocen mejor, los concursantes también empiezan a leer entre líneas. Se intuye quién cae mejor fuera, quién maneja mejor los hilos y, sobre todo, quién podría convertirse en finalista. Todo esto añade una presión invisible pero constante que no solo afecta la dinámica grupal, sino también las emociones individuales.
El estrés, la falta de intimidad y el juicio constante del público generan un clima idóneo para el drama. Y si a eso se le suma la aparición de personas del exterior con cuentas pendientes, el cóctel está servido. Así ha ocurrido en esta edición con uno de los reencuentros más esperados y tensos del programa.
Las puertas que abren heridas.
Uno de los momentos más esperados por los espectadores de Supervivientes 2025 ha sido el reencuentro entre Laura Cuevas y su marido. Cabe recordar que durante los últimos días la superviviente ha sacado a la luz aspectos hasta ahora desconocidos que ponen en jaque su matrimonio. Precisamente para aclarar la situación, su marido se ha personado en los Cayos Cochinos, lo que ha generado un cara a cara de alto voltaje.
Antes de reencontrarse con su pareja, Carlos ha podido compartir sus sensaciones con Sandra Barneda. Visiblemente dolido, el joven ha desvelado: «Estoy un poco bastante decepcionado con todo lo que está pasando y estoy escuchando. Me sorprende que diga eso, pero bueno, es Laura Cuevas. Sinceramente creo que no me merezco nada, pero nada de lo que está diciendo. Si quiere hablar de mí o de la relación, que diga la verdad, no que se lo lleve a su terreno».
«Ella hoy te dice una cosa, mañana otra y sus reacciones son arriba, abajo… Yo te digo que como me vea el careto no creo que se acerque mucho a darme un abrazo. Yo no la puedo recibir con una sonrisa y con alegría», ha añadido al tiempo que ha enfatizado los diez años que han estado como pareja.
Palabras que pesan como piedras.
Lejos de contenerse, Carlos ha ido más allá: «Mi cabeza me da a que me ha utilizado todos estos años. Ella tiene mucho tiempo para pensar, yo también y analizando todo lo que he estado viendo, lo que ha salido y lo anterior, monto el puzzle y el resultado es de alguien que me ha utilizado. No hay otra. No ha dicho ni una verdad, bueno sí, una, que no hace nada con su vida».
Llegado el momento del reencuentro, la concursante ha tenido que enfrentarse a una dinámica en la que ha ido abriendo puertas hasta que se ha encontrado con su marido. «Sigues mintiendo como una campeona, ¿no estábamos juntos cuando yo te pillé?», ha sido la primera intervención del joven. Una agria actitud a la que Laura ha contestado diciendo: «Nos estábamos dando un tiempo. ¿Y eso qué tiene que ver con lo que yo haya podido contar o dejar de contar aquí?».
Los reproches no tardaron en escalar: «Que no paras de mentir en todo menos en que no haces nada con tu vida, ¿nos estábamos dando un tiempo cuando yo te pillé? Cuando llegue a España voy a mostrar los mensajes… Me dices mi vida y estamos juntos, blanco y en botella. Estuve esperándote hasta las dos y tres de la mañana y tú, ¿cómo llegabas?».
Discusiones que traspasan la pantalla.
Ante este reproche, Laura se ha defendido asegurando: «Mira, ¿cómo llegaba de qué? Lo único que hacía era al salir de trabajar tomarme una cerveza con mis compañeros». «Chiclana se ha enterado de todo lo que has hecho en verano. Tu nivel de cinismo es nivel máximo. Vienes y te sientas conmigo y hablas», le ha afeado él visiblemente nervioso. Frente a ello, la concursante ha soltado: «Si cuando tienes un hueco vacío te buscas otra cosa… Yo me tengo que quedar en casa».
Las cuestiones monetarias no han tardado en salir a la luz. «Me he gastado 500 pavos antes de que viniera al concurso para que llevase a su hija al instituto», le ha reprochado Carlos ante lo que Laura le ha soltado: «Con mi tarjeta te has quedado. Has aprovechado que he dicho lo más mínimo y te enfadas». «Y me estás dejando como un mierdas. Yo tengo que trabajar, cosa que tú no haces. Saca tu vida laboral que no tienes ni cinco minutos cotizados», ha criticado la visita de Laura Cuevas, quien ha seguido insistiendo: «No hay tiempo para mí nunca y lo tienes que reconocer». «Cada vez que le digo vamos a ir a cenar, tú dices: ‘no vida, que tú ya me has dado tanto, me siento mal'», le ha recordado él.
La herida abierta de una historia común.
«Me da la sensación de que no vais a ningún lado», ha advertido Sandra Barneda al tiempo que le ha preguntado a Laura Cuevas por su reacción al ver a su pareja. «Me ha sorprendido», ha confesado al tiempo que ha aprovechado para afearle a su pareja sus ausencias: «Siempre estás haciendo cosas». Por su parte, Carlos ha asegurado sentir «impotencia»: «Me parece injusto todo lo que está haciendo esta señorita inventándose cosas, que no habla la verdad».
Carlos y Laura comienzan a discutir nada más verse