Egipto tiene un problema con el turismo y las pirámides: se han convertido en una atracción frustrante. Ahora quieren cambiarlo
15,7 millones de personas visitaron en 2024 las pirámides de Guiza, el mayor atractivo turístico de Egipto y la seña de identidad de un país que ha construido su historia en torno a faraones, templos y construcciones milenarias que, sin embargo, decepcionan a manos llenas a los turistas. No son solo las largas colas que se ocasionan para intentar acceder a la Meseta de Guiza, desde donde se accede tanto a las pirámides como a la Esfinge, sino lo que luego acontece allí, donde la reventa de entradas ilegales, las dificultades del transporte y la dificultad de acceso a algunas 'atracciones'. Parte de la nueva brega, además, crea dos bandos muy diferenciados y cuyas hostilidades comienzan a multiplicarse: el del animalismo y la defensa de los derechos de los animales. Utilizados desde hace siglos como medio de transporte en la zona, caballos, burros y camellos han sido –y son– una parte fundamental de los ingresos de los operadores de turismo que trabajan en la Meseta de Guiza. Un modus vivendi que, si se llevan a cabo las medidas que se plantean implementar con la renovación de la meseta, significará una pérdida de empleos y de ingresos para buena parte de estos touroperadores locales. De hecho, compañías como Airbnb ya han dejado de promocionar en su página web cualquier tipo de actividad vinculada a excursiones a caballo o a camello en la meseta, y organizaciones animalistas como Peta instan al gobierno egipcio a prohibir este tipo de prácticas. Un carro tirado por un burro, una estampa habitual en los alrededores de la Meseta de Guiza y que ahora se quiere erradicar. ©George Livadhiotis. En el ojo del huracán desde hace años, pero con ciertos repuntes puntuales, el maltrato a los animales de tiro que trasladan a los turistas aquí es una constante a ojos occidentales de lo que sucede en Egipto. No en vano, hace unas pocas semanas, una turista holandesa denunció a través de un vídeo en Instagram cómo uno de estos transportistas azotaba con saña a su burro. Animalismo vs. modo de subsistencia: la batalla entre turistas y locales No es el primer caso, pero tampoco va a ser el último. Aunque las administraciones locales quieren poner coto a ciertas prácticas que, sin embargo, chocan frontalmente con muchos de los trabajadores locales que aquí se ganan la vida. En Directo al Paladar El mayor hallazgo de la arqueología egipcia en 100 años: descubren la primera tumba de un faraón desde la de Tutankamon Uno de esos cambios, por ejemplo, es relocalizar los aparcamientos de los autobuses turísticos, llevándolos bastante más lejos de lo que figuran actualmente, algo que los touroperadores denuncian, pues creen que irá en contra de su modo de vida. El tráfico, los timos y los taxistas ilegales están a la orden del día en los accesos a las pirámides. ©Dilip Poddar. En este sentido, el proyecto de remodelación, vinculado a una colaboración entre el estado egipcio y una empresa, plantea que la entrada a la Meseta de Guiza ya no sea la habitual, sino que estará próxima a la autopista de Fayoum, más al sur de las pirámides, con la finalidad de evitar los grandes atascos que se forman y, de paso, poner cierto remedio a los problemas de contaminación. Evidentemente, no llueve a gusto de todos. En este sentido, tanto los vehículos privados como los autobuses turísticos convencionales no tendrán acceso a la meseta, algo que sí podrán hacer aquellas empresas que cuenten con vehículos eléctricos. Unas pirámides más 'sostenibles' y poner coto a los timadores Sin embargo, las quejas no se han hecho esperar, pues muchos turistas, aún con ganas de pagar esos tickets 'verdes', comprobaron en las pruebas piloto que no hay suficientes vehículos de esas características, formándose largas colas y caos en las inmediaciones de las pirámides. Además, los guías a caballo y a camello boicotearon los primeros ensayos, aumentando al malestar de los turistas, al bloquear los accesos a las pirámides con sus animales. No obstante, no es la única polémica que ha sacudido en los últimos años a las pirámides de Guiza. Una de las dudas que la comunidad internacional se plantea es si realmente Egipto está haciendo todo lo posible por conservar de la mejor manera su patrimonio cultural. En febrero de 2025, un vídeo puso los pelos de punta a los arqueólogos, incluidos los propios egipcios, al comprobar cómo un par de obreros, martillo en mano, picaban en una de las rocas de la pirámide de Keops para facilitar el paso de un cable eléctrico, lo que obligó al ministro de Turismo egipcio a salir al quite e investigar el asunto con la empresa contratada. Ver vehículos al pie de las pirámides había sido una estampa recurrente en la Meseta de Guiza. ©Jean Carlo Emer. No es, insistimos, lo único que preocupa a las a

15,7 millones de personas visitaron en 2024 las pirámides de Guiza, el mayor atractivo turístico de Egipto y la seña de identidad de un país que ha construido su historia en torno a faraones, templos y construcciones milenarias que, sin embargo, decepcionan a manos llenas a los turistas.
No son solo las largas colas que se ocasionan para intentar acceder a la Meseta de Guiza, desde donde se accede tanto a las pirámides como a la Esfinge, sino lo que luego acontece allí, donde la reventa de entradas ilegales, las dificultades del transporte y la dificultad de acceso a algunas 'atracciones'.
Parte de la nueva brega, además, crea dos bandos muy diferenciados y cuyas hostilidades comienzan a multiplicarse: el del animalismo y la defensa de los derechos de los animales. Utilizados desde hace siglos como medio de transporte en la zona, caballos, burros y camellos han sido –y son– una parte fundamental de los ingresos de los operadores de turismo que trabajan en la Meseta de Guiza.
Un modus vivendi que, si se llevan a cabo las medidas que se plantean implementar con la renovación de la meseta, significará una pérdida de empleos y de ingresos para buena parte de estos touroperadores locales. De hecho, compañías como Airbnb ya han dejado de promocionar en su página web cualquier tipo de actividad vinculada a excursiones a caballo o a camello en la meseta, y organizaciones animalistas como Peta instan al gobierno egipcio a prohibir este tipo de prácticas.

En el ojo del huracán desde hace años, pero con ciertos repuntes puntuales, el maltrato a los animales de tiro que trasladan a los turistas aquí es una constante a ojos occidentales de lo que sucede en Egipto. No en vano, hace unas pocas semanas, una turista holandesa denunció a través de un vídeo en Instagram cómo uno de estos transportistas azotaba con saña a su burro.
Animalismo vs. modo de subsistencia: la batalla entre turistas y locales
No es el primer caso, pero tampoco va a ser el último. Aunque las administraciones locales quieren poner coto a ciertas prácticas que, sin embargo, chocan frontalmente con muchos de los trabajadores locales que aquí se ganan la vida.
Uno de esos cambios, por ejemplo, es relocalizar los aparcamientos de los autobuses turísticos, llevándolos bastante más lejos de lo que figuran actualmente, algo que los touroperadores denuncian, pues creen que irá en contra de su modo de vida.

En este sentido, el proyecto de remodelación, vinculado a una colaboración entre el estado egipcio y una empresa, plantea que la entrada a la Meseta de Guiza ya no sea la habitual, sino que estará próxima a la autopista de Fayoum, más al sur de las pirámides, con la finalidad de evitar los grandes atascos que se forman y, de paso, poner cierto remedio a los problemas de contaminación.
Evidentemente, no llueve a gusto de todos. En este sentido, tanto los vehículos privados como los autobuses turísticos convencionales no tendrán acceso a la meseta, algo que sí podrán hacer aquellas empresas que cuenten con vehículos eléctricos.
Unas pirámides más 'sostenibles' y poner coto a los timadores
Sin embargo, las quejas no se han hecho esperar, pues muchos turistas, aún con ganas de pagar esos tickets 'verdes', comprobaron en las pruebas piloto que no hay suficientes vehículos de esas características, formándose largas colas y caos en las inmediaciones de las pirámides. Además, los guías a caballo y a camello boicotearon los primeros ensayos, aumentando al malestar de los turistas, al bloquear los accesos a las pirámides con sus animales.
No obstante, no es la única polémica que ha sacudido en los últimos años a las pirámides de Guiza. Una de las dudas que la comunidad internacional se plantea es si realmente Egipto está haciendo todo lo posible por conservar de la mejor manera su patrimonio cultural.
En febrero de 2025, un vídeo puso los pelos de punta a los arqueólogos, incluidos los propios egipcios, al comprobar cómo un par de obreros, martillo en mano, picaban en una de las rocas de la pirámide de Keops para facilitar el paso de un cable eléctrico, lo que obligó al ministro de Turismo egipcio a salir al quite e investigar el asunto con la empresa contratada.

No es, insistimos, lo único que preocupa a las autoridades. Dentro del plan de renovación se incluirá un nuevo sistema de venta online de entradas para la Meseta de Guiza, algo que el público internacional lleva pidiendo años, pues hasta ahora son muchas las quejas de los turistas hacia los buscavidas y pequeños timadores que pululan por los alrededores, vendiendo entradas falsas, pidiendo dinero por todo, guiando de manera errónea o, a pesar de pagar por ello, dejar a los viajeros lejos del acceso a las pirámides cuando se contrata un paseo a caballo o a camello.
De hecho, algunos de los blogs más leídos de viajes siempre que se menciona visitar Egipto están enfocados a cómo evitar ser timados en las pirámides, lo que da muestra de una realidad que la administración del país está dispuesta a erradicar.
Entre medias, como decimos, está el limitar el acceso a cualquier tipo de operador que se haga valer de camellos o de caballos, tanto por la suciedad que los animales generan como por el maltrato sistemático que reciben, lo que pone en el candelero las prácticas sobre bienestar animal que algunos turistas demandan.
Entre medias está en juego la gallina de los huevos de oro de la economía egipcia, pues se estima que los ingresos anuales del turismo superan los 14.000 millones de euros.
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La noticia
Egipto tiene un problema con el turismo y las pirámides: se han convertido en una atracción frustrante. Ahora quieren cambiarlo
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Directo al Paladar
por
Jaime de las Heras
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