7 poetas contemporáneos de República Dominicana

Portada: Frank Báez. Foto de Yolanda Castaño. Este viernes, dentro de la sección No son todos los que están, presentamos la lista de siete poetas contemporáneos de República Dominicana que complementa a la publicada hace unas semanas de siete grandes poetas del mismo país. Pasen y lean. Estos son los que están esta semana, y... Leer más La entrada 7 poetas contemporáneos de República Dominicana aparece primero en Zenda.

Apr 25, 2025 - 06:09
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7 poetas contemporáneos de República Dominicana

Portada: Frank Báez. Foto de Yolanda Castaño.

Este viernes, dentro de la sección No son todos los que están, presentamos la lista de siete poetas contemporáneos de República Dominicana que complementa a la publicada hace unas semanas de siete grandes poetas del mismo país. Pasen y lean. Estos son los que están esta semana, y los que no, ya llegarán.

***

SOLEDAD ÁLVAREZ

Soledad Álvarez es una poeta y ensayista nacida en Santo Domingo en 1950. Fue la quinta mujer en ganar el Premio Nacional de Literatura para escritores dominicanos en 2022. Estudió Filología, con especialidad en Literatura Hispanoamericana, en La Habana, Cuba. Trabajó junto a Manuel Rueda en el suplemento cultural Isla Abierta, del periódico Hoy. Es autora de libros como De tierra morena vengo (1986), Vuelo posible (1994), Las estaciones íntimas (2006), Autobiografía en el agua (2015) o Después de tanto arder (XXII Premio Casa de América de Poesía Americana, 2022). 

Muchacha enamorada

Después de la cena
de dormir a los niños y dejar cabeceando
al marido en su sillón mullido frente al televisor
la mujer casada lava los platos
y en el agua de jabón
en la espuma del cansancio
la muchacha enamorada que fue
regresa del olvido al inicio del camino:

entre la loza muda la risa
la cabellera al aire que no es el aire
sino la ventada del deseo
la alegría de correr con los brazos abiertos
a los brazos que la esperan
desbocado el corazón a los brazos del hombre
que dice querer vivir solo para quererla
mirar por sus ojos oír tocar lo que ella
hacerla feliz.

Música del cielo la declaración de amor
postal romántica los dos embelesados en el banco del parque
(mirándose algo que no conocen entreabre las puertas a la inmensidad)
él le entrega como sacramento el anillo de compromiso
ella dice que sí al arrebato de seguirlo sin cláusulas
sin preguntar hacia dónde hasta cuándo
¿hasta que la muerte nos separe?

Al fondo los árboles insaciables de pájaros y amores núbiles
testigos tantas veces de la ficción.

***

FRANK BÁEZ

Frank Báez es un poeta y narrador nacido en Santo Domingo, en 1978. Ha publicado siete poemarios, una colección de cuentos, Págales tú a los piscoanalistas, y cuatro libros de no ficción, como los tres libros de crónicas reunidos en La Trilogía de los Festivales. Suele incorporar a su trabajo poético el performance, la música y el arte visual. Es profesor de escritura creativa y ha dictado talleres en centros culturales y universidades de Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. En el 2017 fue seleccionado en la lista del Hay Festival como uno de los 39 mejores escritores latinoamericanos menores de cuarenta años. En el 2023 recibió la University of Texas Mellon Fellowship for High Impact Scholars. Entre sus libros de poemas destacan Jarrón, Postales, Anoche soñé que era un DJ, Este es el futuro que estabas esperando o, el más reciente, Desarmando la biblioteca de mi padre. En nuestro país en 2019 se publicó Llegó el fin del mundo a mi barrio (Sonámbulos Ediciones). 

En la Biblia no aparece nadie fumando

Pero qué tal si Dios o los que escribieron la Biblia
se olvidaron de agregar los cigarros
y en realidad todas esas figuras bíblicas
se pasaban el día entero fumando
al igual que en los cincuenta en que se podía fumar
en los aviones y hasta en la televisión
y yo imagino a todos esos gloriosos judíos
llevándose sus cigarrillos a los labios
y expulsando el humo por las narices
en lo que aguardan
por sus visiones o porque Dios les hable,
e imagino a David tocando el harpa
en un templo lleno de humo,
a Abraham fumando cigarro tras cigarro
antes de decidirse a matar a Isaac,
a María fumando antes de darle a José
la noticia de que está embarazada,
e incluso imagino a Jesús sacando un cigarro
de detrás de la oreja y fumando
para relajarse antes de dirigirse a las multitudes
reunidas en torno suyo.
Yo no soy un fumador.
Pero a veces me vienen ganas y fumo
como en este instante en que miro la lluvia
caer tras la ventana
y me siento como Noé cuando esperaba
que pasara el diluvio y se la pasaba
de arriba a abajo por toda el arca
buscando donde había puesto
esa maldita cajetilla. 

León Félix Batista.

LEÓN FÉLIX BATISTA

León Félix Batista es un poeta nacido en Santo DomingO en 1964. Ha publicado, entre otros, Negro Eterno, Vicio, Burdel Nirvana, Pseudolibro, Delirium semen (México, 2010), Caducidad (Madrid, 2011), Música ósea (Perú, 2014), Se borra si es leído, Prosa del que está en la esfera (Buenos Aires, 2006); Inflamable (Montevideo, 2009), Sin textos no hay paradiso (Colombia, 2012), Joda poética completa, El hedor de lo real en la nariz imaginaria (Quito, 2014), Un minuto de retraso mental y Prosa de fabricación casera (Estados Unidos, 2018). También Prosa do que está na esfera (Sao Paulo, 2003) y Mosaico Fluido (Sao Paulo, 2014). Aparece en varias antologías, entre ellas Zur Dos (última poesía latinoamericana, Bartleby, Madrid, 2005). Tiene un libro de ensayos publicado en España, Globos de ensayo y error (2020).

conversación en tiempo de bolero

Traspones el umbral mesándote una sien y por
tercera acción elogiar el arabesco de
su bata de batista. Descifras allá atrás aquel bolero rancio
como supervivencia del abismo medieval. Inestable
de ver negro, su debacle de matices, mixturas en un
vaso quebraduras de agua helada y espesor de un
carburante; reclinas la cabeza. La observas
prolongando a brochazos el fulgor: la quemazón
del bosque, la desaparición (extraña) del sentido en
favor del sinsentido y en gruesos astillones, por
afán calefactor.

*** 

CHRISTIAN ENCARNACIÓN

Christian Encarnación es un poeta y fotógrafo nacido en Santo Domingo en 1997. Estudia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ha publicado sus poemas en diversas revistas. Es autor de Ausencia del vacío (Editora Nacional, 2021), poemario con el que ganó el Premio de Poesía Joven Zacarías Espinal 2021. Con Todas las madres nos condenan a muerte obtuvo el Premio Luna Insomne para Jóvenes Poetas 2024, organizado por la Fundación Cultural Lado B y Luna Insomne Editores.

Enero 

No se le escribe a enero por el frío
no es motivo para que el invierno
tenga tantos poemas.

Se le escribe a enero
por la ausencia.
Poco le importa al cazador el frío
cuando lleva
la piel del oso puesta.

***

HOMERO PUMAROL

Homero Pumarol es un poeta nacido en Santo Domingo en 1971. Ha publicado los libros Cuartel Babilonia (Santo Domingo, 2000); Second Round (Ediciones Cielonaranja, Berlín, 2003); Fin de carnaval (Editorial Vox, Bahía Blanca, 2010), el cual quedó finalista en el Concurso Hispanoamericano de Poesía convocado por dicha editorial; y Todo el mundo tiene un primo en el canal de la Mona (Editorial Textos de Cartón, Córdoba, 2010). Sus poemas han aparecido en diversas antologías, entre las que destacan Antología de la poesía latinoamericana del siglo XXI (Siglo XXI Editores, México, 1997) y La poesía del siglo XX en República Dominicana. Antología esencial (Editorial Visor, La Estafeta del Viento, Madrid, 2011). Es miembro fundador de la banda de spoken word El Hombrecito. En 2011 Ediciones De a Poco publicó Poesía Reunida 2000-2011. 

Jack Veneno ha muerto

Esta mañana en el carro rojo de Deseo
dando vueltas al Parque Independencia
mientras intentaba enrolar un tabaco
en la portada del National Geographic
lo pude leer con estos ojos
JACK VENENO ha muerto.

Deseo inmediatamente rompió aguas,
así de feo, así de cero, así mismo,
sí, ese es su deseo,
y lloró y lloró y lloró
porque además no encontramos
una puta suficiente para los dos
y porque no hay nada que hacer sino llorar
y dar vueltas al Parque Independencia
que es el parque más feo de la bolita del mundo.

… y llorar y dar vueltas al parque Independencia y al tabaco
y terminar de enrolarlo a lágrima viva
del mismo lado de la calle El Conde,
entre los borrachos de a pie, los maniceros,
las barrigas verdes de polyester de los policías,
los carros públicos, las guaguas voladoras
y siete locos que iban corriendo, llorando, gritando
“degracimao, hijoetumalditamai, mamagüebo”
a un pintor que corría y lloraba y gritaba más rápido que ellos
y que les había robado todas las piedras
que ahora ellos no tenían y que ya nunca nadie podría tirar.

JACK VENENO ha muerto,
el campeón de la bolita del mundo,
el líder de la cuadra de los técnicos,
que luchó en mi sueño a trío con Blue Demon y El Santo
contra Frankenstein, El Hombre Lobo y La Mujer Maravilla;
JACK con Forty malt, un brazo de poder en cada cucharada,
con el salami especial de mallita,
con SangYang ahí van,
champú, rinse y acondicionador BPT,
con Avispa al pelo y piojo al suelo,
JACK saltando con la bota preparada
desde la tercera cuerda hasta el infinito;
el hijo de Doña Tatica,
el hombre de pelo en pecho,
que venció a Rick Flair con la polémica
por la faja mundial,
que acabó con El Vampiro Cao
y con La Gallina Relámpago Hernández.

Relámpago te jodieron,
Relámpago te agarraron comprando crack en Catanga,
Relámpago qué mierda es el congreso,
en mi inodoro ha crecido una mata gigante,
hay telarañas en los lavamanos,
tengo seis días sin luz,
la policía pone cada vez más cara la yerba,
mezclan la coca con azúcar de leche
y al final uno parece cada vez más una gallina
picoteando polvo en el vacío.
Relámpago vuelve a la cuadra de los rudos,
te lo piden los muchachos de La Victoria,
Relámpago vuelve por Deseo, por Vickiana, por Luis Días,
por Aramis Camilo y su organización secreta.

JACK VENENO HA MUERTO
Nietzsche lo sospechó desde un principio,
Deseo aún no para de llorar
y no hay una sola puta suficiente
en todo el Parque Independencia.

Jeannette Miller.

 

JEANNETTE MILLER

Jeannette Miller es una poeta, narradora, ensayista e historiadora del arte nacida en Santo Domingo en 1944. Pertenece al grupo de la Generación del 60, con Miguel Alfonseca, René del Risco, Armando Almánzar, Iván García, Jacques Viaux y otros. Tiene una amplia bibliografía sobre arte. Ha publicado cuento, novela, poesía y literatura para jóvenes. Algunos de sus poemarios son: El Viaje (Cuadernos Hispanoamericanos, separata, 1967), Fórmulas para combatir el miedo (Taller, 1972), Fichas de identidad/Estadías (Taller, 1985), Polvo eres (Banco Central, 2013) o Testigo de la luz: poemas 1962-2016 (Banco Central, 2017). En el 2011 le fue entregado el Premio Nacional de Literatura, en reconocimiento a su obra conjunta.

Lunes

Cada mañana
al levantarme
inicio el camino hacia la muerte.

Antes de perforar el día con mi cara disconforme
lloro un poco.

Luego
procedo a ejecutar con desconcierto el aseo,
la puesta de la ropa,
el peinado,
el desayuno,
salgo.

Bordeo esquinas desbaratadas en infinitas partículas de luz,
el aire me golpea la frente,
un penetrante olor a podredumbre me vuelve a la desdicha.

En las cunetas
latas de basura todas volteadas
definen largas curvaturas tristes,
hasta los pozos de lluvia en mi país son turbios, hediondos,
sin darme cuenta
penetro el vientre palpitante de cualquier automóvil
y me siento heroína,
entonces paso a recontar los árboles que ya sé de memoria
y que alivianan con colores y formas el duro pavimento,
un golpe seco me avisa que he llegado,
empujo la puerta,
estoy dentro,
sonrío tratando de ser agradable, inofensiva,
que no me teman,
que no conozcan mi odio, mi hastío, mi tristeza,
comienza la jornada.

***

NÉSTOR E. RODRÍGUEZ

Néstor E. Rodríguez es un poeta, ensayista y académico nacido en La Romana, República Dominicana, en 1971. Sus poemas han sido publicados en revistas y suplementos literarios de América Latina, así como en diversas antologías del continente. En 2001 resultó ganador en Puerto Rico del Certamen de Poesía Olga Nolla con Animal pedestre (Terranova, 2004). Es autor de otros libros como El desasido (El Billar de Lucrecia, 2009), Limo (Organograma, 2018) o Poesía reunida (Santo Domingo: Zemí, 2018). Es profesor de literatura latinoamericana en la Universidad de Toronto, Canadá.

Al llegar a la casa familiar

La casa sigue allí,
detenida ante el trajín de los comercios
con su enrejado señorial
y el ojo de buey observando
las inevitables mutaciones del paisaje.
¿Es Diógenes el que se acerca
con los bidones del ordeño?
Viene en un caballo maltrecho
que luce menos cansado que él.
Flérida Dolores hierve la leche
en una olla inmensa a la que me asomo
para encontrar un fracaso de nata y espuma,
pero ni un solo dolor de los del nombre de Mamá.
En la acera se alinean los compradores.
Traen botellas que regresarán rebosantes
al sopor de todas las moradas.
Sí, alguien limpia una escopeta en medio del patio.
No le teman. Bajo esa aparente reciedumbre
hay un hombre compasivo.
La casa de entonces era un mundo apacible
pidiendo sin exigencias la palabra que lo habitara.
Ya resuena el jaleo del desayuno.
Carmen se acerca desde el jardín contiguo
para dar de una alegría que contagia
a sus hijos y a mi madre.
La mesa está servida,
a su alrededor gravitan todos los apegos.

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