Àlex Oró: Quadrophenia

Idioma original: castellanoAño de publicación: 2024Valoración: Muy recomendable para fansMe da un poco de rabia porque la memoria se me emborrona un poco al intentar recordar este punto: puede que fuese Txomin, en su momento mi suministrador de discos de los 70, quien me dio a conocer Quadrophenia. Lo que sí puedo afirmar es que poco después no paré hasta encontrar el ejemplar que buscaba, con su generoso taco de fotos en el interior y con el corte (Doctor Jimmy) que el franquismo había censurado, y sé también con exactitud dónde lo compré. Pero tampoco puedo recordar dónde vi por primera vez, la primera de muchas, la película del mismo título, de 1979, que por supuesto incorporé algo más tarde a mi vieja y muy pequeña colección de vídeos. Aun así, tanto el disco como la película dejaron una profunda huella, hasta el punto de que al leer este libro de Àlex Oró no me hizo falta escuchar de nuevo aquellas canciones, porque estaban muy frescas en mi cabeza.Entre las sesenta y dos reseñas que rulan bajo la etiqueta Libros sobre música (ver aquí a la derecha) hay un poco de todo, pero en un vistazo rápido veo muy pocos libros que traten sobre un disco en concreto. Es una primera cualidad que le veo al trabajo de Àlex Oró, me parece valiente y demuestra capacidad para centrarse en algo muy concreto sin tener que recurrir a material de acompañamiento. Porque, como apuntaba antes, estamos hablando básicamente sobre Quadrophenia, el disco doble que The Who publicaron en 1973.The Who era un grupo bastante potente con varios discos a sus espaldas, de éxito más bien irregular, quizá ensombrecido por los Beatles y los Stones, aunque con seguidores numerosos y muy fieles. Habían publicado Tommy, lo que se denominaba una ópera rock, es decir, un trabajo conceptual con canciones que en su conjunto contaban una historia, y tras otro ambicioso intento, este fracasado, su guitarrista y compositor principal Pete Townshend (que algunos conocerán por su afición a destrozar guitarras en sus conciertos) concibió Quadrophenia en la misma línea, una narrativa construida a través de docena y media de canciones. En ella se cuenta la historia de un joven de clase obrera a principios de los 60, con problemas mentales o de personalidad, que busca integración y reconocimiento en el movimiento mod, de cierta relevancia en aquella época. El relato que presenta el disco no es que sea muy original, pero el enganche con esta corriente musical le dio buenas dosis de popularidad, aunque ni The Who ni su música podían etiquetarse propiamente como mods. La película del mismo título que se estrenó unos años más tarde contribuyó a crear una especie de mito mod, recuperando las famosas peleas en las playas de Brighton y la efímera vida de estas pandillas juveniles, todo lo cual dejó cierto rastro en algunos grupos que ya en los 80 quisieron revivir su estética y sus ritmos.Pero aquí hablamos de libros, y hay que decir que el de Àlex Oró, sin perder en ningún momento el foco en la historia del disco, cuenta con eficacia y sobriedad su génesis, disecciona algunas partes de su libreto y analiza sus intenciones, la posición de los miembros del grupo, el entronque de la historia con algunos aspectos del movimiento mod, y la influencia que representó en el mundo de la música. Hubiera sido fácil (y buen reclamo para lectores ávidos de chascarrillos) extenderse en episodios frívolos sobre adicciones al alcohol o las pastillas, los destrozos en los hoteles o las peleas, que dejarían en simple anécdota los encontronazos entre los hermanos Gallagher, por ejemplo. Había ahí material de sobra para llenar bastantes más páginas de tópicos del mundo del rock, pero el autor no se deja llevar por la tentación y lo reduce al mínimo indispensable. Lo que interesa es cómo se llegó a crear ese disco, cuál fue su significado y por qué se convirtió en un referente de cierta forma de componer en aquellos años 70, hasta convertirse en un hito de la época. Si acaso, quizá al libro se le puede reprochar que ponga el acento más en el aspecto narrativo y mucho menos en el puramente musical. Pero aun así, ningún aficionado a la música de aquellas décadas ya tan lejanas debería dejar de leerlo.

Apr 24, 2025 - 12:33
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Àlex Oró: Quadrophenia

Idioma original: castellano

Año de publicación: 2024

Valoración: Muy recomendable para fans


Me da un poco de rabia porque la memoria se me emborrona un poco al intentar recordar este punto: puede que fuese Txomin, en su momento mi suministrador de discos de los 70, quien me dio a conocer Quadrophenia. Lo que sí puedo afirmar es que poco después no paré hasta encontrar el ejemplar que buscaba, con su generoso taco de fotos en el interior y con el corte (Doctor Jimmy) que el franquismo había censurado, y sé también con exactitud dónde lo compré. Pero tampoco puedo recordar dónde vi por primera vez, la primera de muchas, la película del mismo título, de 1979, que por supuesto incorporé algo más tarde a mi vieja y muy pequeña colección de vídeos. Aun así, tanto el disco como la película dejaron una profunda huella, hasta el punto de que al leer este libro de Àlex Oró no me hizo falta escuchar de nuevo aquellas canciones, porque estaban muy frescas en mi cabeza.

Entre las sesenta y dos reseñas que rulan bajo la etiqueta Libros sobre música (ver aquí a la derecha) hay un poco de todo, pero en un vistazo rápido veo muy pocos libros que traten sobre un disco en concreto. Es una primera cualidad que le veo al trabajo de Àlex Oró, me parece valiente y demuestra capacidad para centrarse en algo muy concreto sin tener que recurrir a material de acompañamiento. Porque, como apuntaba antes, estamos hablando básicamente sobre Quadrophenia, el disco doble que The Who publicaron en 1973.

The Who era un grupo bastante potente con varios discos a sus espaldas, de éxito más bien irregular, quizá ensombrecido por los Beatles y los Stones, aunque con seguidores numerosos y muy fieles. Habían publicado Tommy, lo que se denominaba una ópera rock, es decir, un trabajo conceptual con canciones que en su conjunto contaban una historia, y tras otro ambicioso intento, este fracasado, su guitarrista y compositor principal Pete Townshend (que algunos conocerán por su afición a destrozar guitarras en sus conciertos) concibió Quadrophenia en la misma línea, una narrativa construida a través de docena y media de canciones. En ella se cuenta la historia de un joven de clase obrera a principios de los 60, con problemas mentales o de personalidad, que busca integración y reconocimiento en el movimiento mod, de cierta relevancia en aquella época. 

El relato que presenta el disco no es que sea muy original, pero el enganche con esta corriente musical le dio buenas dosis de popularidad, aunque ni The Who ni su música podían etiquetarse propiamente como mods. La película del mismo título que se estrenó unos años más tarde contribuyó a crear una especie de mito mod, recuperando las famosas peleas en las playas de Brighton y la efímera vida de estas pandillas juveniles, todo lo cual dejó cierto rastro en algunos grupos que ya en los 80 quisieron revivir su estética y sus ritmos.

Pero aquí hablamos de libros, y hay que decir que el de Àlex Oró, sin perder en ningún momento el foco en la historia del disco, cuenta con eficacia y sobriedad su génesis, disecciona algunas partes de su libreto y analiza sus intenciones, la posición de los miembros del grupo, el entronque de la historia con algunos aspectos del movimiento mod, y la influencia que representó en el mundo de la música. Hubiera sido fácil (y buen reclamo para lectores ávidos de chascarrillos) extenderse en episodios frívolos sobre adicciones al alcohol o las pastillas, los destrozos en los hoteles o las peleas, que dejarían en simple anécdota los encontronazos entre los hermanos Gallagher, por ejemplo. 

Había ahí material de sobra para llenar bastantes más páginas de tópicos del mundo del rock, pero el autor no se deja llevar por la tentación y lo reduce al mínimo indispensable. Lo que interesa es cómo se llegó a crear ese disco, cuál fue su significado y por qué se convirtió en un referente de cierta forma de componer en aquellos años 70, hasta convertirse en un hito de la época. Si acaso, quizá al libro se le puede reprochar que ponga el acento más en el aspecto narrativo y mucho menos en el puramente musical. Pero aun así, ningún aficionado a la música de aquellas décadas ya tan lejanas debería dejar de leerlo.