Cruzando el bosque, de E.M. Carroll

Aprovechamos su reciente reedición para hablar de la formidable y siniestra ópera prima de E.M. Carroll, una antología de terror publicada por Sapristi.

Apr 23, 2025 - 13:33
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Cruzando el bosque, de E.M. Carroll
Cruzando el bosque - Portada


Edición original: Through the woods USA (Margaret K. McElderry Books, 2014)
Edición nacional/España: Sapristi, 2015/2025
Guion: E.M. Carroll
Dibujo: E.M. Carroll
Color: E.M. Carroll
Traducción: Inga Pellisa
Maquetación y rotulación: Abogal
Formato: Cartoné. 208 páginas, color. 29,95€

No te adentres entre los árboles

Aunque a veces nos salga la vena de abuelo cebolleta y nos hagamos los duros y los difíciles de sorprender, la verdad es que es una maravilla la cantidad de talentos que no dejan de brotar en el mundo del cómic. Sean de un país o de otro, de un género o de un estilo concreto, cada año surgen nuevos nombres que refrescan el panorama viñetero y nos hacen recordar lo maravilloso que es este arte.

Una de esas sensaciones la tuve allá por 2019 con La noche que llegué al castillo, el cómic con el que descubrí a E.M. Carroll. Una fuerza de la naturaleza que nos dejó cautivados con aquella obra de terror gótico-erótico en la que su delicada prosa se fundía con un dibujo abrumadoramente bello e inquietante, en el que la pasión dejaba repentino paso a la repulsión y viceversa. Una de las obras más destacadas de aquel año prepandémico.

No era la presentación en sociedad de Carroll, eso sí. Artista original de Canadá, venía prodigándose ya una década atrás con sus webcómics, una serie de trabajos gracias a los que logró gran popularidad (con relatos como His Face All Red, que se volvió viral en 2010) y llegó incluso a lograr varios reconocimientos coronados con el Eisner a la mejor historia corta por When the Darkness Presses. Pero su puesta de largo en la imprenta la celebró en 2014 con Through The Woods, una recopilación de relatos de terror (entre los que se encontraba la propia His Face All Red) publicado por Margaret K. McElderry Books y que le sirvió como un debut de lo más triunfal: un Eisner, un Ignatz y un British Fantasy Award así lo avalan. No nos olvidamos tampoco de Cuéntalo, la soberbia adaptación al cómic de la novela de Laurie Halse Anderson sobre el abuso sexual.

Cruzando el bosque - interior

La desgracia que vivimos los que, como yo, descubrimos a Carroll con La noche que llegué al castillo, es que por entonces ya resultaba francamente difícil encontrar su anterior obra en librerías. Cruzando el bosque no recibió reediciones por parte de Sapristi, la editorial que ha traído sus obras en solitario, y durante mucho tiempo no hemos podido completar toda la producción de Carroll en nuestras estanterías. Pero el lanzamiento de su nuevo trabajo, Una invitada en casa, ha propiciado que Sapristi se anime a reeditar su primer trabajo (esta vez en tapa dura) y poner solución a tamaña injusticia. Así, antes de hablaros de su nueva obra, aprovecho para dedicarle un espacio a aquella ópera prima que se nos quedó sin reseñar en su momento.

Cruzando el bosque era, en cierto modo, el paso lógico para la carrera de Carroll en aquel momento: arrejuntar sus historias cortas en un único tomo. Así, hablamos en efecto de una antología de cinco relatos de extensión media, además de dos microrrelatos que funcionan como prólogo y epílogo, respectivamente. Todos ellos ubicados en el mismo género y estilo: terror rural con estética victoriana. Como reza una de las citas de los críticos, “como si Patricia Highsmith hubiera reescrito los cuentos de los hermanos Grimm”.

Esa es, desde luego, una fina manera de describir el trabajo de Carroll. Hablamos de una obra en la que nos adentramos en una especie de tren de la bruja que asusta mucho más de lo que podría aparentar. Y es que si bien la estética victoriana nos puede evocar a esas historias de terror grandilocuentes y exageradas que hoy en día no nos impactan tanto (en lo que a terror se refiere), como cuando uno lee a Edgard Alan Poe o a Mary Shelley, Carroll combina ese estilo con unas premisas y unas instantáneas que ponen la piel de gallina.

Cruzando el bosque - interior

Es difícil no mencionar Y la cara toda roja, ese relato que ya se hizo viral como webcómic previamente, pues solo las dos primeras páginas ya tienen uno de esos arranques que definen el abecé de lo que debe ser un relato de terror. Pero no es el único que destaca. La casa del vecino juega con la sensación de vulnerabilidad frente a la lenta pérdida del resto de personajes frente a un terror sin rostro. La dama de las manos frías es un relato clásico que ya hemos visto mil veces, pero que se sustenta sobre una atmósfera sublime y una narración en forma de poesía para embriagarnos los sentidos. Mi amiga Janna y El nido completan el catálogo con los dos relatos más elaborados en cuanto a construcción de la trama y jugando con elementos la mar de interesantes. Incluso ese prólogo y ese epílogo, con tan solo unas frases y un par de viñetas fundidas en negro logran hacer que te suba un escalofrío por el espinazo.

Es un trabajo portentoso, en el que el arte eleva la narración hasta el cielo. El estilo de Carroll es tan poético como violento, lleno de contrastes vibrantes entre páginas inundadas de negro que de pronto se ven sacudidas por rojos y azules eléctricos que chillan desde las páginas. Vistos en retrospectiva y comparando con sus trabajos posteriores, es cierto que su trazo y sus diseños de personaje son menos refinados que lo que veríamos años después en La noche que llegué al castillo. Son algo más cartoon en ciertos aspectos, algo lógico para una etapa de su carrera centrada en los webcómics cortos, pero siempre con un aura inquietante superlativa.

Y sobre todo, ahí está la gloriosa rotulación de la autora, una de sus mayores señas de identidad. Cada bocadillo, cada texto que diseña Carroll tiene vida y volumen, y sus creativos juegos hacen que cada palabra que leemos parezca subir y bajar de tono, que cada onomatopeya parezca sonar detrás de nosotros. Su capacidad para sumergirnos en las atmósferas más inquietantes es fabulosa, y una gran parte de ella reposa sobre su talentoso manejo de los textos. Algo que se logra trasladar a la perfección en el trabajo de rotulación de la traducción española.

Cruzando el bosque - interior

En definitiva, es una alegría que Sapristi haya reeditado Cruzando el bosque. La ópera prima de E.M. Carroll es uno de esos trabajos que te enamoran de un autor hasta las trancas, especialmente si sientes predilección por el terror victoriano (¿acaso hay un terror mejor?). Una antología en la que todos los relatos oscilan entre el notable y el sobresaliente, que ya dejaban ver el desbordante talento del que ya es un nombre propio de la escena canadiense. Y me reservo el resto de elogios para cuando hable de Una invitada en casa

Lo mejor

• El maravilloso uso del dibujo que hace Carroll para inquietar y sorprender.
• Su refinada prosa, capaz de erizarte la piel de miedo una y otra vez.

Lo peor

• Haber tenido que esperar tantos años a una reedición