¿Qué nos emociona en un cuadro?
Una investigación del Museo Thyssen-Bornemisza, Quirónsalud y la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) explora cómo reaccionamos los seres humanos ante una obra de arte y cómo esta reacción puede ser beneficiosa para nuestra salud. La entrada ¿Qué nos emociona en un cuadro? se publicó primero en Ethic.

¿Por qué nos gustan unas obras y otras no? ¿Cuál es el proceso de interacción que tenemos ante un cuadro? ¿Qué parte miramos primero, qué elementos llaman nuestra atención y por qué? ¿Cómo nos afecta la contemplación de una pintura, y qué beneficios puede tener para nuestra salud? A estas y otras preguntas pretende responder el proyecto Emociones a través el arte, una investigación iniciada en mayo de 2024 que une arte, salud y educación bajo el impulso del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Quirónsalud y la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
El estudio tiene como meta descubrir e identificar las diferentes emociones inconscientes que producen en los seres humanos las obras de arte, así como qué beneficios puede tener esta experiencia para la salud.
El color y la composición de la obra influyen, y mucho, en las emociones de quien la contempla. Los tonos cálidos y las composiciones equilibradas, desvela el estudio, generan emociones positivas. Por el contrario, los contrastes de luces y sombras producen emociones más intensas, aunque no necesariamente negativas. Por lo general, las emociones son mixtas, aunque, dependiendo de la pintura, pueden prevalecer sentimientos positivos o negativos. Así, las características visuales específicas de una obra sirven para dirigir la mirada del espectador, pero también para generarle una respuesta emocional específica, ya sea consciente o inconsciente. Este descubrimiento abre nuevas vías para futuras investigaciones y aplicaciones terapéuticas en áreas sanitarias como la salud emocional. El arte se configura como una poderosa herramienta terapéutica que puede influir en generar emociones concretas en quien lo observa.
Los tonos cálidos y las composiciones equilibradas generan emociones positivas
El estudio, elaborado por las investigadoras Ana Reyes, profesora titular en la Universidad Rey Juan Carlos, y Rebeca Antolín, doctora en Ciencias de la Información, ha identificado las emociones que suscitan 125 obras presentes en las colecciones del Museo Thyssen-Bornemisza mediante el uso de equipos neurocientíficos como el eye-tracking, que recoge los movimientos oculares del espectador, el reconocimiento facial, que recoge y decodifica las expresiones faciales, y la respuesta psico-galvánica de la piel (GSR), que detecta la actividad electrodérmica de la piel y cómo esta se activa depende de la emoción que se experimente. El registro de las reacciones físicas de las personas participantes, sumado a un cuestionario de autoevaluación, arroja datos sobre cómo procesamos el arte y cómo nos afecta de manera física y psicológica.
Entre los datos obtenidos, por ejemplo, está que los rostros humanos llaman la atención del espectador con mayor rapidez que el resto del cuadro, y permiten establecer una mayor conexión emocional con el espectador. Este y otros descubrimientos inician una senda de autoconocimiento vinculada con la salud y el bienestar propio, que se materializa a través de una página web en la que los particulares pueden redescubrir las obras desde una perspectiva nueva y directamente conectada con las emociones.
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