«¿Me estás vacilando?». Carlos Sobera para una cita de ‘First Dates’ por lo que acaba de suceder
Una cita con lo paranormal… y una dosis de realidad “Siempre hay que mostrarse como uno es, también en una primera cita”. Así empieza una historia que pone de relieve cómo, a veces, intentar impresionar puede tener el efecto contrario. Es la experiencia que vivió Alejandro, un creador de contenido paranormal de 38 años, natural ... Leer más

Una cita con lo paranormal… y una dosis de realidad
“Siempre hay que mostrarse como uno es, también en una primera cita”. Así empieza una historia que pone de relieve cómo, a veces, intentar impresionar puede tener el efecto contrario. Es la experiencia que vivió Alejandro, un creador de contenido paranormal de 38 años, natural de Tarragona, quien llegó al programa ‘First Dates’ con ganas de encontrar el amor… aunque olvidó algo esencial: la honestidad.
Del taller a las redes… y al misterio
Alejandro no siempre se dedicó a lo esotérico. Durante años trabajó como carrocero de vehículos, pero decidió dar un giro radical a su vida para centrarse por completo en su faceta de comunicador en redes sociales. “Hago memes y salgo yo también. Hablo de lo que me apetece porque yo me he dedicado siempre a investigar lo oculto, lo paranormal”, explicó al presentarse en el popular dating show.
Y lo paranormal no es solo un tema de conversación para él: es parte de su experiencia vital. En su charla con Carlos Sobera, conductor del programa, compartió un episodio tan insólito como sorprendente. “Tuve un ataque demoníaco en Andorra, una entidad oscura. No vi al demonio, pero me agarró de todo el cuerpo. Me tuvo en la cama durante diez minutos con mi ex delante”, relató. Sobera, entre risas y asombro, no daba crédito: “¿Qué me estás contando? ¿No me vacilas?”
Pero Alejandro insistió. “Esto es real. Del miedo que pasé, me puse a llorar. Salimos los dos corriendo. Se quedó la abuela”, añadió, provocando carcajadas en el plató. Y como si de una película de terror se tratase, la historia no terminó ahí. Según dijo, el demonio se habría “pasado” a la abuela, lo que derivó en una pelea entre esta y su expareja. “Aquello fue una locura. Acabamos yéndonos todos de aquella casa”.
Una cita con un final previsible
Pero Alejandro no estaba en ‘First Dates’ para hablar solo de espectros. Su objetivo era encontrar pareja, y para ello buscaba una mujer sencilla, simpática, trabajadora, con valores y afectuosa. Y así conoció a Paula, una estudiante de Psicología de 28 años, proveniente de Castellón. Tímida, reservada y con un pasado marcado por inseguridades, Paula tenía ganas de enamorarse, pero también sabía muy bien lo que buscaba.
La primera impresión fue desigual. A Alejandro le gustó lo que vio. Paula, en cambio, quedó desencantada desde el minuto uno. “¿De verdad no tienes tiempo para ponerte una camisa, unos chinitos? No, la camiseta del gym con unos vaqueros y la gorra para atrás. Así no”, confesó a cámara. Pero no era solo cuestión de vestimenta: la diferencia de edad también jugó en contra. “Para mí diez años de diferencia es un problema porque tiene la edad de mi hermano y no quiero salir con mi hermano”.
Una mentira que lo delató
A pesar del desencuentro inicial, la conversación fluyó. Ambos compartían cierto interés por lo oculto, lo que les permitió romper el hielo. Pero en medio de la charla, Paula quiso saber si a Alejandro le gustaba leer. En lugar de ser sincero, él optó por adornar la verdad. “Sí, me apasiona. Me gusta leer. He leído mucho y leo mucho”, respondió con entusiasmo.
Lo que Paula no sabía en ese momento es que Alejandro, tras las cámaras, admitiría que en sus 38 años solo ha leído entre siete y ocho libros. Para seguir la farsa, incluso fingió ser amante de la poesía, solo para complacerla. Sin embargo, el castillo de naipes se derrumbó cuando Paula le pidió que nombrara a algún autor favorito. Alejandro, incapaz de improvisar, intentó ganar tiempo fingiendo atragantarse. “Se me ha hecho bola. Pues no te puedo decir ahora de poesía”, fue su única defensa.
Paula, que lleva siempre un libro en el bolso y ha leído más de 300 obras, no tardó en detectar lo que ella llamó una clara “falta de cultura”. Y por si fuera poco, Alejandro siguió metiendo la pata. En un momento de la charla confesó que había tirado un montón de libros recientemente, aunque enseguida intentó corregirse: “No los tiré, perdona, los guardé en el trastero porque eran libros que no había leído y al final me quedé con lo que me gusta”.
La sinceridad a medias terminó por cerrar cualquier posibilidad de segundas oportunidades. Paula fue tajante: “Ahí ha metido la pata hasta el fondo. Me ha dolido mucho”.
Final sin pasión… pero con carcajadas
Como era de esperar, Paula rechazó la posibilidad de tener una segunda cita. “Honestamente, yo no tendría una segunda cita porque no acaba de ser mi prototipo y la edad influye bastante. Hemos conectado en varios temas, pero no lo suficiente”, sentenció con claridad.
A pesar de todo, la cita dejó momentos divertidos. Especialmente hacia el final, cuando Alejandro, sin perder el entusiasmo, le confesó a Paula: “Te pegaba un cohete, pero bien pegado”. Una frase que, aunque no logró conquistarla, al menos le sacó una sonrisa.
Así terminó una velada donde lo paranormal quedó en segundo plano y la honestidad –o la falta de ella– se convirtió en el verdadero protagonista.