Guitarricadelafuente, cantante: “Constantemente intentamos dejar de ser nosotros mismos para ser más cool”
El artista benicense presenta ‘Spanish Leather’, un álbum que aborda desde la liberación sexual y la masculinidad frágil hasta la era de la inmediatez "que nos arrolla"40 años del primer disco de El Último de la Fila: el álbum ‘low-cost’ que inició una carrera brillanteVídeo de la entrevista completa Abrazar nuestras raíces no solo supone agarrarse fuertemente a nuestra cultura, también supone reconocer la importancia del arte en un momento determinado y, con la perspectiva del presente, apreciar todo aquello que nos caracteriza. La música de Álvaro Lafuente Calvo (Benicàssim, 1997), conocido artísticamente como Guitarricadelafuente, siempre ha estado vinculada a las guitarras, la tradición y la belleza de lo rural. Su mundo servía como escaparate de quien encuentra en su pueblo el hogar y el refugio, de quien reivindica a través de la memoria el eco de las generaciones anteriores. Sin embargo, en un mundo en constante transformación, Guitarricadelafuente da un paso adelante desde su éxito Guantanamera (2018) y, si su disco debut La Cantera (2022) representaba el encanto de los lugares menos poblados, en su continuación Spanish Leather (2025) narra la historia de quien abandona el pueblo para mudarse a la gran ciudad. El segundo proyecto del cantante valenciano explora, a través de pronombres masculinos en canciones románticas, la libertad sexual que a menudo queda reprimida en entornos con una mentalidad más cerrada, así como la forma de sobrevivir en la era de la inmediatez. ¿Cómo un joven cuya música no está hecha para la radio, y que bebe mucho de influencias folclóricas de su pueblo aragonés de origen familiar, se adjudica uno de los lanzamientos más importantes del año? En este disco, el folclore del que bebí en La Cantera (2022) sigue estando muy presente, pero de otra manera. Todo este imaginario idílico y romántico que había en el pasado se ha dejado atrás. Es una búsqueda del folclore del presente, de buscar toda esta tradición que ya forma parte de todos nosotros e intentar retratar lo que sucede a nuestro alrededor, para que quede marcada cómo fue esta época de nuestras vidas. ¿Cómo nace su pasión por la música? Empecé antes a tocar que a vivir mi pasión por la música. Tocaba la guitarra como algo familiar, en las reuniones familiares en el pueblo. Siempre, después de comer, nos juntábamos todos en Cuevas de Cañart [Teruel]. Mi bisabuelo era profesor de jota, por lo que en mi familia siempre ha habido un empape de música: había bandurrias por la casa, guitarras antiguas... Existía ese respeto por la herencia del pasado, y en los veranos en mi pueblo, con mis amigos y mis primos, empezó la pasión. Guitarricadelafuente ¿Cómo surge este disco? Surgió cuando estaba acabando la gira de La Cantera, y coincidió con los primeros viajes que hice a Estados Unidos a empezar a componer. Venía de mi primer disco, donde había estado muy arraigado al pasado y al folclore, y donde tenía la necesidad de demostrar cuáles eran mis referencias, mi inspiración y qué me había rodeado desde pequeño. Entonces quise moverme hacia un mundo en el que ese folclore ya estaba impregnado en nosotros. En los últimos años, ha habido una mirada hacia el pasado y hacia la búsqueda de nuestros orígenes en la música, en la comida, en muchos ámbitos. Parecía que no éramos conscientes de lo que teníamos, y con tantos referentes a nuestro alrededor, la tradición y el folclore ha sido nuestro safe place para sentirnos pertenecientes y anclados a algo. Pero sentía que había una romantización del pasado. Como si ver a unos hombres jugando a las cartas en la calle o a unas señoras tomando la fresca supusiera mostrar un mundo onírico que promociona la decadencia. Así que este disco es un paso hacia adelante, donde el folclore residiese en las letras y no en el mundo visual, contando lo que sucede a mi alrededor sabiendo que la tradici

El artista benicense presenta ‘Spanish Leather’, un álbum que aborda desde la liberación sexual y la masculinidad frágil hasta la era de la inmediatez "que nos arrolla"
40 años del primer disco de El Último de la Fila: el álbum ‘low-cost’ que inició una carrera brillante
Vídeo de la entrevista completa
Abrazar nuestras raíces no solo supone agarrarse fuertemente a nuestra cultura, también supone reconocer la importancia del arte en un momento determinado y, con la perspectiva del presente, apreciar todo aquello que nos caracteriza. La música de Álvaro Lafuente Calvo (Benicàssim, 1997), conocido artísticamente como Guitarricadelafuente, siempre ha estado vinculada a las guitarras, la tradición y la belleza de lo rural. Su mundo servía como escaparate de quien encuentra en su pueblo el hogar y el refugio, de quien reivindica a través de la memoria el eco de las generaciones anteriores.
Sin embargo, en un mundo en constante transformación, Guitarricadelafuente da un paso adelante desde su éxito Guantanamera (2018) y, si su disco debut La Cantera (2022) representaba el encanto de los lugares menos poblados, en su continuación Spanish Leather (2025) narra la historia de quien abandona el pueblo para mudarse a la gran ciudad. El segundo proyecto del cantante valenciano explora, a través de pronombres masculinos en canciones románticas, la libertad sexual que a menudo queda reprimida en entornos con una mentalidad más cerrada, así como la forma de sobrevivir en la era de la inmediatez.
¿Cómo un joven cuya música no está hecha para la radio, y que bebe mucho de influencias folclóricas de su pueblo aragonés de origen familiar, se adjudica uno de los lanzamientos más importantes del año?
En este disco, el folclore del que bebí en La Cantera (2022) sigue estando muy presente, pero de otra manera. Todo este imaginario idílico y romántico que había en el pasado se ha dejado atrás. Es una búsqueda del folclore del presente, de buscar toda esta tradición que ya forma parte de todos nosotros e intentar retratar lo que sucede a nuestro alrededor, para que quede marcada cómo fue esta época de nuestras vidas.
¿Cómo nace su pasión por la música?
Empecé antes a tocar que a vivir mi pasión por la música. Tocaba la guitarra como algo familiar, en las reuniones familiares en el pueblo. Siempre, después de comer, nos juntábamos todos en Cuevas de Cañart [Teruel]. Mi bisabuelo era profesor de jota, por lo que en mi familia siempre ha habido un empape de música: había bandurrias por la casa, guitarras antiguas... Existía ese respeto por la herencia del pasado, y en los veranos en mi pueblo, con mis amigos y mis primos, empezó la pasión.
¿Cómo surge este disco?
Surgió cuando estaba acabando la gira de La Cantera, y coincidió con los primeros viajes que hice a Estados Unidos a empezar a componer. Venía de mi primer disco, donde había estado muy arraigado al pasado y al folclore, y donde tenía la necesidad de demostrar cuáles eran mis referencias, mi inspiración y qué me había rodeado desde pequeño. Entonces quise moverme hacia un mundo en el que ese folclore ya estaba impregnado en nosotros. En los últimos años, ha habido una mirada hacia el pasado y hacia la búsqueda de nuestros orígenes en la música, en la comida, en muchos ámbitos. Parecía que no éramos conscientes de lo que teníamos, y con tantos referentes a nuestro alrededor, la tradición y el folclore ha sido nuestro safe place para sentirnos pertenecientes y anclados a algo.
Pero sentía que había una romantización del pasado. Como si ver a unos hombres jugando a las cartas en la calle o a unas señoras tomando la fresca supusiera mostrar un mundo onírico que promociona la decadencia. Así que este disco es un paso hacia adelante, donde el folclore residiese en las letras y no en el mundo visual, contando lo que sucede a mi alrededor sabiendo que la tradición forma parte de nosotros, de nuestra manera de hablar, de nuestro humor, de nuestras expresiones, de cómo nos tomamos las cosas. Cuento historias del presente con la mirada puesta en el hoy, olvidando el miedo a la rapidez de las cosas para sucumbir a lo atractivo de ello.
Sentía que había una romantización del pasado. Como si ver a unos hombres jugando a las cartas en la calle o a unas señoras tomando la fresca supusiera mostrar un mundo onírico que promociona la decadencia.
En la canción Futuros amantes canta que las “cafeterías de Madrid se ven tan europeas”. ¿A causa de la turistificación?
Es un retrato de lo que sucede ahora mismo, de cómo constantemente intentamos modernizarnos o dejar de ser nosotros mismos para ser más cool. Ese sentimiento de que dejen de existir cafeterías de toda la vida para ir a cafés de especialidad, o que te encuentres por el centro de Madrid cafeterías modernas pensadas para los turistas y para la gente que no es de aquí. Pero no lo veía como algo negativo, sino como algo con lo que tienes que lidiar y abrazar, algo generacional de lo que ocurre ahora mismo.
¿Por qué titular el disco Spanish Leather [Cuero español]?
El nombre vino de una canción de Bob Dylan que se llama Spanish Boots, y surgió cuando estaba terminando La Cantera y empecé a descubrir muchas canciones de americanos que habían venido aquí en la Guerra Civil, como Woody Guthrie y su Jarama Valley, que traían su folk americano y sus guitarras para cantar con sus voces tan propias de allá sobre paisajes de aquí, viéndolos como algo exótico y romántico. Me hacía pensar en la visión que tenían de España desde fuera y la que tienen ahora, o cómo nosotros no teníamos un sello de calidad. El cuero representa nuestra propia piel, como quedarnos en cueros: un material resistente y ligado a la artesanía y a la herencia del pasado, pero que queda descubierto y vulnerable, con perdurabilidad con el paso de los años.
De hecho, en este disco también tiene productores internacionales. ¿Está aumentando el interés por la música española desde fuera?
Cada vez se interesan más por lo que sucede aquí, porque evidentemente hay mucho talento en español. Además, se ha roto la barrera del español como idioma, sobre todo en Estados Unidos, donde cada vez hay más personas que hablan español. Ha aumentado el interés por la cultura, por el idioma y por saber qué es lo que pasa fuera más allá de sus fronteras.
En Full time papi, carta de presentación del disco, se narra una liberación sexual. ¿Considera que el álbum supone una salida del armario?
Han pasado años desde mi último disco y ha habido un proceso de maduración, de aprendizaje, de sentirme cómodo con cómo me expongo y cómo expongo las historias de mi vida real. La sexualidad siempre ha aparecido en mi música, pero quizás de una manera más inocente. En esta ocasión, el foco del disco era el disfrute y el pasárselo bien. Al final, el sexo es un tema con el que la gente disfruta, y había que hablar de él desde la perspectiva en la que me encuentro.
Hablando de estos temas de forma más explícita, ¿teme perder a parte de su público?
No me preocupa nada. Ayer estábamos en la presentación del disco y había mucha gente que me seguía desde el principio, que ha abrazado todas estas nuevas ideas que sigo teniendo. Es algo de lo que me siento superagradecido y orgulloso, de decir, “joder, esta gente que me sigue desde que no me separaba de la guitarra, continúa aquí ahora que me he librado de ella porque estoy cómodo hablando de lo que realmente sucede”.
Otra de las canciones, Puerta del Sol, narra una relación clandestina ambientada en un lugar absolutamente público y lleno de turistas.
Fue la primera canción que escribí del disco y está inspirada en Un año más de Mecano, en esta sensación picaresca de saber que en la Puerta del Sol están sucediendo muchas cosas en una noche de verano. Me inspiraba mucho la energía de la movida madrileña de los 80, que no he vivido de primeras pero que, por la música que escucho, sé que entonces la sociedad se estaba liberando y que todos los prejuicios se estaban desprendiendo. Es un homenaje a esa época.
El tema Pipe dream utiliza una expresión que se emplea para narrar una esperanza poco realista. Recuerda a la actualidad, momento en el que muchos jóvenes tienen problemas para pagar el alquiler o no pueden terminar trabajando de los estudios que realizan.
Somos adictos a los estímulos inmediatos y, al final, la falta de compromiso en las relaciones nace por circunstancias que nos impiden asentarnos, de ahí a que vivamos mucho más el presente y el día a día. ¿Cómo te vas a asentar si no puedes comprarte un piso? No puedes, no puedes permitirte la vida.
Un verso del disco dice así: “No hace falta ser marica para salir en Vogue”. Parece que hace alusión a la sociedad tan estereotipada en la que vivimos.
Tengo muchos coros en canciones que representan la masculinidad frágil que, de alguna manera, siempre ha estado en nuestra contra o ha sido una amenaza. Full time papi se desprende de esos prejuicios, y esta canción es una conversación en la que te enfrentas a eso que te están diciendo. Es que no hace falta ser marica para salir en Vogue.
El disco también presenta una Sonata nº9 de los heavies de Gran Vía.
No es una sonata ni mucho menos. Son 30 segundos de introducción a Tramuntana, canción que representa la metáfora de la rapidez de los tiempos y de esta ola que nos arrolla. Realmente no podemos hacer nada para remediarlo, y los heavies de Gran Vía han sido unos personajes que me han inspirado mucho. He estado bastante obsesionado con ellos, con los videos que veía de entrevistas suyas y con toda la sabiduría que desprenden. Decía, “joder, me encanta cómo se expresan y lo que cuentan de cómo ven la realidad”. Este preludio a Tramuntana, tema sobre dejarse llevar completamente, es un homenaje a ellos y a la sabiduría que desprenden, a las problemáticas del presente y de nuestra generación.
¿Cómo logra encontrar inspiración para escribir sobre los pequeños detalles en este mundo de stories de Instagram?
Lo que más ha inspirado el disco ha sido la inmediatez. En lugar de intentar que sean canciones atemporales, están concebidas para ser algo sobre lo que siento en el momento de ahora y lo que representan para mí en este momento. Como no puedes hacer nada para remediarlo, se basa en disfrutar la inmediatez, pasárselo bien y no tener una mirada negativa sobre el futuro.