Robert De Niro carga contra Trump en Cannes: "El arte es una amenaza para los fascistas de este mundo"
El actor aprovechó su discurso al recibir la Palma de Oro honorífica para calificar al presidente de "filisteo" y pedir al mundo del cine que pase a la acciónEl cine español hace historia en Cannes, pero pide que la nueva ley “defienda al productor independiente” El Festival de Cannes no puede vivir ajeno a lo que ocurre en el mundo. Aunque a veces lo intente, la realidad impregna lo que pasa en las películas, y sus directores se ven afectados por todo ello. Este año puede que más que nunca. La realidad ha salpicado en la cara a todo el mundo del cine y a Cannes concretamente. Primero, con el asesinato en un ataque israelí de Fatima Hassouna, fotoperiodista que protagonizaba un documental seleccionado por el festival y que murió días después de saber que la película estaría en Cannes. Segundo, porque Cannes es el templo donde se defiende el cine de autor, especialmente el europeo, y ese cine está en peligro por las amenazas arancelarias de Donald Trump a cine no producido en EEUU. Por ello, desde sus primeros compases, estos son los dos temas —y la sentencia a Gerard Depardieu— que marcaron las ruedas de prensa del primer día. Las respuestas fueron tibias, hasta que llegó la gala de inauguración. Primero fue la presidenta del jurado, Juliette Binoche, quien habló de Fátima y de Gaza. Luego el homenajeado con la Palma de Oro honorífica, Robert De Niro, que aprovechó su discurso para cargar contra Donald Trump, al que calificó como “presidente filisteo” que ha cortado los fondos para la cultura. Pero fue más allá, y sobre el escenario del Gran Teatro Lumière criticó el arancel para las películas no producidas en EEUU y calificó su gobierno de fascista: “Ahora ha anunciado un arancel del 100 % para las películas producidas fuera de EEUU. Reflexionen un momento. No se puede poner precio a la creatividad, pero al parecer sí se le puede imponer un arancel. El arte es democrático, inclusivo y diverso, por eso somos una amenaza para los fascistas del mundo”. No solo eso, confesó su miedo a que la democracia esté en juego en su país, asegurando que en su país están luchando “duro” por ella. Por eso pidió actuar ante un problema que no es “solo estadounidense, sino global”. “Como en una película, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Tenemos que actuar ya. Sin violencia, pero con gran pasión y determinación. Es hora de que todos los que se preocupan por la libertad se organicen, protesten y, cuando haya elecciones, por supuesto, voten. Esta noche, y durante los próximos 11 días, demostramos nuestra fuerza y compromiso celebrando el arte en este glorioso festival. Libérté, égalité, fraternité”, dijo cerrando su discurso y recibiendo una gran ovación.

El actor aprovechó su discurso al recibir la Palma de Oro honorífica para calificar al presidente de "filisteo" y pedir al mundo del cine que pase a la acción
El cine español hace historia en Cannes, pero pide que la nueva ley “defienda al productor independiente”
El Festival de Cannes no puede vivir ajeno a lo que ocurre en el mundo. Aunque a veces lo intente, la realidad impregna lo que pasa en las películas, y sus directores se ven afectados por todo ello. Este año puede que más que nunca. La realidad ha salpicado en la cara a todo el mundo del cine y a Cannes concretamente. Primero, con el asesinato en un ataque israelí de Fatima Hassouna, fotoperiodista que protagonizaba un documental seleccionado por el festival y que murió días después de saber que la película estaría en Cannes. Segundo, porque Cannes es el templo donde se defiende el cine de autor, especialmente el europeo, y ese cine está en peligro por las amenazas arancelarias de Donald Trump a cine no producido en EEUU.
Por ello, desde sus primeros compases, estos son los dos temas —y la sentencia a Gerard Depardieu— que marcaron las ruedas de prensa del primer día. Las respuestas fueron tibias, hasta que llegó la gala de inauguración. Primero fue la presidenta del jurado, Juliette Binoche, quien habló de Fátima y de Gaza. Luego el homenajeado con la Palma de Oro honorífica, Robert De Niro, que aprovechó su discurso para cargar contra Donald Trump, al que calificó como “presidente filisteo” que ha cortado los fondos para la cultura.
Pero fue más allá, y sobre el escenario del Gran Teatro Lumière criticó el arancel para las películas no producidas en EEUU y calificó su gobierno de fascista: “Ahora ha anunciado un arancel del 100 % para las películas producidas fuera de EEUU. Reflexionen un momento. No se puede poner precio a la creatividad, pero al parecer sí se le puede imponer un arancel. El arte es democrático, inclusivo y diverso, por eso somos una amenaza para los fascistas del mundo”.
No solo eso, confesó su miedo a que la democracia esté en juego en su país, asegurando que en su país están luchando “duro” por ella. Por eso pidió actuar ante un problema que no es “solo estadounidense, sino global”. “Como en una película, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Tenemos que actuar ya. Sin violencia, pero con gran pasión y determinación. Es hora de que todos los que se preocupan por la libertad se organicen, protesten y, cuando haya elecciones, por supuesto, voten. Esta noche, y durante los próximos 11 días, demostramos nuestra fuerza y compromiso celebrando el arte en este glorioso festival. Libérté, égalité, fraternité”, dijo cerrando su discurso y recibiendo una gran ovación.