Cartografía de encuentros y ausencias

El debut narrativo de Sonia Rayos es una reflexión sobre el amor, la identidad y el cuerpo. Una inesperada noticia hará que la narradora, sintiendo que sus cimientos se han removido, emprenda un viaje por la memoria familiar y por los lugares que marcaron su evolución personal. En este Making Of, Sonia Rayos desgrana el... Leer más La entrada Cartografía de encuentros y ausencias aparece primero en Zenda.

May 14, 2025 - 10:28
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Cartografía de encuentros y ausencias

El debut narrativo de Sonia Rayos es una reflexión sobre el amor, la identidad y el cuerpo. Una inesperada noticia hará que la narradora, sintiendo que sus cimientos se han removido, emprenda un viaje por la memoria familiar y por los lugares que marcaron su evolución personal.

En este Making Of, Sonia Rayos desgrana el origen de Nido para aves de paso (Aristas Martínez).

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Un nido para aves de paso. No sabía que eso era lo que estaba construyendo cuando, en 2018, empecé a llenar libretas en los trayectos en tren entre Valencia y Barcelona. Iba y venía por trabajo, por visitas de obra: desplazamientos rutinarios, agendas apretadas, reuniones interminables junto a montañas de escombros. Volvía con la cabeza llena de planos, detalles constructivos, plazos, mediciones y presupuestos. Pero había algo en ese tiempo suspendido entre ciudades —el traqueteo del vagón, la velocidad del paisaje, el murmullo amortiguado por los cascos— que despertó en mí el deseo de registrar frases sueltas, imágenes sin contexto, recuerdos que aparecían durante el desplazamiento.

Escribir en tránsito, en movimiento, sin raíces, sobre las raíces. Como quien construye un refugio temporal con lo que lleva encima. Así nació este libro: como una acumulación de escenas que pedían quedarse.

"Durante mucho tiempo pensé que ese era el libro: una colección de momentos fugaces, atravesados por la arquitectura, el espacio, la danza y el cuerpo"

Con el tiempo, las libretas empezaron a llenarse de personas: las que había conocido en Lisboa o en la India durante los años que viví allí. Eran textos breves, a veces más cercanos al diario que a la narrativa. Pero ya entonces había algo común en todas ellas: una forma de observar el mundo desde lo íntimo, desde lo frágil. Porque todos hemos perdido algo —un amigo, una casa, una lengua, una certeza— y buscamos una manera de seguir habitando el presente.

Durante mucho tiempo pensé que ese era el libro: una colección de momentos fugaces, atravesados por la arquitectura, el espacio, la danza y el cuerpo. Pero entonces llegó el diagnóstico de mi padre, y todo cambió. No solo mi vida, también la escritura.

Fueron meses de hospitales, tratamientos, silencios incómodos y conversaciones largas en salas de espera. Y fue ahí, en ese tiempo extraño, cuando mi padre empezó a contarme historias que yo no conocía: de su infancia, de sus hermanos, de una época que, hasta entonces, me resultaba lejana y borrosa. No hablaba con nostalgia, sino con una precisión nueva. Como si supiera que esas palabras eran también una forma de quedarse.

—Podías escribir todo esto, papá.

—Mejor grábalo y lo transcribes tú como quieras.

Cuando retomé el proyecto, me di cuenta de que aquel material cobraba otro sentido. No fue un giro brusco, sino una transformación lenta: las piezas estaban ahí, pero la estructura se había movido. Había que buscar otra forma de contarlo.

"La escritura fue para mí un proceso de excavación y construcción simultánea. Un puente entre el pasado y el presente. Un libro escrito como se vive"

Fue entonces cuando entendí que no quería escribir una novela, sino una constelación de historias que se tocan y acaban fundiéndose. La vida con mi padre, su enfermedad, su muerte, mis viajes, las ciudades… Y también la historia de quienes vinieron antes. Mi familia no fue importante. No hubo artistas reconocidos, diplomáticos de carrera, médicos que salvaran vidas ni títulos nobiliarios. Pero en este relato descubrí que la grandeza está en los detalles, que hay belleza entre los escombros, que todo es poetizable y que hasta los acontecimientos más nimios pueden cambiar una vida.

Aunque el libro esté formado por fragmentos, hay un hilo, no son historias sueltas: componen una sola historia hecha de ecos, resonancias, conexiones invisibles y otros vínculos. Como si la vida misma se desplegara en capas, en ritmos que vuelven, en gestos que regresan con otro rostro, en distintos escenarios.

La escritura fue para mí un proceso de excavación y construcción simultánea. Un puente entre el pasado y el presente. Un libro escrito como se vive: sin mapas, con interrupciones, desvíos, intuiciones, momentos de lucidez y otros de pura supervivencia.

Este libro es el resultado de ese proceso. Un intento de hilvanar despedidas y encuentros. Un homenaje a lo que nos sostiene, incluso cuando ya no está. Porque escribir, a veces, es hacer un nido, aunque solo sirva para quedarse un momento.

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Autora: Sonia Rayos. Título: Nido para aves de paso. Editorial: Aristas Martínez. Venta: Todos tus libros.

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