Paul Thomas Anderson tiene la oportunidad de hacer con ‘Una batalla tras otra’ lo que no ha conseguido hasta ahora: una comedia política que haga gracia
Hubo un momento de regocijo para todo aquel con un interés en el cine al corroborarse la llegada de todo un evento cinematográfico: ‘Una batalla tras otra’, la nueva película de Paul Thomas Anderson que le junta por primera con Leonardo DiCaprio (muchos años después de querer que fuese Dirk Diggler en ‘Boogie Nights’), que se estrenará el 26 de septiembre. Su tráiler despertó no pocas mariposas en el estómago, porque se podía ver la mano de uno de los mejores cineastas actuales unido a una de las estrellas de cine más lanzadas. Pero desde el estreno de estas imágenes han surgido también motivos para la preocupación. Que si la película era demasiado cara, unos 140 millones de dólares, para lo que se espera que pueda hacer en taquilla. Que si el director se está empeñando en hacerla larga de más y se aprovecha demasiado del buen favor concedido por su reputación de culto y por tener a una estrella como DiCaprio apoyándole. Son preocupaciones más industriales que artísticas que, dicho sea de paso, parecen un mecanismo de presión bastante interesado en el peor momento posible. A estas alturas uno debería saber qué compra cuando se mete en un nuevo proyecto de Anderson, aunque siga siendo un cineasta inquieto y capaz de explorar rincones nuevos con un estilo muy propio. Si acaso, los aficionados al cine deberían estar preocupados si va a poder conseguir aquello que se le ha resistido hasta ahora: hacer una comedia política que haga gracia. Porque todo en lo que podemos ver hasta el momento de ‘Una batalla tras otra’ apunta en esa dirección. Todo empieza con el personaje de DiCaprio frustrado porque se topa con una barrera de contraseñas para intentar ponerse en contacto con un comando revolucionario, y estos le responden que tiene que repasar el manifiesto político. Una manera muy apropiada de asentar el tono para una historia que apunta a incluir radicalización clandestina y conflictos familiares, pero entrando también en terreno absurdo como esa nota final donde se grita “¡Viva la revolución!” y le sigue una alfombra desplegándose cómicamente. Los referentes y los precedentes de Anderson Anderson no es ni mucho menos ajeno al humor. Siendo Robert Altman uno de sus referentes, es imposible no acabar también ese terreno. Sí que le gusta, como a su ídolo, que se entrelace con los diferentes géneros y también con un drama de categoría grande para el cine americano. Incluso cuando ha intentado hacer una comedia directa, como quería hacer para Adam Sandler en ‘Embriagado de amor’, se ha terminado saliendo por tangentes más vanguardistas, dramáticas y también románticas. En Espinof Los 23 mejores momentos del cine de Paul Thomas Anderson El otro ejemplo más claro donde intentó hacer una comedia conecta directamente con ‘Una batalla tras otra’, y es una de sus películas más divisivas: ‘Puro vicio’ también abordaba desde la distancia un clima de revolución y descontento político en Estados Unidos, y entonces también adaptaba una novela de Thomas Pynchon (en su nueva película ha cambiado el título, pero está confirmado que adapta ‘Vineland’). Pero su trampantojo de neo-noir con humor de fumetas insistía bastante en la faceta cómica sin mucho resultado, cuando no siendo bastante irritante. Es un riesgo volver a ese terreno, pero puede salir bastante triunfante. A priori se comenta que Anderson busca hacer una versión más actual de ‘Vineland’ y eso puede hacer que tenga más pulso y relevancia contemporáneas (aunque es difícil saber, porque el director se ha negado a hacer una película actual prácticamente desde que existen los teléfonos móviles). Se aprecia un intento de tener un estilo visual potente con su decisión de rodar en VistaVision. Y también va a contar con DiCaprio, que es un actor cuyas cualidades pueden encajar perfectamente en el cine de Anderson y siempre saca lo mejor de sí en cuanto hay una comedia que requiere que incida en el patetismo de sus personajes. En Espinof Es una de las mejores películas de Adam Sandler y ya puedes verla en Netflix. Un replanteamiento genial de sus comedias de niños grandes con una interpretación sideral Por supuesto, todo es elucubrar a partir de casi dos minutos y medio de metraje dispuestos para cautivar la atención, puede llegar a desviarse bastante del resultado final. Pero sí que hay motivos para tener ilusión además de los básicos (la pareja de cineasta y estrella), y puede ser una de las películas más comentables que nos deje este 2025. Estaría genial que Anderson mostrase una vez más que sigue teniendo conejos que sacar de su chistera, y que puede llegar a resarcirse de su momento menos lúcido. En Espinof | Los estrenos más esperados de 2025 En Espinof | Las mejores películas de 2025 - La noticia Paul Thomas Anderson tiene la oportunidad de hacer con ‘Una batall

Hubo un momento de regocijo para todo aquel con un interés en el cine al corroborarse la llegada de todo un evento cinematográfico: ‘Una batalla tras otra’, la nueva película de Paul Thomas Anderson que le junta por primera con Leonardo DiCaprio (muchos años después de querer que fuese Dirk Diggler en ‘Boogie Nights’), que se estrenará el 26 de septiembre. Su tráiler despertó no pocas mariposas en el estómago, porque se podía ver la mano de uno de los mejores cineastas actuales unido a una de las estrellas de cine más lanzadas.
Pero desde el estreno de estas imágenes han surgido también motivos para la preocupación. Que si la película era demasiado cara, unos 140 millones de dólares, para lo que se espera que pueda hacer en taquilla. Que si el director se está empeñando en hacerla larga de más y se aprovecha demasiado del buen favor concedido por su reputación de culto y por tener a una estrella como DiCaprio apoyándole.
Son preocupaciones más industriales que artísticas que, dicho sea de paso, parecen un mecanismo de presión bastante interesado en el peor momento posible. A estas alturas uno debería saber qué compra cuando se mete en un nuevo proyecto de Anderson, aunque siga siendo un cineasta inquieto y capaz de explorar rincones nuevos con un estilo muy propio. Si acaso, los aficionados al cine deberían estar preocupados si va a poder conseguir aquello que se le ha resistido hasta ahora: hacer una comedia política que haga gracia.
Porque todo en lo que podemos ver hasta el momento de ‘Una batalla tras otra’ apunta en esa dirección. Todo empieza con el personaje de DiCaprio frustrado porque se topa con una barrera de contraseñas para intentar ponerse en contacto con un comando revolucionario, y estos le responden que tiene que repasar el manifiesto político. Una manera muy apropiada de asentar el tono para una historia que apunta a incluir radicalización clandestina y conflictos familiares, pero entrando también en terreno absurdo como esa nota final donde se grita “¡Viva la revolución!” y le sigue una alfombra desplegándose cómicamente.
Los referentes y los precedentes de Anderson
Anderson no es ni mucho menos ajeno al humor. Siendo Robert Altman uno de sus referentes, es imposible no acabar también ese terreno. Sí que le gusta, como a su ídolo, que se entrelace con los diferentes géneros y también con un drama de categoría grande para el cine americano. Incluso cuando ha intentado hacer una comedia directa, como quería hacer para Adam Sandler en ‘Embriagado de amor’, se ha terminado saliendo por tangentes más vanguardistas, dramáticas y también románticas.
El otro ejemplo más claro donde intentó hacer una comedia conecta directamente con ‘Una batalla tras otra’, y es una de sus películas más divisivas: ‘Puro vicio’ también abordaba desde la distancia un clima de revolución y descontento político en Estados Unidos, y entonces también adaptaba una novela de Thomas Pynchon (en su nueva película ha cambiado el título, pero está confirmado que adapta ‘Vineland’). Pero su trampantojo de neo-noir con humor de fumetas insistía bastante en la faceta cómica sin mucho resultado, cuando no siendo bastante irritante.
Es un riesgo volver a ese terreno, pero puede salir bastante triunfante. A priori se comenta que Anderson busca hacer una versión más actual de ‘Vineland’ y eso puede hacer que tenga más pulso y relevancia contemporáneas (aunque es difícil saber, porque el director se ha negado a hacer una película actual prácticamente desde que existen los teléfonos móviles). Se aprecia un intento de tener un estilo visual potente con su decisión de rodar en VistaVision. Y también va a contar con DiCaprio, que es un actor cuyas cualidades pueden encajar perfectamente en el cine de Anderson y siempre saca lo mejor de sí en cuanto hay una comedia que requiere que incida en el patetismo de sus personajes.
Por supuesto, todo es elucubrar a partir de casi dos minutos y medio de metraje dispuestos para cautivar la atención, puede llegar a desviarse bastante del resultado final. Pero sí que hay motivos para tener ilusión además de los básicos (la pareja de cineasta y estrella), y puede ser una de las películas más comentables que nos deje este 2025. Estaría genial que Anderson mostrase una vez más que sigue teniendo conejos que sacar de su chistera, y que puede llegar a resarcirse de su momento menos lúcido.
En Espinof | Los estrenos más esperados de 2025
En Espinof | Las mejores películas de 2025
-
La noticia
Paul Thomas Anderson tiene la oportunidad de hacer con ‘Una batalla tras otra’ lo que no ha conseguido hasta ahora: una comedia política que haga gracia
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Pedro Gallego
.